Aliens vs Predator

Aliens vs Predator, el nuevo título de Rebellion para Sega, está cada vez más cerca. Repasamos cuanto hasta ahora se ha dado a conocer sobre el juego y desvelamos algunas jugosas novedades. Preparad vuestras armas, la muerte puede abalanzarse sobre nosotros desde cualquier rincón.

La compañía británica de desarrollo de videojuegos Rebellion va a tener próximamente ocasión de resarcirse del bache que ha supuesto la mala acogida de dos de sus últimos trabajos, Rogue Warrior y Shellshock 2: Blood Trails. A principios de este 2010 que estamos a punto de estrenar nos llegará Aliens vs. Predator, un juego de acción en primera persona que nos permitirá ponernos en la piel de tres especies distintas, a cada cual más feroz y salvaje, en una guerra sin cuartel. Un título que viene precedido de una intensa polémica sobre la elevada violencia de su contenido, motivada por el reciente conflicto con la Australia's Classification Board, la comisión de calificación audiovisual australiana, encargada de establecer el límite mínimo de edad con la que deben contar los espectadores y los jugadores para cada película y videojuego. Por paradójico que resulte, Aliens vs. Predator ha estado a punto de ser censurado en la tierra del sanguinario Mad Max, como sucedió con Left 4 Dead 2, que tuvo que ser editado por Valve para lucir menor cantidad de litros de hemoglobina en pantalla para poder ser comercializado. Afortunadamente para los aficionados australianos, Sega, la empresa editora del juego, ha ganado la moción presentada ante la justicia australiana en contra de la resolución del comité censor.

La repercusión de la batalla legal en la que se habían enzarzado las autoridades jurídicas australianas con los responsables de la distribución del videojuego puede haber favorecido, sin duda, una mayor difusión del producto y de sus rasgos de identidad definitorios, que son, a tenor de lo hasta ahora mostrado, justo lo que esperan los seguidores acérrimos de una franquicia caracterizada, precisamente, por las vísceras y la casquería. Recientemente hemos podido ver un espectacular tráiler del modo historia del juego, en el que podría darse a entender que la poderosa compañía transnacional Weyland-Yutani estaría detrás de la aparición de extraterrestres en nuestro planeta. Acto seguido nos ocupamos brevemente de presentar a cada una de las facciones en liza, así como de dar a conocer cuáles serán los objetivos y las particularidades del control específico de cada especie. Haremos también un repaso somero de los atributos de unos seres que en los últimos años han visto proliferar toda suerte de productos audiovisuales con su concurso, ya sea juntos o por separado.

El hombre es una raro animal. El Homo sapiens carece, en comparación con otras especies animales, de recursos propios que le permitan imponerse por medio de sus propias condiciones físicas. Sin embargo, domina prácticamente cualquier ambiente en su propio planeta, pese a estar mal dotado. Su vista es débil, su olfato, prácticamente atrofiado, su fuerza es ínfima, le faltan garras con las que someter a sus presas, o aguijones con los que defenderse, no es capaz de volar solo, su capacidad natatoria es muy limitada, no es demasiado ágil ni veloz sobre tierra firme y tampoco se le da bien trepar. Tampoco cuenta con el abrigo de una piel gruesa o de un pelaje espeso, es extraordinariamente sensible a los cambios de temperatura, perece tras poco tiempo de exposición a temperaturas demasiado altas o excesivamente bajas.

Pese a sus prácticamente nulas capacidades físicas y a su deficiente adaptación física al medio, lejos de haberse visto abocado a la extinción, como les ha ocurrido a otras especies desprovistas de recursos propios eficientes, los humanos han prosperado, son los dueños de la naturaleza. Han domesticado a animales más fuertes, han transformado su entorno y han conquistado no sólo prácticamente todo rincón de su planeta sino que han logrado asomarse a otros mundos. El ser humano se considera a sí mismo el rey de la creación. Aunque, ante la visita a la tierra de dos especies forasteras, huéspedes inesperados de muy malas pulgas con quienes va a entrar en competencia, quizás haría bien sopesando de nuevo su presuntuosa posición relativa en el orden cósmico.

Como soldados del cuerpo de élite de los marines, sufriremos una experiencia de pesadilla, extraordinariamente claustrofóbica, en la que seremos plenamente conscientes que desde cualquier rincón nos puede estar esperando uno de los seres más peligrosos que jamás hayan existido. La amenaza constante se cernirá sobre nosotros, cobijados en cualquier sombra pueden aguardarnos nuestros enemigos, por lo que la luz será nuestra mejor aliada, aunque jamás nos bastará únicamente con ella para dar con las perfectas máquinas de matar que pretenden darnos caza. Los miembros del cuerpo de marines de los Estados Unidos seremos la última línea de defensa de la humanidad, por lo que contaremos con los más potentes explosivos y las armas automáticas más letales. Nuestra misión será preservar nuestro planeta de la amenaza que supone la presencia de especies hostiles con capacidad para borrar cualquier rastro de vida humana. El futuro de la tierra está en nuestras manos.

