X-Blades, Impresiones
La rusa y nóvel Gaijin Entertainment se estrena en las consolas de nueva generación con X-Blades, un hack'n slash de acción y aventura visiblemente inspirado en la animación oriental. Tomando lo mejor de los más grandes géneros y con una provocativa protagonista, se ha creado un título que promete no dejar indiferente a nadie.
La rusa y nóvel Gaijin Entertainment se estrena en las consolas de nueva generación con X-Blades, un hack'n slash de acción y aventura visiblemente inspirado en la animación oriental. Tomando lo mejor de los más grandes géneros y con una provocativa protagonista, se ha creado un título que promete no dejar indiferente a nadie.
En los últimos años se está observando en el panorama internacional un auge de videojuegos provenientes del terreno independiente. Suelen ser títulos desconocidos por la mayoría, pero defendidos por una minoría que provoca el interés de grandes empresas distribuidoras e incluso desarrolladoras. Este ha sido el caso de Gaijin Entertainment, una creadora rusa con pocos juegos en su haber pero que ha sabido llamar la atención de dos productoras como SouthPeak Games y TopWare Interactive. El juego al que nos referimos fue, en un principio, Oniblade, que pronto sufrió un lavado de cara y un nuevo bautismo hasta ser conocido como X-Blades.
Los retrasos que el título ha sufrido en su reestructuración a lo largo del 2008 han sido numerosos, aunque parece ser que la fecha definitiva de salida en Europa es hoy, 14 de enero de este nuevo año para países de habla inglesa, y el mes de febrero en EEUU. España no entra en los planes de Southpeak, que ha confirmado que no lanzará el título en nuestras fronteras, a pesar que X-Blades cuenta con subtítulos en nuestro idioma con lo que la única solución para los interesados es la compra por Internet y la importación. Por otro lado, esperamos que el haberlo postergado haya valido la pena, aunque parece ser que los distribuidores apuestan fuerte por el título, ya que se guardan en la manga una edición especial de coleccionistas, por ahora para PC, antes de que el juego haya visto la luz. La edición estará formada por una figura de Ayumi -la protagonista-, un libro con arte, banda sonora, guía y póster Un buen despliegue de merchandising.
Nuestro viaje comienza cuando cae en manos de Ayumi un mapa que le lleva a un lugar donde debe buscar un misterioso orbe. A medida que la historia avanza y que nuestra heroína va aceptando encargos, nos dirigimos a uno de los dos finales alternativos que existen. Baste decir que estos dos finales son el de la luz y el de la oscuridad y que serán las decisiones de Ayumi las que nos llevarán a un desenlace u otro. Pero Ayumi no será nuestra única protagonista, también tendremos la posibilidad de manejar a Jay, un joven que encuentra durante su viaje y con el que surge algo más que una simple amistad, o al menos eso parece.
Las criaturas demoníacas serán los enemigos de nuestra heroína, ya que al tomar el orbe desató un mundo de oscuridad. Los enfrentamientos son batallas en tiempo real, al estilo Devil May Cry. No contentos con tomar más de una influencia del mecanismo de juego de esta saga, también imitan el modo de ganar experiencia -como en Onimusha-. En X-Blades subimos de nivel por la absorción de almas que los enemigos liberan al ser derrotados. La adquisición de nuevas habilidades, la mejora de las ya obtenidas o la posibilidad de perfeccionar nuestras arma de largo -pistola- o corto alcance -espada-, junto con la compra de algunas vestiduras -escasa variedad- será lo más importante para el aumento de nuestra fuerza y estrategia; conseguiremos así mejores combos, saltos acrobáticos y un sinfín de posibilidades que harán de los combates un entretenimiento visual. A pesar de todo, nuestra magia no es infinita.
Nuestra capacidad nigromántica dependerá de una cantidad limitada -llamada en el juego 'rabia'- que debemos ir recuperando al matar enemigos o al encontrar unos cristales mágicos de color carmesí repartidos por todo el mundo. También habrá momentos en los que el número de criaturas nos supere en número, valga la redundancia, impidiéndonos pensar con claridad o actuar con rapidez; para ello, se ha incorporado un mecanismo de ralentización del tiempo que recuerda al Prince of Persia.
En la pantalla de juego se nos muestra una barra de vida -pocos juegos actuales aún la conservan, en detrimento del uso de la pantalla que se tiñe de rojo a medida que uno es herido-, el número de enemigos aniquilados o el cuadro de magias, que podemos configurar en cualquier momento según el enemigo que tengamos delante. Como la mayoría de RPG's, X-Blades aporta también criaturas elementales, complicando un poco más los enfrentamientos y no dejándolos en el simple cuerpo a cuerpo.
Los cuarenta mundos en los que nos moveremos contienen escenarios amplios y detallados. Este despliegue gráfico del entorno se ve acompañado por los efectos, tanto especiales como de ambiente, que pueblan la historia. El reflejo del sol, los golpes de luz provenientes de la pistola o la espada y de también la magia, recuerdan aún más ese mundo de fantasía en el que se nos ha sumergido. Tanto en exteriores como en interiores, se nos irán poniendo elementos físicos -piedras, barrancos, tornas - que nos impedirán seguir nuestro camino con facilidad o como si de un paseo se tratara; ello tendremos que superarlo con nuestras habilidades físicas, y quizás también mágicas.
- Acción