Guitar Hero World Tour, Impresiones

Desde RedOctane nos presentan el nuevo Guitar Hero, a los que se suman el resto del grupo, es decir, la batería y la voz. Nuevos modos carrera, uno para cada instrumento además de uno conjunto; una personalización completa de cada artista y un aspecto de comunidad muy extenso que incluye la posibilidad, por primera vez en un juego de la saga, de crear tus propios temas y compartirlos en la red.

Desde que Harmonix abandonase a la saga que creó, Guitar Hero, y se adentrase en esa aventura junto a EA y MTV llamada Rock Band, se han demostrado muchas cosas. La primera, que Activision ha buscado un sustituto a la altura, RedOctane, quienes dejaron bien claro que se podía dejar el listón bien alto con Guitar Hero III: Legends of Rock; la segunda, que no están dispuestos a abandonar la franquicia ni mucho menos, con un Guitar Hero: On Tour para DS y el Guitar Hero: Aerosmith en camino; y tercera, que ni mucho menos iban a quedarse estancados creativamente, como bien ha dejado claro este anuncio de Guitar Hero: World Tour. Y mucho se podrá hablar de sus claras similitudes respecto a Rock Band, pero al fin y al cabo no es complicado dar un paso más allá respecto a un simulador de guitarra añadiendo al resto de la banda. Si a esto le sumamos la poca acogida que está teniendo Rock Band en Europa debido al desmesurado precio con el que ha aterrizado -sin fecha definida aún en nuestro país-, el mercado está más que asegurado.

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Lo cierto es que existen ingredientes de sobra para este nuevo movimiento en la franquicia. Más si tenemos en cuenta que a día de hoy se dan más descargas digitales de singles inéditos, mucho más rentables a nivel económico de lo que a priori podría parecer -vease el ejemplo de Motley Crue, con 47000 descargas en Xbox Live frente a las 10000 del servicio más popular de descarga, iTunes-. La música interactiva es un fenómeno social que engancha a nuevos jugadores, a la vez que hace disfrutar tanto a melómanos como aquellos avezados al mando. Partiendo de esto, cualquier movimiento por parte de las gigantes distribuidoras será un acierto a nivel económico.

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En este caso, pudimos ver en el evento que Activision organizó, previo al E3, lo que nos espera con este World Tour que poco tiene que ver con el nombre original, 'Guitar Hero'; no porque la guitarra quede relegada a un segundo plano, sino por la concepción en sí misma del título, que pone a la banda al completo como centro de toda la acción. Will Townsend, Productor Asociado de RedOctane, nos introdujo a las novedades, más de las que en un principio aparenta, y al diseño detrás de los nuevos instrumentos.

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'El juego se sustenta sobre tres conceptos: que sea una experiencia social, que puedas expresarte creativamente de manera sencilla, y que puedas además compartir y competir en una enorme comunidad' contó Will Townsend. Efectivamente, el título se sustensa sobre esos tres periféricos, guitarra -que también hace las veces de bajo, como ya muchos habrán comprobado-, batería y micro. A partir de ahí, vemos cómo se desarrollan esos tres puntos fundamentales.

Lo primero a comentar es la guitarra, que, por mucho que se mantenga en esencia con esos botones tan característicos, contiene varias mejoras relevantes. La primera es su realismo; tanto en peso como en forma se ha hecho lo posible por acercarse más a un diseño real, añadiéndose parte del clavijero -no las clavijas en sí, sino donde se fuerzan las cuerdas-, un pequeño puente y un potenciómetro -para ajustar el volumen-, que hace las veces del pad digital de un mando. Ese puente, sin embargo, servirá para activar la energía estrella con sólo poner la mano encima de él, para evitar, según Townsend, el engorro a aquellos que no quieran agarrarse al típico acelerómetro -es decir, levantar la guitarra-, el cual sigue presente.

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Pero la mayor adición es una superficie táctil puesta justo después de los botones -eso sí, desaparecen los botones pequeños al principio del mástil que vimos en Rock Band- que tendrá la función de un slide. El slide se hace, ya sea con un objeto cilindrico o sin él, arrastrando el dedo sin tocar la nota de un traste a otro. La emulación que hemos presenciado no es así de cercana a la realidad, puesto que sólo tendremos que arrastrar nuestro dedo por la zona táctil, pero lo visto le añade un plus extra de dificultad en solos más enrevesados y, sobre todo, en diversión para aquellos que necesiten un añadido a lo ya visto.