Los Yautja (término acuñado en las novelizaciones de los cómics, a cargo de Steve y Stephanie Perry), originarios del planeta Yautja Prime y comúnmente conocidos con el apelativo genérico de "depredadores", son una raza de cazadores galácticos. Caminan erguidos y suelen medir cerca de dos metros y medio, y su apariencia es la de criaturas antropomórficas de sangre caliente con rasgos reptilianos. Como en el caso de los humanos, no existe en los yautja un dimorfismo sexual excesivamente acusado: machos y hembras tienen una estatura y unos rasgos relativamente semejantes. Aunque el aspecto externo de los órganos reproductivos de las hembras es similar al de los de una hembra humana, su funcionamiento es ovovivíparo, es decir que tras la fecundación el embrión se desarrolla en un huevo, que permanece dentro del cuerpo de la madre hasta su eclosión.

Están adaptados a climas cálidos y son capaces de soportar temperaturas de hasta 250 ºC, sin embargo sí son bastante sensibles a las bajas temperaturas, en pocas horas sucumbirían si se hallaran expuestos sin abrigo en ambientes por debajo de los 10 ºC, de hecho en el filme Alien Vs. Predator se menciona que su armadura lleva equipado un sistema de calefacción. Todos los machos de la especie se entregan con pasión a la caza, actividad a la que se dedican por completo, a través de los más diversos rincones del universo. También las hembras participan ocasionalmente en estas cacerías. La sociedad yautja se estructura bajo un sistema de clanes matriarcales semejantes a manadas.

Como depredadores, acecharemos en las sombras, y gracias a nuestra enorme agilidad podremos trepar a grandes alturas, como a las copas de los árboles de un bosque, y emboscar desde arriba a nuestras víctimas. Pese a tener a nuestra disposición un arsenal potente de armas láser y una tecnología de camuflaje muy avanzada que nos permitirá pasar inadvertidos incluso a cortas distancias de nuestro objetivo, el fuerte sentido del honor asociado a la cultura de nuestra especie nos obligará a matar cara a cara, lo que nos facilitará también que decapitemos o mutilemos a nuestras víctimas para llevarnos su cabeza o sus miembros como trofeo, como dicta la tradición ancestral de nuestra estirpe. La caza es nuestra razón de ser, y los despojos de los cadáveres de nuestras presas el testimonio de nuestras mortíferas artes cinegéticas.

Designados en Aliens, la segunda entrega de la saga cinematográfica, dirigida por James Cameron, como xenomorfos (literalmente, 'forma extraña', del griego xenos, extraño, y morphos, forma), surgidos de la mente del guionista Dan O'Bannon y del artista gráfico y escultor Hans Ruedi Giger, no existe ningún hecho sólido sobre el que basar explicación alguna sobre su origen; su existencia es por ahora un misterio. Aunque la hipótesis más aceptada es que podrían haber evolucionado de modo natural en un mundo muy diferente del nuestro, cabe la posibilidad de que sean una creación de laboratorio, un producto de la investigación genética de otra raza, concebidos para convertirse en el arma biológica definitiva. Sí se sabe a ciencia cierta, no obstante, que no son nativos de LV-426, el pequeño planeta en el que los hallaran los tripulantes de la nave comercial Nostromo en Alien, el Octavo Pasajero, el filme de 1979, dirigido por Ridley Scott, en el que aparecieron por vez primera. Con la inteligencia aproximada de un primate típico, los xenomorfos son capaces de aprender muy rápidamente aquello que observan, en ocasiones incluso han demostrado habilidad suficiente para accionar resortes y activar dispositivos.

Se desarrollan en su fase embrionaria como una forma de vida parasitaria, necesitan de un cuerpo anfitrión del que obtener nutrientes. La infección se produce al entrar en contacto un individuo sano con un huevo de xenomorfo; una forma aracnoide se lanzará sobre el rostro del huésped y lo cubrirá sumiéndole en un estado de coma y liberando en su interior el embrión. La forma aracnoide no es más que un cascarón vacío, un portador que da soporte al embrión durante la transición, y se desprenderá de la cara del huésped tan pronto como el xenomorfo esté listo para sustentarse por sí mismo. Pronto la cría será capaz de liberarse de su huésped, que no sobrevivirá al alumbramiento. Los xenomorfos presentan ocasionalmente algunos rasgos heredados del organismo anfitrión.

