World of Warcraft: Wrath of the Lich King, Impresiones

Con el lanzamiento de la segunda expansión a la vuelta de la esquina, desde MeriStation hemos tenido acceso a la beta de la misma, y por fin hemos podido probar las novedades de un juego que está destinado a arrasar con todas las listas de ventas durante el último trimestre del año. Wrath of the Lich King aportará muchas novedades a World of Warcraft -posiblemente muchas más que The Burning Crusade- tanto a nivel técnico como jugable, algo que el juego pedía a gritos sobretodo para afrontar con garantías la batalla de MMORPG's que se llevará a cabo las próximas navidades entre el título de Blizzard, Warhammer Online y el cada vez mejor Age of Conan.

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Como ya sabéis absolutamente todos a estas alturas, con Wrath of the Lich King se abre un nuevo continente, situado al norte de Azeroth, y al que accedemos desde distintos lugares dependiendo si somos Horda o Alianza. La Horda accederá volando desde unas nuevas torres situadas en Orgrimmar y Undercity, mientras que la Alianza llegará a Northrend desde la nueva zona abierta en Stormwind, que viene a hacer las funciones de puerto (si os fijáis, en los reinos de World of Warcraft hay una panda de ingenieros acumulando dinamita para hacer estallar el muro que dará acceso a esta nueva barriada de la capital humana. Llegamos a Borean Tundra, una inmensa zona muy al estilo de Hellfire Peninsula, con series de quests muy separadas unas de otras, y que por lo tanto será capaz de almacenar la ingente avalancha de jugadores que llegarán justo el día del lanzamiento.

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Lo primero que nos ha llamado la atención de Wrath of the Lich King es el renovado apartado gráfico. Nos mostrábamos muy escépticos con las promesas de mejoras realmente notables a nivel técnico en esta segunda expansión, pero Blizzard no se ha quedado atrás ante los despliegues gráficos que están mostrando los MMORPG's más actuales. La novedad más llamativa es el uso de sombras en tiempo real, que por el momento sólo se pueden activar mediante un comando en la consola (es de esperar que se active una nueva opción de configuración en el menú de ajustes gráficos en el juego final). Como podéis ver en las capturas que ilustran el presente artículo, Wrath of the Lich King acabará con las ridículas sombras circulares en los pies del personaje para ofrecer sombras detalladas en tiempo real tanto para personajes como para todos los elementos de los escenarios, incluidos los de Azeroth y Outlands. El resultado, como podéis ver, y a falta que se depuren algunos errores en el trazado de las sombras, es sorprendente.

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Se nota además un mayor nivel de detalle tanto en el modelado de los nuevos enemigos y objetos como, sobretodo, en el detalle de las texturas que los visten. Si las Outlands ya marcaron un notable salto técnico (discutible en el plano artístico) con respecto al World of Warcraft original, Wrath of the Lich King supondrá una mejora mucho más destacable en ese sentido.

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Pero vamos a lo que es realmente importante: las novedades jugables. Hemos podido probar los primeros niveles de la nueva clase, los Death Knight, que empiezan sus aventuras en una pirámide similar a la de Naxxramas. De hecho, en ella nos encontramos a varios de los jefes de aquella raid (que regresará actualizada y adaptada para raids de 25 jugadores), aliados ahora, y con el mismísimo Arthas, el actual Lich King, que al poco de forjarnos una espada para combatir nos empieza a facilitar misiones. La verdad es que la nueva clase no es precisamente sencilla de usar. Es tan distinta a todas las demás clases, que los conceptos básicos de maná/energía/ira que se habían aplicado hasta ahora dejan de tener sentido con el Death Knight. El nuevo sistema de runas promete una gran versatilidad en las funciones del Death Knight, aunque faltan aún muchos ajustes en sus tres ramas de talentos, pues ahora mismo hay combinaciones realmente devastadoras difícilmente contrarrestables por las demás clases del juego.

Dada la legión de fans del universo de Warcraft que vais a leer este artículo, no queremos destriparos nada acerca de los impresionantes primeros niveles de la clase, sobretodo en el ámbito del argumento y la historia. Simplemente os diremos que para todos los que disfrutásteis con la campaña humana de Warcraft 3 y con los episodios protagonizados por Arthas en The Frozen Throne, vais a gozar como niños con los 5 primeros niveles de la clase, en los que se nos plantean misiones de lo más variadas y originales, y como decimos, apoyadas por una importante carga argumental.

