Se abre la veda

Sega está a punto de lanzar el esperado Aliens vs Predator, un producto del que se ha encargado la compañía británica de desarrollo de videojuegos Rebellion, que ha puesto toda la carne en el asador para hacer olvidar el discreto resultado, por no decir el mediocre aporte, de sus dos últimos trabajos, Shellshock 2: Blood Trails y Rogue Warrior. Aliens vs. Predator pretende transportarnos a un universo futurista en el que confluyen tres especies tan diferentes como irreconciliables, basado en las aventuras de las dos criaturas cinematográficas pertenecientes a sagas de terror y ciencia-ficción que han también coincidido en pantalla grande. Una juego en perspectiva subjetiva que pretende ser espectacular, además de fiel a las películas, y que ha sido noticia antes de ponerse a la venta, debido a la explícita violencia gore de la que hace gala, que ha supuesto en algunos países un gran debate e incluso la prohibición de su venta.

El mayor reto al que el juego de Sega y Rebellion se enfrenta es el de ofrecer al usuario una experiencia variada pero igual de satisfactoria en cualquiera de los papeles en los que podemos tomar parte en la acción, y a fe que Aliens vs Predator, sin ser una obra redonda, lo consigue. Encarnándonos en cualquiera de las especies del juego viviremos una experiencia intensa y que permite un acercamiento siempre fiel a las características de los personajes en cuestión. Es un mérito de los desarrolladores haber conseguido equilibrar a seres de particularidades tan distintas y de capacidades tan diferenciadas y dar lugar a un juego que es entretenido y disfrutable sea cual sea la elección del jugador, lo que se ha logrado adecuando el sistema de juego a los atributos físicos de cada facción.

Rebellion ha basado el manejo de los personajes en unos estándares comunes a todas las especies involucradas en la acción, lo que cualquier usuario que se moleste en jugar todas las campañas va a poder agradecer, ya que las diferencias de control son mínimas. Pero el diseño de un sistema semejante suponía un cierto riesgo, al encontrarnos con acciones o movimientos de una especie que no tendrían su lógica traslación en el repertorio de movimientos de las demás. Pese a todo, se ha saldado perfectamente ésta diferenciación, y si al interpretar a un miembro de una especie determinada echamos de menos algunos recursos de las demás, es probable que nos suceda igualmente cuando volvamos a cambiar nuestra alineación, lo que refleja el equilibrio que se ha logrado imprimir a la plantilla de contendientes de Aliens vs Predator.

Humanos y yautja realizarán un uso distinto de las armas. En el caso de los depredadores, nuestra capacidad ofensiva se basará, sobre todo, en el cuerpo a cuerpo, y tendremos la opción de recurrir al cañón de energía, que deberemos recargar a menudo, por lo que no siempre vamos a poderlo usar cuando lo necesitamos y administrar su uso será un factor clave. En el juego hay dos tipos de ataques básicos, divididos entre cargas ligeras y cargas pesadas. Los ataques ligeros son comunes y pueden ser desencadenados por cualquier raza, aunque es más dañino un ataque ligero de xenomorfo que uno de depredador, y aún más que uno de humano. Los ataques pesados sólo pueden desencadenarlos aliens y depredadores. Si uno de estos ataques nos impacta de lleno puede ser letal, incluso un solo golpe puede incapacitarnos totalmente y hasta liquidarnos de modo fulminante, sea cual sea la raza que hayamos escogido para jugar.

Esta ventaja aparente se ve compensada por el hecho de que las cargas pesadas no pueden ser desencadenadas con la misma agilidad que el resto de ataques y es necesario un tiempo mayor de ejecución, lo que puede significar para la víctima el disponer de un valioso segundo para esquivar el golpe o recibir sólo parte del daño. Al mismo tiempo, la criatura que yerra al ejecutar uno de estos ataques queda por un instante a merced de su contrincante, lo que da cierto juego durante las escenas cuerpo a cuerpo y permite al teórico rival más débil sobreponerse y alterar el curso del enfrentamiento, si ha sido suficientemente rápido. Sin embargo, la capacidad de yautja y xenomorfos de fijar un blanco y abordarle con un golpe letal por la espalda es un aspecto realmente desequilibrante, por lo que nos convendrá, si hemos escogido pertenecer al cuerpo de los marines, no romper nunca la frontalidad con los puntos móviles que aparecen en nuestro radar, lo que puede ser muy difícil en los escenarios en los que nos abordan mayor número de enemigos o en aquellos rincones en los que la amenaza pueda surgir de cualquier parte.

