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Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned

Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned

  • Plataforma3609
  • GéneroAventura, Acción
  • DesarrolladorRockstar North
  • Lanzamiento17/02/2009
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorTake 2

Born to be wild

El tan traído y llevado primer capítulo descargable de GTA IV irrumpe al fin en Xbox Live. Lost & Damned llega cargado de contenido, tanto que va mucho más allá de lo que hasta ahora estábamos acostumbrados en lo referente a contenido descargable o expansiones. Johnny Klebitz entra en la saga por la puerta grande. Live to ride, ride to live…

Tras el auténtico bombazo que supuso GTAIII, Sony hizo todo lo posible por asegurar una constante presencia de la franquicia en sus consolas, usando para ello todos los medios a su alcance. Así, tanto el juego anteriormente mencionado como los posteriores Vice City y San Andreas gozaron de exclusividad temporal en PS2, mientras Liberty City Stories y Vice City Stories permanecieron como coto exclusivo de las plataformas de Sony, portátil primero, sobremesa después. Tras el lanzamiento de Xbox 360, Microsoft tuvo claro que el bastión Rockstar había sido una de las claves de PlayStation, y volcó todos sus esfuerzos en reconducir la situación en su beneficio. El punto de partida lo puso Peter Moore, antiguo cabeza visible de la sección de juegos de Microsoft, cuando en la antesala del E3 de 2006 lució un llamativo tatuaje para anunciar que las exclusividades temporales en lo referente a GTA habían terminado.

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Moore aprovechó la ocasión para anunciar que GTAIV contaría con contenido descargable adicional, y que éste sería, al menos en un principio, exclusivo de la consola de Microsoft. Apenas un año después tomaron forma como dos capítulos descargables vía Xbox Live, que verían la luz poco después del lanzamiento del juego, y que además nunca llegarían a aparecer en PS3.

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El propio presidente de Rockstar, Sam Houser, fue el primero en concretar los planes que la compañía tenía acerca de lo que en principio debía consistir el contenido descargable de GTAIV: misiones aleatorias, ofrecidas por personajes secundarios durante el juego principal. Dicho de otro modo, lo que viene siendo habitual en lo referente a material de este tipo. Pero sucesivos retrasos en la aparición del primer paquete de los dos previstos hacían sospechar que Rockstar North se lo había pensado mejor, y que había tirado por la borda los planes iniciales para empezar a preparar algo grande en el terreno de los descargables.

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Pero lo que finalmente se ha dado conocer como GTAIV: The Lost and Damned va mucho más allá de ser un simple añadido destinado a sumar unas cuantas horas de juego adicionales a la aventura principal, tal y como suele pasar en el contenido extra de Fable II, Fallout 3, Mass Effect o tantos otros títulos. No tiene nada que ver con ellos. En realidad, la nueva creación de Rockstar North posee tal cantidad de horas de juego, misiones principales y secundarias y novedades, que puede ser considerado a todos los efectos como un GTAIV Stories ya que, aunque el trasfondo sigue siendo la misma ciudad de Liberty City vista por Niko Bellic, el contenido ha cambiado por completo.

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The Lost & Damned exhala espíritu rebelde: las motocicletas adquieren al fin el protagonismo que se merecen en la saga. Este primer capítulo nos cuenta la historia de Johnny Klebitz, incondicional motero miembro de la banda The Lost, por lo que las choppers y motos custom serán nuestras más fieles compañeras a lo largo de la aventura. Con ello, el juego que nos ocupa (pues volvemos a subrayar que TLAD puede ser considerado un capítulo aparte de la saga, al mismo nivel que los dos GTA Stories lanzados en PSP y PS2) deja claro que en Liberty City, tal y como Niko Bellic apuntara un año atrás, las cosas pueden ser diferentes.

Como en casa
Algo que diferencia a Johnny Klebitz de la mayoría de protagonistas de GTA anteriores es que no regresa a su ciudad tras una larga y obligada ausencia (tal y como sucede con Carl Johnson, protagonista de GTA: San Andreas, o Tony Cipriani, nuestro personaje en GTA: Liberty City Stories); tampoco se ve arrojado a las calles de una urbe para él desconocida (como les sucedió tanto a Niko Bellic como a Tommy Vercetti, el inolvidable cabeza visible de GTA: Vice City). Johnny lleva años recorriendo las calles de Liberty City a lomos de su motocicleta, y jamás se ha visto obligado a abandonarla durante una larga temporada.

