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Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010

Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010

  • PlataformaWii7.5
  • GéneroDeportes
  • DesarrolladorEA Canada
  • Lanzamiento30/04/2010
  • EditorEA Sports

Zakumi

El mundial de Sudáfrica asoma a la vuelta de la esquina, y como no podía ser de otra manera, también el videojuego oficial del campeonato. EA Sports sigue en Wii la tendencia del resto de consolas de sobremesa, lanzando al mercado un título que se centra exclusivamente en un evento que reúne a 200 selecciones, torneos varios, gráficos ligeramente mejorados y la jugabilidad arcade de la que ya hiciera gala FIFA10 hace unos cuantos meses. Pocos cambios para justificar una inversión que se costeará el jugador acérrimo o el que busque un producto idóneo para compaginar con la magia del fútbol veraniego.

Fútbol. Una palabra que describe un deporte. Un deporte que describe la pasión de millones de seguidores. La inagotable fuente de diversión para los forofos de éste o aquél equipo, el sempiterno tema de debate de los lunes, la discusión acalorada acerca del penalti que el señor vestido de negro, pito en mano, se tragaba probablemente para beneficiar a algún otro equipo que ha pactado con las altas esferas del campeonato. Si existe una prensa ridícula, ésa es la deportiva. Si existe una afición que se deje la piel en el campo, ésa es la del fútbol. Dicen que en tiempos de crisis el deporte es un bálsamo para distraer a la gente, un divertimento tan necesario como imprescindible que ayuda a relajar tensiones. No explica esto que todos los días de la semana se someta al telespectador a la tortura que supone tener siempre un partido crucial para el futuro de no se sabe muy bien qué equipo regional, pero igualmente es un dato que explica por qué los videojuegos de corte futbolístico (sean muy malos o muy buenos) se empachen anualmente vendiendo cientos de miles de unidades alrededor del planeta.

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Quizás el espectador que no entiende del deporte rey en cierta parte de Europa se pregunte qué importancia puede tener para él la Liga española, la Champions League o la Copa del Rey, competiciones que generalmente se convierten en el mayor atractivo de la edición con la que cada año EA Sports y Konami invaden el mercado. De qué forma le afecta que el F.C Barcelona haya sido eliminado por el Inter de Milán, o que un multimillonario al que le sobra el dinero haya revalorizado el mercado otorgando un protagonismo inusitado a los medios de comunicación gracias a sus fichajes estratosféricos empleando el nombre del Real Madrid como bandera. Puede que incluso el lector acérrimo se pregunte qué diablos tiene todo esto que ver con el lanzamiento del videojuego oficial del Mundial de Sudáfrica 2010 que tendrá lugar este año, que pese a su importancia todavía no ha alcanzado las cotas de popularidad que se le presupone a una licencia del carisma de la FIFA.

El Mundial tiene una esencia distinta. Poco importa lo mucho que se deteste o adore el deporte balompédico, tarde o temprano acaba inundando la vida de aquellos que acuden a los medios de comunicación durante los meses estivales. Tiene que ser un evento significativo por fuerza mayor que 32 selecciones, teóricamente las mejores del mundo, se reúnan en un país africano que tiene una cita doblemente importante con la historia. No sólo se logra romper con uno de los estandartes futbolísticos del torneo (pese al auge del fútbol en zonas poco beneficiadas económicamente, la FIFA parecía haber ignorado este hecho sin tapujos), sino que además se cumple el sueño de un continente al albergar por primera vez un torneo de esta índole en sus adentros. La publicidad está asegurada, el escaparate mundial, inmejorable, aunque para muchos jugadores las condiciones climáticas no sean las más adecuadas para la práctica del deporte de alto nivel.