Aunque estamos ante un juego que busca eminentemente la acción, Rebellion ha logrado hacer patentes en Aliens vs Predator unas sensaciones que le acercan en cierto modo a productos pertenecientes al género del terror. Encarnar a un marine en cualquiera de los escenarios comporta saberse candidato a servir de merienda o trofeo de los seres a los que nos enfrentamos, lo que termina por redundar en una experiencia de lo más claustrofóbico y enervante, un homenaje digno a las sensaciones que las mejores películas de ambas sagas conseguían hacer experimentar a los espectadores en el cine. En los entornos más estrechos y oscuros tendremos la impresión de que tras cada sombra se oculta un peligro potencial, y el sonido del detector de movimientos se convertirá en un compañero al que preferiremos oír siempre emitir pitidos en una misma cadencia monótona, ya que cualquier incremento del ritmo de las pulsaciones revelará la posible visualización de escenas de desmembramientos y decapitaciones varias protagonizadas por nuestro personaje y que supondrán el fin de nuestra aventura.

Marines

Encarnamos a un novato que acaba de incorporarse a las filas del cuerpo de marines, y entramos en acción con una unidad destinada a hacer frente a una plaga de xenomorfos, lo que va a ponernos a nosotros y a nuestros compañeros en un terrible aprieto. Nos hemos desplazado a una colonia humana que ha sufrido el ataque de un nutrido grupo de aliens que no han dejado nada a su paso. No sólo carecemos de la experiencia de campo suficiente para enfrentarnos a una situación semejante, sino que durante el aterrizaje recibiremos en la cabeza el impacto de lastre mal amarrado y perderemos el sentido, por lo que cuando despertemos no tendremos la menor idea de qué es lo que está sucediendo ni la naturaleza exacta de la amenaza que se nos ha enviado a combatir

Cuando nuestro cadete haya recuperado la conciencia se encontrará solo, sin pista alguna del paradero de los demás soldados, ni siquiera de la naturaleza exacta de la misión. Sólo contaremos con el apoyo de un comunicador, desde el cual una compañera de nuestra unidad nos pondrá en antecedentes apresuradamente y nos guiará a través de los pasillos desiertos de la colonia en la que ha sucedido la carnicería. Esta fase hará las veces de tutorial. Al tiempo que nuestro personaje aprende a desenvolverse en su entorno, reconoce el terreno y descubre lo difícil que es deshacerse de las alimañas que han desatado el caos, iremos haciéndonos con los controles. En el marcador del detector aparecerá también la localización exacta de las localizaciones a las que nos debamos aproximar.

Aunque la apariencia del juego es formalmente la de un shooter en primera persona convencional, jamás podremos apuntar con nuestra arma, sino que la mantendremos siempre en una posición media en pantalla. Esto puede contrariar a no pocos aficionados a este género de juegos, pero pronto descubriremos que el punto en el que se localiza nuestra arma en pantalla no es exactamente a la altura de la cadera, como en otros títulos, sino que es una posición media, más cercana al centro del visor, y siempre centrada. Como decíamos, esta elección puede no ser bien recibida por algunos, pero se revela como un gran acierto en cuanto descubrimos que la gran mayoría de encuentros los viviremos a una media o corta distancia y raramente tendremos tiempo ni ángulo siquiera para que se nos ocurra que necesitamos apuntar con más precisión.

Los marines son, por supuesto, el personaje con menores recursos físicos naturales. Los humanos no contamos con un físico portentoso, y somos, probablemente, uno de los animales peor adaptados a los que la madre naturaleza haya dado a luz. Pero esta carencia física viene acompañada de una notable capacidad intelectual que ha permitido al hombre imponerse en cualquier medio conocido, por encima incluso de formas animales que gozan de atributos más útiles. En comparación con aliens y depredadores, los marines deben apoyarse en sus ingenios mecánicos, fruto de la capacidad de inventiva y del intelecto humano. Durante todo el juego como marines seremos perfectamente conscientes de nuestra vulnerabilidad. Un sólo golpe certero a máxima intensidad por parte de cualquiera de nuestros contrincantes puede incapacitarnos o causarnos la muerte en décimas de segundo.

