Directo al green

Item: Tiger Woods PGA Tour 10
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Las franquicias deportivas de EA siguen mostrando su elevada calidad en todas las disciplinas. Tiger Woods nos ofrece uno de los mejores juegos de golf que hayan visto la luz hasta la fecha, apostando por la simulación más realista de esta competición.

Ramón Méndez

Actualizado a 10 de marzo de 2012 01:24 CET

Tiger Woods vuelve un año más a la actualidad jugable con la nueva entrega del simulador por excelencia en el género. Son muchos los que se han subido al carro de los juegos de golf, pero casi todos se han decantado por un estilo de dibujos animados, con un estilo desenfadado y una jugabilidad arcade simplificada al máximo. El resultado de muchas de esas obras no era del todo malo, pero tampoco pretendían llegar a meterse en el terreno de Electronic Arts, la simulación realista que los profesionales y los expertos de este deporte buscan en un juego. No en vano, la compañía norteamericana lleva intentando lograr el simulador perfecto desde 1986, y esas más de dos décadas de experiencia marcan diferencias muy importantes.

Lo que empezó siendo World Tour Golf pronto se convertiría en PGA Tour, haciéndose con la licencia de la competición de golf más importante del planeta. Sería en el año 98 cuando se sumase un reclamo adicional al título del juego, que desde entonces y hasta la actualidad sería conocido como Tiger Woods PGA Tour. Desarrollado por EA Tiburon, no hay que dejarse llevar por algunas obras de este estudio que no resultaron ser del todo satisfactorias, como Superman Returns o GoldenEye: Rogue Agent en su versión DS. Aún no hace mucho que nos han sorprendido con un excelente Henry Hatsworth y, con Tiger Woods PGA Tour 10, demuestran que han sabido entender la franquicia que han heredado y la han llevado a nuevas cotas de calidad.

No ha cambiado mucho el juego con respecto a capítulos anteriores, y en gran medida, se ha mantenido una base que funcionaba y se ha actualizado, añadiendo pequeñas mejoras en aspectos puntuales e importantes. Tampoco necesita más para destacar y convertirse en una propuesta muy atractiva para el público, bastante concreto, al que va dirigido este producto; en ese aspecto, los grandes amantes de la competición tendrán a su disposición todo lo que se le puede pedir a un juego de golf, una excelente recreación virtual que deja un gran sabor de boca. No sólo eso, sino que su capacidad de diversión es bastante elevada, por lo que cualquiera que no sea un gran conocedor del deporte puede llegar a comprenderlo y dominarlo gracias a su jugabilidad amable.

En total, tendremos a nuestra disposición veinticinco jugadores reales, tanto hombres como mujeres; junto a Tiger Woods, tenemos nombres como Phil Mickelson, Chris Demarco, Anthony Kim, Rocco Mediate, Jim Furyk, Luke Donald, Retief Goosen, Ian Poulter, Justin Rose, Colin Montgomerie, Vijay Singh, Rory McIlroy, Nick Dougherty, Michael Campbell, Camilo Villegas, Adam Scott, Mike Weir, Darren Clarke, Annika Sörenstam, Christie Kerr, Morgan Pressel, Natalie Gulbis, Paula Creamer y Se Ri Pak. Luego, tenemos alguna inclusión humorística como Raczilla, con su traje de conejo roto y remendado. Cada uno de ellos tendrá sus propias características de fuerza, precisión, juego en corto y putting, determinadas según su rendimiento en la realidad.

Modos de juego
Podría parecer que un juego de golf pudiese estar limitado en lo que respecta a modos de juego, ya que es un deporte muy poco variado de por sí. Pero también es cierto que, por su propia concepción, se presta a distintas visiones de la misma disciplina, permitiendo que este Tiger Woods PGA Tour 10 cuente con un amplio abanico de modos de juego, algunos sencillos y otros más complejos y largos. Por ejemplo, tendremos los llamados modos de juego tradicionales, a los que podremos acceder directamente para partidas más o menos rápidas para entre uno y cuatro jugadores: Stroke Play, Match Play, Skins, Bingo Bango Bongo, Stableford, Alternate Shot, Best Ball, Four Ball, Greensome, Bloodsome, Battle Golf, y One ball.

No falta también una importante gama de minijuegos para dos jugadores, en los que hacer cosas tan poco habituales como acertar en una diana, por poner un ejemplo. Los disponibles en la edición de este año son los siguientes: Target, Target to Target, TIGER, Capture the Flag, Putting Contest, Approach Contest, Closest to the Pin, o Long Drive Contest. Su capacidad de diversión es bastante importante, sobre todo por su estilo desenfadado que se aleja tanto del espíritu tradicional del golf, y son una alternativa excelente para disfrutar con un amigo. No faltará el juego online e incluso los torneos online, con la posibilidad de comparar nuestros resultados con los de los grandes maestros del deporte. Pero, por supuesto, el modo estrella es la Carrera, el que más tiempo puede llegar a consumirnos.

Lo primero que debemos hacer en este modo es crearnos un alter-ego virtual para que compita con los grandes golfistas reales (siempre y cuando no lo hayamos creado ya antes, pudiendo tener varios personajes y utilizarlos a nuestro gusto y antojo). El editor es bastante completo, pudiendo determinar bastante aspectos de nuestro golfista e incluso, si tenemos cámara fotografiarnos para que luzca nuestra cara, o acceder a la red para tener más facciones disponibles. También deberemos realizar unas pequeñas pruebas para determinar nuestras habilidades iniciales de potencia de tiro, precisión, etcétera. Luego, pasaremos directamente a la competición, donde deberemos dar lo mejor de nosotros mismos para llegar a tener alguna oportunidad ante los expertos.