Son el superviviente perfecto, dotados de fuerza, agilidad y elasticidad prodigiosas, capaces de trepar o descender verticalmente por cualquier pared, o de sujetarse y correr por cualquier superficie plana. Son extremadamente resistentes al frío, e incluso capaces de sobrevivir en el espacio exterior por un tiempo limitado. Tienen la sorprendente habilidad de pasar inadvertidos con gran facilidad, mimetizando entornos metálicos o industriales, gracias a su aspecto biomecánico. Su sangre posee un PH extremadamente bajo, lo que significa que herirles desde una distancia próxima puede resultar fatal para el agresor. Este ácido es un sistema defensivo nada típico en un depredador, lo que sugiere que probablemente lleven mucho tiempo siendo la presa favorita de los yautza. Son sensibles al calor extremo y a las armas de fuego. La estructura social de los xenomorfos es semejante a la de una colmena. Sólo la reina, el miembro de mayor envergadura y el más inteligente de la comunidad, tiene la facultad de producir huevos, que únicamente el rey de la colmena podrá fecundar. Aunque carecen de raciocinio, capacidad de introspección o habilidad para desarrollar tecnología, probablemente compartan una especie de inteligencia conjunta, un lazo psiónico que una de algún modo a todos sus integrantes. Pese a su gran tamaño, los xenomorfos utilizan normalmente pequeños recovecos para esconderse y suelen usar los conductos de ventilación para desplazarse.

Como la especie más fiera del universo, los Aliens nos permitirán la posibilidad de convertirnos en una verdadera pesadilla. Formaremos un auténtico enjambre junto a una legión de nuestros semejantes. Nuestras principales armas serán una velocidad notoria, la facultad de encaramarnos a cualquier superficie, garras como cuchillas y una cola que usaremos como una lanza, para empalar a nuestros enemigos. Desconocemos por ahora si harán acto de presencia en el juego las distintas clases de xenomorfos que hemos podido conocer hasta ahora, en función del organismo huésped en el que se alojara el feto parasitario. Sería muy probablemente una gran adición al conjunto. Del mismo modo que sus principales antagonistas, los depredadores, cuando se hallen lo bastante cerca de una presa, los xenomorfos serán capaces de perpetrar una ejecución instantánea con un solo movimiento definitivo.

En este sangriento juego de tiros en primera persona tendremos ocasión de conocer las particularidades del control de cada una de las especies participantes, a través de tres modos de campaña para un solo jugador, y también a través del modo de batalla multijugador, que promete ser tan intenso y violento como lo han sido las mejores películas de los personajes. La misma perspectiva de juego variará según a quién decidamos interpretar: Los aliens corren agazapados, y los depredadores son significativamente más altos que los humanos. Tratándose de tres especies de naturaleza tan dispar, el mayor reto con el que Rebellion se enfrenta es el de equilibrar eficazmente la experiencia de juego sin alterar de modo significativo los rasgos por los que cada uno de los tres tipos de personaje participantes son reconocidos.

Los humanos son muy vulnerables, pero pueden funcionar bien en pequeños equipos, gracias a sus armas automáticas y a su rifle tienen un buen radio de alcance, y el detector de movimiento les permite prever algunos ataques de sus contrincantes. Los depredadores son luchadores resistentes, capaces de desaparecer a plena luz, son expertos en la lucha cuerpo a cuerpo, y el láser que llevan a la espalda les da una importante ventaja en cuanto a potencia de fuego. Los aliens son máquinas de matar, su cola resulta letal a media distancia, pueden pasar desapercibidos y actúan en grupo, lo que incrementa notablemente su capacidad de ataque. Entender las habilidades de cada uno y sacarles el mayor partido será crucial para obtener el éxito en nuestra misión, sea la que sea la facción a la que nos unamos.

Tanto Aliens como Depredadores gozan de no pocos seguidores fanáticos, que vieron sus sueños más osados cumplidos cuando las dos franquicias cruzaros sus caminos y dieron lugar a una licencia amalgamada que podría haber dado mucho más de sí. En el cine, al menos, poco han aportado las películas producidas hasta ahora. Esperemos que Rebellion sirva en este caso un título a la altura de su mejor exponente en el mundo de los videojuegos, una obra que resulte en algo digno de la suma de dos partes tan jugosas como la historia de las especies que nos ocupan. Sólo nos va a hacer falta atender hasta mediados de febrero para saber qué nos depara esta nueva incursión en dos de los universos de ciencia-ficción y terror más sobrecogedores.