Elfos... ¡al ataque!

Dentro del género de la estrategia existen dos desarrollos mayoritarios. Por un lado nos encontramos con los juegos en tiempo real, donde la partida transcurre sin interrupciones y el jugador tiene, prácticamente, libertad para mover sus unidades y evolucionar en el escenario. En el otro extremo se hallan los títulos que se desarrollan por turnos, donde poseemos una cantidad limitada de acciones en cada asalto de actuación, lo que obliga a los usuarios a pensarse mucho mejor cada paso que dan, dado el desgaste que provoca el deshacer un movimiento previamente efectuado.

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Ninguno es mejor que el otro, simplemente son distintos. En ocasiones hemos podido apreciar el buen trabajo que realizan juntas estas dos filosofías de la estrategia, generalmente alternando acciones en un mapa a gran escala con batallas a nivel más localizado, aunque casi todos los desarrolladores se terminan decantando por un estilo u otro. En los últimos años muchas empresas se han decidido por explotar la espectacularidad aplicable al tiempo real, donde los gráficos y efectos terminan por lucir bastante más. Además, muchos usuarios encuentran más entretenida esta forma de juego.

Fundada en 1991, 1C Company es, con diferencia, la productora de videojuegos más prolífica en Rusia, y en los últimos años sus lanzamientos han pasado a formar un bloque importante en las ventas de todos los países del mundo. A pesar de que muchas empresas deciden arriesgarse al alcanzar cierto nivel de reconocimiento, este no es el caso de 1C. Responsables de IL-2 Sturmovik, King's Bounty: The Legend, Piratas del Caribe o  de la localización rusa para juegos de gran éxito, como Fallout 3 por ejemplo, nos quedaremos con el más que evidente precursor del título que hoy analizamos: Fantasy Wars.

Elven Legacy, al igual que el título que señalábamos, se engloba dentro de la estrategia por turnos, e incluye ciertas características más típicas de los juegos de rol. En esta serie se introduce el ficticio mundo de Illis, habitado por diferentes razas de fantasía. Mientras que su antecesor nos permitía seleccionar nuestro bando entre humanos, enanos, orcos y elfos, la campaña en esta nueva entrega tiene como protagonistas principales a esta última especie, otorgando su nombre al título, Legado de los Elfos. Ha llegado el momento de que esta antes gloriosa raza recupere su esplendor.

No es necesario disponer de Fantasy Wars para poder disfrutar de Elven Legacy, pero haber pasado por los acontecimientos que se narran en esta primera historia nos otorgará un conocimiento previo sobre el mundo de Illis y las razas que allí conviven. Además, el desarrollo del juego es prácticamente igual al primero, aunque los programadores han aprovechado para corregir una gran parte de los fallos o aspectos menos agradables, convirtiendo esta nueva entrega en una versión mejorada, y depurando la jugabilidad, el aspecto técnico y la percepción que el usuario final pueda tener del título.

Si hablamos de la campaña, esta transcurre sobre un mapa que representa el nombrado reino de fantasía, y sobre el mismo irán apareciendo los distintos lugares hacia los que podemos dirigirnos, así como aquellas otras ubicaciones sobre las que ya han acontecido hechos previos en la aventura. Si seleccionamos uno de estos últimos, se nos proporcionará un resumen del resultado de la batalla ocurrida en aquel lugar, mientras que si elegimos una nueva ubicación, comenzaremos la fase correspondiente a esa zona, lo que implica necesariamente tomar parte en la contienda, con el objetivo de salir victoriosos.

Sin embargo, la victoria no siempre se consigue tras la derrota de todos los enemigos presentes en el campo de batalla. En su lugar, se nos insta a lograr ciertos objetivos, como la conquista de algún elemento concreto del escenario, recuperar cierto objeto o proteger la vida de algún aliado durante una cantidad de turnos determinada. Aunque se trate de un juego por turnos, eso no significa que contemos con un número ilimitado de los mismos, y el grado de victoria suele tener mucho que ver con el tiempo que hemos necesitado para lograr los objetivos previstos para el escenario.

Estos grados de victoria son los que nos permiten evaluar la calidad de nuestra actuación en la batalla, y sirven para sumar puntos de experiencia a nuestras tropas supervivientes, así como recursos para adquirir nuevas unidades o mejoras. Según nuestro bando y la fase, tendremos acceso a una variedad limitada de tropas, y según vayamos avanzando en la historia se irán desbloqueando nuevas posibilidades para nuestro ejército. Incluso es posible que nos encontremos con versiones mejoradas de unidades que ya poseíamos, renovando así nuestros efectivos.

A diferencia del mapa general, los escenarios de batalla se muestran muchísimo más ricos en detalles, con un colorido ya clásico en la concepción de la fantasía que otorgan los títulos producidos por 1C Company. Todo el territorio aparece divido por hexágonos, representación ancestral en la estrategia por turnos tanto en los ordenadores como fuera de ellos. Cada uno de ellos representa una zona concreta, y solamente una unidad puede ocupar uno de estos espacios en un momento concreto, excepto las unidades voladoras, que pueden situarse sobre una unidad que se desplace por tierra.

Estas recompensas comienzan por lo más obvio, traduciéndose directamente en oro, experiencia, nuevas tropas, artefactos o capacidades temporales para la unidad que primero entre en dicha zona. Sin embargo, controlar estas ubicaciones nos permite adquirir nuevos territorios sobre los que ubicar tropas cuando tengamos que desplegar refuerzos, y así no estar limitados a las marcadas en el inicio de la batalla. Teniendo en cuenta que el movimiento es limitado, es importante hacerse con zonas para no tener que trasladar una nueva unidad desde el otro extremo de la pantalla.

