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Shellshock 2: Blood Trails

Shellshock 2: Blood Trails

El horror...

Vietnam. Finales de los 60. El olor a napalm es fuerte, los charlies son listos y saben que juegan en su terreno... Shellshock2 nos pone en la situación de un joven soldado que va, sin saberlo, directamente al infierno. ¿Iremos con él? averígualo en el análisis...

Actualizado a

Los videojuegos bélicos están a la orden del día. Ya sean con ambientaciones de entornos más o menos reales (Call of Duty, Medal of Honor, Ghost Recon,...) o los que nos ponen a los mandos de sucesos imaginarios (Killzone, Halo,...), jugar a la guerra es algo que se ha dado muy bien en nuestro mundillo lúdico. Hemos visitado las dos guerras mundiales, conflictos en zonas calientes de Oriente Medio que son y han sido noticia en los últimos años, y hasta hemos visitado Vietnam alguna que otra vez. Pero nunca como ahora.

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Rebellion y Eidos Interactive nos traen en primera persona un juego que bien podría catalogarse como el cruce entre los films de 'Hostel' y 'Apocalipsis Now'. No tanto en cuanto a calidad como después veremos, pero sí por crudeza, ambientación opresiva y sensación de agobio. Parece que los juegos en primera persona que adoptan ambientaciones de desasosiego y terror van ganando fans, como bien se puede ver con títulos como los dos 'Condenmend' o la saga 'F.E.A.R.' que ahora llegará a su segunda incursión. 'Shellshock 2 Blood Trails' continua el estilo angustioso y de alta tensión de los juegos antes nombrados, pero en un marco histórico que para muchos de los soldados americanos -y vietnamitas, por qué no decirlo- resultó ser un auténtico infierno en la Tierra.

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El juego de Rebellion viene a ser la secuela del juego 'Shellshock: Nam 67' que el ahora famosísimo estudio de programación 'Guerrilla Games' (los autores de la saga Killzone) desarrolló para la anterior generación. En aquel caso, el juego en tercera persona se dirigía más hacia la acción que hacia la tensión psicológica y visual que destila esta segunda parte. Con momentos que incluso nos recuerdan por su crudeza a la saga de RockStar 'Manhunt', este Shellshock2 bien podría ser un compendio de todos los títulos antes nombrados. Aunque a veces ya se sabe: aprendiz de todo...

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La trama argumental del juego de Rebellion nos pone en la piel de un soldado americano que es destinado a Vietnam, con una misión 'especial' que resulta ser algo casi personal. Su hermano Cal, ya en el conflicto anteriormente, es el único superviviente de un destacamento de élite que buscaba un elemento de alto secreto, el 'Whiteknight', y que ha sobrevivido en unas condiciones físicas y psicológicas deleznables. Tú debes intentar rescatarlo mientras lo sigues y ves imágenes en tu cabeza que él te envía; saber qué ha pasado con Whiteknight, qué es, y recuperarlo. Hay poco tiempo, y debes ser lo más rápido posible en medio de un infierno de sangre, violencia y sinrazón.

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Veamos qué han conseguido los chicos de Rebellion. En un marco incomparablemente maldito como la guerra contra los 'charlies', la acción y el gore estarán presentes durante toda la aventura. ¿El secreto 'Whiteknight' es peligroso? Parece que sí lo es, visto lo visto. Adéntrate en Shellshock2 para saciar tu sed de emociones fuertes…

Y es que no posee este juego ningún elemento característico que lo sitúe o lo desmarque del resto. Ya sea en cuanto a modelados, geometría presente en pantalla, efectos de iluminación, físicas aplicadas o texturización, Shellshock2 no destaca en ninguno de estos apartados. Es más, en cualquiera de ellos se queda -como mínimo- varios pasos por detrás de la tecnología presente en los juegos más punteros del género. Ni los menús tienen un estilo personalizado que lo desmarque sobre todo lo demás.

Vayamos por partes. Para empezar, el motor gráfico pone en pantalla modelados de los personajes con poco grado de detalle, además de unas gestión facial  bastante mejorable. El texturizado de las caras no desentona, pero no aleja la sensación de necesitar 'algo más' de desarrollo para mostrarse como debería a día de hoy. El juego fluye a 30 cuadros por segundo, pero aún así en algunos momentos notaremos cómo baja la tasa, no de forma muy acusada, pero sensible a la vista. Viendo todo lo que pone en pantalla -o lo que no pone, mejor dicho- el juego, nos parece que se le ha sacado muy poco provecho al engine.