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Más allá de los nuevos talentos, que ampliarán las posibilidades jugables de cada clase, hemos tenido la oportunidad de probar algunas de las mejoras que aportará la expansión al universo de World of Warcraft. A nuestro modo de ver, la más llamativa es el nuevo sistema de logros, muy similar al que vimos en El Señor de los Anillos Online. Con este sistema, Blizzard pretende ampliar la cantidad de retos que los jugadores pueden superar durante su andadura en el mundo de Warcraft. Los hay de muchos tipos distintos: enfocados al PVP, al PVE, a la exploración de escenarios, a la recolección de determinados objetos... vamos, desde cosas tan sencillas como alcanzar nivel 80 hasta algunas tan complicadas como matar a 50 enemigos en PVP sin morir ni una sola vez.

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También hemos tenido la oportunidad de probar las "peluquerías", situadas en cada una de las capitales del juego, donde podemos cambiar tanto el corte y color de pelo como la cara del personaje (se dice que se podrían añadir tatuajes y otras particularidades en la versión final, aunque por el momento no está confirmado). De momento no están implementados los prometidos nuevos cortes de pelo, pero por la red ya circulan filtraciones de los nuevos estilos que ampliarán las escasas posibilidades de caracterización que ofrece World of Warcraft en la creación de los avatares.

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La interfaz gráfica también ha recibido cambios importantes. Por un lado, se ha añadido una nueva pestaña en el menú del personaje donde se almacenan todas nuestras mascotas y monturas, que se invocan ahora como si fueran hechizos en vez de objetos como hasta ahora (ganando así bastante espacio en las bolsas). Se ha incorporado además un práctico y cuidado calendario, que además de señalizarnos las fechas más importantes para los eventos que se producen en el juego, nos permite registrar notas y avisos con suma facilidad, siendo esto algo que agradecerán especialmente todos los clanes que siguen un metódico planning para completar los contenidos PVE.

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Como decíamos, cada clase ha recibido un nuevo conjunto de talentos en sus tres ramas, que amplian las posibilidades de cada una de ellas. Cabe destacar la impresionante mejora que están recibiendo los Paladin en la beta, el tan esperado talento de Warrior "Titan's Grip" (que nos permitirá usar armas a dos manos, una en cada mano), los primeros ataques de área para los Rogue (a base de cuchillos), la nueva forma de demonio para los Warlock y un sinfín de mejoras y novedades para todas y cada una de las clases. Muchos de los talentos siguen sin estar del todo nivelados, por lo que habrá que esperar hasta el mismo día de lanzamiento (y posiblemente unos cuantos parches más) para que la relación daño/aguante de todos los añadidos alcance un coeficiente adecuado.

Sin embargo, y pese a haberle dedicado varias horas a esta primeriza versión de Wrath of the Lich King, son muchas las cosas que aún nos quedan por descubrir. De momento nos hemos adentrado sólo a una mazmorra (muy sencilla, por cierto), y habrá que ver los avances que ofrecerá Blizzard en ese ámbito. También nos quedan por probar las nuevas zonas de PVP, tanto las nuevas arenas como la zona de Northrend dedicada en exclusiva al PVP, que viene a intentar hacernos olvidar los fallidos intentos de PVP abierto que aportó The Burning Crusade.

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Aún así, nuestras primeras impresiones con Wrath of the Lich King son muy positivas. Nos alarmó mucho el excesivo continuismo que ha mostró Blizzard en los cuatro parches que siguieron a la llegada de The Burning Crusade: se limitaban a añadir nuevas mazmorras, nuevas reputaciones y nuevos items, nada más. Por eso, la cantidad de novedades que parece ser que aportará la nueva expansión nos garantiza una mejora y ampliación sustancial en cuanto a las posibilidades del MMORPG líder del mercado, algo que muchos usuarios llevaban tiempo pidiendo y han buscado, con mayor o menor éxito, en los otros excelentes masivos online que han aparecido en los últimos meses. ¿Será todo este contenido suficiente para afrontar con garantías la despiadada lucha que se llevará a cabo las próximas navidades entre Wrath of the Lich King, Warhammer Online y Age of Conan? Sólo el tiempo lo dirá, pero por si acaso, vosotros no hagáis muchos planes para las fiestas, que el 'vicio' promete ser máximo...

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