New Super Mario Bros. Wii, Impresiones
Mario y Luigi vuelven acompañados para revivir el espíritu clásico de los Super Mario en 2D, algo olvidados tras el éxito tridimensional de Galaxy. Igual que siempre en sus premisas, junto a un enfoque cooperativo o competitivo a 4 jugadores, New Super Mario Bros Wii viene dispuesto a resucitar el plataformas clásico adaptándolo a lo exigible en la actualidad. Probamos su última beta.
En una era de remakes y adaptaciones de viejos clásicos a los nuevos tiempos, abocadas en la mayoría de ocasiones a terminar muy por debajo del original, pocas veces hemos vivido un revival como el que nos ofreció New Super Mario Bros en Nintendo DS y más recientemente Street Fighter IV. Este término, pocas veces empleado, viene a describir el renacer de una franquicia clásica, con savia nueva en unas mecánicas que se considerarían obsoletas en plataformas de juego actuales. Esas son las sensaciones que se vuelven a tener tras echar unas partidas con New Super Mario Bros en su versión para Wii; el Mario 2D de siempre, gráficamente revisado y nutrido en cuanto a posibilidades. Hay una cosa que no cambia, se juega igual.
Anunciado en el pasado E3 en la conferencia de Nintendo y con lanzamiento el próximo 20 de noviembre, muchos aficionados se quedaron con él como un New Super Mario Bros cooperativo a 4 jugadores. Pero es más que eso, que no sería poco. Esta itinerancia en Wii cuenta con una habilidad que pocas veces hemos visto en un videojuego: cambiar radicalemente su estilo de juego dependiendo de cada uno de los tres modos que se jueguen. El principal, el modo historia tradicional que recupera la esencia pura de los primeros Mario en 2D -quizá más Super Mario Bros 3 y Super Mario World- por el desarrollo en un mapeado, por mundos y habilidades como rebotar contra las paredes, dar culazos para aplastar a los enemigos o un triple salto. Aquí el objetivo es claro, llegar hasta el final del nivel, hasta la bandera, superando los peligros.
La siguiente variante, la historia cooperativa, ya supone un giro de tuerca. El objetivo ya no es tanto llegar hasta el final superando los peligros, si no que el resto de los tres jugadores con los que compartimos la partida, no nos dejen sin monedas, sin ítems y si nos descuidamos, no nos agarren y nos lancen al vacío. El bien es común, ya que es necesario cooperar para hacerse con todas las monedas, monedas estrellas y secretos, además de para echar una mano a los compañeros que mueren -vuelven al escenario en una burbuja que es necesario romper-. No podemos pasarnos demasiado con el prójimo porque cuando todos los jugadores mueren, se acaba la partida. Pero sí hay presente un punto de competitividad que hace que aparezca el lado más ávaro de los jugadores. Y ciertamente es muy divertido, y permite rejugar cualquiera de sus niveles en un modo libre una vez completados.
Esto de hacerle la puñeta al otro se lleva al grado máximo con la Batalla de monedas, donde ya es un sálvese quien pueda. Nintendo lo compara con Mario Kart y Super Smash Bros, porque se trata claramente de fastidiar al otro para que no se salga con la suya y tirarlo al vacío para que no sume puntos. Aunque se recorren los mismos niveles que hayamos superado en grupo o individualmente, ahora estaremos solos, sin amigo alguno. Por cierto, sobre los personajes presentes en el título, Mario y Luigi no faltan a la cita para el jugador 1 y 2, pero en cambio, para los dos restantes se utilizan dos Toad, azul y amarillo respectivamente, algo que quizás se habría podido plantear de otra manera -añadiendo otros protagonistas de la serie-, porque es innegable que el carisma de estos hombre champiñón no llega al de los hermanos Mario.
Y hablando de los niveles, como decíamos antes, clásicos como Super Mario Bros 3 o Mario World están muy presentes en el diseño y muchos de ellos nos evocarán viejos recuerdos, incluso a aquellos que tengan más fresco el New Mario Bros de DS, aunque son todos de nuevo cuño teniendo en cuenta el doble carácter individual y multi que tiene este regreso. En total nos enfrentaremos a ocho mundos -como en los clásicos, será posible atajar- divididos en 70 fases, a los que hay que sumar los niveles secretos. En la última demo que hemos podido probar, se encontraban totalmente disponibles los tres primeros mundos; clásico, hielo y desierto. Cada uno con su repertorio de enemigos, sorpresas y retos.
Pero si algo caracteriza a Mario y compañía es la cantidad de recursos con los que cuentan; a los perennes poder del champiñón, la invulnerabilidad de la estrella y las bolas incandescentes de la flor de fuego, se unen nuevos trajes e ítems. En estos últimos tenemos la seta pequeña, que reduce el tamaño de Mario al de un liliputiense, cosa que le permite colarse por tuberías estrechas y caminar correr por las aguas -lamentablemente no está la genial seta gigante que permitía a Mario crecer de tamaño y arrasar con todo el escenario en el de DS-.