Los entornos suelen ser cerrados, lineales, con poco detalle y con muy pocos elementos interactivos (se pueden romper tazas de una mesa por ejemplo, pero no podemos mover ni un milímetro por mucho que le disparemos a un cazo que hay encima de una mesa (¿?). Lo mismo pasa con elementos decorativos de los escenarios: las balas no dañarán un cuadro o un colgante de una pared, ni siquiera dejarán agujeros en ellos, pero sí podremos reventar lámparas o luces. Son cosas totalmente ilógicas dentro de un mismo entorno, que el equipo desarrollador debería tener en cuenta. En los momentos que pasaremos por la jungla vietnamita, los escenarios se muestran más amplios, pero con poca distancia de dibujado y con una vegetación digna de la pasada generación.

El texturizado de los escenarios tampoco posee una calidad muy alta, sobre todo en cuanto a la definición de las texturas, que la mayoría son de un nivel medio sin más, aunque la rutina gráfica realizada para el agua es de lo menos malo (aunque no interactivo). Utiliza efectos como el bump-mapping en paredes, deformación por calor en las zonas ardientes o el desenfoque progresivo al apuntar con zoom, pero son detalles que vemos todos los días hasta en los juegos más mediocres, lo cual no le da mucho mérito a lo conseguido en este título. Los efectos de luces tampoco son dignos de destacar, con una iluminación muy irreal en los entornos abiertos, pero con un buen efecto de linterna. Aún así, hay sombras que no aparecen al pasar por delante del foco de luz en ocasiones, o que nosotros sí proyectaremos sombra sobre un elemento, pero el enemigo que nos ataca no lo hará, algo totalmente extraño.


Las armas no poseen un modelado muy detallado, y su texturizado y aplicación de la luz tampoco están muy conseguidos. Las animaciones de los personajes, así como las de recarga, abrir puertas, etc son bastante mejorables tanto en su ejecución como en la transición entre ellas. Únicamente la animación en primera persona de correr o de disparar tiene un acabado bastante coherente, con un movimiento de la cámara muy logrado. El motor físico simplemente se puede catalogar de pasable, con unos enemigos que se desploman de formas distintas, pero algunas muy irreales. Destacar que pueden perder partes de su anatomía si son alcanzados en zonas concretas de sus extremidades, con un efecto de la sangre dentro de lo notable.

La gestión de partículas es de lo peor del juego. Ni el polvo que se levanta en distintas fases, ni el fuego (totalmente cutre), ni la niebla en determinadas zonas está realizado con un mínimo de nivel. La distancia de visionado es bastante corta, y en entornos a poco más de 20-30 veremos cómo se van creando los elementos secundarios según nos vamos acercando. Estos pueden ser quizá los defectos más llamativos y peor implementados del apartado visual, aunque como decíamos hasta ahora, el título tiene una calidad global a nivel técnico que no pasa del 'aprobado raspado' a día de hoy.

En definitiva, este juego es bastante mejorable en cualquiera de sus apartados técnicos y visuales. El motor gráfico no es nada flexible ni robusto, los personajes no poseen un grado de detalle que merezca resaltarse, el texturizado es pobre, las físicas mejorables y los entornos deberían poseer una geometría bastante más trabajada. No es lo peor de lo peor, está claro, pero sí es de lo más mediocre que hemos visto en meses.

M ú s i c a  .-
Aparece en contadas ocasiones, pero se ha diseñado de forma que dé la réplica a las imágenes más impactantes del juego, aunque en ocasiones veremos cinemáticas sin banda sonora que quedan totalmente desprovistas de la fuerza que deberían generar. La tensión -la que hay en determinados momentos- viene más por el silencio del momento y el consiguiente susto que por la banda sonora. Aún con todo, no es de mala calidad, pero se ha desaprovechado en muchos momentos. Creemos que más canciones de finales de los 60 le quedarían especialmente bien en momentos muy concretos, aunque el género elegido también realiza de forma efectiva su trabajo.

S o n i d o   F X  .-
Un trabajo en la línea de la calidad general del juego. Es decir, unas de cal y otras de arena: armas que suenan de forma realista, sonido ambiente que se podrían haber trabajado MUCHO más, samplers para pisadas, explosiones, cristales rotos, gruñidos y gritos de los infectados, etc., que se repiten bastante,... lo mejor que encontramos son las voces en castellano, que no desentonan en ningún momento y que incluso en ocasiones poseen una interpretación por encima de las posibilidades de lo que se muestra en pantalla en la gestión facial de los personajes. Un buen doblaje unido a unos efectos de sonido con claroscuros. Luces entre sombras. Como todo el juego, vaya.


