NBA Jam
Las franquicias clásicas nunca mueren, especialmente se vienen de la mano de Electronic Arts, que siempre encuentra el momento para devolverlas a la actualidad del mercado. Con el basket más de moda que nunca por aquello de la proliferación de la televisión digital, es un buen momento para que regresen los saltos, mates y chapos imposibles de NBA Jam. Por el momento exclusivo de Wii, hace poco se dejaba ver por primera vez en el tráiler de presentación que aclaraba entre otras cosas cuál sería su aspecto gráfico y jugabilidad.
Se podía oler. Se preveía desde la comunidad de analistas (que por una vez y sin que sirva de precedente, acertaron en una de sus previsiones). Se mire como se mire, el regreso de un genio de la altura de Mark Turmell a la actualidad de los videojuegos sólo significaría una cosa: NBA Jam estaba a punto de volver a los ruedos en forma del tan esperado remake que durante años se había rumoreado. Decimos remake y no continuación porque el resultado que obtuvo Midway en la generación que precede a la que disfrutamos actualmente dista bastante de ser el exitoso triunfo de masas que se daría a principios de los noventa en las 16-Bits. Son muchos los que todavía suspiran al recordar los mates imposibles de Thorpe con su minúscula altura o la agilidad de las estrellas de la época -¿alguien conoce a Karl Malone?- para marcar distancias en los partidos más competitivos. Daba igual el equipo, sólo importaban los jugadores a los que hacíamos frente.
De una idea similar nacía otra franquicia de éxito, aunque esta vez encontraba sus raíces en PS2 y no en las recreativas como sucede con el juego que hoy presentamos. NBA Street se considera el sucesor espiritual de la serie creada por Mark Turmell, que llevaba ya varios años manifestando su deseo de ver cómo encajaría su criatura en los tiempos que corren, sobre todo ahora que el multijugador -por ende también las partidas rápidas de unos minutos- se ha destapado como uno de los requisitos imprescindibles de cualquier simulador o arcade que se precie. Después de contratar al productor (que actúa como consultor del proceso de desarrollo), sólo quedaba decidir qué grupo de programación se encargaría de llevar la nueva edición del juego a buen puerto. Pronto se destaparía también esta información: EA Canada se llevaría los honores, por lo que todo estaba ya en marcha para que diese comienzo el proyecto.
Curiosamente a nadie se le escapó que la plataforma elegida fue seleccionada de forma meticulosa para evitar cometer los errores que se vieron en el pasado. NBA Jam siempre fue una franquicia eminentemente multijugador cuya mayor valía residía precisamente en la posibilidad de disfrutar del título contra la máquina en un 1-vs-2, contra dos compañeros o entre dos compañeros y la máquina. Poder dar buena cuenta del juego de la forma que más apeteciese al jugador sin ninguna clase de límites ni requisitos previos por el camino. Tal vez por este motivo se elige Wii como consola en la que se lanza la esperada exclusiva, dejando de lado a los usuarios de X360 y PS3. La nueva filosofía de Electronic Arts gusta de apuestas cuya rentabilidad se garantice en el mercado para no cometer los errores del pasado que a estas altura todos deberían conocer ya (el binomio Dead Space/Mirror's Edge que, pese a su contrastada calidad, se pegaba el batacazo en ventas junto a The Saboteur, por poner varios ejemplos).
Dejando al margen toda información sobre el desarrollo o el lanzamiento, lo que queda por delante se ciñe única y exclusivamente a lo que se ha podido ver del título hasta la fecha, que básicamente viene compuesto por un pack de imágenes en la que se aprecia el estilo artístico del que hará gala el título y algunas trazas del sistema de juego. Sobre este último no hay que dejar volar la imaginación, en tanto seguirá exactamente la misma premisa de los clásicos que aparecían en las recreativas de medio mundo hace ya más de una década. Hay algunas reglas que deben ser acatadas, pero aquí el jugador sólo debe tener una cosa en mente: meter más canastas que el rival, dando exactamente igual cómo se metan o qué medios (empujones, agarres ) sean los que se utilicen para ello. Sólo contamos con la ayuda de un compañero que debe servir como base de nuestras acciones y con la compañía de un polideportivo que ruge el nombre de sus estrellas para catapultarles hasta lo más alto.
