Clon a medio cocer

La última incorporación a la familia de títulos desarrollados exclusivamente para descarga digital a través de la PlayStation Network tiene una cara que prácticamente cualquiera reconoce a primera vista. Hablamos, ni más ni menos, de Frank Castle, The Punisher, uno de los personajes más apreciados e importantes del universo Marvel. Un nombre importante tanto en su propia serie regular como haciendo cameos en las aventuras de prácticamente todos los demás personajes, que no ha conseguido triunfar en el cine pero lleva una notable carrera en el mundo de los videojuegos. Sin grandes alardes, los títulos basados en esta licencia han sido bastante interesantes, haciendo las delicias de los grandes aficionados a un personaje atormentado y violento por naturaleza como es Frank Castle.

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Zen Studios son los responsables de esta nueva encarnación, que llega de forma exclusiva a PlayStation 3. Sin duda, se trata del proyecto más ambicioso de este estudio húngaro, y al mismo tiempo, del que mejor resultado nos ofrece, tras el nefasto Rocky and Bullwinkle y el curioso Pinball FX de XBLA. Lejos de ser una obra de gran calidad, el juego consigue resultar entretenido, aunque sin grandes alardes. Mayoritariamente, los puntos positivos vienen heredados del uso del motor Unreal, con el cual Zen tuvo fácil el dar forma a su idea, pero se ha notado la falta de experiencia del estudio a la hora de dar forma a una gran aventura que tiene momentos de gran calidad, pero no consigue explotar ni su potencial latente ni tan siquiera el carisma del personaje protagonista.

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La dinámica del juego es sencilla en extremo, limitándose a ser un shooter en primera persona orientado hacia el multijugador, por cuyo planteamiento podría recordar tranquilamente a un simple mod de Unreal Tournament. Nada más que eso, por lo que cualquiera que haya disfrutado de algún tipo de estas características antes sabrá a qué atenerse. Eso sí, ambientado en Nueva York y con modelados de personajes sacados del propio cómic de Marvel. Cierto es que el personaje se prestaba para algo mucho más complicado que este recurso fácil y rápido, como ya demostró en encarnaciones anteriores, pero no deja de ser un título entretenido que ofrece unas horas de diversión, sobre todo a través de Internet.

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Existe un modo historia, pero al igual que en Unreal Tournament 3, se trata de una especie de tutorial disimulado. A lo largo de cinco capítulos, veremos una variedad de modos de combate, los diferentes personajes y escenarios, las armas… además desbloquearemos otros personajes, armas y habilidades para poder utilizar posteriormente. En cierto modo, se nos obliga a terminar esta Historia para poder tener acceso a todo el contenido del juego, aún cuando no aporta realmente nada. Pretende contar una historia, haciendo uso de unas muy cuidadas escenas de cómic, sin duda lo mejor del juego, pero el argumento hace aguas por tantos sitios que no consigue ni tan siquiera disimular lo insustancial de esas escenas y conversaciones.

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Se permite el juego cooperativo en este modo, pero tampoco es demasiado complejo como para ser realmente necesario. Las situaciones a las que nos enfrenta durante estos cinco niveles son del tipo acabar con un determinado número de enemigos en tanto tiempo, sobrevivir a varias oleadas de enemigos, evitar que nos maten demasiadas veces… Lo malo es que, con afán de darle una mayor longevidad a un modo que, aún así, se acaba en apenas un par de horas, la duración de estas pruebas es exageradamente larga, llegando a ofrecer algunos momentos en los que el tedio se apodera de nosotros. Muy corto y mal diseñado, este modo es casi imprescindible si es nuestro primer FPS, e inevitable si queremos contar con todos los personajes y armas para el multijugador, eje central del título.

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Podremos personalizar a nuestro personaje, aunque hasta cierto punto. Una vez los hayamos desbloqueado, tendremos a nuestra disposición los modelos de Punisher (el único disponible de inicio), Silver Sable, Barracuda, Bushwacker, Finn Codley, Jenny Cesare, Microchip y Jigsaw; a mayores, podremos cambiar sus trajes, entre tres y cinco variaciones menores. Se antoja demasiado escaso y no es raro que en la misma partida cuadren varios usuarios con el mismo, dificultando la consecución de algunos trofeos que dependen de acabar con tantos enemigos diferentes en una partida. A mayores, tenemos la posibilidad de determinar otros aspectos de nuestro personaje, como el arma cuerpo a cuerpo que queremos usar, las armas de fuego (táctica y especial), o los mods activo y pasivo. Estos últimos son habilidades especiales del tipo una mayor velocidad o más capacidad de armadura.

Sólo podemos determinar una de cada, por lo que la competición online en ese aspecto puede estar muy reñida, al desconocer las habilidades concretas que pueda tener cada usuario. Los modos multijugador son de diverso tipo, y podemos o bien conectarnos a una lista de eventos, con características ya predeterminadas, o bien crear nuestra propia partida. Los eventos a disposición son de Eliminación, Vigilante, Combate Mortal por equipos, o castigar a The Punisher, pudiendo adaptarse para hasta ocho jugadores. También es posible determinar el tiempo de duración del evento (entre 2 y 30 minutos), o el número de vidas disponibles para cada usuario. En ese aspecto, las combinaciones son bastante numerosas y la variedad de modos importante, aunque todos se reduzcan generalmente a lo mismo.

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Destacan sobre todo las excelentes secuencias de cómic, aún cuando carecen de coherencia, por lo bellas que son y lo bien tratadas que están. Por su parte, el apartado sonoro deja bastante que desear, siendo una molestia constante durante el juego. En ocasiones, el juego nos llega hasta a engañar, y se oyen ruidos de disparos pero sin motivo alguno, sin que haya enemigos cerca, y podemos dar vueltas buscando sin que aparezca nadie. Las melodías están bien, pero no terminan de cuajar con la acción en pantalla; destacan especialmente, una vez más, las secuencias de historia, por su gran trabajo de doblaje (en inglés). En conjunto, el juego luce un apartado técnico modesto, que sin ser del todo malo, deja bastante que desear.

A nivel jugable, tal y como ya hemos dicho, The Punisher: No Mercy no ofrece nada que no hayamos visto hasta la saciedad en infinidad de juegos muy superiores (Killzone 2, Call of Duty…). Un shooter en primera persona en el que sólo debemos preocuparnos por disparar y, de vez en cuando, conseguir otras armas, recuperar salud o conseguir armaduras. Directo en todo momento y sin buscar complicaciones de ningún tipo, el juego ofrece bastante modos y opciones, aunque sigue antojándose algo escaso en cuanto a personalización de personajes, con un modo historia olvidable. Jugar contra la máquina no es el escenario idóneo, dado que aparece de forma inesperada y tiene demasiada puntería, careciendo del factor aleatorio e imprevisible del combate contra otros usuarios, donde radica el verdadero, y casi único, encanto de este título.

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