Este juego de estrategia nace de un cóctel cuyos ingredientes han sido elegidos sabia y elegantemente para ser combinados entre sí, alejándose de las bases que asentaron el género gracias a pesos pesados como Westwood o Blizzard.
Recolecta recursos, inviértelos en tropas, armamento y mejoras; forma un nutrido ejército y lánzalo contra tu enemigo antes de que él haga lo propio contigo. Así podrían definirse la inmensa mayoría de juegos que pueblan el género de la estrategia en tiempo real, sin embargo en los estudios de EA Phenomic pensaron que era el momento de hacer algo diferente, por lo que han decidido poner las cartas sobre la mesa, en el sentido literal de la palabra.
El planteamiento del juego es bastante sencillo, pero puede especializarse hasta límites insospechados: Disponemos de una serie de cartas de las cuales elegiremos veinte para formar unas baraja de batalla, éstas se dividen en los elementos hielo, fuego, naturaleza y sombra, que respectivamente tienden a la defensa, la agresividad, el control y el riesgo. Cada carta a su vez tiene un coste de invocación que consume una barra de energía que se va llenado lentamente durante la partida. Esto significa que la baraja debe estar equilibrada, puesto que el coste de invocar una pequeña tropa de arqueros es irrisorio comparado con sacar a un gigantesco Juggernaut que aplasta todo lo que se cruza en su camino. Si decidimos esperar a tener suficiente energía para invocar a semejante mastodonte, es probable que en mucho menos tiempo un rival cree un pequeño ejercito de arqueros que, convenientemente posicionados en el escenario, acaben en un santiamén con nuestra recién estrenada criatura.
Los coros de temas como 'A Light Of Winter' al comienzo de una misión son capaces de crear todo un vínculo de empatía con las pequeñas criaturillas que invocamos al inicio, al ser conscientes de que muy pocos o ninguno regresarán de la aventura que les aguarda. Marchas militares fuertemente percusionadas, con rebeldes contrabajos rugiendo como 'A Storm Of Fire' en medio de una épica batalla, conllevan a una inigualable inmersión que nos mete de cabeza en el fragor del combate enriqueciendo sensiblemente la experiencia. La música por tanto, cumple su papel sin margen de error porque encaja a la perfección en el universo fantástico y mitológico de Battle Forge.
En Battle Forge no hay esperas, no hay bases, no hay recursos que almacenar para luego ser invertidos en investigar o evolucionar, ni un mapa ennegrecido que de repente desvela una escaramuza que aniquila a tu pequeña avanzadilla de exploración. Con tan solo una baraja de cartas, un mundo persistente, una banda sonora de quitarse el sombrero y una gran comunidad que mantiene vivo tan mágico universo, se pueden revolver los cimientos del género dando como resultado una propuesta diferente, que engancha y divierte, con exigentes desafíos para los más experimentados, y diferentes opciones que facilitan la accesibilidad a aquellos iniciados en la estrategia, y todo con un dinamismo inusitado nunca visto hasta ahora.
A mediados de Marzo de 2009, Battle Forge se pondrá a la venta en formato físico en las tiendas especializadas, o a través de descarga en la tienda online de Electronic Arts, al precio oficial de 49,95€. Mientras tanto, los lectores pueden experimentar un avance del juego participando en la beta abierta accesible desde su web.