J u g a b i l i d a d  .-
Estamos ante un FPS que destila tensión en muchos momentos del juego, más por las situaciones en las que nos pone que por su inmersión que debería estar producida conjuntamente por un apartado gráfico a la altura, unos efectos de sonido conseguidos, niveles bien diseñados y una jugabilidad ajustada. En este caso, casi ninguno de estos elementos está presente durante el juego, y sólo los jugadores que aman el género encontrarán algún momento digno de remarcarse.

Shellshock2 Blood Trails es un FPS bélico de corte genérico, con enfrentamientos similars durante casi toda la aventura según el escenario en el que nos encontremos. Es decir, durante las fases abiertas (en la selva) podremos ser atacados por mulitud de enemigos por diferentes flancos, mientras que en los entornos cerrados (casas, túneles,...) se torna más pausado con enfrentamientos mucho más reducidos. Desgraciadamente, incoherencias en las acciones y una jugabilidad desajustada se unen a un diseño de niveles mediocre y a una IA enemiga muy mejorable. Tiene sus momentos tanto en los enfrentamientos en entornos abiertos como en los pasillos claustrofóbicos, todos ellos ANTES de que los tiroteos tengan presencia, con una tensión palpable, pero tan pronto como empieza 'el baile' saltan los errores de la curva de dificultad y la descompensación de la mecánica de juego.

Hay un detalle que sí nos ha gustado, y es que se ha trasladado bastante bien la sensación de los enfrentamientos en espacios naturales con los enemigos, y es que como debería pasar en la realidad, en muchas ocasiones la vegetación no nos permite ver de dónde vienen los disparos. La cantidad de vegetación añade dificultad a estos enfrentamientos, aunque el diseño de los niveles y del control del protagonista es algo injusto, ya que podemos agacharnos, pero ninguno de los elementos que vemos en los escenarios nos permite resguardanos (entonces... ¿para qué?). Unicamente las paredes de edificios nos permitirán algún momento de descanso mientras recuperamos la vida.

Hay momentos con elementos interactivos (la lucha con un enemigos cuerpo a cuerpo que debemos librar pulsando los botones del mando o moviendo el Dual Shock3 en PS3) o la utilización de las clásicas ametralladoras de posición, pero son elementos que por sí solos no salvan la mecánica del juego de la poca inmersión conseguida, y de una sensación anodina casi continua. Además, hay muchas incoherencias en la jugabilidad que nos han llamado la atención, y que hacen de Shellshock2 una experiencia extraña, y no por ello satisfactoria.

Por ejemplo, en una de las fases iniciales tendremos que cruzar un puente que ha sido barrido por un helicóptero, y hay una zona para bajar al río. Si tocamos (ojo, he dicho tocar, no tirarse a nadar) el agua, estamos muertos. Así, como lo oís, muertos. Sin embargo, más adelante en otra fase podremos meternos hasta el pecho en el agua y cruzar una zona de esta guisa. Me lo expliquen... Otro detalle que nos ha llamado la atención es la extraña potencia de algunas armas.



Por ejemplo, el bazooka. Podemos disparar un bazooka a un grupo de enemigos y ver cómo saltan por los aires. Sin embargo, si viene UN vietnamita solo, en ocasiones necesitará que le lancemos DOS cohetes para morir. Normalmente, con disparar a la zona cercana (es decir, 1 metro alrededor de su posición) donde está el enemigo con este arma es sinónimo de acertar, pero en este juego si viene un solo enemigo hay que darle con el cohete, no vale con apuntar a sus pies o a la zona que lo rodea, ya que seguirá vivo y te atacará como si no le hubiese pasado nada. Los infectados del juego se comportan como tales, es decir, se lanzan directamente hacia nosotros sin pensárselo dos veces, en ese sentido sí han conseguido el objetivo.

La IA tampoco es de lo mejor que hemos visto, ni mucho menos. Si vemos que somos presa de un grupo de enemigos en territorio abierto, nuestra mayor baza será... una esquina. Todos vienen hacia nosotros sin cubrirse, directamente a la esquina, esperando a ser sacrificados. Los tres niveles de dificultad simplemente añaden resistencia y puntería a los enemigos, no mejores patrones de ataque/defensa. Uno de los defectos más llamativo es la mala calibración del arma al apuntar con zoom. El retroceso del arma está bien conseguido, pero es preferible en muchas ocasiones apuntar normal desde el crossfire que con zoom, ya que no quedaremos tan vendidos.

