Dragon Quest V, Impresiones
Un año después de que el gigante Square-Enix sorprendiese con el anuncio de una serie de tres remakes de una de sus vacas sagradas, Dragon Quest, para la portátil de moda, acaba de salir al mercado en tierras niponas la segunda de las tres entregas prometidas. No en vano éste está destinado a ser el año de dicha franquicia, pues hay que recordar que tras el pasado lanzamiento del experimental Dragon Quest Swords, está en ciernes el lanzamiento para DS del esperadísimo Dragon Quest IX.
Un año después de que el gigante Square-Enix sorprendiese con el anuncio de una serie de tres remakes de una de sus vacas sagradas, Dragon Quest, para la portátil de moda, acaba de salir al mercado en tierras niponas la segunda de las tres entregas prometidas. No en vano éste está destinado a ser el año de dicha franquicia, pues hay que recordar que tras el pasado lanzamiento del experimental Dragon Quest Swords, está en ciernes el lanzamiento para DS del esperadísimo Dragon Quest IX.
Años ha de aquel primerísimo Dragon Quest aparecido en NES, que establecería junto a otros títulos como Final Fantasy o Y's los fundamentos del rol en nuestras consolas domésticas. Tras múltiples secuelas, spin-offs, adaptaciones a otros formatos y un merchandising apabullante en su país de origen, la saga del dragón se ha hecho con justicia un hueco entre los grandes. Ello ha propiciado que la desarrolladora haya visto un filón inagotable y la explote tanto como pueda.
A este principio obedece el sino de estas nuevas adaptaciones. Con estos tres remakes se pretende dar un lavado de cara a lo que podría considerarse como la segunda trilogía del universo Dragon Quest, que toma como eje de la historia el castillo celeste de Zenthia, y que pasará a engrosar el nada parco catálogo de RPGs de DS. De hecho, esta no es la primera vez que estos títulos ven la luz en forma de remake, habiendo salido, en particular, esta quinta entrega en PS2.
El juego que nos ocupa, Dragon Quest V: Tenkû no hanayome, es la segunda parte de esta trilogía. El estilo de esta nueva adaptación sigue los pasos de Dragon Quest IV: Michibikareshi mono tachi, lanzado a finales del 2007 y que podremos disfrutar en Europa a partir de septiembre.
Como siempre, la historia girará entorno al héroe, cuyo bautizo (literal) correrá a nuestro cargo con su nacimiento al comienzo de la aventura. El argumento del título reseguirá desde los primeros pasos de nuestro protagonista junto a su padre, hasta llegar a convertirse en todo un hombre a lo largo de veinte años. A lo largo del camino, como es habitual, nos cruzaremos con un extenso elenco de personajes secundarios con los que podremos interactuar, o que nos acompañarán en nuestra aventura. Incluso en cierto momento podremos decidir que el héroe contraiga matrimonio con alguna de las chicas protagonistas.
El sistema de juego es el habitual en los Dragon Quest. Por un lado, nos podremos desplazar yendo de pueblo en pueblo a través del mapa del mundo, hablando con los habitantes de las villas para recaudar información y poder proseguir nuestra aventura, y pasando por las distintas tiendas para mejorar nuestro arsenal de armas y objetos. Para gestionar las acciones o el estatus de nuestro personaje podemos acceder al menú de estado característico de la saga.
Una de las principales características de esta quinta entrega es que fue la primera en incluir un sistema de captura de monstruos, que posteriormente cobraría importancia en los spin-offs DQ Monsters Joker. El protagonista, como domador de monstruos, tiene la opción de, en algunas circunstancias, añadir al rival derrotado en su equipo. Sin embargo, compañeros humanos también nos acompañarán para dar soporte al héroe en su periplo.
El juego aprovecha el motor gráfico de su predecesor, con el mismo sistema de personajes elaborados con sprites, integrados en escenarios 3D. Los fondos son coloridos y detallados, con enormes palacios y castillos destacando sobre los demás edificios constituyendo un apartado visual peculiar a la par que excelente. Asimismo podremos rotar el escenario o la estancia en que nos hallemos mediante los gatillos R y L para poder encontrar cofres, escaleras u otros elementos ocultos a simple vista. En cuanto al control, de nuevo no hará ningún uso de las particularidades táctiles de la portátil, recayendo todo el peso del control en el pad y en los botones y gatillos.
Cuando entremos en combate cambiará la pantalla para mostrarnos, en la inferior, a los enemigos de frente y, en la superior, a los personajes que tengamos en el grupo y sus puntos de magia o vitalidad. Tanto el diseño de los personajes protagonistas como de monstruos y enemigos corre a cargo del genial Akira Toriyama y se muestran con gran detalle en la pantalla de DS, en especial los enemigos finales. Las animaciones del combate, al igual que en su predecesor, han sido harto cuidadas tanto en los ataques como en las magias.
En cuanto al apartado musical, se debe hacer mención especial a la banda sonora compuesta en su momento por Koichi Sugiyama y revisada para la ocasión en esta versión portátil. Los efectos de sonido, por su parte, son los habituales en Dragon Quest: para las magias, para subir de nivel o cuando un compañero se nos suma al grupo.
En conclusión, con esta excelente reedición de Dragon Quest V se presenta una ocasión de ensueño para todos los fans de la saga de poder disfrutar por primera vez en territorio europeo de este capítulo inédito de la excelsa obra de Yuuji Horii. Sin embargo, también los amantes del RPG están de enhorabuena con este título que se añade a otros bombazos por llegar como el remake de Final Fantasy IV.
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