Mejorando lo presente

Pese a que anualmente nos llegan infinidad de títulos deportivos, de todos los tipos y competiciones, el boxeo no suele recibir todo el cariño que cabría esperar por parte de las compañías. Cierto es que es un deporte difícil, y su representación virtual puede resultar bastante exigente y no apta para todos, pero aún así, muchos lo han intentado a lo largo de los años, en las diferentes vertientes posibles: ya sea el humor y el desenfreno, al estilo de Ready 2 Rumble, o bien optando por una adaptación más realista, como lo que intentaba EA Sports son su serie Knockout Kings. Desde el año 1998 y hasta el 2003, esta franquicia intentaba trasladar la crudeza y el realismo de este deporte a consolas como PSX, N64, PS2, Xbox o GC.

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Tras aquel último año, EA cancelaría la serie para salir en 2004 con un nuevo juego que optaba por cambiar el esquema de control y por presentar un estilo todavía más realista que las entregas previas: Fight Night. Parecía que la nueva licencia recogería el testigo anual en las listas de lanzamiento de EA, y en 2005 llegaría Fight Night Round 2. Un año más tarde, EA Chicago ofrecería un Round 3 que explotaba, por primera vez, la alta definición de las recién nacidas Xbox 360 y PlayStation 3. El juego consiguió sorprender a propios y extraños por su gran jugabilidad pero, sobre todo, por su soberbio apartado técnico, que demostraba como pocos títulos por aquellas fechas las posibilidades de la nueva generación de consolas.

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No obstante, parece que las cosas no fueron tal y como se esperaba EA, ya que en 2007, un año después de asombrar al mundo con Fight Night Round 3, el estudio de EA Chicago cerraba sus puertas, tras haber sido adquirido en 2004. Han pasado tres años, rompiendo con esa dinámica anual que parecía intentar conseguir la compañía norteamericana, y EA Canadá ha cogido el relevo para ofrecernos un cuarto round, plenamente centrado en la alta definición (sin ver la luz también en consolas previas) para Xbox 360 y PlayStation 3. Las diferencias son evidentes, aún sin tratarse de un importante lavado de cara, y el estudio canadiense ha conseguido mejorar un título que ya era de por sí excelente.

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La base de nuestros golpes la encontraremos en el stick analógico derecho. Trazando diagonales, medios círculos, etcétera. Según el movimiento que hagamos, el boxeador realizará golpes directos, uppercuts, golpes bajos… también podremos determinar, según la dirección que utilicemos, el que se use la izquierda o la derecha para el ataque. Por su parte, el stick analógico izquierdo servirá para movernos, lo cual combinado con el gatillo de defensa, nos permitirá realizar esquivas en cualquier dirección que indiquemos. Este sistema de control requiere bastante práctica, como ya hemos dicho, y como el tutorial es bastante sencillo, no será hasta nuestro primer combate que comprobemos la crudeza de dominar a nuestro púgil.

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No confundamos el tiempo requerido para movernos con la soltura que exige el deporte con que sea complejo de controlar. Sencillamente, tal y como acontecería en el deporte real, necesitamos ir poco a poco, probando tácticas, adaptándonos a las circunstancias concretas de cada combate. Una evolución que se va consiguiendo a base de la experiencia, subiendo al ring una y otra vez. Es asombroso, y esa es una de las grandes virtudes de Fight Night Round 4, la facilidad con la que llegamos a convertirnos en auténticos maestros, de un modo tan sutil que nuestra progresión se refleja en los movimientos de nuestro boxeador. Además, nuestra actuación será muy importante de cara a nuestra interacción con el entrenador.

Según lo bien que lo hagamos sobre el ring, iremos ganando puntos que, una vez terminado cada round, podremos emplear para recuperarnos, o bien guardarlos para próximas ocasiones. Este pequeño detalle añade un toque estratégico a los combates, ya que de un round para otro las cosas pueden cambiar mucho y es posible que lleguemos a arrepentirnos de hacer un mal uso de estos puntos. No obstante, tenemos la opción de que sea nuestro entrenador el que distribuya los puntos o elija reservarlos para otro momento. En la parte inferior de la pantalla tendremos las barras de vida, energía y defensa, que serán las que determinarán la evolución del combate y a las que van destinadas precisamente estos puntos de recuperación.

