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Pro Evolution Soccer 2010

Pro Evolution Soccer 2010

  • PlataformaWii8
  • DesarrolladorKonami
  • Lanzamiento19/11/2009
  • EditorKonami

Pro Evolution Soccer 2010

Este año la versión de Wii de Pro Evolution Soccer se ha adelantado para ir a la par que el resto de plataformas. Este año Greyhound sigue exprimiendo el sistema de juego que idearon hace un par de entregas, único gracias al uso del mando de Wii para controlar a los jugadores. El sistema de juego se ha equilibrado y la experiencia final es mejor que nunca gracias a algunas nuevas opciones, aunque globalmente no haya muchos cambios significativos.

La guerra FIFA-PES que tantas pasiones levanta tiene una de sus batallas en Wii, posiblemente la más curiosa. En la plataforma de Nintendo se cambian las tornas precisamente por las mismas razones porque en Xbox 360 y PS3 gana el otro contendiente. FIFA Wii no es más que un refrito retocado de lo que pudimos ver en GameCube y compañía. Todo lo contrario a lo que Electronic Arts ofrece en las otras dos máquinas, con un título que auténticamente aprovecha su potencia para revolucionar las sensaciones de juego obtenidas, más realistas que nunca.

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En cambio, el que de verdad saca partido de Wii es Pro Evolution Soccer. Hace un par de años Konami tomó la decisión de realizar una versión exclusiva que aprovechase el famoso mando y a fe que no le salió mal. El concepto de videojuego de fútbol daba un giro de 180º, pasábamos de las florituras de genios del balón como Messi a la visión conjunta propia de un entrenador. Usar el puntero para manejar el equipo al completo no sólo fue una gran idea, sino que se implementó con brillantez para ser la primera vez que se llevaba a cabo.

Ésta es la tercera entrega desde entonces, sólo que apenas han pasado poco más de seis meses desde la última vez que vimos el juego llegar a las tiendas. Este año PES 2010 se ha adelantado en Wii para salir casi a la par que el restor de sus hermanos, probablemente para no perder comba frente a su principal competidor. Quizá por ello, o quizá por razones que se nos escapan, lo cierto es que este año no se han introducido muchas novedades. Sin embargo, el equipo de desarrollo de Greyhound ha aprovechado el tiempo para pulir el sistema de juego y acercarlo aún más a la ansiada perfección que todos persiguen.

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Antes de nada, sin entrar mucho en materia, se hace necesario explicar un poco cómo funciona el control mediante el mando de Wii. El puntero tiene una doble función: sirve para seleccionar jugadores y para pasar en la dirección donde estemos marcando. Esta funcionalidad aparentemente simple es capaz de dar de sí lo suficiente como para plantear una auténtica estrategia común. Desde cosas tan básicas tales como hacer que uno se desmarque con la banda dibujando una flecha en la dirección en la que queremos que vaya, y pasando luego hacia allí, hasta jugadas mucho más complejas que con el tiempo se van pudiendo elaborar.

Obviamente, las opciones disponibles no se quedan ahí. Con el mando y el Nunchuk complementamos pulsaciones de botones con diferentes gestos para las acciones posibles, de forma que sea sencillo ejecutar órdenes tales como indicar a tus jugadores que fuercen el fuera de juego adelantándose. Los regates, eso sí, se han hecho mucho más sencillos de llevar a cabo (se ejecutan semi-automáticamente por la IA según las habilidades del jugador), incrementando el potencial de progresar llevando a un único jugador en un momento dado. A esto ayuda la mayor movilidad conseguida usando la palanca analógica. No siempre es posible avanzar a base de pases.

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Una vez más, se han hecho pequeños retoques para pulir el sistema, aunque en lo que respecta al tiro aún no termina de convencernos del todo (sobre todo por la falta de una barra de potencia). Lo que sí se ha modificado claramente a mejor es el lanzamiento de las faltas, ya que por fin es posible tirar entre los tres palos (en la anterior entrega parecía que todos los jugadores eran Fernando Hierro tirando penaltis contra Inglaterra). Mediante el puntero podemos marcar la parábola que seguirá la bola y girando levemente la muñeca le aplicamos efecto al golpeo. Absolutamente delicioso.

De todos modos, aunque explicado quizá demasiado breve cómo funciona todo (os recomendamos los análisis de las entregas anteriores para conocer aquello que ya estaba allí y no es nuevo de PES 2010), lo cierto es que este sistema suena complejo. Requiere un tiempo de adaptación y aprendizaje, en realidad como la mayoría de videojuegos, pero con la diferencia de que muchos tienen que romper con el esquema de toda la vida de ir dirigiendo únicamente al que tiene el balón en cada momento. Para ellos, tanto si no les apetece probar la nueva propuesta de Konami (algo que recomendamos al 100%) como si simplemente quieren jugar de vez en cuando como toda la vida, también tienen la posibilidad de usar el mando clásico.

Entre los ajustes llevados a cabo sobre el sistema de juego, los más aparentes son un balanceo de diversos parámetros que el componente arcade disminuya proporcionalmente al auge de un ritmo de juego más realista. Por suerte, ya no se estila tanto (el juego te pone bastantes trabas para ello) el ir corriendo de una portería a otra pasando el balón pocas veces y de manera muy directa. Al contrario, hemos de cocinar con mayor cuidado nuestros ataques, sólo rompiendo con individualidades en sitios muy concretos que realmente suponen una ventaja. Por otro lado, el tener una defensa ordenada es más importante que nunca, o fácilmente se convierte en un coladero en el que no olemos ni un balón.