En cuanto a modos de juego... no hay. Bueno, más bien hay uno solo. El modo historia, y punto. No hay cooperativo, no hay ni siquiera multiplayer on-line o con split-screen. ¿A estas alturas nos encontramos un FPS sin multiplayer on-line? Está claro que la baza del juego es la temática de tensión y terror elegida, pero eso no quita que debido a la ambientación del juego (guerras entre tropas con múltiples aliados-enemigos) debería incluirse un modo on-line que le diera 'vidilla' al juego una vez completado. Y es que completarlo tampoco nos llevará mucho tiempo, aunque lo que sí dudamos es que alguien quiera volver a empezarlo una vez acabado...

Otro de los defectos más llamativos de este juego es la forma que tienen los desarrolladores para ponernos en situaciones. Es decir, vamos con un compañero por la selva, y simplemente se marcha, sin más. En ese momento nos vienen multitud de enemigos y debemos acabar con ellos nosotros solitos, después nos moveremos hacia una zona donde, oh sorpresa, nos espera nuestro compañero. Argumentalmente el juego es curioso y descubrir qué es 'Whiteknight' y salvar a Cal del malvado Trang puede tirar de nosotros para completar el juego, pero el desarrollo de las situaciones de cada fase están muy poco conseguidas.

Shellshock2 es un juego scriptado totalmente. Pero además, los diseñadores se han molestado muy poco en disimularlo. Totalmente pasillero (incluso en la selva, lo que tiene su dificultad conseguir), no hay dos opciones para llegar a un sitio, una sola puerta abierta o una sola que podamos abrir, un solo camino por la selva que no esté cortado por vehículos ardiendo o por alambradas... el juego nos va llevando siempre por donde él quiere, pero lo peor es que no se molesta en disimularlo. Un diseño de niveles muy pobre. En la selva se salvan los momentos en que tenemos que sortear las trampas del Vietcong, bien implementadas y que veremos si andamos "atentos".


En definitiva, para jugar a Shellshock2 hay que ser muy fan de los juegos bélicos, muy fan de los FPS, y haberse pasado toooooooooodos los juegazos que hay del género antes. Si estás en esta situación... piénsatelo antes de hacerlo igualmente, por que no estamos seguros de que la inversión sea beneficiosa para ti. Un juego con tan pocas posibilidades, con tan pocos puntos positivos, y con tantas ausencias y defectos, no es muy fácil que deje satisfecho a nadie. Aún así, tiene sus cosas buenas, pero son MUY pocas.

C o n c l u s i ó n  .-
'Shellshock2 Blood Trails' intenta traernos una nueva perspectiva al género. Un intento de unir un FPS con un Survival Horror, aunque sin éxito final. De todas formas, se agradece el intento de innovar en la temática bélica, aunque estamos seguros que unos 12 meses más de desarrollo le sentarían muy bien al juego para pulir un apartado técnico que no pasa del aprobado raspado, sobre todo cuando vemos cosas como 'Killzone2' o 'Gears of War 2' a estas alturas. La ambientación es efectiva, con una tensión continua que sólo se ve rebajada por la simplicidad del diseño de niveles y de la linealidad clamorosa que nos asalta cada dos esquinas.

Con todo, la historia que se desarrolla en la guerra de Vietnam tiene sus momentos, todos ellos crudos y de casquería fácil, pero que les gustarán a los usuarios más curtidos. Por lo demás, tanto en IA, mecánica de juego, opciones y modos de juego, el título de 'Rebellion' se queda bastante por detrás de los mejores representantes de la acción. No hay modo cooperativo, no hay multiplayer on-line, gráficamente es muy justito,... sólo los acérrimos de los FPS le encontrarán parte del encanto que posee, pero que requiere mucho esfuerzo por parte del usuario encontrárselo. Una lástima, porque la idea es más que prometedora, pero el resultado final es, en pocas palabras, pobre.

L o   m e j o r  .-
- Ambientación lograda
- Buen apartado sonoro en general
- Original planteamiento

L o   p e o r  .-
- Muy lineal y prefijado
- Técnicamente muy limitado
- No hay multiplayer ni cooperativo
- Pobre diseño de niveles
- Incoherencias y descompensado en su jugabilidad

5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.