Sistema de control
Para lograr ser el mejor golfista, deberemos aprender a explotar nuestra habilidad en el green. El sistema de control es muy sencillo en su base, pero tiene abundantes detalles que le añaden complejidad, aún a pesar de que pueden parecer nimios en un principio. De por sí, todo gira en torno al stick analógico, con el cual deberemos determinar los aspectos importantes de cara a golpear la pelota: el ángulo con el cual queremos incidir en ella, así como la potencia, para la cual deberemos darle hacia atrás y, posteriormente, con fuerza hacia delante. Dependiendo de la potencia que le demos a este movimiento, así como del movimiento que hagamos, que se representará también en el golpe a la pelota (si no es perfectamente recto, la pelota saldrá desviada), conseguiremos una fuerza concreta, que nos permitirá quedarnos cerca, o no, del hoyo.

Las cosas estarán facilitadas gracias a la posibilidad de ver dónde sería la zona de caída de nuestra pelota, antes de lanzarla, en caso de realizar un buen golpe al máximo de potencia. Podremos ajustar la posible área de caída con los gatillos, para ajustarla más a lo que deseamos o pretendemos hacer, y también podremos cambiar de palos de forma rápida, viendo dónde podría caer la pelota con otros diferentes. Según las condiciones del terreno habrá unos palos mejores que otros, y se conseguirán distintos resultados según la situación en la que nos encontremos (no es lo mismo estar en un búnker, o en zona de hierba alta, que mantenernos siempre en el campo). Cuando estamos cerca del hoyo, el juego nos ofrece una forma distinta y novedosa de golpear la pelota, que permite mucha precisión de cara a dar el golpe final, aunque requiere bastante práctica para llegar a dominarla.

Apartado técnico
El trabajo realizado por EA Tiburón en los distintos aspectos técnicos del juego sólo puede ser calificado de muy bueno. Ya a nivel visual, tenemos un juego muy atractivo, aún dentro de la simpleza que impone el propio deporte, limitándose a campos de golf, jugadores y algunos espectadores que están atentos al desarrollo de la competición. No obstante, el tratamiento de todos los elementos presentes en pantalla ha sido el adecuado, y nos permiten disfrutar de distintos tipos de hierba bien recreados, de una correcta iluminación solar bañando el escenario, e incluso de acertadas representaciones de la tierra en los búnkeres y del agua en los lagos dispersos por las diferentes zonas de los circuitos. A primera vista puede parecer muy simple, pero se han cuidado mucho todos los detalles, incluso los árboles que rodean al campo.

En todo esto se observa una importante mejora con respecto a los títulos previos, aunque no tanto en los jugadores, que necesitan algo más de atención y trabajo. Los modelados son correctos, aunque no tan buenos como podrían llegar a ser; sobre todo a nivel de animaciones, donde tal vez influenciados por el sistema de control con el analógico derecho, los golfistas se mueven de forma un tanto artificial. Cierto es que, por propio concepto, no precisan de un gran trabajo en el aspecto de animaciones, pero las pocas que hay son excesivamente robóticas y no convencen. Algo que se potencia sobre todo en las escenas de vídeo protagonizadas por los propios golfistas, tras realizar los golpes y otras situaciones similares. La pelota reacciona de forma muy realista, acorde a la potencia e inclinación del golpe que realicemos.

A nivel sonoro, estamos prácticamente en las mismas condiciones, con algunos elementos muy bien trabajados y cuidados y otros que dejan un poco más que desear. Por ejemplo, los efectos de sonido son todos de mucha calidad; los golpes son claros y transmiten con acierto los distintos tipos de golpe que se aplican a las pelotas, así como la reacción de las mismas al acabar en determinados lugares del green. Del mismo modo, el público está perfectamente recreado, con vítores y aplausos realistas; además, no reaccionan de la misma manera si se trata de Tiger Woods que de otros golfistas, lo cual añade credibilidad a este aspecto. Los comentaristas, sólo en inglés, no están al nivel y se hacen excesivamente anodinos y carentes de interés, en un aspecto bastante descuidado.

Su jugabilidad es prácticamente perfecta, haciendo un uso acertado y muy correcto del stick analógico, el cual sabe responder con precisión a todas nuestras indicaciones. Sencillo de controlar y con una buena reacción por parte del mando de control, Tiger Woods PGA Tour 10 se convierte en un juego idóneo para todo tipo de usuarios, gracias también a los distintos niveles de dificultad, que permiten adaptar la exigencia del título a las necesidades de cada jugador. Además, los expertos se encontrar bajo esa capa de accesibilidad un simulador muy profundo, en el que tendrán a su disposición un abundante número de palos, variables a tener en cuenta, tipos de campo, estadísticas de jugador, etcétera. Poco más se le puede pedir en este aspecto a un título de estas características.

Esto está acompañado de una amplia variedad de modos de juego, tanto online como offline, que nos propiciarán un abundante número de horas de diversión. En muchos aspectos, el juego poco ha evolucionado en cuanto a modos de juego con respecto a entregas previas, pero las mejoras introducidas son muy satisfactorias y funcionan en el acabado final del título. Aún pese a haberlo visto antes casi todo (sean los torneos, o los minijuegos), sigue manteniendo inalterado todo su potencial de diversión, para todo tipo de públicos. No es un título que tenga fácil llegar a todos los usuarios, pero desde luego se esfuerza en conseguirlo y, pese a que todavía está por llegar una revolución en el género, EA parece haber comprendido cuál es el camino a seguir.

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.