El concierto de tu vida

Uno de los mayores inconvenientes -y a la vez, una de las mayores ventajas- de toda esta nueva oleada de títulos musicales es la batalla de exclusividades. Empresas que ponen un buen taco de billetes sobre la mesa, luego unas discográficas esperando a que el competidor más cercano les ofrezca un talón por un valor superior a lo que les acaban de ofrecer, luego otra empresa pujando aún más fuerte… Al final los usuarios somos los que tenemos que decidir, una vez más, por ver qué artista o qué canción nos es más querida en vez de apostar por la calidad del producto. Si miramos la otra cara de la moneda, probablemente si no fuese por esta competición tan encarnizada entre Rock Band y Guitar Hero: World Tour no hubiésemos visto dos listas de temas tan elaboradas y tan atractivas.

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Una de las mayores bazas de ambos títulos ha sido la de incluir a artistas míticos que nunca antes habían hecho una aparición en este género en creciente explosión. Quizás por el poderoso caballero, o bien porque sea una manera muy potente de promocionar la música de cara a las nuevas generaciones, gente como Bob Dylan o Jimi Hendrix se dejan ver  por primera vez -más allá de covers, refiriéndonos a este último-. Probablemente más de uno dirá que no les hace falta, que tienen su reducto bien delimitado, como es también el caso de AC/DC, probablemente la banda más representativa en lo que unir a jóvenes y a viejos rockeros durante sus conciertos en directo. En realidad, toda promoción es poca.

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Capturar la esencia de un grupo como es el de los hermanos Young y cía. es complicado. Primero, porque son el culmen de la simpleza, del riff agresivo, potente pero lleno de ritmo; porque son la quintaesencia del hard rock, y por lo tanto en su estructura es complicado ofrecer un reto lúdico; y porque entre su discografía constan tantos éxitos que es muy complicado hacer una recopilación lo suficientemente compensada para casar con todo tipo de gustos. Pero se ha hecho, ofreciendo a todo rockero fiel un pack de canciones en disco, independiente de Rock Band 1 y 2, a un precio competitivo. Y de una manera más que interesante.

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Por el resto, se echa muy en falta el sello personal del grupo en toda la caja. Es decir: oímos a AC/DC, pensamos que somos AC/DC mientras tocamos, pero no vemos a AC/DC en ningún momento. Algún tipo de modo principal algo diferente, más original, y la participación de modelados virtuales en el juego hubiesen sido de agradecer; tampoco tenemos que obviar el enfoque documental hecho por títulos como Guitar Hero: Aerosmith, muy correctos de cara a un producto dirigido a quien está dirigido: seguidores del grupo. Más tratándose de un directo tan mítico como el Donington el cual la mayoría tenemos más que gastado de reproducirse en nuestros DVDs/CDs.

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La repercusión de este hecho en la jugabilidad es que los temas, inevitablemente, se aceleran. 'Whole Lotta Rosie' se hace algo imposible a comparación del original, 'Thunderstruck' se vive de otra manera con los coros del público animando en el solo inicial, y 'The Jack' o 'T.N.T.' reciben un soplo de aire fresco. 'For Those About To Rock (We Salute You)' parece algo extraño en su presencia, porque ya lo vimos en Rock Band 2 y se hubiese agradecido una alternativa, pero la versión en directo siempre se agradece. Los que quieran pasarlo bien, podrán hacerlo: recordemos que la dificultad va de Fácil a Experto. Pero llegar a dominarlo no será cosa tan fácil.

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Primero por la voz. El señor Johnson tiene un timbre muy peculiar, por lo tanto, hará falta ponernos a prueba haciendo gallos si queremos clavar sus líneas vocales en temas muy concretos. Luego, las guitarras obviamente cuentan con unos solos en algunos casos difíciles, en otros muy disfrutables, con una buena compensación entre ambas vertientes. Se echa de menos, eso sí, sustituir el bajo por la guitarra rítmica, puesto que aquí nos encontramos a un cuarto miembro del grupo no sudando ni la mitad que el resto. Lástima.

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