De modo que el enfrentamiento con xenomorfos y yautja pone a cualquier terrestre en su sitio. Como humanos, pese a todo, estamos lejos de estar indefensos. A todas luces nuestro arsenal es el más completo: lanzallamas, armas automáticas varias, cada una de las cuales contará con dos modos de disparo, y potentes explosivos. Somos la última esperanza de la humanidad, y vamos a contar con el mejor equipamiento posible, ya que ante nuestros enemigos sólo podremos confiar en contar con la munición suficiente para hacer frente a cuantos monstruos nos salgan al paso.En el campo de batalla, sin embargo, el apoyo del detector de movimientos, presente en el visor en todo momento, en el margen inferior izquierdo de la pantalla, nos será de gran ayuda y nos permitirá estar siempre pendientes de la proximidad de otros objetos animados en nuestro perímetro. Y aunque nuestro dispositivo opera únicamente en un solo plano, y no permite mostrar en qué estrato o nivel del escenario se encuentran los seres que nos acechan (por lo que será necesario siempre hacer caso del instinto, escuchar con atención, expectantes ante cualquier pequeño murmullo o siseo, y escudriñar cualquier rincón en todas las direcciones).

Depredadores

Los depredadores son una raza proveniente del planeta Yautja Prime, físicamente muy dotados, miden cerca de dos metros y medio y viven su dedicación a la caza intergaláctica con suma pasión. Los depredadores son capaces de camuflarse de modo muy eficiente con el entorno, acechan a su presa desde las copas de los árboles y son capaces de realizar enormes saltos. A menudo mutilan partes de la anatomía de sus víctimas o las decapitan para conservar sus vestigios como trofeos. Son de sangre caliente y no soportan bien las bajas temperaturas. Son seres tremendamente audaces y están equipados con un sensor térmico que les alerta de la presencia de seres que emiten calor, también pueden activar un modo de visión alternativo por medio del cual detectan a los xenomorfos, uno seres que no aparecen en la vista térmica. Las afiladas cuchillas que llevan en sus manos son de gran ayuda en la lucha cuerpo a cuerpo. Su personalidad ha sido brillantemente capturada y retrata bien cuanto se ha visto en el cine, los cómics o las novelas y su comportamiento refleja una personalidad implacable, así como una ruda nobleza y un fiero arrojo.

Empezaremos el modo historia como depredador viéndonos sometidos a un ritual iniciático, que pone a prueba nuestras habilidades antes de considerarnos un Sangre-Nueva que ha demostrado su eficiencia como cazador y que es ya capaz de lanzarse a la aventura de la caza intergaláctica. Un consejo de nuestros congéneres mayores nos requerirá que eliminemos a unas 'serpientes', que son en realidad xenomorfos, la presa preferida de los yautja. Durante el transcurso de esta primera refriega aprenderemos las bases del combate cuerpo a cuerpo, así como el uso de nuestro camuflaje holográfico, fijar un objetivo, saltar a un punto concreto del escenario o usar los distintos tipos de visión. Terminada esta parte, que cumple la función de tutorial para el control del depredador, se nos asignará la misión de ir al rescate de otros Sangre-Nueva que se han visto envueltos en problemas en medio de una de sus cacerías.

Uno de los recursos más llamativos con el que cuenta el depredador es el de proyectar sonidos semejantes a voces humanas a puntos específicos del decorado, con el fin de atraer la atención de una presa, separarla del grupo y atacarla de modo individual. A decir verdad, aunque el depredador permite tanto un acercamiento centrado en el sigilo, la cautela, eliminar oponentes uno a uno y diezmar progresivamente las filas de nuestros rivales, también podemos decidirnos por la acción bruta e irrumpir en la acción a cañonazo limpio, aunque este enfoque tiene sus riesgos, y si nos enfrentamos a un grupo numeroso de marines o xenomorfos podremos, a menudo, vernos en un aprieto. Conviene siempre sacar partido de los recursos de ocultación holográfica y administrar eficientemente la cantidad de energía que tenemos almacenada en nuestra algo tosca y rudimentaria batería.

Los depredadores llevan equipado al hombro un cañón láser que han de recargar con frecuencia, junto al resto de su equipo, y que les permite liquidar a sus objetivos desde enorme distancia. Su habilidad con las armas blancas generará no pocas escenas sangrientas, algunas de las cuales son sorprendentemente explícitas y muy en la línea de los minutos de metraje más espeluznantes de las películas en las que estos personajes han intervenido.