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Sobre el micrófono y su sensibilidad mucho se ha dicho ya, así que poco podemos añadir. Como ya estableció SingStar, éste mide nuestra afinación de un modo muy básico, sin tener en cuenta factores como la intensidad de la voz, por motivos obvios. Cuando cantemos se añadirá un pequeño 'eco' a la canción que hará las veces de acústica de directo, en parte para tapar la voz del track original, en parte para solapar la nuestra propia. Bien podría dar un resultado más nítido, pero por lo general, usado hasta el momento en juegos similares, funciona con eficiencia. Eso sí, en este caso contará con cable.

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La batería siempre ha sido el instrumento más llamativo, aparte de la guitarra, ya no sólo por su tamaño, sino por su dimensión jugable, completamente añadida. Ya de por sí, en concepto difiere completamente respecto a su principal contrincante: consta de tres timbales y de dos platos, añadiéndole a esto el pedal de bombo; es decir, seis botones en total. Pero, aún así, se puede tocar sin cruzar los brazos -que es como lo hacen gran parte de los bateristas actuales- y sin forzar para nada la posición, quedando en un resultado muy natural. Para ayudar a estos efectos han colaborado Chad Smith, miembro de los Red Hot Chili Peppers que colabora girando y tocando actualmente para Glenn Hughes; o Travis Barker, batería de Blink 182 y que ha prestado su estilo de tocar para el motion capture. En cuanto al tema de economía de espacio, muy discutido por todos aquellos que, con razón, piensan en ese armatoste dentro de sus habitaciones, podremos respirar tranquilos. En la práctica ocupará menos gracias a que son sólo tres timbales juntos, y, sobre ellos, se ponen los platos. Además, montarlos y desmontarlos será extremadamente fácil, y quedará todo listo para poderse apilar sin problemas. Por lo que hemos visto -uno de los únicos tres modelos creados hasta la fecha- es bajo de altura y bastante discreto. Confirmado, por cierto, que será inalámbrica.

Por último, hay que tener en cuenta que los parches, es decir, donde dan las baquetas, han sido hechos con la intención de hacer el menor ruido posible, y en la práctica, así es. Asimismo, según con la intensidad que toquemos así será reflejado, ya sea bombo, timbales o  platos lo que toquemos. Y no sólo eso: en la parte de atrás del periférico se incluirá un puerto para que podamos conectarle módulos de baterías electrónicas reales. Una novedad que aquellos familiarizados con el instrumento real recibirán con los brazos abiertos.

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Sobre el set de canciones poco se puede comentar, ya que tanto RedOctane como Activision guardan un enorme recelo al respecto, pero sí podemos hablar de la variedad, dentro del género rock, que podremos encontrar. Desde propuestas más clásicas como The Eagles hasta el nu-metal de Linkin Park pasando por Hard Rock como Van Halen, Rock Alternativo como Foo Fighters, o algunas canciones conocidas como 'Rebel Yell' de Billy Idol y "Santeria" de Sublime. Por ahora no se sabe ni el número ni qué otros nombres veremos en la versión final, aunque esperamos una enorme variedad, tal y como nos tienen acostumbrados, eso sí, sin alejarse del género rock.

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El modo estrella por antonomasia de Guitar Hero, el modo carrera, nos pondrá al mando de un miembro en concreto del grupo -cantante, bajista, guitarrista o baterista- para avanzar durante todo el setlist, canción tras canción, hasta alzarte con el título de estrella reconocida del rock. Lo más destacable es la inclusión del modo que da nombre al juego, donde los cuatro compañeros, tanto de manera online como local, pueden compartir su camino hacia la cima. Esto asegura una enorme longevidad, ya sea completándolo sólo o con amigos. Además, se podrá cambiar la dificultad de cada instrumento por separado e incluso a mitad de una canción, haciendo más rápida y dinámica la incorporación.

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Los modos de juego conocidos se mantienen; es decir, tenemos el modo fácil, con hasta tres notas; normal, que se va hacia las cuatro -algo más complejo que en GHIII, aunque al mismo nivel en general-; y difícil y experto, un salto cualitativo sólo cercano a los más expertos. Es de notar que, además, existe una sexta nota y un modo dedicado a ella: como en la guitarra normal, existe la posibilidad de tocar una nota 'al aire', sin necesidad de tener pulsado un botón. Así, si elegimos 'Principiante' podremos completar las canciones sólo pulsando cualquier cosa, para que aquellos que puedan se vayan familiarizando con la mecánica. También destacamos que el bajo con notas al aire, como en la música real, serán más comunes de lo que al principio aparentan.