Tomamos control de su vida en un día como otro cualquiera. Acaba de dejar a su novia, Ashley, tratando así de escapar a una relación destructiva tras convencerse de que jamás logrará persuadirla para que abandone su adicción a las drogas, y dirige el destino de su hermandad, los Lost, con paso firme y decidido, evitando problemas innecesarios al tiempo que se concentra en lo esencial. Pero algo está a punto de poner patas arriba la vida de Johnny. Billy, el verdadero cabecilla de nuestra organización, es puesto en libertad tras una larga temporada a la sombra, sediento de venganza hacia la principal banda rival de los Lost, los Ángeles de la Muerte. Así, Billy volverá a tomar las riendas de la hermandad, con lo que el principal quebradero de cabeza de Johnny desde entonces será tratar de aplacar las ansias de sangre de su jefe, antes de que éste acabe conduciéndoles hacia la autodestrucción.

Por supuesto, y tal y como es norma habitual en la saga GTA, el argumento se complicará a partir de entonces con continuos giros, traiciones, revelaciones… Todo a lo largo de una historia principal que, como no podía ser de otra manera, es sólo la punta del iceberg de todo lo que The Lost and Damned ofrece al jugador. De entrada, la gigantesca Liberty City que Rockstar North creó para GTAIV vuelve a encontrarse a nuestra entera disposición, aunque en esta ocasión los creadores de la saga han procurado que el camino de Johnny transcurra por senderos que Niko no solía transitar en su aventura. Eso sí, desde la misma introducción del juego queda claro que los caminos de ambos llegarán a cruzarse, tal y como se vio en el último tráiler donde ambos protagonistas se saludan, aunque preferimos que descubráis por vosotros mismos cuándo y en qué circunstancias lo harán.

La mecánica principal es también idéntica a la de GTAIV. Johnny cuenta con un teléfono móvil para llamar o quedar con sus contactos (su agenda estará repleta de nombres desde el principio, otra prueba más de que no es ni mucho menos un recién llegado a la ciudad); también podrá consultar una vasta Internet (con nuevo contenido respecto a lo visto y leído en GTAIV); ver la televisión para relajarse después de una ajetreada jornada de 'trabajo' (¡vuelven los Rangers Republicanos del Espacio, a bordo de su nave de fálicas proporciones!); o pasear a lo largo y ancho de la ciudad por el simple placer de hacerlo.

Gracias a que, obviamente, todo aquel que descargue The Lost and Damned ya habrá jugado a GTAIV, Rockstar North puede permitirse el lujo de saltarse a la torera los aburridos tutoriales que en las anteriores entregas de la saga solían camuflarse a lo largo de las primeras misiones principales, para centrarse en el meollo de la cuestión desde el primer momento. Así, ya en la misión inicial nos veremos enfrascados en un infernal tiroteo, en el que usaremos la escopeta recortada de dos cañones, una de las armas que suponen una importante novedad respecto a lo visto en GTA IV. Y no es ni mucho menos la única. También contaremos con un lanzagranadas (ideal para hacer saltar por los aires a enemigos fuertemente atrincherados), una pistola automática (de alta cadencia de disparo ya que, tras dejar pulsado el gatillo, el cargador se vaciará en un suspiro), explosivos de mano (para 'dejarlos caer' cuando alguien nos persiga), y la que sin duda puede considerarse nueva estrella de la función: la escopeta de asalto (una potentísima arma completamente automática, con la cadencia de disparo de una ametralladora, capaz de acabar con oleadas de enemigos, vehículos o helicópteros en un santiamén, lo que la hace un arma completamente todoterreno. Tal y como dice Johnny en la misión en la que dicha escopeta aparece por primera vez, 'ésta sí que es un arma americana').

Por supuesto, todo este nuevo arsenal (o hardware, como lo suelen llamar los Lost) se suma a lo ya existente en GTAIV, algo que también podemos aplicar a los minijuegos. En la anterior aventura, para relajarnos entre misión y misión, podíamos participar en una partida de dardos, jugar al billar, a los bolos, al juego de puzzle Qub3d… Pues bien, The Lost and Damned también añade jugosas novedades respecto a lo visto anteriormente en lo que a pasatiempos se refiere.

