El mejor simulador de fútbol jamás creado se perfecciona aún más con la nueva entrega de FIFA. Más goles, jugadas espectaculares, paradones ¿Quién sabe si estamos hablando del colofón perfecto a un verano en el que España se corone como campeona del mundo en Sudáfrica?
En el año 2006 nadie apostaba por un resurgimiento de FIFA. Pero entonces llegó Kaz Makita y su equipo con un plan a largo plazo que acabaría dando un vuelvo a esa manera de pensar. Los primeros pasos eran comenzar desde cero, creando un motor de juego a la altura de las pretensiones del proyecto. Esto lo vimos en FIFA 2007. El año siguiente las animaciones y la inteligencia artificial fueron el centro del trabajo en EA Sports. Para la versión 2009 comenzaron a escuchar los comentarios de los usuarios, mejoraron las físicas e incluyeron un nuevo sistema de tácticas. La culminación de este proceso fue FIFA 10, donde se añadió el movimiento en 360 grados, el nuevo sistema de colisiones, un editor de jugadas ensayadas Tanto crítica como público alabaron el trabajo y consideraron a este juego como el título de fútbol perfecto.
Sin embargo la perfección es sólo el principio del proceso. Ahora FIFA tiene que mantenerse en la cumbre, y eso es todavía más difícil. El nuevo objetivo que se han marcado es hacer una vez más el mejor juego de fútbol de la historia, para lo que prosiguen con el camino de mejora continua que llevan años marcándose. Los fans son sabios y no han dejado de demandar nuevos cambios. Es el momento de escucharlos hasta conseguir el juego que todo aficionado al balompié sueña jugar.
Por eso se han incluido más de 100 mejoras diferentes, a raíz de las quejas y comentarios tanto de los usuarios (a través de los foros oficiales) como de los propios miembros del estudio, verdaderos devoradores de partidos en su tiempo libre. Así, se han cambiado detalles como el posicionamiento de los jugadores con y sin balón, la inteligencia artificial de los porteros, añadido animaciones y mejorado la concatenación de estas durante los encuentros, optimizado la presión defensiva, tuneado' el pase manual
Pero no se conforman únicamente con esto sino que también quieren imprimirle un extra de personalidad a la representación de los jugadores. Esto comienza con la ampliación de los tipos de cuerpo de los atletas, aumentando exponencialmente las posibilidades a la hora de personalizar a cada una de las estrellas. Ahora existen más de 130 bases para configurar los parecidos corporales (teniendo en cuenta longitud de medias, camiseta, botas ), partiendo a su vez de 9 estándares corporales que permiten llegar a niveles nunca vistos en esta saga.
También el apartado sonoro sufrirá una pequeña remodelación, con la posibilidad de cambiar los cánticos de cada equipo para determinadas situaciones (celebraciones, el momento de salir al campo, final de partido, etc ). Podremos poner cualquier sonido en forma de MP3 a través de la página del juego y nuestra ID en la red social creada por Electronic Arts. Se trata de un primer paso hacia conseguir personalizar completamente los efectos sonoros del juego. Sólo hay que tener acceso a un campo de primera para poder presumir de cánticos reales. Si bien no se permitirá todavía compartir nuestra selección, estando el sistema algo limitado en cuanto a los posibles usos que podamos darle.
Todos estos cambios cosméticos suenan bien, pero no acaban de dar una razón a los jugadores para abandonar a FIFA 10 y lanzarse a por la nueva entrega, que por cierto llegará en la primera semana de octubre. Los argumentos de peso vienen con los cambios más profundos de la jugabilidad. De nuevo el equipo ha tenido un objetivo claro, dotar de mayor profundidad al juego e incluir una mejora táctica, puliendo todas las aristas de su jugabilidad sin separarse en exceso de la línea marcada por las anteriores entregas de FIFA. Para ello han tenido que reescribir la tecnología que usan.
Es el caso de la IA defensiva de los compañeros, que ahora defenderán como si estuvieran controlados por un jugador real, leyendo trayectorias de pase y cerrándose si la situación lo requiere. Ahora ya no será tan fácil quedarse solo delante del portero. Esto será menos frecuente también por el cambio en el sistema de pases, que trata de solucionar lo que en EA han dado en llamar ping pong passing. Esto quiere decir que están tratando de limitar las facilidades a que el pase llegue a su destino. Y es que en la realidad a veces es muy difícil hacer que un pase tome la dirección correcta.