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Símiles futbolísticos
Un mundial tiene, efectivamente, la esencia de las grandes competiciones. EA Sports es consciente de este hecho y por ello se lanzaba directamente al desarrollo de la licencia oficial, perteneciente a Electronic Arts desde tiempos inmemoriales, tan pronto se terminaba de pulir los últimos detalles del considerado mejor simulador futbolístico de todos los tiempos. Por el camino se toma la base en la que se ha trabajado durante varios años, sustituyendo la amalgama de clubes a la que tradicionalmente nos tiene acostumbrados FIFA por un túrmix de selecciones que dejará impresionado al jugador con afán coleccionista. EA ha logrado reunir a 199 selecciones de las 204 que pidieron permiso para participar en la fase clasificatoria del mundial de un total absoluto de 208. En términos comparativos, lo que ha logrado el equipo de programación sería semejante a meter en un mismo DVD a tres cuartas partes de los clubes de fútbol oficiales que existen a lo largo y ancho del planeta, sólo a que a nivel local.

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Esto es mérito del equipo general que se encargaba de los preparativos relacionados con el paquete central del que haría gala la licencia independientemente de la consola para la que fuese desarrollado el título, prácticamente idéntico entre PS3 y Xbox 360. La única diferencia radica en el resto de ediciones, o más concretamente en la que aparecía conjuntamente a las anteriormente mencionadas en la sobremesa de Nintendo, dejando temporalmente al margen la edición de PSP, que por cierto también tiene su miga. Para Electronic Arts lo importante es llegar a todo el público por igual, sin excepciones, y para ello se utiliza la base de FIFA 10 con los cambios de marras que hemos venido comentando a lo largo de esta introducción. Lo que el lector no debe perder de vista es el espíritu de FIFA en Wii, que se aleja de la simulación proponiendo un estilo eminentemente arcade, que muy a pesar de su calidad sigue sin hacer gracia al gran público. La cuestión es, llegados a este punto, si esta edición sabrá convencer a los escépticos de su calidad, o si por el contrario se mantiene la esencia de su antecesor.

Una cuestión relativamente fácil de contestar, en tanto las señas de identidad de este Mundial de Sudáfrica quedan expuestas desde los primeros minutos de juego. Como decíamos, los clubes han sido omitidos en pos de las 199 selecciones de siempre, entre las que destacan las más poderosas en cuanto al reconocimiento popular se refiere. Así pues, España, Brasil, Holanda, Alemania, Argentina o Portugal se han de enfrentar contra las que teóricamente tienen menos posibilidades de alcanzar la gran final, que será disputada en la denominada ‘ciudad del fútbol', Johannesburgo. Si el cómputo total de selecciones que aparecerán en el torneo se limita a las 32 que mencionábamos anteriormente, el juego permite que cada usuario tome el escudo que más le apetezca en un amplio abanico de posibilidades. Es una lástima que las más conocidas sean las únicas que cuenten con un mínimo parecido a nivel estético con la realidad (e incluso con el fútbol que practica cada una).

Junto a la presencia de las tan cacareadas 19 selecciones oficiales encontramos 10 estadios oficiales que han sido reproducidos al dedillo para transmitir la sensación de estar jugando un partido en Sudáfrica, con la ambientación tradicional de esta clase de competiciones (estadios abarrotados de público, que aquí es poco menos que un pegote insignificante que no logra transmitir ninguna clase de emoción durante los partidos. Es otra de los pegas que no se han solucionado respecto a la edición de FIFA10 que analizábamos hace unos cuantos meses, otra señal de que son pocos los cambios que se han realizado al margen de la inclusión de nuevas selecciones, estadios y, lo que es más importante, modos de juego. La jugabilidad tampoco ha cambiado un ápice, como tendremos ocasión de comprobar a continuación.

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Esencia Arcade
Los cambios de Mundial de Sudáfrica están relacionados principalmente con los nuevos modos de juego, siendo la jugabilidad un calco idéntico de lo visto en la pasada edición. EA Sports se ha decantado por exprimir la esencia del fútbol, sin grandes estrategias ni otros menesteres que obliguen al jugador a tener un gran conocimiento sobre la materia que está trabajando. Esto se traduce en la presencia de pases de fácil ejecución, tiros imposibles con los que es posible anotar goles desde el centro del campo, faltas imparables que ejecutadas por el jugador de clase mundial son sencillamente pasto para las redes de la portería. Es muy fácil dominar el sistema de juego, hacernos con los controles (donde EA ha permitido varios estilos en los que se incluye el mando clásico, la mejor opción, el wiimote y nunchuk…) y comenzar a ganar campeonatos sin el menor esfuerzo.