Así, contamos con la posibilidad de echar pulsos en diversos locales repartidos a lo largo del mapa de la ciudad, incluida la guarida de los Lost. Dicho desafío se disputa al mejor de tres, y para ganarlo deberemos mover el stick analógico secundario de izquierda a derecha, con toda la rapidez que podamos. También se ha incluido un minijuego de cartas, tan sencillo como adictivo. Serán cuatro jugadores los enfrentados; tras lanzarse una carta a la mesa, deberemos adivinar si la siguiente será mayor o menor (los ases cuentan como menor); en caso de errar en nuestra predicción, estaremos fuera de la partida; si acertamos, sobreviviremos una nueva ronda. Obviamente, gana el último que queda en pie.

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Eso sí, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que la estrella de los nuevos minijuegos de The Lost and Damned es el Air Hockey. Como es de esperar, nuestro objetivo es usar una pala para colar el disco en la portería del contrincante. Tanto el control como la física han sido aceptablemente cuidados, con lo que el Air Hockey se convierte en un pasatiempo de lo más adictivo. Controlamos la pala con el stick analógico izquierdo, mientras el derecho nos servirá para lanzar tiros fuertes en cualquier dirección. Ya por último, es conveniente mencionar que todo aquel al que le encantaba jugar al billar en San Andreas, y acabó exasperado tras comprobar la desastrosa implementación que dicho minijuego había sufrido en GTAIV, se alegrará al saber que en The Lost and Damned se ha revisado la física y corregido los errores que lo hacían injugable. Ahora, las bolas dejarán de rebotar en los bordes del hoyo para posteriormente salir disparadas en la dirección contraria cual pelotas de pinball, pasando a comportarse como se supone que tienen que hacerlo.

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Perdidos, pero nunca olvidados
Niko Bellic es un alma solitaria, un inmigrante arrojado a las calles de una ciudad que dista mucho de parecerse a ese utópico sueño americano del que su primo no hacía más que hablarle, por lo que a lo largo de la mayor parte de su aventura debía afrontar los desafíos que se le presentaban en una completa soledad. Johnny, en cambio, es miembro destacado de una hermandad, los Lost, por lo que en las más peligrosas situaciones se verá arropado por sus compañeros. Los Lost cuidan unos de otros, algo que deberemos tener muy en cuenta, tal y como veremos más adelante. Durante los desplazamientos o persecuciones que llevaremos a cabo en muchas de las misiones, nuestros camaradas moteros circularán a nuestro lado, dando pie a otro nuevo minijuego.

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Y es que debemos procurar respetar el lugar que nos corresponde en la hermandad. Puesto que Johnny es el vicepresidente de los Lost, su puesto está situado justo detrás de Billy. Mediante una insignia de los Lost dibujada en el suelo, se nos indicará el lugar exacto sobre el que deberemos transitar para mantener la formación (si adelantamos a nuestro jefe, éste nos reprenderá, y el símbolo volverá a aparecer para que retomemos nuestro lugar). Por supuesto, podemos ir a nuestro libre albedrío, pero si mantenemos dicha formación mejoraremos tanto nuestra salud como la condición de la moto. En muchas ocasiones, Billy ordenará romper la formación para iniciar una carrera hacia el objetivo de la misión, por lo que será entonces el momento de disfrutar dando gas a fondo, al tiempo que tratamos de ganar el desafío.

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Los diálogos mantenidos entre los personajes mientras conducen o se encuentran enfrascados en pleno tiroteo son en The Lost and Damned más numerosos que nunca. Ello acarrea un problema: dichos diálogos, como es triste y habitual norma tanto en la saga GTA como en cualquier juego de Rockstar que llega al mercado, se nos ofrecen únicamente en inglés. Si nuestro nivel en dicho idioma no es lo suficientemente alto, nos veremos obligados a centrar nuestra atención en los condenados subtítulos para poder entender lo que se nos está diciendo. Si durante las secuencias cinemáticas ya es molesto, imaginaos lo que puede suponer cuando nos hayamos inmersos en plena persecución o en medio de un caótico tiroteo.