Una de las herramientas que ha usado Konami para restaurar un poco la paz ante tanta acción (además de mejorar ostensiblemente la IA) como había ha sido incluir una barra de energía momentánea. Esto quiere decir, que sumado a la resistencia general del partido, tenemos un componente adicional que nos dice el empuje del jugador en un "sprint" antes de que se canse como para pararse un rato. Lo que esto provoca es que los movimientos de este individuo se hagan más lentos y torpes, debiendo pasar cuanto antes a un compañero. Así se evita fácilmente el abusar del botón de correr.

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En cuanto a modos de juego, poco hay que contar que no sepáis. El catálogo se conforma con la archiconocida Liga Máster, ya presente el año pasado, el modo multijugador tanto en línea como en local y la llamada Senda de Campeones. Esta última nos permite llevar a la gloria a un equipo inicialmente modesto cuya fama y poderío va creciendo según ganamos partidos. Así, poco a poco, somos capaces de mejorar la plantilla e ir gestionando diversos detalles del club. Es la mejor forma de aprender a jugar partido tras partido si eres nuevo en la versión de Wii. La Liga Máster, por contra, y como todos es sabido, se centra más en gestionar un gran club y a las estrellas de su plantilla, tratando de alcanzar los mayores logros desde el principio.

El modo multijugador repite con la opción de cooperativo que tan agradecida fue en la primera entrega. No es que dos o más jueguen a la vez moviendo flechitas a un lado y a otro, cosa que sería un caos, sino que uno es el que lleva la batuta general mientras que el otro es el que controla al que lleva la pelota. Hasta dos amigos más se pueden unir a este último, todos ellos con el mando clásico. Por cierto, se han integrado algunas opciones bastante pícaras para resolver el hecho de que resulta demasiado obvio hacia dónde se tira al ver las flechas. Por ejemplo, en el lanzamiento de penaltis podemos hacer que dirigimos el tiro hacia un lado y finalmente cambiar el punto de destino con la palanca del Nunchuk. Una experiencia altamente recomendable.

Las posibilidades de personalización de equipo se han incrementado, destacando el hecho de llevar nuestros Miis al terreno de juego para formar parte de nuestro club. Aunque la mezcla entre cuerpos "reales" y cabezas de caricatura no termina de funcionar, es cuanto menos curiosa. Más aún si tenemos en cuenta que podemos llevarnos tan pintoresco equipo a la competición en línea, usándolo contra otros jugadores a través de Internet. A esto se une cambios en la interfaz, enteramente apoyada en el puntero de la consola (si usáis mando clásico, ya sabéis lo que implica...) que hacen palidecer a los vetustos menús presentes en las otras consolas.

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En cuanto a esto, es uno de los puntos flacos importantes que aún le quedan a PES en Wii. Si bien contamos con una oferta amplia para prolongar la vida del juego (partidos sueltos, torneos, Liga de Campeones [en breve entraremos a hablar de esto]...) es difícil disfrutar de los encuentros con rivales a distancia. El lag aparece con facilidad y si suele ser crítico en la amplia mayoría de juegos, en uno de fútbol todavía más. Esperemos que con el tiempo mejore el asunto, pero no las tenemos todas con nosotros.

El apartado gráfico se ha visto remozado con un mayor detalle en cuanto a los jugadores. No es que sorprenda sacando un potencial extraordinario de Wii, pero al menos se nota trabajado y no defrauda. Los rostros son realmente parecidos a los reales y las camisetas cuentan con una fiel representación de la enseña del equipo al que corresponden. Todo ello gracias a un texturizado con mayor resolución y a una iluminación más cuidada. Las animaciones también han ganado en fidelidad, aunque al igual que le ocurre al juego en PS3 y Xbox 360, aún abusa de demasiados automatismos para resolver los encontronazos entre jugadores.

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Este año las voces corren a cuenta de Carlos Martínez, que sustituye a Juan Carlos Rivero. Sin embargo, el cambio de locutor no ha logrado elevar la calidad de los comentarios, excesivamente repetitivos, desacertados y poco acordes con lo que está pasando (tanto por fallos como incluso por las líneas en sí grabadas, pese a que se acierte a introducir la pista correcta). Lo que sí destaca en el apartado sonoro es la magnífica colección de canciones, una selección de temas para amenizar los menús que supera con creces a lo que nos tenía acostumbrados últimamente Konami. 

La plataforma de Nintendo no se libra de las carencias en cuanto a licencias que tienen el resto de versiones de PES. Si bien Konami se ha hecho con los derechos de la Liga de Campeones, esto no sirve nada más que para ambientar los partidos con logos oficiales y otras zarandajas de tan magna competición. Se ofrece como un modo de juego adicional en el que se nos ofrece disputar la competición continental reviviendo las imponentes noches europeas que en ocasiones vivimos en el campo o por la tele. De todos modos, no deja de ser una copa más y no aporta nada en especial.

En cuanto a clubes, salvando algunos grandes de Europa como Real Madrid y Barcelona, en la amplia mayoría de equipos nos tendremos que conformar con los "Castolo" de turno que tan buenos tiempos nos hicieron pasar con el ISS Pro en su momento. Las ligas francesa, italiana y holandesa están totalmente licenciadas. De la Premier League sólo se han incluido Liverpool y el Manchester United con licencia, mientras que de la nuestra  han entrado 13 equipos con licencia oficial. Eso sí, por pocos jugadores reales que contemple el juego, la compañía no se ha olvidado de incluir la opción de bajarse las plantillas actualizadas allá por el mes de enero, cuando se hagan los fichajes de invierno.

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8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.