Carretera perdida

A finales de la que ha sido una semana bastante crítica en MeriStation en contra de la generalización de contenidos de descarga abusivos de relativo interés y del mercadeo de juegos en porciones, nos llega un buen ejemplo de lo que puede dar de sí una política que pretende ser igual de rentable y explota comercialmente una franquicia en la medida de lo posible, pero de un modo algo más razonable y con un reclamo atractivo para quienes hayan disfrutado del producto original. Porque resulta refrescante para los aficionados que quieran ir más allá del propio juego el tener la posibilidad de seguir descubriendo rincones de un mundo de las características de Pandora. En 2K y Gearbox parecen decididos a brindar apoyo continuo a la comunidad de jugadores de Borderlands con el lanzamiento puntual de contenidos apetitosos con los que expandir un título que, lejos de haber sido puesto a la venta inacabado, constituye una aventura más que completa desde su aparición.

Borderlands fue concebido como una extraña amalgama que deseaba ir más allá de las rígidas premisas de muchos shooters modernos. Desde luego, en el juego había grandes dosis de la acción más salvaje, brutales enfrentamientos, armas para dar y tomar y un sistema de desarrollo de habilidades basado en el desbloqueo de apartados en un árbol de niveles que suponía la incorporación de ciertos elementos RPG que se ha revelado como un recurso de lo más adictivo. Con un modo cooperativo para cuatro jugadores, basado en el uso de unos personajes que se complementan perfectamente y una progresión escalonada de nuestro perfil, en el entorno hostil de Pandora podemos correr toda suerte de aventuras sin fin. Hasta ahora, los contenidos descargables que 2K había puesto a la venta eran perfectamente disfrutables en paralelo al propio juego, la última expansión, sin embargo, parte argumentalmente del final de la historia del videojuego, y pese a que es posible acceder a las áreas que se han incorporado con ella al mapeado aunque no hayamos concluido la aventura, es recomendable no probar suerte encargándonos de las nuevas misiones hasta que no contemos con cierto nivel.

Mientras que en La Isla Zombi del Dr. Ned nos enfrentábamos a hordas de zombis putrefactos en los pantanosos aledaños de Jacob's Cove y en Mad Moxxi's Underdome Riot debíamos aguantar impertérritos los sucesivos embates de grotescos gladiadores que nos salían al paso en un escenario que parecía sacado de Mad Max - Más Allá de la Cúpula del Trueno, ahora, con El Arsenal Secreto del General Knoxx nos tocará hacer frente al escuadrón de asesinos de la Lanza Carmesí, una organización de la que Roland, uno de nuestros protagonistas, había formado parte como mercenario en el pasado. Este violento ejército siembra el caos a su paso. Aunque para luchar contra algunos de los enemigos con los que nos las veíamos durante el juego ya hacía falta contar con cierto nivel, nos encontraremos en esta expansión con que des del principio hay peleas de las que muy difícilmente saldremos indemnes si osamos probar suerte con un nivel por debajo de treinta, como mínimo.

Asimismo, incluso teniendo el nivel suficiente siempre nos será de ayuda lanzarnos al combate junto a algún compañero. Porque pese a que raramente nos asaltarán oponentes en grupos tan numerosos como encontrábamos en los dos contenidos de descarga anteriores, nos las veremos con tipos equipados con potentes escudos defensivos y dotados de una más que notable resistencia. Y es que, realmente, El Arsenal Secreto del General Knoxx no sólo plantea un argumento que parte de la premisa que hemos abierto ya la misteriosa bóveda alienígena, sino que también presupone que estamos curtidos en el campo de batalla y nos sirve retos que nos parecerá imposible resolver sin la experiencia y el poder necesarios, aunque, como con las zonas anteriormente lanzadas como contenido descargable bastará para acceder al nuevo territorio haber llevado nuestro personaje hasta un nivel diez de evolución de sus características.

El Arsenal Secreto del General Knoxx sube el máximo de nivel al que pueden llegar nuestros personajes, incrementándolo en once puntos, de cincuenta a sesenta y uno. Encontraremos modificadores de clase, nuevos vehículos y misiones de combate, en las que combatiremos contra cerca de una docena de nuevos enemigos de lo más letal y desbloquearemos áreas en las que todavía no nos habíamos adentrado. Por si todo esto fuera poco, la enorme cantidad de armas únicas que podemos encontrar en el juego (alrededor de dieciséis millones) ha sido aumentada. Un contenido de descarga que se presenta, además, con cierta esperanza de reparar un final de juego algo precipitado y que, al no estar a la altura del resto de la aventura, satisfizo a pocos. Esta ocasión de combatir al brazo armado de la Corporación Atlas (la enorme compañía dedicada a la producción de armas en Pandora), por tanto, representa  un jugoso epílogo y reúne novedades más que llamativas.

Cuando finalizábamos Borderlands y lográbamos abrir la Cámara parecía que el ejército de la Lanza Carmesí iba a desaparecer de la faz de Pandora, sin embargo un nuevo destacamento del violento departamento de seguridad de la Corporación Atlas ha sido enviado otra vez al estéril planeta. La tecnología extraterrestre del interior de la misteriosa bóveda en cuya búsqueda invertíamos todo el juego es un apetitoso tesoro que nuestros enemigos no van a resignarse a perder. A la espera de la llegada de una mayor ejército que se lleve de Pandora cuanto la infame empresa armamentística encuentre de valor, los efectivos trasladados a la zona están dedicándose a recoger un enorme arsenal en un emplazamiento secreto, y esta vez están decididos a que nada ni nadie se interponga en su camino.