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Y hablando de tiroteos, para salir con vida de ellos (será nota común en una buena parte de las misiones el tener que tumbar a oleadas y oleadas de enemigos) también contaremos con la ayuda de nuestros compañeros de hermandad (ojo, no en todas las misiones). En el minimapa de juego aparece marcada en todo momento la ubicación de nuestros aliados, los cuales se lanzarán a la batalla junto a nosotros sin dudarlo un solo instante. Tras pulsar hacia abajo en la cruceta, podremos ver el nivel de experiencia de los compañeros. Éste aumenta a medida que combaten y superan misiones a nuestro lado, permitiéndoles ser más duros de pelar, al tiempo que ven aumentada su habilidad a la hora de disparar.

Pero hay que tener muy en cuenta que nuestros camaradas también pueden morir, siendo entonces sustituidos por otros cuya barra de experiencia partirá de cero. Así, debemos cuidar de cubrir las espaldas de nuestros aliados tanto como ellos cubren la nuestra, ya que entonces llegaremos a contar con la ayuda de una buena fuerza de choque a la hora de afrontar las misiones más difíciles. Ya por último, para cuando el juego se encuentre más avanzado podremos solicitar nuestros propios refuerzos mediante el teléfono móvil, llamando a nuestros compañeros de hermandad de mayor confianza.

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Y ya que hablamos del teléfono, es obligatorio mencionar que Rockstar North ha decidido eliminar la molestia que suponía en GTAIV el encontrarnos acosados por continuas llamadas de nuestros contactos para quedar, lo que acababa rompiendo notablemente el ritmo de las misiones. Ahora, la opción de citarnos con ellos para mejorar el porcentaje de amistad y respeto que nos profesen será totalmente nuestra. Los nuevos minijuegos implementados en The Lost and Damned cobran aquí protagonismo, por lo que además de citarnos para jugar a los dardos, beber, comer, jugar una partida de billar, ir a un espectáculo, o a un club de striptease, podemos elegir salir para retarlos a un pulso, una partida de air hockey o una mano de cartas.

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Por supuesto, el teléfono móvil servirá para muchas más cosas aparte de concertar citas con nuestros contactos. Así, los compañeros de hermandad que tengamos en la agenda cumplen una función determinada u ofrecen un servicio del que podremos sacar provecho siempre que lo deseemos. Nuestro camarada Terry, por ejemplo, será el encargado de proveer de 'hardware' al resto de miembros de los Lost, por lo que si necesitamos una clase de arma determinada, un blindaje o recargar munición, sólo tenemos que llamarle para que aparezca con su furgoneta en un lugar apartado cercano a nuestra ubicación actual. Al igual que Little Jacob en GTAIV, Terry hace descuentos especiales a sus camaradas, por lo que nos venderá las armas a un precio razonablemente inferior al habitual. Si ni siquiera con estos descuentos nos alcanza el dinero, siempre podemos llamar a Jim, otro de nuestros compañeros de hermandad, el cual dejará determinadas armas cargadas de munición en la guarida de los Lost siempre que se lo pidamos, de manera completamente gratuita.

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Johnny, como buen motero que es, posee una auténtica belleza con la que recorrer a placer las calles de Liberty City. Se trata de la Hexer, modelo único en la ciudad; una moderna chopper de estilo clásico, con un motor twin cam y seis velocidades con transmisión final de cadena. Eso sí, podemos conducir a nuestra libre elección cualquier clase de vehículo que veamos por las calles, sin importar su número de ruedas, modelo, tamaño o condición, tal y como es norma habitual en la saga. Pero desde el primer momento queda claro que Johnny se encuentra más cómodo a lomos de una chopper. Si perdemos nuestra montura, podremos llamar a Clay, el encargado de proveer de 'burras' a los Lost, para que lleve una moto nuevecita hasta nuestra ubicación.

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Dios perdona, los Lost no
The Lost and Damned incluye varias novedades en lo referente al transporte, siendo en su mayor parte nuevos y potentes vehículos de dos ruedas, permitiendo así que cada banda de motoristas posea sus propios modelos característicos. Desde la anteriormente mencionada Hexer de Johnny hasta la rápida Double T Custom, favorita de los Uptown Riders, los añadidos en dicho sentido hacen que la experiencia a la hora de conducir motos en TLAD se encuentre a años luz de todo lo visto anteriormente en la saga GTA. Además, como buen motero que es, Johnny posee una habilidad sobre estas monturas superior a la de cualquier protagonista anterior de la franquicia, por lo que disfrutaremos de un control notablemente mejorado a la hora de conducir motocicletas, así como una física más estable y gratificante, siendo entonces mucho más difícil que acabemos dando con nuestros huesos en el suelo. La banda sonora de The Lost and Damned suma unas 50 nuevas canciones al contenido ya escuchado en GTAIV, varias de las cuales han sido incluso específicamente creadas para el juego. Nuevos logros se añadirán también a la lista previa, dando pie a algún que otro desafío extra a superar para conseguirlos.

