BioShock 2: Sea of Dreams
Las puertas de Rapture volverán a abrirse en Sea of Dreams, la secuela de uno de los mejores juegos de los últimos años, un prodigio de narración y reinvención de fórmulas jugables que se grabó a fuego en la historia hace un par de años. La propuesta ha cambiado: controlar a un Big Daddy. La ambición sigue ahí. Te anticipamos una de las secuelas más prometedoras de la temporada.
Afrontar una 'segunda parte' de una obra cumbre de un sector concreto -en este caso, los videojuegos- es una tarea harto difícil tanto para nosotros como medio especializado como para los seguidores. Bioshock, una de las sorpresas de lo que va de década y también un valioso integrante del olimpo de los videojuegos, consiguió lo que pocos títulos a día de hoy son capaces de alcanzar: rozar la perfección. Esta obra maestra surgía de la mente de Ken Levine, un nombre asociado a títulos de culto como System Shock 2 o Thief, y que con esta distopia submarina consiguió definitivamente el favor de la crítica y el público, poniéndose en el punto de mira de todo el mundo, que esperaba ansioso su nuevo proyecto.
Poco después de cerrarse BioShock, y debido a su éxito rotundo, se confirmó que Rapture volvería a resurgir en nuestras consolas. Se aproximaba una secuela de Bioshock y Levine estaría implicado, o al menos esa fue la primera información facilitada por el estudio. Poco después se supo que finalmente no sería así. Levine se encuentra trabajando en un nuevo proyecto secreto hasta la fecha, y ha delegado esta segunda parte en su gente de confianza, a la que asesora y que cuenta además con una buena parte del grupo de desarrollo del original -ahora bajo el sello 2K Marin-. ¿Habría sido El Padrino II igual de buena sin Coppola en la dirección? Indudablemente, no. A pesar de un intrigante y llamativo teaser-tráiler y de contar de nuevo con Jordan Thomas como director creativo, las dudas en torno a la calidad del juego comenzaron a surgir, con un escepticismo generado a raíz de esta decisión. Pero las cosas cambiaron cuando, finalmente, salieron a la luz las primeras informaciones sólidas de la secuela.
Artwork de un Big Daddy en el primer Bioshock |
La encargada de poner los puntos sobre las íes ha sido la publicación escrita líder del sector, un referente obligado para todos los lectores de habla inglesa, Game Informer, quien se ha forjado ya un nombre por sus exclusivas y su habilidad a la hora de darle portada a juegos que posteriormente pasarían a ser referentes. Así, en el último número de la publicación, Take 2 ha mostrado las primeras imágenes y detalles del juego, desvelados en el evento que la compañía realizó el mes pasado en California exclusivamente para medio escritos. Esta decisión de dejar fuera del primer contacto con el juego a la prensa online deja un regusto amargo, considerando que el primer Bioshock encontró en la red su principal respaldo y forma de promoción, habiendo ganado popularidad desde las comunidades de usuarios y la cobertura intensiva realizada por los medios online. Desde el lanzamiento de la revista norteamericana en las tiendas la información del juego se ha esparcido como la pólvora, llenándose los foros de comentarios de usuarios, lo que deja entrever la expectación que levanta el título.
Ya centrándonos en Bioshock 2, que llevará por subtítulo Sea of Dreams, habría que aclarar que se trata de una secuela del original y no una precuela como se había rumoreado hace tiempo. Uno de los primeros indicios es el secuestro de una niña siete años después de la historia del original, la hija del matrimonio Clune, que no pudo hacer nada ante el ataque de un hombre delgado y alto. Mientras dormían escucharon cómo alguien rompía un cristal de la ventana y, tras un grito de la pequeña, al llegar al salón sólo pudieron ver cómo el agresor huía llevándose a la niña consigo. Lo que aprecía un incidente aislado poco después se descubrió como una serie de secuestros de niñas, como se explica en la página web 'There's Something in the Sea', fuente de la cual proceden una buena de las imágenes que acompañan el artículo.
Desde Game Informer se ha dado más información al respecto del argumento del juego, si bien aún quedan muchas incógnitas por descubrir. Tras los hechos acaecidos en Rapture en el primer título de la serie, la ciudad sumergida quedó convertida en una jungla, sin ningún dirigente capaz de calmar el ansia de ADAM de los splicer, los habitantes del lugar. Con la megápolis convertida en un caos, emergió entre las sombras un personaje femenino autoproclamado Big Sister -quien antaño fuere una Little Sister- reclamando su condición de líder de un mundo sin reglas, con la intención de devolver a Rapture todo su esplendor perdido. Y en este marco el jugador asumirá el control de un Big Daddy renegado, al parecer el primero de todos. Controlando a esta mole de metal, icónica del original, tendremos que seguir adelante con nuestra vida como patrulleros de la ciudad, unos buzos solitarios con la misión de proteger con la vida misma a las Little Sister, unas niñas encargadas de la recolección del ADAM, la sustancia que todo el mundo ansía en esta utopía sumergida.
Un Big Daddy en Bioshock. |
Bioshock 2: Sea of Dreams es, al igual que la propia Rapture, una incógnita materializada en un microcosmos que Ken Levine plasmó en una primera parte asombrosa, un título que a cada nuevo sorbo de información más intriga despierta. Su particular forma de ponernos en situación a través de la página web 'There's Something in the Sea', repleta de recortes de periódicos que nos sirven como background de la historia, es sólo la punta del iceberg de lo que probablemente se guarde 2K Marin en la chistera. Controlar a un Big Daddy cambiará la sensación de juego radicalmente, ofreciendo nuevas posibilidades jugables, algo a lo que se le suma la interacción total con las Little Sister y la promesa del modo cooperativo. Con o sin Levine, Sea of Dreams promete ser, al menos, igual de apasionante que su primera parte. ¿Cuándo? A finales de año. ¿Dónde? En Xbox 360, PlayStation 3 y PC.