Los Saiyans no dejan de trabajar en ningún momento del año. Goku vuelve a la actualidad con Raging Blast, su nueva incursión en la "next gen", un título que recoge la esencia de los Budokai Tenkaichi y la traslada a la era de la alta definición a golpe maestro. Pudimos verlo durante el E3 de hace unos días, y aquí comentamos cómo será la nueva creación de Spike. ¿Superior a Burst Limit? Las primeras impresiones nos indican que, definitivamente, sí, lo será.
Al comenzar a jugar saltaban las primeras sorpresas. El interfaz del juego ha cambiado, al menos el que pudo verse en esta primera versión: en lugar de las clásicas barras de vitalidad situadas en la zona superior de la pantalla, con un contador de tiempo en el centro y los medidores de energía en la parte inferior, ahora encontramos algo más limpio: dos esferas con la cara de cada persona, con todo integrado en ellas: la vida, la energía, etc. Se desconoce si la versión final del juego recuperará el interfaz clásico o se mantendrá este, sin duda mucho más limpio pero un poco extraño después de tantos juegos de lucha presentando el clásico como 'estándar'.
Dragon Ball Raging Blast parece que ofrecerá toda la acción que caracterizó a la saga Budokai Tenkaichi y que la llevó a convertirse en una auténtica referencia en lo que respecta a adaptaciones del anime a los videojuegos. La única pega que le vemos por ahora es si no se quedará corto en personajes, algo que ya pasó con Burst Limit y que, de repetirse aquí, sería algo bastante criticable. Considerando que Budokai Tenkaichi 3 tenía 162 luchadores -contando los básicos y transformaciones-, esperar menos de la mitad para esta nueva entrega sería algo descabellado. En otoño saldremos de dudas.