Respecto a los trajes, dos adiciones, el de pingüino, que sin ser un smoking nos da estabilidad en los niveles de hielo, donde ya no nos resbalaremos, también podremos lanzarnos en plancha y deslizarnos, nadar bajo del agua como ese mítico traje de rana de SMB3 y además, lanzar bolas de nieve. El traje hélice, el segundo de este tipo nos dota de una habilidad para planear tras un salto -también podemos lanzarnos en picado- y que además, si sacudimos el WiiMando, podremos saltar con mayor altura de lo habitual. Y para terminar con las nuevas habilidades, el culetazo tan típico de la serie -pulsando abajo en el aire tras un salto-, puede ejecutarse en grupo, y sincronizándose correctamente lograr el mismo efecto que ese mítico POW, que limpiaba la pantalla de enemigos y hacía caer todas las monedas.
En cuanto a la dificultad del título, lo cierto es que parece que es ligeramente superior a la vista en New Super Mario Bros para Wii. Las vidas escasean más, los niveles tienen una estructura progresivamente más endiablada y los enemigos no son tan cándidos como habitualmente ha pasado en la serie. No obstante Nintendo se ha decidido a implementar unas ayudas bautizadas como la Super Guía, que han generado, quizás por no conocer las particularidades de este sistema, una polémica considerable en los foros. La Super Guía es un añadido opcional que instruye a los jugadores cómo superar un punto en concreto de los niveles tras haber perdido 8 vidas en el mismo lugar. Éste es el límite de la incompetencia para Luigi, tras lo cual un bloque verde aparece. Si se golpea -opcional-, él mismo se persona en el lugar de conflicto para explicar cómo batir ese obstáculo imposible, mostrándonos la forma correcta de hacerlo.
Como si fuera un tutorial para combinaciones de saltos complicadas, conseguir monedas estrella, bloques con vidas, con monedas dentro y demás, pero no nos enseñarará caminos secretos en el nivel. Luigi no es un chivato. Tras su demostración, podremos volver a intentarlo por nosotros mismos, o si pensamos que somos funcionalmente incapaces de superarlo, directamente superar el conflicto. Esto último parece ser lo más delicado y lo que menos parecen comprender los jugadores más hardcore de Super Mario. Según parece, Nintendo ha querido mantener un nivel de dificultad alto para satisfacerles, pero a cambio, y para no hacer inaccesible el juego, ha incluido estas ayudas para que los usuarios más noveles o menos habituales, no tengan problemas con la curva de aprendizaje. Siendo un sistema opcional como es, no hay mayor problema que no utilizarlo si nos siempra algún tipo de animadversión.
A lo largo del juego veremos también las caras de viejos conocidos, como la del incansable Yoshi, dispuesto a engullirlo todo, como tortugas, bolas de fuego de otros jugadores e incluso los martillos de los Hammer Bros, que no podían faltar en este revival, como las casas encantandas y los boos, incluso gigante. Pero los que era de recibo que volviesen, eran los hijos de Bowser, encabezados por Bowsy y a los que tendremos que derrotar dos veces por nivel, en dos castillos diferentes situados uno a mitad y otro al final del nivel. También encontraremos mini-niveles en los que nos toparemos con uno de los enemigos que campan por el mapa -Goombas, Hummer Bros, flor pirañas o peces gigantes- y eventos aleatorios donde tendremos que rescatar a un Toad y llevarlo a cuestas hasta el final del nivel.
Respecto al control, utilizaremos exclusivamente el WiiMando en posición horizontal, como si fuera el incombustible mando de la NES que tantas tardes de gloria nos dio a los talluditos. Debido a que el juego utiliza el acelerómetro del mando para volar con el traje hélice, controlar plataformas en algunos niveles, inclinar cañones o coger a otros jugadores a hombros, no es compatible con el mando clásico o el de GameCube. Sí es posible conectar un Nunchako y utilizar el analógico para desplazar a los personajes, en combinación con el WiiMando.
Como apunte final, las monedas estrellas que recojamos en los niveles -tres en cada uno- podrán ser canjeadas por vídeos a modo de pistas: cómo coger una moneda estrella casi imposible, rutas alternativas o cómo completar un nivel llevando a cabo una jugada perfecta. Lo cierto es que en este punto bien parece que sea la CPU quien completa los niveles con esa precisión imposible, pero viendo cómo algunos usuarios han subido a YouTube vídeos de partidas al primer Super Mario Bros, no nos queda más que aplaudir la maestría de quien sea el que esté a los mandos.
En definitiva, es de agradecer que Nintendo se haya decidido a llevar este estilo de plataformas clásico que tanto éxito de crítica y ventas recogió en Nintendo DS. Por lo que hemos podido ver, tanto en esta ocasión como en el pasado en E3 y Games Covention, pocos reproches se le pueden hacer; su fórmula es directa y a prueba de bombas, divertidísima, más aún con los nuevos modos multijugador y por los números que se ponen sobre el papel, longeva y variada. Quizás el único punto criticable haya sido el hecho de que no permite juego multijugador a través de la conexión Wifi de Wii, esto habría sido un añadido importante. Pese al defecto, es innegable que ver la cara de sorpresa y asombro del jugador al que estamos haciendo la puñeta cuando se precipita al vacío es impagable. En apenas 3 semanas lo tendremos por aquí. Los más veteranos, que desempolven sus Wii, ya tienen un motivo para sonreir.
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