En lo referente a las misiones, éstas se encuentran tan elaboradas como es de esperar en un GTA (con un índice de tiroteos por encima de la media, los cuales invitan a desencadenar a placer el tremendo potencial de fuego que nos brinda el nuevo arsenal incluido en TLAD), e incluso incluyen determinados detalles de originalidad dignos de mención. Por poner un ejemplo, en una de las misiones deberemos conducir a unos policías corruptos hacia una emboscada tendida por el resto de miembros de nuestra hermandad. Durante la persecución, y para asegurarnos de que nos siguen, contamos con la posibilidad de pulsar el botón B para acceder a una vista desde el interior del coche de los policías. Otra de las misiones destacadas consiste en secuestrar el autobús de la prisión para conducir hacia la libertad a determinadas amistades de Stubbs, un político sin escrúpulo alguno al que conoceremos en el transcurso de la aventura. Claro que ello llevará también a que Curtis Stocker, una especie de primo hermano de Hannibal Lecter, con sus mismos gustos culinarios, quede también en libertad, con consecuencias de las que nos enteraremos más adelante si consultamos la prensa online.

Por supuesto, no solo de misiones principales vive un GTA, y TLAD no supone ni mucho menos una excepción a la regla. A medida que avanzamos en la aventura, se irán desbloqueando decenas y decenas de nuevas misiones y desafíos alternativos, para que siempre tengamos algo que hacer en la ciudad. Entre dichas vías alternativas destaca una que supone todo un homenaje a Road Rash, la saga motera por excelencia del mundo de los videojuegos, tristemente abandonada por sus creadores, Electronic Arts, una década atrás. Así, en un determinado momento del juego se desbloquearan un total de doce carreras a superar, en las que a lomos de nuestra montura debemos luchar por terminar en primer lugar en una serie de circuitos marcados por puntos de control. Durante dichas competiciones, contamos la posibilidad de usar un bate para 'convencer' a nuestros rivales de que nos dejen pasar. Con el botón X golpearemos a la izquierda, mientras con el B haremos lo propio hacia la derecha. Al dejar pulsado alguno de los botones, realizaremos un ataque de carga con el que tumbaremos a todo aquel que tenga la mala suerte de recibirlo.

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A dicho desafío se suman un total de 25 misiones de guerra de bandas, en las cuales debemos comandar a un grupo de miembros de nuestra hermandad en la noble tarea de eliminar todo rastro de actividad rival a lo largo y ancho de una determinada zona. Los personajes aleatorios, que aparecerán de manera regular en el mapa, marcados con el símbolo de un monigote, también nos ofrecerán nuevas misiones alternativas. Y la cosa no acaba aquí, dado que también están los 'encargos especiales' facilitados por Stubbs, a los que podemos acceder si le llamamos por teléfono; o los robos de vehículos, ya clásicos en la franquicia, en los que debemos sustraer unos modelos determinados para llevarlos al garaje del edificio de los Lost; y también están los minijuegos, de los que ya hemos hablado en un apartado anterior…

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Tras leer esto, sin duda os estaréis preguntando cuántas horas de juego llega a brindar The Lost and Damned. Bien, responder a esta pregunta no es fácil cuando hablamos de un GTA, dado el abanico de posibilidades que brinda al jugador. Podemos apuntar hacia unas 12 horas para completar las misiones principales aunque, tal y como acabamos de mencionar, esto es sólo la punta del iceberg. Completar el juego al 100 % nos llevará mucho más tiempo, con lo que la duración final se dispara notablemente. Un claro indicativo de toda la carga de contenido que nos espera es que TLAD ocupa nada más y nada menos que 1.8 gigas (hay que destacar que el disco de juego de GTAIV es imprescindible para acceder a The Lost and Damned, por lo que estos 1.8 gigas han sido exclusivamente dedicados a ofrecer nuevo contenido).