Así es NBA Jam, un sencillo arcade de baloncesto en el que el jugador se encuentra con una pista de baloncesto en la que a su vez se disputa un partido de 2 vs 2. Dos jugadores compiten frente a otros dos de distinto equipo sin posibilidad a cambios en los que vale prácticamente todo. La esencia es la de un partido callejero donde el contacto físico es igual de importante que la habilidad a la hora de machacar la canasta de forma espectacular, otro aspecto que aquí se debe dominar para conseguir que nuestro equipo entre On fire'. Esta expresión, junto a otras muchas que escuchamos a manos del comentarista durante la partida (el Boom-Shaka-Laka del tráiler de presentación, Slam-a-jamma, Is it the shoes?, Delivers a facial!, Can't buy a ticket ), formaron en su día parte de una tendencia que se puso de moda gracias a la popularidad de jugadores de la casta de Michael Jordan o de Magic Johnson (ninguno de los dos estaba presente en el rooster de jugadores por problemas con la licencia) que, como era de prever, se convirtieron en los estandartes de una generación de deportistas.
No obstante, a diferencia de lo que vivíamos en simuladores del estilo de NBA Street, aquí no existe un jugador que realmente sea capaz de marcar diferencias sobre el otro. La ausencia de los mejores jugadores del campeonato (debido a distintos contratiempos con la licencia, como se exponía en el párrafo anterior) obliga a los jugadores a poner lo mejor de su habilidad sobre la cancha a la hora de realizar movimientos imposibles con los que dejamos al rival pegado al suelo y tenemos vía libre para machacar la red. Para mejorar el rendimiento contamos con una barra de turbo en la parte superior de la pantalla que se recupera lentamente, favoreciendo una buena contra después de un ataque fulminante. Los tiros de tres deciden los partidos aunque suponen un reto notable: sólo los mejores aciertan. De fallar lo más probable es que sea el rival el que se haga con la pelota, obligándonos nuevamente a defender.
La jugabilidad de NBA Jam fue su principal pasaporte para convertirse en uno de los arcades de baloncesto más populares de la historia, no en vano su simplicidad venía acompañada por un sistema de juego que permitía poner en práctica diversas estrategias, e incluso fulminar el aro con un estado de gracia en el que nuestros jugadores son prácticamente imbatibles. Aquello que los locutores americanos suele definir el momentum' o situación durante el partido en la que los jugadores (uno o un grupo de ellos) parece destinado a meter más y mejores puntos que el equipo rival. Precisamente la grandeza de los juegos que apuestan por un planteamiento arcade radica en dotar de profundidad a un sistema de juego aparentemente sencillo. Lo mismo sucede con la selección de jugadores, así como también con cómo se recrea todo esto que aquí explicamos sobre la pantalla. Si la jugabilidad es uno de los pilares de este juego, también lo fue su apartado gráfico.
Los equipos, todos los que forman la NBA, estarán presentes en el juego. Para elegir a los jugadores que deben formar parte de cada equipo, EA Canada ha puesto a disposición de los usuarios una página web desde la que pueden votar según sus gustos: de momento se ha confirmado la presencia de algún que otro must-have, tal es el caso de Kobe Bryant o de la dupla de hermanos Gasol. Cuando se termine la selección y se concreten los modos de juego (presumimos que habrá un multijugador online, lo que más demanda la comunidad de aficionados, así como un modo Torneo en el que disputamos partidos frente a la CPU) será momento de anunciar la fecha de lanzamiento del título, que se prevé tenga lugar durante el verano. Un proceso de desarrollo bastante acelerado si tenemos en cuenta que el anuncio oficial tuvo lugar en enero; habrá que esperar algún tiempo para confirmar si se mantiene la esencia del original o si, por el contrario, los tiempos que corren no se ajustan a las necesidades de esta franquicia. Por lo que promete, más vale que sea lo primero. De momento sólo queda seguir esperando: siempre queda el cartucho original.
- Deportes