Disaster: Day of Crisis, Impresiones
El fin del mundo se acerca, maremotos, terremotos, erupciones volcánicas, grandes incendios... a ver quién es capaz de sobrevivir a todo eso. Bueno, pues por si no ha quedado claro, nosotros tendremos que hacerlo en Disaster, y en MeriStation ya hemos conseguido superar algunas pruebas.
El fin del mundo se acerca: maremotos, terremotos, erupciones volcánicas, grandes incendios... a ver quién es capaz de sobrevivir a todo eso. Bueno, pues por si no ha quedado claro, nosotros tendremos que hacerlo en Disaster: Day of Crisis, y en MeriStation ya hemos conseguido superar algunas pruebas.
El calentamiento global parece estar causando estragos en nuestro planeta, ya sea con terremotos, huracanes, inundaciones o cualquier otro efecto provocado por la naturaleza. No vamos a entrar a debatir sobre si es cierto o no, o si nuestra mano está influyendo significativamente en ello, ya que distamos bastante de ser científicos, pero viendo Disaster: Day of Crisis no podemos evitar recordar este asunto.
Prácticamente todas estas catástrofes están reflejadas en este juego de un modo u otro y nos invitan a lidiar con ellas tomando el papel de un miembro de un equipo de crisis de una pequeña y ficticia ciudad estadounidense, Blue Radge City. El nombre de nuestro protagonista es Raymond Bryce y anteriormente trabajaba como miembro de un grupo de rescate, hasta que sucedió un determinado incidente que provocó que decidiera cambiar de aires.
Hasta entonces, era un joven optimista que creía que podía salvar a todo el mundo. Sin embargo, durante una erupción volcánica, él y su equipo se encontraban trasladando a unas personas en la ladera de la montaña mediante un helicóptero cuando éste es alcanzado por un proyectil salido de la infernal chimenea. Tanto Ray como su mejor amigo y compañero, Steve, aún no habían subido a bordo y sobreviven, al menos temporalmente, ya que deben escapar de allí a pie. "Realmente un día de perros", como dicen ambos.
Esta fase sirve de tutorial para conocer los conceptos básicos, aunque a lo largo de nuestra aventura vamos aprendiendo un rango de acciones mucho mayor y en cada momento el juego se detiene para darnos la explicación pertinente. Para ello, muestra una imagen (o varias) con los gestos a realizar o botones a pulsar y nos señala los posibles indicadores de la interfaz involucrados, de modo que nos quede perfectamente claro.
A continuación sigue una pequeña prueba, integrada con lo que está sucediendo, pero prueba al fin y al cabo porque es bastante sencillo, para que tengamos ocasión de poner en práctica lo recién aprendido. Todo esto queda reflejado en un apartado dentro del menú principal, pudiéndolo consultar en cualquier momento por si se nos ha olvidado. De hecho, en algunas explicaciones menos relevantes la partida no se detiene, sólo nos avisan de que se ha agregado una nueva entrada a esa pequeña enciclopedia por si tenemos interés en consultarlo.
Volviendo a la situación de estos dos valientes hombres, durante su huida, Steve se precipita por un barranco y Ray alcanza a duras penas a cogerle la mano. Desafortunadamente, poco puede hacer, la situación hace imposible que lo ice y Steve decide valientemente tirarse para que su amigo escape. Preveyendo un triste final, previamente Ray había recibido de su compañero una brújula muy especial que le regaló su hermana y le hizo prometer que se la devolvería y cuidaría de ella. Pero Ray no lo hace, avergonzado de no haber podido salvar a Steve, se encierra en su mundo y se vuelve un ser arisco y nada sociable.
El juego de verdad empieza un año después. Un grupo terrorista, formado por ex-militares de élite y denominado SURGE, ha secuestrado a un sismólogo llamado Dr. Davis y a su joven asistente, Lisa, que es ni más ni menos que la hermana de Steve. El cuerpo de policía pide ayuda al grupo de crisis de la ciudad, concretamente solicitan a una persona en concreto, Ray, para que colabore con ellos, pues desconocen y temen los propósitos de esta banda armada.
