Silent Hill: Shattered Memories

Falta  muy poco para que podamos disfrutar en nuestras Wii de la última incursión de la terrorífica saga de terror de Konami. Silent Hill marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos, convirtiéndose en uno de los títulos claves de cara a que se acuñase el término de 'survival horror'. Corría el año 1999 cuando el primer título de la franquicia llegaba a la primera PlayStation, ofreciendo una alternativa de juego muy distinta a la que instauraba el clásico Resident Evil, que gozaba de un éxito importante por aquel entonces. No obstante, Silent Hill tenía algo que le hacía destacar por encima de la obra de Capcom: nos ofrecía un desconcertante planteamiento en el que se jugaba con nuestra mente y nos llevaba a profundizar en un todavía desconocido terror psicológico.

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Sería el inicio de una larga serie de títulos que llevaría el pueblo maldito de Silent Hill a prácticamente todas las plataformas posibles. Para muchos, el mejor de la franquicia sería Silent Hill 2 (PC, PS2, Xbox), pero no estarían tampoco exentos de calidad Silent Hill 3 (PC, PS2), Silent Hill 4: The Room (PC, PS2, Xbox), Silent Hill Origins (PSP, PS2) o el último en llegar, Silent Hill Homecoming (PS3, 360). Esto sin olvidarnos de otras entregas menores como Silent Hill Play Novel para GBA, Silent Hill The Arcade para recreativas (un juego de disparos), o las tres entregas para móviles (Orphan, The Escape, Orphan 2). Mucho se expandió el universo, por lo que, con esta entrega para Wii, Climax y Konami han optado por volver atrás en el tiempo y recuperar el inicio de nuestras pesadillas.

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Hace unos meses tuvimos la oportunidad de visitar los estudios de Climax en Portsmouth, donde pudimos disfrutar del juego y habar con sus creadores, que pese a mostrarse encantados con su obra, no desvelaron más de lo estrictamente necesario. En su momento os comentamos todo lo que habíamos podido ver de esta obra, y lo cierto es que poco más se ha desvelado hasta la fecha; hoy queremos recordar un poco todo lo que nos ofrece este esperado título, que está a punto de llegar al mercado, y repasar las nuevas secciones de juego que se han ido dejando ver en las últimas semanas. Desde luego, lo que pudimos disfrutar en su momento parece que no engañaba, y que estamos ante uno de los juegos más importantes dentro del catálogo de Wii.

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Recordemos en primer lugar a qué nos referimos con lo de volver atrás en el tiempo. Lejos de ser una nueva línea argumental, volvemos a lo que nos contó la primera entrega, ya en la primera PlayStation hace una década; es importante en este punto no cometer el error de confundir Shattered Memories con un remake sin más, dado que estamos ante una nueva visión, una reinvención del mismo argumento pero dotándolo de un entorno completamente diferente, novedoso y original. De hecho, lo que Climax está consiguiendo es que el juego se vea modificado y evolucione de forma distinta según cómo juguemos y las elecciones que tomemos durante la partida.

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Argumentalmente, nos volvemos a meter en la piel de Harry Mason, quien tiene un accidente con su coche en el pueblo de Silent Hill y lo primero que hace es buscar a su hija, que iba con él y ha desaparecido cuando recupera la consciencia. Pero toda la presentación de esta línea argumental es muy, muy distinta, ya que toda la historia evoluciona de forma diferente,  y no tiene prácticamente nada que ver con el juego original. Lo que es más interesante, todo irá tomando forma según la forma en la que afrontemos las diferentes situaciones. En su momento intentamos descubrir la dinámica que seguía el juego para hacerlo, pero es tan sutil e influyen tantos elementos, que es casi imposible engañar a la máquina.

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Lo que parece es que durante el desarrollo del juego se sigue una secuencia de acontecimientos bastante marcada: primero, visitamos al doctor K; un psicólogo que nos someterá a diversas pruebas que irán marcando nuestro carácter y cuyo resultado se irá viendo reflejado en el propio juego. Al principio del juego, nos hará una serie de preguntas de respuesta sencilla, sí o no, y luego deberemos rellenar un cuestionario bastante simple con preguntas de toda índole, desde cosas básicas hasta elementos más controvertidos como preguntas sobre las prácticas sexuales. Tras esta primera visita al doctor, volvemos al lugar del accidente, entrando en el segundo tipo de jugabilidad: la exploración por un pueblo cuasi desértico, resolviendo puzles de todo tipo para abrirnos camino.

Investigar el entorno será clave en esta fase del juego, ya que habrá abundantes documentos e información oculta (en contestadores, o fotografías, por ejemplo); además, deberemos buscar el camino a seguir, para lo cual algunas pistas serán clave. Según cómo prefiramos hacerlo, en esta primera parte del juego podremos avanzar por diferentes sitios, atravesando tiendas muy distintas, hasta llegar a una zona en la que nos encontraremos con Cybil, la cual puede ser una joven policía rubia con escote, una camarera morena de cierta edad, una policía morena y recatada… Las posibilidades son abundantes, y surgirán según lo que hayamos decidido con anterioridad.

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Una vez superada la sección de puzles, llega el tercer tipo de jugabilidad: cuando todo Silent Hill se ve bajo el implacable peso del hielo. Es ahora cuando las criaturas, amorfas, grotescas y asexuadas, nos perseguirán con ahínco a lo largo y ancho de la ciudad. Nosotros deberemos huir de ellas corriendo incesantemente, escondiéndonos bajo camas, dentro de armarios, utilizando bengalas… Porque estaremos completamente indefensos ante las monstruosidades, sin ningún tipo de defensa más que nuestra habilidad para esquivarlas y llegar a nuestro destino, saltando verjas, atravesando puertas, etcétera. Afortunadamente, un color azul nos indica las zonas accesibles, evitando que nos hundamos en el caos que podría reinar al estar dentro de un gran escenario plagado de enemigos, buscando una salida que desconocemos dónde estará.

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Tras salir indemne de esta huída, volveremos a visitar al doctor K, quien en esta ocasión nos pide que coloreemos un dibujo de nuestra casa. En el argumento, en este punto, Harry se dirige a su hogar para ver si su hija desaparecida volvió por sí sola a casa. Aplicamos el color utilizando el mando de Wii, y luego saltamos al juego, a una nueva fase de investigación, donde nos encontramos con que nuestra casa luce los mismos colores que le habíamos aplicado en el diseño, pero adaptándose perfectamente al entorno. Pero, para nuestra sorpresa, hay alguien viviendo allí, quien asegura que esa es su residencia. Nuestro carnet de identidad afirma que es nuestra dirección, y acaba llegando Cybil quien asegura que sí, que ese hombre vive allí.

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Superado este nuevo trámite, y tras librarnos de nuestra policía favorita, Harry llegará a un bosque, donde deberá explorar en la oscuridad del entorno haciendo uso de la linterna, un elemento clave del juego dado que nos servirá para iluminar los abundantes elementos en pantalla y encontrar pistas y nuestro camino. Harry encuentra una cabaña y accede a ella para investigarla, cuando en medio del proceso reaparece el hielo. Una vez más toca empezar a correr, dado que las criaturas son implacables y nos agarran, atrapan, utilizan tácticas en grupo, localizan nuestros escondrijos… Posteriormente, llegará a un lugar clásico de la franquicia, la escuela; deberá atravesar sus vacíos pasillos resolviendo nuevos y complejos puzles, con estatuas involucradas.

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