El mejor ninja de bolsillo

Item: Ninja Gaiden Dragon Sword
Rating: 8

Ryu Hayabusa llega al fin a nuestras DS. Ninja Gaiden regresa a las portátiles varios años después para volver a demostrar que puede ser la mejor alternativa en el género de la acción frenética y desenfadada.

Ramón Méndez

Actualizado a 15 de marzo de 2012 06:02 CET

Hemos hablado en muchas ocasiones de él, pero por fin llega a nuestras tiendas el esperado título del Team Ninja. Lo hace rodeado de controversia, ya que tras el lanzamiento de Ninja Gaiden 2 para Xbox 360 hace un par de semanas, las aguas han estado muy revueltas en Tecmo. Sin duda, todos echaremos de menos a Itagaki al frente de la serie de Ryu Hayabusa y de Dead or Alive.

Una de sus últimas creaciones en el Team Ninja ha sido este Ninja Gaiden Dragon Sword, un título que ha demostrado que la portátil de Nintendo tiene mucho potencial por explotar en el género de la acción. Tecmo ha conseguido sacar lo mejor de DS para ofrecernos un título excelente a nivel técnico y con mucha diversión por ofrecer, aunque nos ha resultado demasiado corto.

El regreso de Ryu
La historia es continuación de la iniciada con la entrega de Xbox, pero más en cuanto a época que a argumento, ya que de por sí es una historia independiente. Ryu Hayabusa sigue siendo el personaje principal, pero en esta ocasión estará acompañado de Momiji, una mujer ninja con la que guarda una fuerte relación. Además, la historia nos narrará la aventura en busca de unas piedras de dragón con el fin de encontrar la llamada Dragon Sword que da subtítulo al juego.

Empezaremos teniendo el control de la joven kunoichi, en un nivel que nos servirá de tutorial. Posteriormente nos enfundaremos el traje de cuero de Ryu para atravesar infinidad de cuevas, mazmorras y montañas en busca de salvar a la chica y recuperar las piedras místicas. Todo ello narrado con mucho acierto gracias a unas bellas y exquisitas secuencias intermedias estáticas, de estilo anime.

El desarrollo del juego, pese a ser muy interesante y estar cargado de acción y diversión, tiene el importante contra de ser demasiado lineal. Nos limitaremos a avanzar por caminos prefijados en los que, salvo algunas contadas ocasiones en las que deberemos resolver pequeños puzzles y acertijos (lo cual nos obligará a dar vueltas por algunos pasadizos perpendiculares), nuestro único deber será eliminar enemigos a nuestro paso.

Sistema de juego
Ya hemos comentado en varias ocasiones que el sistema de control es completamente táctil. Para jugar, debemos sostener la consola en posición vertical, algo ya visto en títulos como Brain Training (con la posibilidad de invertirla para zurdos). El número de combinaciones posibles será bastante elevado, y podremos realizar combos muy variados con sólo hacer movimientos con el lápiz táctil en la pantalla.

Haciendo clic sobre un enemigo lejano les lanzaremos shurikens, mientras que un corte horizontal, vertical o diagonal tendrá su réplica idéntica en el ataque de Ryu. Pero la profundidad del sistema de combate va mucho más allá. Hacia arriba y abajo implica un ataque en salto, mientras que hacia abajo y arriba dos veces supone un especial de llevar al enemigo volando por los aires y propinarle un duro golpe contra el suelo.

Y por supuesto, los ataques especiales. Presentes siempre junto a nuestra barra de vida, debemos pulsar su icono para escribir el kanji y que Ryu desate sus bolas de fuego, ataques de viento y demás magias. El problema radica en que, dado lo frenético de la acción en pantalla, a veces llega a dar la impresión de que basta con frotar la pantalla de forma insistente para que Ryu se deshaga de todos los enemigos sin mayores complicaciones.

Una sensación que está presente, pero principalmente en el modo fácil, ya que en el modo difícil que se desbloquea después de completar la aventura por primera vez, nos toparemos con que no basta con frotar la pantalla y que son necesarias estrategias mucho más elaboradas. Es ahí donde Ninja Gaiden DS saca a relucir todo su potencial; una pena que sea necesario terminar la aventura antes de poder disfrutarlo en todo su esplendor.

En algunos momentos de la partida también se nos incitará a utilizar otras funciones de la portátil de Nintendo. Aunque no es tan fácil darse cuenta de ellas como cabría esperar de primeras, y pueden dejarnos vagando un rato. Destaca la presencia del pueblo del clan Hayabusa, a donde Ryu podrá acudir a hablar con otros personajes y comprar objetos; es algo poco habitual en la serie, y cabe decir que no queda nada mal.

Apartado técnico
El potencial de DS exprimido hasta sus últimas consecuencias. Simple y llanamente, de los mejores gráficos visto hasta la fecha en la portátil de Nintendo. Eso sí, tampoco están tan elaborados como parece, ya que se trata de fondos prereenderizados y estáticos, por los que se mueven Ryu, sus compañeros y sus enemigos, que estos sí que son completamente tridimensionales.

Hay que reconocer que el truco del Team Ninja funciona a la perfección. La cámara estática sigue la acción por escenarios inertes, pero al jugar con la perspectiva en los modelados 3D de los personajes, se consigue esa sensación de profundidad tan satisfactoria. Por su parte, los aspectos tridimensionales del título están al nivel, perfectamente recreados, con bordes suavizados y animaciones muy logradas.

Lo más espectacular del título son los combates contra los colosales jefes de final de nivel. Criaturas de diseño sorprendente y dimensiones sobrehumanas que ocupan toda la pantalla. En estos enfrentamientos, la cámara se vuelve móvil y todo el entorno es plenamente tridimensional. Desgraciadamente, al centrarse la cámara en el enemigo a batir, no lograremos controlar a Ryu con toda la sencillez que nos gustaría, especialmente para esquivar los ataques.

El apartado sonoro es interesante, pero sin grandes destellos de calidad. Tal vez por motivos de espacio en la tarjeta de DS, pero es algo limitado en muchos aspectos. No es malo, pero es bastante repetitivo y tiene algunos detalles para olvidar, como es el WAV con la pista sonora de la espada, cuyos defectos empiezan a salir a la luz tras oírlo una y otra vez de forma constante.

En cuanto a jugabilidad, poco más que añadir a lo ya dicho. La pantalla táctil responde perfectamente a nuestras indicaciones, y Ryu hace lo que queremos en todo momento. Se trata de un título muy divertido y carismático, pero al que le pasa bastante factura lo repetitivo de su mecánica, demasiado lineal, y su corta duración; por mucho que haya modos de dificultad adicionales, no están disponibles de primeras, lo cual nos obliga a vivir la aventura descafeinada.

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.