Carreras campestres, destrucción masiva, nitros a todo trapo y el conductor más castigado de la historia nos harán pasar unos ratos de lo más divertidos. ¿Te atreves? ¡Pelele va!
Una vez metidos en 'harina', el apartado gráfico de FUC es realmente completo, robusto y espectacular en cualquier momento del juego. Desde los vehículos, pasando por el diseño de los circuitos, las pruebas de pelele, los accidentes, la aplicación de la luz, los efectos de partículas y en especial un texturizado brillante que ayuda en gran medida a dar una sensación de potencia visual a la altura de la máquina.
Los vehículos no son reales, pero su modelado y grado de detalle en su texturizado es digno de alabar. Además, la variedad de estilos de vehículo es muy amplia, y con 12 coches en carrera simultáneamente no podemos quejarnos de la suavidad del motor gráfico en ningún momento. En ninguno. Bien es verdad que el juego corre a 30 cuadros por segundo, pero un motion blur bien aplicado (aunque algunos lo notarán excesivo) ayuda a una sensación de velocidad mucho más que aceptable.
En definitiva, un apartado gráfico espectacular, pero que utiliza ciertos trucos para serlo. No abusa de escenarios grandilocuentes, pero sí aprovecha de forma perfecta una gran cantidad de elementos interactivos, texturas excelentes y suavidad del motor gráfico a prueba de bombas. No podemos decir que sea potente porque los compatibles dan para bastante más, y unicamente un abuso del motion blur pueden ser detalles negativos propiamente dichos. Pero la verdad es que cumple sobremanera. Brillante.
Un juego arcade debe poseer unas características que sí se dan en este UFC: control directo, facilidad de desarrollo y curva de dificultad bien diseñada. Desde la primera carrera, desde la primera prueba Destruction derby, la primera contrarreloj o nuestra primera mejora en el coche, notaremos que nuestra pericia aumenta, que tomamos el control del coche y que 'aprendemos' cómo manejarnos en ciertas situaciones. FlatOut UC maneja con maestría todas estas situaciones, preocupándose por el jugador y cómo este necesita tener recompensas continuas para seguir desarrollando su carrera.
Uno de los puntos negativos que más se le pueden echar en cara al juego de Bugbear es la falta de coherencia en ciertos momentos del juego. Es decir, no notaremos en la conducción algunos elementos ciertamente importantes por tamaño y peso (por ejemplo, pasar por encima de tuberías, trozos de placas metálicas, etc) y sin embargo en alguna ocasión una simple caja de cartón es capaz de hacer volcar nuestro vehículo. Esto crea cierta impotencia e indefensión en el conductor, aunque la verdad es que la diversión es bastante superior a las malas sensaciones.
La opción de jugar mediante on-line con hasta 8 jugadores en carrera es una de las más atractivas posibilidades del título. El personal estilo de juego, donde todo vale y donde 'fastidiar' al rival es casi tan importante como ganar, da un valor añadido a un modo de juego que ya de por sí es atractivo, pero que puede dar lugar a carreras totalmente fuera de toda razón, donde los piques seguramente hagan y deshagan grupos de amigos por la intensidad con la que se viven.
Por último, el modo 'Party Mode' nos permite jugar hasta ocho jugadores de forma escalonada en eventos específicos -o en unos que nosotros configuremos- dentro de las 12 pruebas de pelele que posee el juego. Podremos elegir qué pruebas hacer, o elegir uno de los eventos predefinidos por la máquina, donde cada jugador tendrá varios turnos dentro de cada prueba para lograr la mayor cantidad de puntos. Un modo de juego divertido para las reuniones de amigos/as.
7
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.