BRINK, Impresiones
Desde que se desveló este prometedor juego durante el pasado E3 de Los Angeles, Brink ha sabido captar la atención tanto de crítica como de público. Una atractiva propuesta que promete revolucionar el campo de los shooters subjetivos de mano de unos expertos en estas lides como son los chicos de Splash Damage.
Brink es un proyecto singular, enigmático casi desde su anuncio, con un teaser más que críptico durante los días previos al E3 del año pasado. Fue durante este evento cuando este título reveló su verdadero potencial en el mejor marco que se puede encontrar, la mayor feria de videojuegos a nivel mundial. Allí consiguió desbancar a grandes nombres y secuelas rimbombantes hasta convertirse prácticamente en la mayor sorpresa del evento. Todo un logro para una nueva franquicia.
Sus responsables son los londinenses de Splash Damage un grupo de programación ya veterano que cuenta entre sus logros con el lanzamiento de uno de los juegos más jugados de la historia en el mundo del PC, Wolfenstein: Enemy Territory. Aunque lo cierto es que aquel título tenía truco, pues se trataba de una descarga gratuita que además tenía unos niveles de calidad más que aceptables. El caso es que estos británicos han aprovechado la experiencia de aquel éxito en sus siguientes títulos (Quake Wars sobre todo) hasta llegar a este Brink, que también bebe de aquella fuente.
La experiencia de juego y concepto del título que nos ocupa es compleja, quizás por eso resulta tan atractiva. Tratando de simplificarlo al máximo, se trata de una historia futurista en la que dos bandos se enfrentan con objetivo encontrados, pudiendo vivir el conflicto desde cualquiera de las partes tanto en solitario como en compañía de 8 amigos de manera cooperativa. Sin embargo, si nos limitáramos a esta explicación nos perderíamos gran parte de los detalles que hacen Brink especial.
La historia nos coloca en un futuro cercano en el que se ha creado una sociedad separada del resto del mundo, el arca. Se trata de una cúpula inmensa presidida por una gran torre de seguridad y suspendida en el aire. Es completamente autosuficiente y capaz de sostener vida humana por si sola. El problema es que los habitantes de dicho Arca no están precisamente contentos, hasta el punto de que muchos de ellos quieren abandonar las instalaciones. Por desgracia las fuerzas de seguridad no piensan lo mismo, con lo que los enfrentamientos entre las dos facciones se presentan cruentos.
Esta decisión hace que uno de los elementos más importantes del diseño de Brink sea la inteligencia artificial de los personajes incluidos. Ante esta duda, los miembros de Splash Damage nos aseveraron que el nivel de la IA es tan elevado que ellos mismo durante las pruebas del juego no llegan a saber nunca quien es humano o no. Todo un ejemplo que en la práctica parece funcionar a la perfección, con personajes controlados por la consola que se comportan de manera realista e interactúan entre ellos para desarrollar tácticas complejas de flanqueo y demás parafernalia militar. Según se nos comentó los jugadores de la IA manejan la misma rueda de misiones que los jugadores humanos.
El sistema de evolución de los personajes nos recuerda a anteriores obras de esta compañía. Y es que echando la vista atrás, Enemy Territory fue el primer shooter con puntos de experiencia. Más tarde, Quake Wars introdujo elementos de rol en el género y ahora se añade una profundidad para la personalización del personaje que no tiene parangón dentro de los shooters subjetivos. La intención es que nuestro alter ego en el campo de batalla sea completamente único tanto en lo referente a su apariencia como en cuanto a su equipamiento o habilidades.
Podremos configurar el equipamiento de las cuatro clases que podremos elegir en el campo de batalla, en determinados puntos del mapa denominados terminales. Por una parte tendremos a los Operativos, agentes secretos, por otro a los soldados, también a los ingenieros y finalmente a los médicos. Cada una de estas clases tiene su propio árbol de habilidades y capacidades únicas que se fusionan con las elecciones en el diseño de personaje que nosotros mismos tomemos desde el editor de personajes.
Donde el juego de EA no resiste comparación es en las opciones de configuración. Respecto a la apariencia, podremos modificar las facciones, características físicas, ropas, máscaras, colores, logotipos Una amplia variedad de opciones para todos los gustos. Junto a estas encontramos la personalización de habilidades, que ayudan a moldear la experiencia individual de juego. En un primer momento existen varias habilidades universales (tener más energía, intuición de combate, poder lanzar granadas en el aire, tener perspectiva' ) y también una serie de opciones de cada una de las cuatro clases.
Por ejemplo tendremos la opción de repartir botiquines o la de revivir a los compañeros caídos en combate en el caso del médico, disfrazarnos como los enemigos caídos siendo operativos, repartir munición mejorada entre los compañeros si somos soldados o incluso dar armas especiales sin necesidad de acudir al cajón de suministros Finalmente las armas también admiten modificaciones, permitiéndonos llevar dos a la vez y añadir distintos accesorios a cada una de ellas. Ambas facciones tienen las mismas armas y accesorios, aunque varían el aspecto de estas para amoldarse a la estética de cada uno de los lados de la batalla.
Nos queda el enigma de cómo se desarrollarán las partidas competitivas, con 16 jugadores simultáneamente, divididos en dos equipos distintos de 8 personas. Seguirá el mismo esquema que el modo cooperativo, es decir, misiones en las que tendremos que cumplir una serie de objetivos, pero no se ha revelado cual será el sistema de búsqueda y creación de partidas. Posiblemente en una fecha próxima se revele más información al respecto. De momento nos conformamos con saber que la duración conjunta de la campaña será de unas 10-12 horas, repartiéndose equitativamente el tiempo de juego entre las dos facciones en liza.
Se trata pues de un prometedor proyecto que además llegará a las estanterías de todo el mundo mucho antes de lo esperado, siendo este mismo otoño cuando los jugadores de todo el mundo puedan probar la exótica propuesta de Splash Damage. Brink es un juego distinto, casi orgánico, que se muestra completamente distinto en cada una de las partidas que juguemos merced a la IA implementada y al importante componente cooperativo. Precisamente por esto nos encanta y le seguiremos la pista.