Afro Samurai, Impresiones

El samurai afroamericano llega a las consolas con la misma sed de venganza que le llevó a convertirle en una de las OVAs más conseguidas de los últimos años. La historia protagonizada por un Samuel L. Jackson anime se transforma así en un beat ‘em up que hereda tanto su estética a caballo de la animación oriental y occidental, su faceta gore, y su banda sonora, muy personal para una obra del estilo. Vemos las primeras estocadas que Atari nos tiene preparadas en Londres.

Adaptaciones, adaptaciones. En la mayoría de licencias se suele hacer un destrozo con el nombre utilizado, pero, como en todo, hay excepciones. Las series de animación quizás reciban -últimamente con más frecuencia, incluso- un trato especial dentro de esta desagradable norma. Tal vez sea porque su concepto natural se presta más para ello, tal vez no. Aún así, lo lógico es fruncir el ceño ante cualquier anuncio que se haga de una franquicia conocida. Porque ser más exigente con productos audiovisuales de calidad y que algunos idolatramos es algo a lo que tenemos todo el derecho del mundo.

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Hace poco se lanzó Afro Samurai, un curioso cóctel en forma de un samurái afroamericano. En una mezcla de un Japón feudal y futurista con elementos de steampunk, aparece un maestro de la espada, Rokutaro, quien lleva en su cabeza una bandana que le acredita como el más habilidoso del mundo. Para muchos es considerado una deidad, y ninguno tiene derecho a tocarle. Ninguno salvo aquel que lleve una bandana con el número dos. Ese fue el caso de Justice, quien acabó con su vida delante de los ojos de su hijo, Afro. Tras conseguir ese estado casi de divinidad, decidió retirarse a la montaña y esperar, ansioso, al momento en el que ese pequeño se hiciese mayor y le arrebatase lo que es suyo. Y así se desarrolla la historia de esta OVA dividida en cinco capítulos. Su adaptación al ocio electrónico pretende capturar toda esa violencia alrededor de Afro hasta su llegada a la cima y, por lo tanto, a la justicia. Atari nos presenta en Londres un pequeño atisbo de lo que nos ofrecerá en su lanzamiento.

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Lógicamente la protagonista de la violencia será la espada -a pesar de que veamos elementos modernos en los rivales de Afro-, sustentando un beat ‘em up sin paliativos. En la demo mostrada nos introdujimos en un templo, con miles de samuráis enemigos esperando ansiosos para intentar acabar con nosotros. Mientras la batalla ocurría, nos contaban lo útil que puede ser el juego para tratar de forma más profunda algunos de los fragmentos de la serie, así como introducir algunos de nuevo cuño. Todos ellos aderezados con la voz de Samuel L. Jackson, quien como no podría ser de otra forma, participará activamente con su personaje.

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Intercambiando espadazos vimos cómo existían dos ataques fundamentales: X e Y, uno para el débil y otro para el fuerte, añadiéndose otro para lanzar patadas. De este modo se hacen todas las combinaciones básicas. La naturalidad de estos movimientos se deja ver en todos esos ataques, impregnados de estética y buen hacer, en los que se ven a los rivales ceder uno a uno, sin contemplaciones. Como en cualquier título del género, iremos progresivamente aplicando nuestros progresos conforme la dificultad vaya en aumento. Parece ser que la progresión estará cuidada en todos los sentidos, algo fundamental para darle a la batalla final con Justice el tono épico que se merece.

En un momento en concreto, la escena comenzó a teñirse de gris en un slow motion, para finalizar con un enemigo siendo partido por la mitad. Pulsando el gatillo izquierdo damos el toque final, parándose la acción para poder ajustar dónde exactamente queremos ‘cortar'. En este sentido se ha puesto bastante mimo, despedazando brazos, cabezas, piernas, y cinturas. Como ataque poderoso que es, ejecutarlo nos dejará levemente expuestos, y tardará un poco en volver a cargarse, aunque podremos regodearnos y matar a todo aquél que deseemos mediante esta espectacular técnica. Habrá otro tipo de maneras para hacerlo, como atravesando su boca con la espada, o lanzando una zancadilla la cual les deja terriblemente expuestos a nuestro acero. Muy estético.

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Pero en este sentido, para contraponer esta tónica de pelea pura y dura hasta la extenuación, se incluyen pequeñas secciones de exploración e incluso de plataformas. Afro podrá correr por las paredes, hacer dobles saltos, amén de otras piruetas imposibles de cara a la consecución de sus objetivos. Por ejemplo, vimos cómo había un interruptor en lo más alto de una pared, el cual fue pan comido para el héroe. No serán muy comunes y en todo caso tampoco muy complejas; tan sólo una manera de darle un toque diferente a ciertas secciones, algo que ha funcionado en clásicos consabidos innumerables veces.

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El diseño de niveles en este sentido no parece discutir mucho con lo ya establecido. En la demo vimos a un enorme jefe final provocando a Samuel L. Jackson, recibiendo las respuestas que uno puede esperar de alguien como Afro. Es decir, en el tono tan personal que le dio a la serie. Luego, mientras él huía, tuvimos que hacernos cargo de no pocos súbditos mientras, de fondo, sonaba el espectacular soundtrack de la serie, uno de los mayores aciertos en esta producción y que aquí se mantiene con toda su grandeza y dándole al conjunto esa cohesión para valerse como parte de una licencia. Luego, un par de plataformas, interruptores, y más enemigos. Así que vuelta a empezar. Nada nuevo bajo el sol.

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