Aliens

El personaje nacido de la mente del guionista Dan O'Bannon y del artista gráfico y escultor Hans Ruedi Giger es el superviviente perfecto. Nunca se ha explicado en película alguna de dónde procede éste ser, aunque cabe la posibilidad de que fuera diseñado genéticamente para conseguir un arma biológica perfecta con la que diezmar rápidamente cualquier población, aunque podrían haber evolucionado de modo natural en un mundo  diferente del nuestro. Los aliens, o xenomorfos, poseen una inteligencia similar a la de un primate, pero son capaces de aprender con suma facilidad, y, por ejemplo, sacrificar a alguno de sus congéneres para usar sangre ácida del caído para abrir una vía con la que escapar de una celda. En su fase embrionaria se desarrollan como una forma de vida parasitaria, necesitan de un cuerpo anfitrión del que obtener nutrientes.

En el modo historia protagonizado por el alien, acompañaremos al xenomorfo a partir del mismo momento en el que su vida dé inicio. Pertenecemos a los conejillos de indias que usa la corporación Weyland-Yutani en sus investigaciones. Durante los primeros momentos de nuestra vida, se nos pondrá a prueba junto a otros xenomorfos, y seremos seleccionados por nuestra inteligencia, en comparación con el resto de nuestros congéneres. Se nos marcará en el laboratorio con el número seis y empezaremos una serie de tests que servirán como tutorial. En estas pruebas participarán contra su voluntad varios seres humanos, a quienes habremos de aprender a liquidar de la manera más eficaz y rápida. Tanto si cuentan con la ayuda de un arma como sino.

Como en el caso del depredador, podremos hacer uso de un botón de ataque de intensidad media, el gatillo superior izquierdo del mando, con el que podremos desarmar o herir a nuestras víctimas. Con el gatillo superior derecho podremos efectuar un ataque de mayor intensidad, con el que podremos liquidar o incapacitar a nuestra presa. Como en el caso de las escenas más salvajes de decapitación por parte de los depredadores, en el caso de los xenomorfos desencadenaremos a menudo escenas especiales de ejecución, en las que nos abalanzaremos sobre nuestras víctimas y las eliminaremos ipso facto. Nuestra cola podrá servirnos para empalar a quien hayamos atrapado, o podremos usar un abraza-caras para someter la voluntad de nuestra presa y unir nuevos xenomorfos a nuestro grupo.

También se ha intentado representar gráficamente el sentido del olfato de los xenomorfos: nuestras presas estarán marcadas de modo parecido a como se identifican los recovecos del sistema de ventilación. Nuestra mayor ventaja como aliens, no obstante, será la capacidad de recorrer enormes distancias en poco tiempo, salvar objetos de un buen salto o encaramarnos en las paredes, incluso corriendo en vertical. Pese a la dificultad de cualquier jugador de sentirse identificado por un personaje sanguinario y de rasgos animales, una verdadera fiera, los responsables de Rebellion han sabido hacer interesante la experiencia de juego con el alienígena.

Multijugador

El multijugador de Alien vs Predator soporta la participación simultánea de hasta dieciocho jugadores. Para participar en una partida online o crear una sesión a la que se puedan unir otros participantes, deberemos dirigirnos a la sección multijugador del menú, y desde ahí unirnos a una escaramuza en fase de inicio, crear un enfrentamiento nuevo y esperar a que se se complete la lista de usarios en espera o invitar a miembros de nuestra lista de amigos a un nuevo enfrentamiento. Será en estos momentos cuando debamos escoger a qué raza queremos pertenecer. A lo largo de los siete modos de los que consta el multijugador del título de Sega iremos desbloqueando las apariencias de distintos personajes dentro de cada grupo, una elección que no determinará otros parámetros que los del aspecto de cada uno de los miembros de cada facción, lo que ayudará a distinguirlos durante la partida.

