GTA IV: The Lost and Damned, Multijugador
Nos agarramos fuerte al manillar, preparamos nuestro bate y pisamos el acelerador para llevar el mundo de los moteros al multijugador de GTA IV: The Lost And Damned. El contenido descargable de uno de los juegos del año se perfila como una apuesta contundente, un acercamiento diferente al universo que es Liberty City, y ahora toca probar nuestra habilidad a los mandos de una chopper contra la del resto. Rockstar Londres, como es ya costumbre, nos preparó una velada para disfrutarlo con calma.
Nos agarramos fuerte al manillar, preparamos nuestro bate y pisamos el acelerador para llevar el mundo de los moteros al multijugador de GTA IV: The Lost And Damned. El contenido descargable de uno de los juegos del año se perfila como una apuesta contundente, un acercamiento diferente al universo que es Liberty City, y ahora toca probar nuestra habilidad a los mandos de una chopper contra la del resto. Rockstar Londres, como es ya costumbre, nos preparó una velada para disfrutarlo con calma.
Rockstar nos ha demostrado varias cosas con el anuncio del contenido descargable por medio de capítulos. La primera y la más importante, que no podemos renegar de ellos sólo porque estén planificados desde el principio de la aventura, por mucho que no deje de ser un movimiento comercial; la segunda, que Liberty City es ante todo una plantilla, no un conjunto de polígonos bien llevado con un bonito sistema de físicas, sobre la cual se pueden tejer tantas historias como a la desarrolladora le venga en gana, sin no por ello recaer sobre los mismos tópicos, los mismos escenarios o las mismas situaciones -sin ir más allá de lo que puede ofrecer un sandbox', lógicamente-. Este DLC que se nos viene encima en pocos días es la prueba más fehaciente de ello.
Cuando os hablamos de la historia de Johnny Lebitz y su grupo de moteros, 'The Lost', os adelantamos algo muy diferente a lo que ofrecía la historia de Niko Bellic. No era un extraño que se enfrentaba a una civilización imposible y cruel, sino un conocedor de cada palmo en Liberty City; no era un hombre llevado a una espiral de violencia de la que venía precisamente huyendo, más bien un delincuente orgulloso de serlo y consciente de que, cuando hay que utilizar plomo, hay que utilizarlo con contundencia. Una antítesis el uno el otro, dos extremos que pueden convivir perfectamente entre ese amasijo de hierro y asfalto, cruzándose incluso en algún que otro momento para cumplir un objetivo común.
Aquellos que el próximo día 17 de febrero quieran saber cuánto van a recibir por los 1600 Microsoft Points -unos 20 € al cambio- pueden ahora hacerse una idea: el 'Capítulo 1' podría durar entre las 10 y 15 horas, e incluso se podría decir que supone un tercio de lo que el GTAIV original fue, tal y como han recogido algunos medios especializados, número que supera por bastante a la media de este tipo de producto. Y si la cantidad en este sentido no importa tanto, la calidad augura momentos como mínimo tan intensos como los que vivimos hace casi un año. Pues bien, a esto debemos sumarle nuevos vehículos -con una física mejorada para las motocicletas, absolutas protagonistas-, nuevas armas -hasta cinco, todas ellas de destrucción masiva que provocarán explosiones hasta cuando rocemos el gatillo-, nuevos minijuegos -podremos echarle un pulso a cualquiera que tengamos en la agenda de nuestro móvil, entre otras cosas-, y, por supuesto, nuevos modos multijugador. Rockstar Londres, en su costumbre de prepararnos eventos para competir contra ellos y sacarle el máximo partido al conjunto, nos invitó a poner a punto nuestras Choppers y a recargar nuestras escopetas.