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Al principio del análisis quedó bien claro que The Lost and Damned debe ser considerado más como un capítulo completo de la saga (un GTAIV Stories en toda regla) en lugar de simple contenido descargable. Y es que, con TLAD, Rockstar North establece un nuevo estándar en lo referente a expansiones de títulos de éxito vía Xbox Live. Los 1600 puntos Microsoft que cuesta (unos 20 euros al cambio) se convierten así en una auténtica ganga ya que, teniendo en cuenta todo lo que ofrece, podía haber sido perfectamente lanzado al doble de precio. Bueno, largo, bonito y muy barato. A partir de ahora, el resto de compañías se lo tendrán que pensar seriamente a la hora de ofrecer tanto contenido como precio en lo referente a las descargas vía Xbox Live.

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Mejor en compañía
Las novedades de The Lost and Damned no acaban en su modo individual. A la hora de acceder al apartado multijugador del título a través del teléfono móvil de Johnny, nos encontraremos también con jugosos añadidos respecto a lo visto en GTAIV. De entrada, contamos con el clásico Deathmatch, en el que las motos serán nuestro principal vehículo. Dado que a lomos de ellas podemos empuñar las devastadoras armas incluidas en TLAD, las batallas adquieren una nueva y destructiva dimensión. La opción partida instantánea nos permitirá irrumpir en la batalla al momento, convirtiéndose en un atajo ideal para impacientes.

El modo Conquista la Ciudad es uno de los más interesantes añadidos a la experiencia online. Dicho modo se basa en las guerras de bandas que pudimos disfrutar en GTA: San Andreas, y que tanto llegamos a echar de menos en GTAIV. Así, el mapa en el que transcurrirá la acción se encuentra dividido en varias zonas de mayor o menor importancia, las cuales deberemos conquistar a sangre y fuego, al tiempo que procuramos que nuestros rivales no hagan lo propio con las nuestras. Protección de Testigos también cuenta con todos los números a la hora de convertirse en uno de los favoritos en el juego online. En él actúan dos equipos: los Lost y las fuerzas de la ley. Éstos últimos deben proteger un autobús repleto de testigos, con el objetivo de llevarlos a los juzgados para que declaren en contra de la banda de moteros protagonista de TLAD. Dicho esto, el objetivo de cada bando está claro: los Lost deben hacer volar por los aires el autobús, mientras las fuerzas de la ley lo protegerán a toda costa.

Bajo el llamativo nombre de Lobo Solitario tenemos lo que a rasgos generales es la implementación en TLAD del clásico uno contra todos o 'captura la bandera andante'. Así, un determinado jugador se convertirá en el objetivo a cazar por el resto de participantes. Dicho lobo solitario tendrá como meta no solo sobrevivir a los continuos ataques que le llegarán de todas partes, sino también pasar por una serie de checkpoints para así aumentar su marcador. Finalmente, el jugador que haya logrado dar caza al lobo se convertirá en el próximo objetivo a batir. Pero sin duda será el modo Chopper Vs. Chopper el que más llamará nuestra atención si lo que queremos es enfrentarnos cara a cara contra un determinado y único rival. De un lado, uno de los participantes conducirá una moto chopper, con el objetivo de alcanzar diversos checkpoints repartidos por la ciudad para así poder puntuar; del otro, su perseguidor contará ni más ni menos que con un helicóptero chopper para darle caza. Aunque dicho así pueda parecer lo contrario, la verdad es que los enfrentamientos se encuentran bastante nivelados. Pilotar un helicóptero es mucho más complicado que conducir una moto, por lo que, si somos los perseguidores, no será tarea nada fácil dañar a nuestro objetivo; por no mencionar que una moto puede esconderse y transitar por lugares vedados a un helicóptero.

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Finalizamos este repaso al modo multijugador de TLAD con Club Business, en el que seremos parte de un equipo al que incluso podremos liderar si nos convertimos en su miembro más destacado. En definitiva, la oferta de The Lost and Damned en lo referente al modo online es tan amplia, longeva y satisfactoria como la experimentada a la hora de jugar offline. Otra razón más para definir al título con todos los honores como una nueva entrega de la saga GTA en lugar de simple contenido descargable.

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9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.