Final Fantasy Tactics Advance 2: Grimoire of the Rift
- PlataformaDS9
- GéneroEstrategia, RPG
- DesarrolladorSquare
- Lanzamiento27/06/2008
- TextoEspañol, Francés, Inglés
- VocesInglés
Tacticas avanzadas
La penúltima entrega de Final Fantasy inspirada en la alianza Ivalice llega a tierras europeas empleando el mismo sistema de juego del aclamado Tactics Advance de GBA con la esperada mejora gráfica y suculentas mejoras, encarnando así uno de los mejores SRPGs de la actualidad para NDS.
De menos a más, en línea ascendente. Así ha sido la trayectoria que ha recorrido Square Enix desde que hace ya dos años se anunciase la Alianza de Ivalice, un compendio de spin-off de Final Fantasy basados en el universo de la duodécima entrega de la saga básicamente centrados en la estrategia, salvando el caso de Crystal Chronicles -que por otro lado también ha sido una grata sorpresa para los seguidores de la saga tanto a nivel de críticas como de ventas-. De menos a más porque como ya adelantamos en su momento, Final Fantasy Tactics Advance 2: Grimoire of the Rift es a ciencia cierta uno de los mejores SRPGs de los que NDS puede hacer gala. Palabras mayores para una portátil que parece no agotar nunca sus recursos.
Dos años en los que el equipo de Murasawa ha tratado de convertir un buen juego en un juego aún mejor, facilitando el acceso de toda clase de público poniendo en uso una holgada curva de aprendizaje apta para jugadores nóveles y expertos. Y como también se anunciaba en un principio a tenor de las primeras impresiones con la versión japonesa, el sistema de FFTA2 poco ha cambiado en referencia al original. Esta continuación mejora todos y cada uno de los aspectos del Tactics Advance que disfrutamos hace años, desde el gráfico hasta el sonoro pasando por el jugable, en todos los sentidos Grimoire of the Rift es mayor y mejor juego que su hermano mayor.
Pero más allá de todo posible cambio de relevancia, hay que destacar la notable traducción que se ha realizado en la traducción del cartucho. Si bien es cierto que no mantiene una estricta fidelidad con el americano -en la línea del inglés medieval- los personajes tienen un carisma y rasgos muy característicos entre sí. Ya desde el comienzo queda esto patente en la sutil diferencia entre el modo de hablar de los adolescentes a los habitantes de un mundo pseudo medieval.
El jefe de un pequeño clan nos acoge con los brazos abiertos, Cid, un personaje que recuerda a horrores a Viento en FFVIII, con seseo y decenas de patadas al diccionario que le otorgan una personalidad agradable, y hasta cierto carisma. Es uno de los muchos personajes secundarios trascendentales en la aventura con los que nos toparemos a lo largo y ancho de Ivalice. Entre todos es Adel, la otra' protagonista del título, la que más genio y gracia aporta al escuadrón de compañeros que tendremos bajo nuestro control. Es anecdótico que esta continuación comience de un modo tan parecido al de FFTA, una sensación que desaparece a medida que nos vayamos adentrando en la trama.
Si bien la historia va ganando punto a medida que avanzamos, también hay que tener en cuenta que no alcanza ni remotamente la densidad de otro SRPG marca de la casa como War of the Lions, remake de Final Fantasy Tactics original que nunca pisó tierras europeas. La tendencia es idéntica a la de FFTA, con mucho humor y con un argumento que combina los trazos mágicos con los dramáticos, siempre al compás del estilo gráfico y sonoro que se ha elegido para la ocasión. Muy similar en este sentido a Revenant Wings, y como veremos a continuación, con una estructura muy sólida cuyos cimientos son unos gráficos encantadores y muy agradables para el jugador.
Gráficos
El mundo de Ivalice no goza del factor sorpresa de las primeras aventuras que disfrutamos en la portátil, pero sigue agradando tanto o más que en Revenant Wings o incluso que en el propio FFTA. Sin ánimo de pretender un aspecto técnico tan logrado como el de War of the Lions, el equipo de Yuichi Murasawa ha repetido el concepto gráfico mejorando la calidad de los personajes, por cantidad de movimientos, animaciones -con el factor de personalidad que comentábamos anteriormente- y especialmente gracias a unos mapas muy logrados, de diversa índole. Sin olvidar los efectos especiales, un llamativo plus al que hay que añadir la doble pantalla.
El cambio en el sistema de juego ha influido mucho en el tipo de menús y de elementos secundarios que decoran todas las localizaciones por las que se sucede la historia. Pueblos de todo tipo con sus correspondientes tabernas, por las que sólo podremos navegar a través de un sistema fijo de movimiento bastante limitado que simplifica la elección de misiones y trabajos a realizar. Esta faceta es importante porque sólo avanzando en la trama tendremos acceso a nuevas armas, invocaciones y a parajes que no accesibles desde un primer momento. Por la ingente cantidad de opciones que forman el sistema de juego del cartucho existen cientos de animaciones para representar los golpes especiales o las magias a los que tenemos acceso.