A partir de entonces, comienza una aventura que casi como único denominador común tiene el uso del Wiimando. Multitud de acciones muy dispares nos aguardan, utilizando el periférico principal de Wii acompañado del Nunchuk, excepto en las fases de conducción, donde es dispuesto como volante en horizontal. Lo que más comunmente se repetirán, quizá en exceso perjudicando a la variedad que presenta este título, son los tiroteos frente a los soldados de SURGE, en los que obviamente utilizamos el puntero para disparar.
Son al más puro estilo Time Crisis, con un botón para escondernos, para recargar agitamos el Nunchuk y cambiamos de arma con la cruceta (las cuatro que queremos llevar las elegimos entre nivel y nivel). Tenemos balas infinitas en la pistola, no así en otros componentes de nuestro arsenal, como un fusil automático o una escopeta. Un icono alrededor de quién nos está disparando nos indica cuándo está a punto de apretar el gatillo, diciéndonos cuándo ocultarnos y en qué momentos salir.
También hemos de tener en cuenta que no es posible protegerse de todas las armas, los misiles hay que repelerlos antes de que nos alcancen o nos dañarán incluso agazapados tras un muro. Los jefes finales no faltan a la cita y son de lo más variado. Desde luego enfrentarse a dos vehículos blindados levemente parapetados no es una tarea fácil, y es sólo uno de los primeros enfrentamientos que encontraremos. En esas situaciones, un círculo tirando a morado aparece esporádicamente, cuando es el momento adecuado para atacar y hacer mucho más daño.
El estado de Ray en cada momento viene definido por dos barras situadas en la parte superior izquierda de la pantalla. Una de ellas se refiere a la resistencia y la otra a la vida. Cualquier movimiento que realizamos gasta resistencia, la cual hemos de recuperar consumiendo alimentos. Si nuestra fortaleza física llega a cero, entonces lo que disminuye en consecuencia es el nivel de salud, que también se ve afectado lógicamente si sufrimos algún tipo de daño.
Disponemos de un pequeño inventario formado por tiritas (rellenan un 25 % de salud), botiquines (suben un 50 % la salud), galletas (incrementan la resistencia) y ampollas (impiden que nuestra resistencia descienda durante algunos segundos). Estos objetos los vamos encontrando dentro de todo tipo de elementos del escenario, como rocas, papeleras, barriles, etc., los cuales hemos de romper agitando el mando de Wii junto a ellos. Además, ahí dentro también aparece munición y otro tipo de alimentos no transportables que, como hemos dicho, rellenan la barra de resistencia o incluso la de salud si la primera ya está a tope.
Con estos parámetros básicos se despliega una ingente cantidad de situaciones muy distintas, aunque vamos a intentar daros algunos ejemplos para que os hagáis una idea de todo lo que ofrece. No hemos podido terminar el juego aún, pero estamos convencidos de que guardará sorpresas hasta el último momento, pues durante nuestra primera travesía no dejamos de aprender acciones nuevas y la particular base de datos del juego sobre las mismas no cesaba en su crecimiento.
Durante el nivel-tutorial aprendemos algunas cuestiones fundamentales. El control se hace mediante la palanca del Nunchuk, detectando distintos grados a la hora de avanzar para correr o ir andando. Además, con el botón B se esprinta. La cámara es automática, aunque algo lenta a la hora de recolocarse cuando giramos al personaje, así que mediante la cruceta podemos moverla manualmente. No es del todo óptimo ya que no se desplaza tan rápido como si hubiese una segunda palanca analógica. Con el botón C la volvemos a dejar en su situación automática.
El fuego es una de nuestras primeras dificultades y nos la encontraremos en más de un lugar. Si nuestra ropa arde, hemos de alejarnos lo antes posible de las llamas para posteriormente apagarnos agitando ambos mandos. En cuanto al humo, si no pasamos a toda velocidad a través de él podemos inhalarlo, debiendo posteriormente pulsar Z para inspirar aire puro y limpar nuestros pulmones.