Todo sería extremadamente sencillo si nos tuviésemos que limitar a mover tropas controlando ciudades sobre el mapa, y por ello se ha tenido a bien poblarlos con distintos enemigos. Generalmente, casi todos ellos pertenecen a la facción enemiga, pero también es posible encontrar criaturas salvajes que pueden atacarnos a nosotros o a nuestros enemigos. Aunque no siempre es estrictamente necesario, nos será difícil continuar sin eliminar unas cuantas, y por ello es importante tener en cuenta como se desarrollan los combates en Elven Legacy, y cuales son sus consecuencias.

Cada unidad portará un armamento diferente, ya sean armas forjadas o sus propias garras, y esto significa que su rango de ataque es diferente. Algunas pueden realizar ataques a distancia, habitualmente a no más de dos hexágonos de distancia en el caso de los arqueros, o simplemente con presenciar a la unidad enemiga en el caso de conjuradores y lanzadores de hechizos. La ventaja de este tipo de tropas es que sus ataques no pueden ser respondidos por el enemigo, hecho que sí se da en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Las unidades voladoras tampoco son contraatacadas, si el enemigo no usa proyectiles.

Cuando el ataque es a corta distancia, el defensor tiene derecho a responder la ofensiva rival, y si no hemos medido bien nuestras fuerzas podemos encontrarnos con una contraofensiva mucho más poderosa que nuestro ataque inicial. Es preferible debilitar una unidad con proyectiles o hechizos antes de lanzar una unidad a primera línea, maximizando así las posibilidades de derrotar al enemigo sin sufrir demasiadas bajas en nuestro bando.

De hecho, como es posible nombrar una tropa más allá de la definición que se le otorga por defecto, la sensación de incluirse dentro de un bando es más profunda. No es lo mismo perder una unidad de arqueros de nivel 2 que a los increíbles Aguijones del Bosque Encantado, contribuyendo a que el jugador no vea a las tropas no heroicas como simples instrumentos para la victoria, si no como un grupo más de compañeros participantes de las hazañas que nos llevarán a devolver la gloria al pueblo de los elfos. Por supuesto, este es un aspecto totalmente opcional.

Como se intuye en el párrafo anterior, contaremos con héroes. Estas son unidades especiales, formadas por un sólo personaje, y sus capacidades están por encima de lo normal si los comparamos con el resto de su especie. Generalmente es prioritario mantenerlos con vida al finalizar una pantalla, ya que la historia de la campaña gira alrededor de estos protagonistas, pero sus habilidades facilitarán esta tarea. Los héroes no pueden ser repuestos si fallecen, así que tampoco es buena idea poner toda la carne en el asador confiando únicamente en un único individuo.

Y al igual que las tropas genéricas, los personajes también se irán desarrollando con la experiencia, adquiriendo nuevas habilidades dentro de su propio árbol de posibilidades. Además de las ventajas expuestas, a los héroes se les permite portar hasta tres artefactos, mientras que las unidades normales están limitadas a simplemente uno. Repartir los objetos adquiridos es una acción que puede realizarse antes de comenzar la batalla, en el momento de comprar nuevas tropas y decidir quienes formarán parte del contingente que se enfrentará en la próxima contienda.

Las unidades se representan por un único soldado de la formación, en el caso de que el aumento sea bajo y nos encontremos observando mucho terreno del mapa, y se sustituyen por representaciones de la formación al completo cuando nos acercamos a la misma. Los modelos se diferencian perfectamente a simple vista, y tampoco son parcos en detalles. Las animaciones son simples, no demasiado variadas, pero cubren todos los aspectos básicos que el juego necesita. Podemos presenciar un combate con el mayor zoom posible, y ver como los distintos individuos se enfrentan entre ellos.

El sonido adereza el rico universo de fantasía con melodías épicas, mientras que los efectos y las voces completan el desarrollo de las batallas y la historia durante la campaña, muy similar a la que podíamos escuchar en Fantasy Wars. No nos encontramos ante una gran banda sonora, pero no peca de aburrida y esto ya es mucho decir. Como complemento para el título, le viene a la perfección, y ambienta el mundo de Illis sin necesidad de apagar los altavoces de nuestro ordenador, con la intención de conseguir un merecido descanso para nuestros ya bastante desgastados oidos.

Que el argumento sea rico y original es un hecho que debe dejarse de manos de cada uno de los usuarios. Para los que piensen que la fantasía está completamente inventada, y que nada que incluya elfos, enanos y orcos puede hacerse llamar novedoso, que no pretendan encontrar una salida en Elven Legacy. Además de la campaña contamos con una serie de misiones para un solo jugador, y con la posibilidad de enfrentarnos contra varios amigos en su modo en red, así que podemos pasar de la ambientación y quedarnos solamente con el desarrollo por turnos y los gráficos del juego.

Lo que nadie puede dudar es que, sin necesidad de apuestas arriesgadas, Elven Legacy camino sobre terreno seguro, y puede ganarse su nombre a pulso. Que nadie se extrañe de que en menos de un año veamos un nuevo título de la misma compañía con un desarrollo similar, ya que la fórmula parece funcionar. Puede que este sea únicamente el segundo en una larga serie que esté por venir, pero si la calidad no baja en los próximos integrantes de esta familia, los jugadores no tenemos nada que temer.