Existen distintas dificultades que de buenas a primeras lograremos superar, como decimos, sin tener que despeinarnos. Esto en parte se debe a la elección del estudio canadiense a la hora de simplificar al máximo los controles, para ellos la llave del entretenimiento. Este FIFA no requiere horas de experiencia como sí necesita PES (que sigue enfrascado en la simulación pura, con un nivel de calidad sobresaliente pese a las pocas ganas de evolucionar en Wii), aunque esto conlleve una profundidad cien veces más limitada y menos profusa de lo que estamos acostumbrados a ver en el resto de la sobremesa. Para incentivar este hecho cada jugador cuenta con una barra de explosión que le permite realizar regates imposibles, tiros sin parangón y otras acciones imparables para el portero. Por otro lado, el contrario se puede aprovechar de esta situación si roba la pelota, si bien lo más normal llegados a cierto nivel de experiencia es anotar goles a chorrillo desde cualquier lugar del campo.

Es la esencia arcade de la que viene haciendo gala la licencia en Wii desde hace unos años, que sigue convenciéndonos pese a que esta vez se ve frenada por la falta de novedades en este sentido, lo mismo que sucede a nivel gráfico. Se ha mejorado la fluidez de las animaciones, los jugadores son ahora más parecidos a los que encontramos en la realidad (siempre con su aspecto caricaturizado, a medio camino entre la realidad y el dibujo animado), los estadios lucen un aspecto sin pega alguna que poner de relieve (son 10 los Sudafricanos, a los que hay que añadir los presentes en otros países), exactamente igual que el diseño de los menús, el colorido de las presentaciones o la banda sonora de la que hace gala el título, sin duda uno de los puntos fuertes del paquete. La puesta en escena del juego transporta al jugador automáticamente a un mes vista, a espuertas de que dé comienzo el mundial, principal objetivo de este Mundial de Sudáfrica a juzgar por las novedades que se han introducido.

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Ahora que ya conocemos todo lo relacionado con el aspecto jugable y gráfico, es un buen momento para centrar la atención en los modos de juego, como decíamos principal novedad de esta edición. La mayor novedad que encontramos en el torneo es la posibilidad de crear un equipo personalizado a medida denominado Equipo de Ensueño, llevado a escena bajo la representación de las siglas Zakumi, título que se le otorga oficiosamente al mundial. Este es el modo estrella del DVD tanto por las opciones que ofrece (basadas en la obtención de logros por cumplimiento de determinadas características durante la partida, ganancia de nuevos jugadores como si de un manager al uso se tratase, sin llegar a suplantar al modo que echábamos de menos en la edición original), especialmente en torno a los retos que se proponen durante los partidos.

Lograr superarlos todos es una tarea relativamente sencilla que los expertos cumplimentarán en cuestión de horas, otro aspecto que habla de forma elocuente sobre las intenciones básicas del juego (centradas en los partidos rápidos entre varios jugadores, con un total de 4 al unísono, como también del Online, que sigue contando con una presencia muy marcada y un funcionamiento excelente). El modo Zakumi consigue enganchar durante bastante tiempo sin ofrecer nada nuevo a efectos prácticos, especialmente durante los primeros compases del mismo, donde conviene poner atención a las novedades que se incluyen en este sentido.

Por supuesto, al margen de esta opción encontramos la competición central propiamente dicha, aquella en la que prima ir superando fase a fase del campeonato hasta llegar a la gran final, que se cerrará con la típica animación de los jugadores levantando el trofeo por el que han luchado durante varios años. Existe posibilidad a controlar a una selección que no está clasificada o directamente hacerlo con alguna de las que esté peleando por llegar de cabeza a la gran final, aunque como decimos existen notables diferencias según el conjunto que hayamos seleccionado (lo que, por consiguiente, facilita bastante el camino a todo aquel que quiera pegar palizas con España a un equipo menor). EA Sports debería centrar su atención en mejorar el balance entre jugadores para no perder el equilibrio que sí mostraba el título anterior, al menos entre los clubes más destacados del panorama futbolístico. Quizás esto sea interesante cuando se habla de simulación, pero el arcade se rige bajo otros parámetros en los que prima la igualdad entre jugadores.

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7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.