Eso sí, si corremos demasiado, aparte de disminuir mientras tanto nuestra barra de esfuerzo, puede llegar un momento en que nuestras pulsaciones se pongan al máximo y nos detengamos de golpe para descansar. En ese momento, nuestra resistencia baja drásticamente, así que hay que tener cuidado. Por otro lado, una de las posible pruebas a encontrarnos es tener que salir huyendo en alguna situación concreta. En esos casos, la cámara nos enfoca de frente y hemos de agitar rápidamente tanto el Wiimando como el Nunchuk durante varios segundos, de manera incansable.
Ray lleva en la sangre el rescatar a gente, así que esté donde esté, siempre puede gritar para ver si alguien necesita auxilio. En ese caso, de haber alguien cerca, se gira en esa dirección. No es imprescindible, pero aparte de ser un entretenimiento más, nos permite conseguir puntos de rescate que en seguida veremos para qué sirven. Lo que hay que hacer con las víctimas es muy diverso, casi tanto como el juego en sí.
A unas les bastará con que les demos un objeto de nuestro inventario, como un botiquín o tiritas. A otras las tendremos que sacar de donde están para trasladarlas a un lugar más seguro o junto a algún ser querido. Mientras las transportamos, su resistencia baja y puede llegar a cero, así que hay que darse prisa (cuanto antes lleguemos, más puntuación obtenemos). En determinados casos nuestro deber será curarlas a través de un minijuego en el que, usando ambos periféricos, les limpiamos las heridas y se las vendamos.
No acaba ahí, también entran los llamados "QTE" (Quick-Time Events), al modo Disaster. Por ejemplo, puede tocarnos levantar una roca en un instante concreto tras pulsar repetidas veces A, elevando el Nunchuk y el Wiimando a la vez en el segundo justo. O quizá tenemos que agarrar la mano de una persona en peligro, para ello hay que mover rápidamente el mando en la dirección de dicho individuo en el momento en el que él extiende la suya. Hay de todo como se puede ver (y lo que aún no hemos descubierto...).
Los puntos de rescate, sirven para aumentar las habilidades de Ray (fortaleza, concentración...). También obtenemos puntos según nuestra eficacia en las fases de disparo (lo mejor es apuntar a la cabeza preferentemente, aunque si acercamos la cámara la concentración disminuye y podemos desviar el tiro). Con ellos podemos adquirir nuevas armas o mejorar las existentes. Por lo tanto, cuanto mejor lo hagamos, más nos facilitaremos el camino en los siguientes episodios (23 en total, que aún no lo habíamos dicho), pese a que suene en cierto modo contradictorio. Siempre puedes volver, eso sí, sobre un nivel ya completado.
¿Qué más se puede hacer en el juego? Pues casi de todo, al menos que esté relacionado con los desastres naturales. ¿Queréis nadar? Hacedlo. ¿Os apetece apagar un incendio con un camión de bomberos? Pues a ello. ¿Ahora os va mejor pensar un poco? Pequeños rompecabezas no faltarán. ¿Quizá os gustaría huir de un Tsunami pisando el acelerador de un coche? ¡Adelante! Como ya hemos comentado, continuamente aparecen acciones nuevas.
Los diálogos se encuentran enteramente en inglés, desafortunadamente Nintendo no ha hecho el esfuerzo en esta ocasión de doblar el juego a nuestro idioma, algo con lo que Disaster hubiera ganado enteros dadas las constantes conversaciones que se producen. Hay multitud de secuencias creadas con el motor del juego, además de un vídeo de introducción prerrenderizado, que le aportan un cierto toque de cine de acción. Técnicamente, las imágenes hablan por sí solas, así que simplemente nos quedaremos con que no es lo que se dice su punto fuerte.
Todas las distintas partes (disparos, conducción, rescates y de otro tipo) suelen estar marcadas claramente en su inicio y su final, verificando que estamos ante un juego de juegos donde se mezclan sin problema distintos géneros. Una aventura de lo más completa y que estamos deseando que llegue por estas tierras, ya en apenas un par de semanitas prácticamente. Curiosamente, antes que en EE.UU. por una vez.
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