Una vez se hayan incorporado todos los jugadores y estén listos para entrar en acción dará inicio la refriega. No suele tardar demasiado el proceso de carga y alineación de contendientes, sino que se efectúa de manera ágil y no hay parones demasiado dilatados. Es importante hacer notar que, aunque tenemos a nuestra disposición a personajes muy distintos (cada uno de los cuales goza de unas determinadas habilidades) no existe una elección que garantice mejor resultado que otra. Los aliens, por ejemplo, son terriblemente rápidos y pueden trepar por cualquier superficie, pero, para compensar su enorme agilidad, no disponen de otras armas que sus atributos naturales. Los depredadores, tienen una fuerza considerable, son muy rápidos, pueden salvar grandes distancias de un salto, enmascarar su presencia y usar tres tipos de visiones distintas, la visión térmica para detectar cuerpos humanos, que emiten calor, o una visión especial para localizar xenomorfos, pero se agota fácilmente su batería energética y dejan de poder atacar a distancia, con lo que su radio de acción se ve limitado si no encuentran con fuentes con las que volver a cargar su equipo.

Rifles, lanzagranadas, metralletas, revólveres y escopetas, además de un lanzallamas, una pesada ametralladora gatling o una pistola que permite apuntar automáticamente a nuestro objetivo. Estos son los recursos armamentísticos de los marines. Pueden ser débiles, pero no están indefensos. Su enorme arsenal les permite mantener a raya a cualquier adversario. En todas las partidas de las que hemos podido disfrutar con Aliens vs Predator hemos podido apreciar un juego online realmente fluido y un tiempo de regeneración muy breve tras ser derribados. Por descontado, esto ayuda a mantener un ritmo elevado en cada ronda de juego. Además de los modos típicos de otros juegos de acción, como la batalla entre facciones de número equilibrado, el enfrentamiento de varios humanos contra un solo cazador yautja o todos contra todos, también podremos formar equipo con especies diferentes de la del personaje que controlamos. Esta interacción amplía de modo considerable la variedad estratégica y suma profundidad a un título que ofrece no sólo enfoques muy diferenciados y atractivos sino gran variedad en todos sus apartados.

El apartado multijugador es tan equilibrado como el resto del juego, pese a que no ofrece, ni mucho menos, una eperiencia tan profunda como el modo historia. Encontraremos tanto modos de juego que presentan un enfoque específico en una u otra facción como otros que se caracterizan, precisamente, por su equilibrio entre oponentes, al margen de su raza. El habitual Duelo a Muerte o Duelo a Muerte por Equipos se caracteriza por empujar al jugador a sacar el máximo partido de las particularidades del personaje escogido, pero dentro de Duelo a Muerte por Equipos de Especies Mezcladas podremos formar equipo con personajes de distintas razas, lo que permite que nos centremos en la estrategia y en combinar las habilidades de diversos jugadores para lograr la victoria, y esto supone una aportación refrescante con la que completar las opciones más usuales.

Cabe destacar los modos Infección y Caza Depredador. El primero es una especie de El Último Hombre Vivo: todos los jugadores encarnan a humanos, con la excepción de un solo alien, que irá convirtiendo a sus víctimas en nuevos xenomorfos, hasta que sólo quede un humano en pie. En Caza Depredador un único yautza perseguirá y dará caza a un equipo de marines. Durante el tiempo límite de cada asalto irá sumando puntos con cada nueva muerte, a menos que haya un humano que logre vencerle, en cuyo caso quien encarnaba al depredador pasará a ser marine y tomará su lugar aquél que haya logrado hacerle morder el polvo.

Sin duda, la ambientación de Aliens vs Predator es excelente, reproduce fielmente no sólo los mejores escenarios de las películas sino también los de los cómics. Incluso el sonido acompaña: La banda sonora acompaña como es debido y recuerda a las melodías de las partituras de las películas, y los efectos de sonido parecen extraídos de las aventuras cinematográficas de los personajes. Además, no se queda en un mero título de acción, y aporta dosis significativas de terror. Sin embargo, los gráficos habrían podido lucir algo mejor, y el multijugador, aunque alarga la vida del juego, es intenso y cuenta con buen número de modos, carece de profundidad y se limita a servir un festín de casquería en variantes distintas sin demasiado sentido. Es notable el esfuerzo por equilibrar las habilidades de las tres especies, que han sido perfectamente adaptadas e interpretadas, y sigue siendo interesante controlar a cualquiera de ellas o completar el modo campaña en sus tres vertientes, por bien que controlar al xenomorfo, no obstante, aunque es especialmente divertido en espacios estrechos, se convierte en los grandes escenarios en una tarea difícil y el contínuo cambio entre planos puede ser mareante y desorientador.