Cryostasis, Impresiones
Sobrevive a temperaturas bajo cero en una angustiosa estructura metálica situada en pleno Polo Norte. En Cryostasis hemos de investigar un naufragio ocurrido en un entorno extremo donde los enemigos que saldrán a nuestro paso no serán nuestra única preocupación.
Sobrevive a temperaturas bajo cero en una angustiosa estructura metálica situada en pleno Polo Norte. En Cryostasis hemos de investigar un naufragio ocurrido en un entorno extremo donde los enemigos que saldrán a nuestro paso no serán nuestra única preocupación.
Aunque ha tardado algo más de lo pensado, Cryostasis ya está aquí, a prácticamente pocos días de encontrarlo en las tiendas. Pese a ser un FPS de un estilo clásico, este juego siempre ha llamado la atención por su ambientación, que da lugar a que nos enfrentemos a un escenario en el que tenemos que tratar de sobrevivir luchando contra los elementos. Ofrece, por tanto, algo distinto junto a la típica mecánica mata-mata que no falta, con grandes dosis de acción en muchos momentos que gustarán a todos los aficionados al género.
El punto de partida es el océano Ártico, en 1981, y nosotros somos un meteorólogo ruso llamado Alexander Nesterov. Nuestra misión es averiguar qué ha ocurrido con un barco rompehielos llamado "Viento del Norte", hundido en las heladas aguas de aquella zona. Una vez lleguemos allí nos encontraremos una región hostil, con unas temperaturas tales que si estamos demasiado tiempo en el exterior morimos inmediatamente de congelación. También tendremos ocasión de sumergirnos para continuar con nuestra investigación.
Tenemos un tiempo límite para permanecer fuera que depende del grado de calor corporal que tengamos, el cual se puede aumentar si nos acercamos a algún tipo de objeto que emita calor. Las excursiones de este tipo, de todos modos, deberán ser bastante breves, ya que normalmente el tiempo con el que contamos es muy limitado y la distancia a recorrer hasta la siguiente puerta es la justa. La atmósfera es claramente de juego de terror, con pasillos estrechos y estancias similares, todas metálicas dentro del barco, de forma que prácticamente sintamos que nos falta el oxígeno.
Como es de esperar, no faltan monstruos de apariencia humana con la que luchar en el navío. Tanto el combate cuerpo a cuerpo como con armas de fuego está permitido. Podemos sacar los dos puños y liarnos a mamporros si lo consideramos adecuado, aunque aquí el control no va tan fino como nos gustaría. No siempre se hace contacto con el cuerpo del rival ni se ejecutan del todo bien los combos. La IA del enemigo no tiene demasiada complejidad, ya que simplemente vienen a por nosotros siempre que pueden. De todos modos, en un sitio tan angosto tampoco hay mucho lugar para esconderse, así que por ese lado tiene sentido.
El juego gana usando armas de fuego, las cuales son tirando a rudimentarias en muchos casos. Pero al final los enfrentamientos no nos han parecido demasiado complejos en este primer acercamiento, habrá que profundizar para ver si nos aguardan enemigos más difíciles. La dificultad viene más dada por las apariciones repentinas de enemigos delante nuestro más que por su comportamiento y lo resistentes que son a nuestros ataques, aunque alguna excepción hay, como puede ser alguien que vaya fuertemente armado con metralletas y debamos cubrirnos para evitar el fuego directo.
De todos modos, lo realmente interesante, sin embargo, seguimos diciendo que es la lucha contra el entorno. No sólo hay que vencer al frío, sino también al propio barco, que nos prepara algunas trampas mortales a lo largo de nuestra aventura. Muy al estilo "survival horror" continuamente tienen lugar escenas que tienden a ponernos un poco los pelos de punta: luces que se apagan de repente, flasbacks que trastornan nuestro "espacio-tiempo", ventanas o puertas que se rompen o abren de golpe a nuestro paso, etc. De hecho, es bastante común tener que ir con la linterna iluminando el camino, con la dificultad que eso supone para ver lo que tenemos delante.
El juego cuenta con un buen nivel de físicas para recrear todas estas situaciones e interactuar con los objetos que hay a nuestro alrededor. Lo que comunmente deberemos hacer es avanzar de forma más o menos lineal para averiguar más información sobre lo que ha sucedido allí, activando interruptores y abriendo puertas. Algún que otro puzle más complejo también está presente, de forma que consigamos habilitarnos el paso para proseguir con nuestra investigación. Todo ello sin olvidarnos nunca de acercarnos a cualquier punto caliente que reconforte nuestro medidor de temperatura.
Refiriéndonos a los "flashbacks", tenemos la capacidad de tocar cuerpos muertos, incluso de animales, para ver sus últimos momentos de vida y así conocer qué fue lo que les deparó el destino. Nada bueno, por supuesto, pero la escena de la vaca decapitada que seguramente muchos habéis visto en vídeo es cuanto menos curiosa. Lo curioso es que tenemos la ocasión de rejugar esas escenas del pasado y actuar de un modo diferente, de forma que cambia el presente. Es algo extraño de explicar, pero se ve tan simple como que si no matamos a alguien, cuando "despertamos" en el presente su cuerpo ya no está delante nuestro.
En cuanto al apartado técnico, la verdad es que nos ha sorprendido gratamente el nivel que han logrado en cuanto a ilumación, texturizado o efectos especiales como el agua y similares, aunque el juego no iba todo lo fluido que nos gustaría, habrá que esperar a la versión final. Las animaciones sí dejaban un poco más que desear y esperamos que terminen puliéndolas un poco. De forma más genérica, no es lo más puntero que hay ahora mismo en PC, pero puede llegar a mantener el tipo sin muchos complejos.
Cryostasis resulta más apetecible por el entorno en el que se desarrolla y la historia que parece que esconde que por las partes de tiros y puñetazos. A falta de jugarlo con mayor profundidad, nos ha parecido que si bien tiene algunos puntos a mejorar, como puede ser la IA, la propuesta es, como mínimo, para tenerla en cuenta cuando salga a la venta. En apenas unas semanas saldremos de dudas sobre la calidad final.
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