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No todo es perfecto, y hay alguna incoherencia que al principio provoca rabia, luego incomprensión, y al final se acaba dejando por imposible: parece increíble que, por mucho que nos lo ganemos y trabajemos por ello, e incluso cuando las estadísticas nos den como el mejor boxeador del año, no recibamos dichos galardones y sí se entreguen a rivales a los que hemos vapuleado sin demasiados problemas. No es algo que ocurra sólo una vez sino que es constante y deja una cierta sensación agridulce, como si la máquina no quisiese reconocer nuestros méritos y nos pusiese la zancadilla en el único momento en el que depende plenamente de ella tomar la decisión. También se ha perdido el sistema de rivalidad que había antes, dejándonos ahora con combates de revancha anodinos que surgen sólo tras los enfrentamientos más espectaculares que hayamos tenido, en vez de tener un pique personal con otro púgil.

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Del mismo modo, los entrenamientos se presentan a modo de minijuegos, pero estos son sólo seis, y carecen de verdadero interés al ser poco entretenidos y casi convertirse en un engorro. Por lo demás, todo en este modo es casi perfecto, y se han introducido pequeños cambios en prácticamente todos los aspectos, consiguiendo que pasen bastante desapercibidos a primera vista. Más pulido y cuidado que nunca, el modo Legacy viene acompañado de un potente editor de personajes en el que podremos crear a nuestra propia leyenda, seleccionando desde el aspecto físico hasta su peso, el tipo de combate, sus movimientos, el brazo de ataque principal, etcétera. Hasta 50 púgiles podremos almacenar y luego utilizarlos online.

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Porque ese es otro de los modos estrella del juego, los enfrentamientos contra otros usuarios tanto en la misma consola como a través de Internet. La posibilidad de usar a las grandes estrellas de las distintas categorías es muy atractiva, pero lo es aún más si cabe la posibilidad de utilizar a nuestros propios púgiles, con nuestra cara si así lo deseamos. También tendremos a nuestro alcance la posibilidad de combatir contra la máquina, o acceder a Nuestro Rincón, un menú en el que tendremos algunos extra como repetir el tutorial, entrenar, o incluso volver a ver nuestros mejores combates, que se archivarán como grandes combates de la historia de la competición.

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Se pueden observar algunos pequeños errores en el sistema de colisiones, con algunos golpes que no terminan de resultar creíbles o que producen el efecto de atravesarse en vez de golpearse, pero no son demasiado numerosos y no son molestos. En movimiento, al ritmo de fluir normal de los combates y con toda la intensidad y velocidad de los combates, pasan fácilmente desapercibidos. Otro aspecto técnico que deja algo que desear es la IA de nuestros rivales controlados por la máquina; no dan muestras de ser capaces de desarrollar grandes tácticas de combate, ni a nivel defensivo ni para atacar. Sí que sabrán ofrecer retos importantes, sobre todo durante nuestros primeros compases, pero una vez dominado el juego, se antojan rivales demasiado simples, lejos de lo que un competidor humano nos puede llegar a ofrecer.

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En general, el juego ofrece un aspecto muy estilizado, sin grandes alardes en ningún aspecto y tendiendo hacia lo funcional, pocos menús y accesos directos y rápidos. Esto complica un poco la navegación en algunos aspectos, sobre todo en el modo Legacy, donde podremos perdernos al no ser capaces de encontrar lo que buscamos. Nada realmente importante, que no resta demasiado al soberbio acabado que luce el título. También el apartado sonoro ofrece un nivel muy elevado de calidad, con unas melodías adecuadas (algunas mejores que otras, pero funcionales y cumplidoras en líneas generales), grandes efectos ambientales y, sobre todo, excelentes efectos de golpes y puñetazos.

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A nivel jugable, el mando de control responde a la perfección a todas nuestras indicaciones. El stick analógico derecho, sobre el que recae gran parte de la acción, demuestra su gran sensibilidad y lo bien que se adapta a los movimientos que le pedimos. Intuitivo y fácil de controlar, Fight Night Round 4 es un juego idóneo para los amantes del boxeo, ya que se convierte en el mejor simulador hasta la fecha de este deporte. Ya de por sí, el modo Legacy es lo bastante largo como para garantizar una duración importante para el juego, pero los combates sueltos y el juego online le añaden todavía más interés y una longevidad casi ilimitada. Sobre todo, porque la diferencia de nivel de la máquina a la red es tan importante que nos incitará a practicar más en nuestra consola para intentar alzarnos campeones contra los demás usuarios.

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