En ningún caso resulta tan llamativo como el de otros juegos de este calibre, pero en términos generales hay pocos rivales en este campo para FFTA2 en una consola como NDS. El trabajo artístico ha corrido cargo de Ryoma Ito, que una vez más nos sorprende con una variedad muy amplia de soldados y de diferentes disfraces en correspondencia con el tipo de trabajo que hayamos elegido para el personaje, y por supuesto siempre teniendo en cuenta la raza a la que pertenezcan. Hay muchos guiños al FFTA2 original, así como a FFXII -más allá de la presencia de Vaan y Penelo, o de los mismos jueces- y a otros exponentes de la Ivalice Alliance', por lo que en este sentido no defraudará a los más expertos en la línea argumental de la serie.
Poco se puede añadir más allá de lo habitual en un juego de estas características; además de la magistral banda sonora que acompaña la trama en todo momento podremos escuchar algún gruñido de los personajes, y los efectos especiales de marras a los que ya estamos sobradamente acostumbrados.
El uso del stylus requiere mención aparte al no ofrecer prácticamente ninguna ventaja con respecto a los botones y a la cruceta digital; hasta marcar las casillas es una tarea que se realiza más fácilmente con la cruceta que con el lápiz. Acostumbrarnos a él no es imposible, es una cuestión de tiempo, pero como venimos comentando su uso es principalmente secundario.
Jugabilidad
El escaso uso que se le da a la doble pantalla durante los momentos de sosiego en la aventura pasa a un segundo plano en cuanto comencemos a divagar entre los menús y en la Tienda de accesorios, en todas ellas se aplica la pantalla superior como mostrador de información mientras que la inferior navegamos plácidamente por las opciones que deseemos. La jugabilidad del juego es el punto clave en el desarrollo de la aventura, que ya desde un principio hace notar su importancia situándonos rápidamente en medio de un combate. Las opciones de las que disfrutamos son muchas y muy variadas, y aunque los combates no hayan cambiado en esencia con respecto a FFTA la dificultad aumenta muy lentamente para adaptarse así tanto a jugadores experimentados como a los menos agraciados en el género.
Las primeras horas son, efectivamente, poco más que un tutorial sobre el funcionamiento general del juego. En cuanto logremos superar el primer combate entraremos en un pequeño mapa estructurado por casillas, con el pueblo o fortaleza como punto principal y base. Desde ahí seleccionaremos las misiones, leeremos cotilleos o tomaremos largos descansos mientras la historia transcurre, aunque por regla general la mayor parte del tiempo la pasaremos inmersos en combate o seleccionando el equipamiento y habilidades de los personajes que nos acompañen.
Un juez impone una ley aleatoria para cada combate, todas ellas de diversa índole; no lanzar magias, no emplear objetos, no utilizar habilidades de contraataque, etcétera. Una larga lista de normas a seguir que nos complicarán cada vez más la vida a medida que aumente la dificultad del juego. Aunque contamos con la posibilidad de violarlas en cualquier momento según nuestros intereses, ceñirnos a ellas también nos aporta una serie de beneficios muy interesantes para el progreso de los combates. Además de un extra al comenzar cada combate que se anulará si violamos la ley impuesta-más poder, mayor velocidad, etc.-, el juez de turno nos recompensará con valiosos objetos al terminar el combate.
Abrir cofres, someternos a subastas, conseguir materiales para trueques de armas, minijuegos; una larga lista de opciones secundarias procuran no aburrirnos y alargar la vida del juego, un extra que nos es necesario si tenemos en cuenta las aproximadamente 400 misiones a cumplimentar -todos los combates nos exigen, como mínimo, media hora de partida- más enorme cantidad de metraje extraído de las conversaciones y situaciones en las que nos coloca el argumento.
Esto facilita enormemente el comienzo de la aventura, sin necesidad de repetir combates para poder aumentar el nivel de los personajes que no empleemos, e incluso toma la iniciativa de adecuar los nuevos jobs' que vamos adquiriendo según la historia así lo exija. Cambiar el trabajo es tan necesario como aumentar el nivel de los personajes que más empleemos, además de darnos la posibilidad de adecuarnos a un escuadrón determinado de personajes sin tener la necesidad de variarlos para no perecer en fases postreras del desarrollo.
A estas alturas y viendo los últimos casos que se han viniendo repitiendo en NDS, Nintendo ha acertado por completo a la hora de traducir de esta forma un título que basa prácticamente todo su sistema de juego en texto. Desde el nombre de las espadas hasta los créditos finales, Grimoire of the Rift se ha adecuado a todo tipo de público de una manera sobresaliente. Un trabajo sin duda loable.
Conclusión
Square-Enix ha mejorado, ha ido aprendiendo de sus errores. The World Ends With You ya demostró el buen hacer de las compañías subyacentes del gigante japonés: FFTA2 no hace más que confirmar lo dicho en su día. Muchos han tachado el juego de falta de originalidad, de falta de reto para los jugadores más experimentados, de falta de profundidad. En ningún caso es así, más bien todo lo contrario; es loable el trabajo realizado en una continuación como esta, pulida y medida hasta el último detalle y sobresaliente en todos y cada uno de sus aspectos.
El poco uso del stylus y de la doble pantalla, junto a la tendencia childish' de la historia pueden representar algunos puntos en contra de un título que ha variado su curva de dificultad haciéndose apto para todos los públicos, endiabladamente divertido y preciosista en su apartado técnico. Una auténtica delicia que ningún aficionado a los RPGs debe dejar pasar.
Lo mejor
Lo peor
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.