Mini Ninjas
El rastro de sangre dejado por la serie Hitman o el reciente Kane & Lynch: Dead Men -obras de IO Interactive- está a punto de convertirse en un agradable pero profundo viaje iniciático para salvar al mundo de un pérfido samurái. Mini Ninjas -previsto para Xbox 360, PlayStation 3, PC, Wii y DS- nos pone en la piel del simpático Hiro, un diminuto agente de las sombras dispuesto a demostrar que la violencia explícita no lo es todo.
El rastro de sangre dejado por la serie Hitman o el reciente Kane & Lynch: Dead Men -obras de IO Interactive- está a punto de convertirse en un agradable pero profundo viaje iniciático para salvar al mundo de un pérfido samurái. Mini Ninjas -previsto para Xbox 360, PlayStation 3, PC, Wii y DS- nos pone en la piel del simpático Hiro, un diminuto agente de las sombras dispuesto a demostrar que la violencia explícita no lo es todo.
Cae la noche en la apacible aldea, enturbiada por la presencia de los sanguinarios esbirros del oscuro hechicero. Tras pasarse todo el día armando jaleo, los villanos deciden ocupar la posada para reposar fuerzas. Poco sospechan que un ninja, agente de las sombras, les ha estado siguiendo y se propone terminar con sus vidas mientras duermen. El silencioso asesino prepara sus afiladas armas, se introduce en sus habitaciones y los degüella con espeluznante profesionalidad, adornando las paredes con un intenso color carmesí. Cuesta creer que Mini Ninjas sea todo lo contrario a la situación planteada, sobre todo teniendo en cuenta el violento historial de su equipo, IO Interactive, creadores de la serie Hitman o del reciente Kane & Lynch: Dead Men.
Lejos de presentar sórdidos escenarios reminiscentes a anteriores obras de IO, Mini Ninjas ofrece un mundo profundamente cromático y agradable donde el jugador encarnará a Hiro, un joven ninja que hará frente al Malvado Samurái Señor de la Guerra. Éste planea conseguir la dominación total raptando a los superiores del protagonista y utilizando la magia kuji para convertir a los animales de la región en miembros de su temible ejército. La aventura se convertirá en un viaje iniciático a través de bosques, fortalezas y aldeas hasta hallar el Volcán Perdido, morada del pérfido némesis del juego. Poco más se sabe de la historia, salvo el hecho de que el equipo desarrollador planea añadirle tintes épicos a la Señor de los Anillos.
El aspecto aparentemente infantil del juego puede dar lugar a equívocos en cuanto a la profundidad de su sistema, confusiones que se disipan nada más comprobar la variedad de posibilidades que se nos ofrece para salir airados de un enfrentamiento. Para empezar, Hiro no será el único personaje jugable, pues los superiores liberados se unirán a él en su aventura y cada uno de ellos aportará un estilo de combate diferente; mientras que el propio protagonista es ágil y rápido -idóneo para coger desprevenidos a los enemigos-, el gigantesco Futo es temible en los ataques cuerpo a cuerpo, y Suzumi puede hipnotizar a los rivales al son de su flauta. El cambio de un ninja a otro se produce al instante, y la transición ocurre gracias a la liviana sutileza de una nube de humo.
El Malvado Samurái Señor de la Guerra -nominado al premio "villano con el nombre más largo" de la presente edición- no es el único capaz de dominar la magia kuji -inspirada en una técnica de meditación budista que tuvo su correspondiente adaptación en el arte del ninjutsu-. Hiro tendrá a su disposición una serie de hechizos, siendo el más destacado de ellos la habilidad de asumir la forma espiritual de los animales cercanos. Por ejemplo, el jugador tendrá la oportunidad de transmutarse en un jabalí para embestir a los rivales, en un zorro para esquivar las acometidas o en un oso para asustar a los presentes con un poderoso rugido. Asimismo, cada criatura puede acceder a diferentes hierbas, piezas clave para la elaboración de pociones de todo tipo.
El mundo de Mini Ninjas no es para nada lineal, pues hay multitud de caminos por explorar que esconden búsquedas secundarias u objetos legendarios. De nuevo, aparecen a escena ciertas influencias provenientes de los vericuetos del Agente 47 -saga Hitman- y de su miríada de opciones para acabar con sus objetivos. Por ejemplo, el jugador puede exterminar un campamento enemigo de muchas formas: irrumpiendo sin ningún tipo de sutileza y utilizar la fuerza bruta, o bien aprovechar el manto protector de la madre noche para enfrentarse a ellos uno a uno, sin que les dé tiempo a reaccionar. De igual forma, una emboscada en un puente puede resolverse invocando una tormenta de meteoritos, transformarse en un animal ágil para esquivar a los rufianes, entablar un agudo dialogo con sus espadas... Todo ello sin ningún tipo de violencia explícita; es más, los villanos derrotados volverán a ser los animalillos que fueron antaño.
No todas las situaciones se resolverán con la fuerza; en muchas ocasiones la resolución de puzles será la única forma de salir victorioso, y los jefes finales son buena muestra de ello. Durante las primeras horas de juego, Hiro se topará con una mole andante que porta toda una señora espada; para vencerlo es necesario conseguir que su arma se quede clavada en un pilar de madera para ascender por ella y darle su dosis merecida de Quick Time Events hasta que caiga fulminado al suelo. Asimismo habrán objetos de defensa como el gorro del protagonista, una navaja suiza para ninjas que sirve tanto para protegerse de fuertes ataques enemigos como de barquita para navegar por los rápidos de la región.
Con su lanzamiento planeado para el próximo otoño, Mini Ninjas -previsto para Xbox 360, PlayStation 3, PC, Wii y DS- puede convertirse en una compleja y divertida sorpresa envuelta con un lazo de aparente simplicidad estética. Su sistema de combate, los diferentes personajes a escoger, la diversidad de hechizos mágicos, la posibilidad de transformarnos en animales, un mundo abierto y lleno de múltiples soluciones y de secretos esperando a ser encontrados... Por separado, estos elementos disipan cualquier duda sobre la profundidad del título; juntos, demuestran que para ser un ninja no es necesario saber descuartizar cabezas o enfrentarse a dudosas dictaduras demoníacas: basta con ser un pequeño y ágil saltarín experto en ocultarse en la penumbra.
- Aventura
- Acción