Para demostrar esto se nos puso en una toma de contacto con el típico modo todos contra todos, con las motocicletas como vehículos principales y las armas que harán aparición en esta expansión. Pistolas que funcionan como metralletas, escopetas que lanzan auténticos cañonazos y un lanzagranadas devastador como él sólo crearon momentos de un caos inusitado, en el buen sentido de la palabra. Un soplo de aire fresco para aquellos que se cansen del set típico ya visto en GTAIV. En el lado negativo, los nuevos modelos de personajes son excesivamente lentos, haciéndose en una partida de ocho jugadores casi mortal el hecho de encontrarnos sin vehículo en un barrio de tanta extensión como Algonquin. En lo positivo, los duelos de moteros se sucedían a cada minuto y la diversión no había hecho más que comenzar.
Dado que por un lado el objetivo del equipo de los policías es el de proteger el camión a toda costa, varios vehículos harán de escolta para fabricar un improvisado convoy. Como las rutas están definidas por una especie de checkpoints', el equipo enemigo podrá interceptarlos de la manera deseada, tendiendo emboscadas y forzando la originalidad y la astucia con tal de parar a sus rivales a la hora de puntuar. No es fácil, sobre todo porque en un principio los policías cuentan con la ventaja de poder arrollar a los moteros, pero conforme fue avanzando la partida y el juego en equipo comenzó a fluir, se hizo una experiencia de las más divertidas que recordamos tanto en el GTAIV original como en lo que llevamos visto de la expansión.
A esto hay que sumarle otra variable, el llamado 'Gun Van' o furgoneta de armas. Representado como un cuadrado en nuestro GPS, montarnos en él y pasar cerca de nuestros sicarios una vez esté conquistado el trozo de barrio hará aumentar la calidad del arma que lleven en ese momento. Por ejemplo, pueden pasar de llevar pistolas a escopetas, provocándonos más problemas de los que en un principio lo hacían. Aunque si os somos sinceros, es algo en lo que la simplona inteligencia artificial de GTAIV se hace notar. Hubiese dado mucho más juego de haberse comportado en grupo, buscándote y no pasando a ser un mero trámite para declarar la posesión de un territorio. Cumplen su función de obstáculo y poco más. Es en la presencia de jugadores sobre cada "número" donde se demuestra que puede dar mucho más de sí este modo de lo que aparenta. Organizarse, repartirse el terreno y esperar al último minuto para dar el golpe de gracia y agenciarnos ese trozo que necesitamos para llegar al 60% justo se hace crucial aquí.
Aquí nos encontramos con un enorme contraste entre partidas, más dependientes de la situación en particular que de la habilidad del jugador. Algunas veces el motero duraba varios minutos porque el resto se dispersaban o nos encontrábamos en un lugar abierto donde era difícil alcanzarle, pero otras simplemente acababan con nosotros en cuestión de segundos. A pesar de contar con una armadura añadida así como armamento más potente, estar montado en una moto te convertía en objetivo fácil de 7 personas sedientas de sangre. Ni imaginamos si fuesen más. Divertida forma de llevar la temática 'gato y ratón', pero quizás un tanto caótica.
La razón por la que nos pareció el modo más original de cuantos habíamos visto en el juego y automáticamente se convirtió en nuestro favorito fue porque exigía de nuestra astucia como ningún otro, tanto si nos encontrábamos en un lado como en el otro. Ir en moto nos daba agilidad, y el poder meternos debajo de cualquier estructura o en pasillos angostos requería buen manejo por nuestro lado. Pero necesitábamos llegar al siguiente checkpoint para poder puntuar a nuestro favor, y si nos toca una autopista podemos imaginarnos las balas del otro rozándonos continuamente. Por el otro lado, nos tocaba no sólo intentar dominar al helicóptero, sino también saber usar las aspas como arma en caso de fracasar varios intentos de hacerlo a base de tiros. A pesar de estar limitado únicamente a dos jugadores, fue el que mejor sabor de boca nos dejó.
Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned
- Aventura
- Acción
Primer episodio descargable de Grand Theft Auto IV que presenta un nuevo personaje principal y una nueva trama que se entrecruza con la historia principal.