Tu primer acorde

Guitar Hero es una saga que está poco a poco proliferando más, con nuevas entregas e ideas continuamente. Activision, consciente de que el mercado portátil está poco explotado a estos efectos con tan sólo unos pocos títulos, decidió muy sabiamente en intentar llevar la idea de Red Octane a Nintendo DS. Un movimiento complicado, dada la configuración de una consola que ni se presta a llevar una guitarra como periférico ni se presta a tener un apartado sonoro muy detallado, tanto por problemas de espacio en el cartucho como de hardware.

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Pero como nada es imposible, Guitar Hero: On Tour ha aparecido con un periférico que intenta llevar la sensación que dan las versiones de sobremesa a cualquier entorno, 26 canciones con algunas adiciones exclusivas para nuestro país y un enfoque dedicado más al público ocasional que los fans de la saga, tanto por dificultad como por los temas escogidos. Lo cual no significa que aquellos más acostumbrados al sistema no lo puedan disfrutar.

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El complemento que viene acompañando al juego y el que justifica su aumento de precio comparado al resto del catálogo de la consola es el Guitar Grip, un añadido que incorpora los conocidos botones de Guitar Hero. Éste nos obliga a poner las pantallas en posición vertical como en los Brain Training o Hotel Dusk, por ejemplo, y así con la muñeca izquierda, poder llevar los botones y con la derecha la púa. Por supuesto, tiene un pequeño adaptador para aquellos poseedores de una DS antigua y la posibilidad de configuración para zurdos.

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La mecánica del título es conocida por todos y tremendamente sencilla. Conforme las notas van llegando hasta nosotros desde la pantalla izquierda mantenemos pulsado el botón correspondiente y damos a la púa  con la derecha en el momento oportuno. Una púa 'de verdad', una pequeña adaptación al sistema del lápiz táctil de Nintendo que, si bien no es insustituible, se hace muy recomendable para poder llevar el ritmo de las canciones.

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Ambos complementos tienen, a pesar de estar bastante bien fabricados, sus pequeños defectos. El Guitar Grip, como bien se puede observar, es a veces más incómodo de lo que en un principio debería. La mano se encuentra un poco agarrotada, y a las pocas canciones tendremos que dejar de jugar, como bien indica el mismo cartucho durante nuestras partidas. La púa, por su parte, responde correctamente por norma general. Si ya has probado Guitar Hero antes habrá un tiempo de adaptación, pero por lo demás, salvo casos puntuales donde requiera movimientos rápidos y el sistema no te lo reconozca, da la talla.

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En ciertas secciones las notas brillarán, indicándonos que de completarlas bien todas ellas podremos activar la energía estrella. En esta versión lo haremos a través del micrófono, gritando o soplando. Si se da el caso de que estamos en un lugar con mucho ruido ambiente, es probable que no podamos controlar el efecto y termine disparándose automáticamente. También podremos usar la cruceta, aunque coordinarse para tocar la canción y llegar al botón puede llegar a ser complicado.

Como es costumbre entre la franquicia, On Tour bebe de distintos estilos y épocas pero siempre intentándose mantener fiel al rock duro. Aquí, no obstante, hace muchas concesiones, para bien: dada la amplitud del público al que se quieren acercar, mujeres y niños incluidos, han procurado que haya una mayor presencia de temas provenientes de esta década o la pasada como 'Monsoon' de Tokio Hotel, 'This Love' de Maroon 5 o 'Anna Molly' de los más actuales y descafeinados Incubus. También se han incorporado temas españoles para que todo el mundo reconozca el mayor número de melodías posibles con la ya conocida 'Avalancha' de Héroes del Silencio, pero sobre todo destacan algunos aciertos como 'La Grange' de ZZ Top -cuya grabación no es la original, pero en cuestión de calidad queda muy cerca-, 'Youth Gone Wild' de los míticos guaperas hardrockeros Skid Row, 'I know a little' para que Lynyrd Skynyrd dejen el pabellón alto con el rock sureño, o 'Breed' de Nirvana. He aquí el listado completo:

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Por lo general la selección es acertada, aunque existen muchos grupos con temas mucho más clásicos y que se hubiesen agradecido encontrar, como 'The Final Countdown' de Europe, por nombrar alguno. Suponemos que esto se debe, sobre todo, a la búsqueda de material más diverso a la hora de llevar la materia lúdica a buen término.

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Pero dejando estos menesteres aparte, hay que mencionar la poca calidad de los altavoces de Nintendo DS. Es complicado, mucho, meter el susodicho listado con una compresión estable dentro de un cartucho, pero el resultado hace que, por desgracia, sean casi necesarios unos cascos para poder jugar mínimamente bien. Puestos los medios solucionado el problema, eso sí, aunque se echaría en falta algo más de calidad. Defecto comprensible.

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Como ya sabemos, nuestro periplo musical se limita a ir completando las canciones una a una en sets de cinco hasta llegar a las siguientes. Cuantas más estrellas consigamos en la valoración final -esto es, cuanta mayor sea nuestra puntuación-, más dinero nos darán para ir a la tienda virtual donde comprar nuevos hachas, atuendos y personajes. La mecánica clásica de Guitar Hero, pero en la palma de la mano.

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Sobre la dificultad hay que comprender que, obviamente, cuatro botones limitan mucho las posibilidades, pero aún así se ha puesto el freno de mano a esas vertiginosas exigencias muy conscientemente. El motivo: el público de la consola, del cual muchos de ellos no han tomado contacto con la saga más allá de fiestas entre amigos. Comprendiendo esto, las líneas seleccionadas son variadas; básicamente, el nivel experto de On Tour se encuentra cerca del difícil de GHIII. Existen acordes de tres notas, muy poco comunes, y sobre todo más de un riff complicado. Los hammer-in y pull-offs se pueden salvar, por lo general, sin problemas, debido a la carencia de esa quinta nota naranja.

En cuanto al multijugador, lo más destacable es ese estilo de duelo ya incluido por su hermano mayor llamado 'guerra' donde un guitarra fastidia al otro tapándole la pantalla, invirtiéndole las notas... Aquí, la interacción con la pantalla táctil se eleva al máximo teniendo que escribir un autógrafo con el stylus, soplando en dirección al micro, y otras combinaciones de lo más divertidas. La única lástima es que no exista online via Wi-Fi y sólo se limite a conexión local, necesitando cada uno su propio cartucho. También tenemos modo cooperativo, para que ambos hagan guitarra rítmica y solista, o solista y bajo respectivamente.

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