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La disposición en pantalla de estos elementos es muy parecida a la de Rock Band: tenemos la voz representada arriba, con esa línea indicando la nota, más alta o más baja, oscilando según lo lleve la canción; luego tenemos a los tres instrumentos, representados con su correspondiente gráfico incluyendo batería, que mantiene la línea como indicación para tocar el bombo, y, de paso, para las susodichas notas al aire. Asimismo contamos con la barra tanto grupal como individual; aunque, por muy eficiente que sea un solista, es necesaria una buena actuación de todos en conjunto.

Hasta aquí todo lo que conocemos del modo principal, que no es poco. Pero lo que más ha llamado la atención en todo el evento fue el 'Estudio de Grabación', una sala virtual donde los usuarios podremos hacer nuestras propias composiciones sin conocimiento musical alguno, pudiendo aprender sobre la marcha. Algo que parece tan imposible que uno se podría mantener escéptico a la hora de plasmar la libertad creativa, pero que, por lo que hemos visto, es completamente erróneo. Para empezar, hay que notar la posibilidad de, como es lógico, poder incorporar a compañeros al resto de los instrumentos en cualquier instante.

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A la hora de elegir qué tocar y con qué, el sistema nos proporciona varias cosas: en primer lugar, podremos elegir el tipo de distorsión y efectos que queramos usar, tomando como base a algunos pedales profesionales bastante conocidos -véase como ejemplo el Pod de Line 6 que vimos en la presentación-. Hecho esto, elegiremos a partir de qué escala iremos trabajando; hemos visto hasta ahora las mayores y las menores, aunque no sabemos si existiran modos armónicos, melódicos, jónicos o dóricos. Es decir, más complejos. Para cada nota necesitaremos memorizar una serie de posiciones -pulsar x o y traste-, aunque por lo general éstas se repetirán, y podremos cambiar de escala sin necesidad de navegar por menús continuamente. Hecha la grabación, pudiendo cambiar el pitch o la velocidad de lo que hemos hecho tal y como veamos, haremos lo propio con el resto de los instrumentos. Al parecer, para quitar el miedo a todo aquel que se sienta abrumado por el sistema, se colgarán videos tutoriales hechos por profesionales del sector explicando las bases musicales y cómo hacer cosas impresionantes en poco tiempo para así animar a crear las primeras composiciones. Unas composiciones, que, por lo que parece, no serán difíciles de perfeccionar, aunque es lógico que para crear algo decente requerirá de esfuerzo y coordinación por nuestra parte. De echarle el suficiente tiempo, bien podría ser un sustitutivo de programas como Fruity Loops.

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Pero lo mejor de todo es la posibilidad de colgarla en la red, compartirla. Con esto, si nos gusta una canción nuestra, grabada previamente en nuestro disco duro, el resto de la comunidad podrá no sólo escucharla y tocarla en el juego, sino además modificarla a su gusto y colgarla de nuevo para ayudar con las mejoras que se pudieran sugerir. Al parecer se potenciará mucho esta faceta, donde según el propio Townsend podremos expresarnos tal y como queramos, con el número menor de limitaciones posibles, y hacernos un hueco en el mercado a nivel creativo. Virtualmente hablando, claro. Y sí, al parecer Wii mantendrá todo esto sin rendirse a las limitaciones de hardware, tal y como nos han confirmado desde RedOctane.

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Luego, otra gran característica acerca del aspecto comunitario es la posibilidad de modificar a nuestro rockero. Con 20 capas de diferentes partes -ropa, tatuajes, tono de piel- podremos personalizar hasta el más nimio detalle de cada uno de ellos, en lo que es un motor importado de la saga Tony Hawk, bastante notable en este aspecto. Las guitarras, tras el conflicto con Gibson, tendrán mayor libertad de diseño con extravagantes formas, colores, modelos de pintura, etc. Por último, el multiplayer clásico online mantendrá los modos de juego de GHIII, pudiendo competir tanto instrumentos por separado como todos juntos en la llamada 'Batalla de los Grupos' en un apoteósico 4vs4. Por otro lado, de manera cooperativa podremos completar cada modo carrera junto a compañeros para completar la experiencia.