[E3] Castlevania: Lords of Shadow
El stand de Konami tiene un nombre propio. Se trata de Castlevania: Lords of Shadow. El retorno de una de las franquicias más importantes de la década de los noventa no ha pasado desapercibido por nadie, y menos en nuestra casa. El hecho de tener a Mercury Steam, equipo de desarrollo de San Sebastián de los Reyes, hace que tenga un interés especial. Sobre todo si, como hemos ido informando en los últimos avances, esta vez parece ser que la saga da en el clavo en su salto a las 3D. El E3 ha sido el nuevo punto de encuentro con Castlevania y Meristation ha sido uno de los primeros en echarle un vistazo.
El tráiler y los detalles jugables que se han podido ver en el estreno de Konami en la feria de Los Ángeles, visionado por algunos de los medios sin posibilidad de sacar fotos ni vídeos, han disipado algunas de las dudas que había alrededor del proyecto más importante de la compañía japonesa. A pesar de una primera advertencia en la que se aseguraba que lo visto puede 'no representar el juego final', lo cierto es que el listón empieza a estar alto en lo referente a Lords of Shadow. Técnicamente luce a las mil maravillas, y el trabajo en este sentido de Mercury Steam parece ser que va a estar fuera de toda duda.
La historia nos sitúa a manos de Gabriel Belmont, una sorpresa desvelada no hace mucho por el productor del proyecto, ya que el grueso de jugadores no esperaba tener ningún Belmont de vuelta en esta entrega. Éste es miembro de la sociedad Hermandad de la Luz, creada con el propósito de defender a la gente inocente del mal que acecha. Pero la oscuridad empieza a teñir el territorio en el que se ambienta Castlevania, y en una de las batallas con el enemigo, la mujer de Belmont, Marie, acaba brutalmente asesinada. El protagonista inicia entonces un camino de venganza y, también, intento de recuperar a su amada. Ubicados en la Europa medieval, se han desvelado algunos personajes que aparecerán a lo largo de la aventura, como Zobek, Pan, claudia, Abbot, Dorin, Baba, Laura, Carmilla, Cornell y Yaga.
El camino de Belmont va más allá de saber las razones de la muerte de su mujer, y no tardará en tener conocimiento sobre los Lords de la oscuridad, una amenaza no sólo familiar, sino también para toda la tierra. El papel de Zobek será clave en esta aventura, ya que se convierte en el guía que ayudará al guerrero para acabar con los enemigos. También estará presente el alma de Marie, ya que la aparición del mal ha provocado, entre otras cosas, que las almas de los fallecidos no lleguen al Nirvana. Una trama llena de fantasía que según Konami tiene más de veinte horas de duración, algo que se agradece teniendo en cuenta que no abundan demasiados juegos de acción que superen la decena de horas en total.
Belmont recupera una insignia de los juegos de los años noventa, en clara referencia a la idea inicial del proyecto -hacer un remake del Castlevania original-, con el uso del látigo. Con él se podrán hacer ataques a corta distancia o a larga, dependiendo del botón que usemos y de la situación de los enemigos. El sistema a nivel ofensivo es sencillo, ya que sólo hay dos botones de ataque principales y uno para saltar. A esto se le añade, también, el uso de otras armas secundarias como unas pequeñas dagas que se pueden arrojar a los enemigos. Por último se añade al abanico de posibilidades, según lo visto, la posibilidad de agarrar a los enemigos y acabar con ellos. En lo que refiere a la acción, no hay innovaciones destacables en este sentido. Y menos si se coge un esquema que funciona. Se pueden bloquear ataques y esquivar, algo útil cuando tengamos delante nuestro ataques que rompen guardia.
El sistema de combate y de avance tiene muchas similitudes con los hack and slash, aunque desde Konami se ha insistido una y otra vez que va más allá del género de Bayonetta, Ninja Gaiden y compañía. Sin ir más lejos, cada vez que un enemigo muere, éste nos dará puntos de experiencia que se podrán usar en nuevas opciones y habilidades para Belmont. Todo debidamente apuntado en nuestro libro de viaje'.También usa, por ejemplo, distintas fuentes que sirven para poder ayudar a nuestro avance. Por ejemplo, una fuente que emana orbes verdes que nos permitirá recuperar nuestra salud. Las similitudes con God of War están ahí, aunque lo cierto es que lo que desprende este Castlevania, por encima de todo, es un intento -prometedor- para traspasar la esencia de la saga 2D al mundo tridimensional.
Un ejemplo diferencial está también en la misma fuente de energía ya comentada. Esta nos sirve para regenerar nuestra barra vital, pero es una arma de doble filo. Por lo visto, los enemigos también podrán hacer uso de ella. Y este es otro de los puntos interesantes: los monstruos. A pesar de luchar contra unos cuantos enemigos a la vez, una de las apuestas de Castlevania es la de ofrecer la experiencia más cercana a la lucha uno contra uno que no la de un beat'em up masivo. Y así es. Un lobo de dimensiones generosas aparece ante Belmont, aunque no dura demasiado en sus manos. Poco después van apareciendo otros sin llegar, eso sí, a sobrepoblar la pantalla.
Y, cómo no, la aparición del primer gran jefe de fase. Konami ha sabido gestionar los pocos minutos que se pueden ver de Castlevania: Lords of Shadow y ha ido metiendo todos los inputs necesarios para saber de qué pie calza el juego. Un enorme lobo encantado será el primer hueso duro de roer. El juego, siendo los primeros compases, marca como atacarlo, defenderse, y demás hasta conseguir derrotarlo. Se mueve con velocidad, algo que nos deja claro que hay un buen trabajo detrás del control de la cámara. Ésta está perfectamente calibrada, sin vender en ningún momento al protagonista como pasa en otros juegos que tienen un sistema de combate similar. Hay otros momentos estelares en la demo, como el punto en el que el protagonista disputa parte de la batalla a lomos de un caballo. Aquí destaca, otra vez, la variedad de combos (más de 40 dijo Konami) con las que cuenta el protagonista.
Aunque lo más destacable en este sentido se encuentra en el apartado técnico. Sólido y potente. Había dudas por las capturas que la compañía había facilitado meses atrás, pero en movimiento Castlevania acaba por maravillar. Personajes bien detallados y con animaciones suaves, tanto enemigos como Belmont, que se encuentran en un entorno impactante. La Europa medieval está perfectamente recreada, y el trabajo en texturas de rocas y suelo cumple sobradamente.A esto se le añade la posibilidad de usar el escenario a nuestro favor, cogiendo elementos para apoyar nuestros ataques, y un juego de luces -el primer tramo de la demo está diluviando con relámpagos constantes- más que notable. La carrera a caballo y momentos puntuales en QTE muestran el poder técnico del juego de Mercury Steam, que ha sorprendido a propios y extraños en este sentido.
Falta ver muchas más situaciones para saber si realmente Castlevania apuesta por sus esencias o se queda a medio camino entre el hack and slash y detalles de la saga original. De momento, el paso a las 3D tiene pinta de ser el mejor de la franquicia, y un más que probable impulso dentro de Konami, que no está por muchas alegrías últimamente. Lanzado el próximo otoño para Playstation 3 e Xbox 360, y con el asesoramiento de Hideo Kojima -aunque han admitido que no siempre le hacen caso-, este producto desarrollado en nuestro país se ha ganado el respeto hasta que la obra completa dicte sentencia.
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