Para cargar El Arsenal Secreto del General Knoxx nos bastará con iniciar Borderlands y dirigirnos a una de las balizas de teletransportación. Una nueva localización aparecerá en el menú: T-Bone Junction. Una vez nos hayamos desplazado hasta esta encrucijada deberemos procurarnos un medio de locomoción con el cual recorrer la zona. Para ello deberemos echar una mano a un viejo conocido, Scooter, que nos encargará la misión de recuperar varias piezas con las que poner a punto uno de sus vehículos. Durante el transcurso de este encargo una cápsula acorazada se incrustará de pronto contra el suelo y de ella saldrán dos soldados carmesís, pertenecientes al cuerpo de caza-recompensas de las milicias de la Corporación Atlas. A partir de ese mismo momento nuestra tarea será tanto la de completar las distintas búsquedas de las que debamos encargarnos como la de derrotar o esquivar a nuestros atacantes, que no cesarán ya de hostigarnos.

Al igual que Scooter, también reaparecerán Marcus, el chófer del autobús en el que empezábamos el juego y nuestro suministrador particular de armas y municiones, y Moxxi, protagonista de la expansión anterior. Además de para estos personajes con quienes habíamos ya entablado relación en el pasado, conoceremos a Athena, originalmente miembro del ejército de la Lanza Carmesí, ahora una aliada a quien deberemos rescatar y que será de gran ayuda en nuestra lucha contra los efectivos armados de la Corsporación Atlas. Cabe destacar la mejora narrativa implementada en El Arsenal Secreto del General Knoxx, no sólo por un argumento mejor llevado y que parece hilvanarse con mayor agilidad de lo que podíamos observar durante el resto del juego, sino también por una mayor atención en los detalles en nuestra interacción con los personajes no jugables de mayor peso. Nuestros interlocutores no se limitarán a quedarse ante nosotros como pasmarotes, sino que harán gala de animaciones realmente expresivas que subrayarán el componente RPG de la aventura y redundarán en una mejor puesta en escena.

Resulta también notable la atención prestada a los detalles de los nuevos escenarios, en contraste con la mayor parte de ubicaciones de las Arid Badlands, no así en comparación con los entornos de Jakob's Cove, que resulta todavía la ubicación más llamativa del juego, probablemente por lo saturado de su paleta cromática, mucho más estridente que la de cualquier otro decorado de Borderlands. Será más importante que nunca el peso de los vehículos, y prácticamente desde el principio del nuevo capítulo dispondremos, gracias a Scooter de la primera de las tres clases de automóviles que desbloquearemos durante el transcurso de nuestras misiones: la clase Monster es la más semejante a lo que llevamos visto en el resto del juego, un todoterreno de dos plazas (artillero y conductor), equipado con torreta lanzamisiles y ametralladora; la clase Racer nos ofrece potentes bólidos en los que recorrer a gran velocidad el mapeado, y la clase Lancer permite desplazar simultáneamente a cuatro jugadores, y podremos convertirnos en conductor u ocupar una de las tres posiciones de artillero (manejaremos una onda de impacto radial o seremos cañonero o bombardero).

Deberemos recorrer el sistema de carreteras que separa las distintas ubicaciones presentes en el nuevo capítulo, y a menudo daremos con puntos de control bloqueados por guardias que deberemos abatir si queremos desactivar el campo de fuerza que impide el paso. Ante la importancia que han cobrado los vehículos en El Arsenal Secreto del General Knoxx destaca la adecuación de las características de buena parte de los nuevos enemigos a esta manera de desplazarse. Harbá enfrentamientos contra otros carros blindados, o contra nuevos oponentes como las sondas robóticas del ejército de la Lanza Carmesí, enormes monstruos aracnoides que parecen salidos de Starship Troopers o de Lost Planet, soldados voladores con mochilas retropropulsoras y pesadísimos enanos cabalgando a lomos de peligrosos skags. Todos ellos pueden atraparnos con mayor o menor facilidad y darnos caza tanto si nos movemos a bordo de un automóvil como si vamos a pie.

También las armas han sido adecuadas a los nuevos niveles de poder, y daremos con equipamiento de potencia significativamente mayor a lo que estábamos acostumbrados. Sin querer desvelar detalles que arruinen la experiencia de juego a quienes gustan de descubrir por si mismos los aspectos más relevantes del argumento, diremos únicamente que al final de El Arsenal Secreto del General Knoxx nos las veremos con un jefe final realmente fuerte, de mayor nivel de habilidad y dificultad que cuantos hayamos hallado hasta ahora. Parece cierto que los responsables de Gearbox han escuchado las recomendaciones y críticas de los fans de Borderlands para ofrecer variedad de retos, más acción y gore y seducir a los aficionados con este nuevo contenido descargable, que alarga la aventura intentando no apoyarse únicamente en los mismos esquemas que han caracterizado Borderlands y que le han granjeado buena acogida tanto por parte de crítica como por parte de público.

Estamos pues, en definitiva, ante un añadido denso para un mundo inmenso y rebosante de secretos, que va a dar más de si que los dos contenidos de descarga anteriores, que ya ofrecían, especialmente en el caso del primero, un enorme número de horas de juego, al margen de la aventura principal, a su vez notablemente extensa. Aunque, por suerte, no se trata de una adquisición imprescindible sin la cual el título de 2K y Gearbox Software quede cojo, sí resulta un epílogo muy intenso, que permite trascender los límites originales de la aventura y, a la espera de si termina por ser realmente la última expansión de Borderlands, nos parece un broche de oro a uno de los títulos más refrescantes, rejugables y sorprendentes del pasado año. The Secret Armory of General Knoxx está disponible en PlayStation Network y PC a un precio de 7,99 € y en Xbox LIVE por 800 Puntos Microsoft.