La destrucción se viste de verde

Item: El Increíble Hulk
Rating: 6

Junto a la nueva película basada en el personaje verde de Marvel, Sega nos ofrece la adaptación jugable. Un título en el que Hulk destroza todo a su paso, pero que no consigue destacar más allá de ser un título decente, pero eso sí, bastante divertido.

Ramón Méndez

Actualizado a 8 de septiembre de 2016 16:07 CEST

Casi sin darle tiempo a saborear el éxito de Iron Man, la nueva filial de Marvel encargada de las adaptaciones cinematográficas estrena El Increíble Hulk. Con menos presupuesto que la aventura de Tony Stark y la pesada losa de una muy poco apreciada versión de Ang Lee, Bruce Banner vuelve a los cines con la intención de redimirse de su fracaso anterior. Y lo consigue, ya que se trata de una buena película que hace honor al personaje.

Lejos de querer profundizar demasiado en la época dorada que puede vivir el cine de superhéroes gracias a las buenas ideas y el excelente trabajo de Marvel, lo que nos interesa es que se sigue la tradición de que todo lanzamiento cinematográfico para toda la familia cuenta con su inevitable versión jugable. En este caso, es Sega la que ha firmado el acuerdo para la anterior Iron Man, este Hulk y las futuras Capitán América y Thor.

El Increíble Hulk en su versión jugable mantiene también un nivel decente, y sin llegar a destacar en exceso, consigue ser una propuesta divertida que podríamos considerar casi como la secuela espiritual del sublime Ultimate Destruction. Posiblemente, de no haberse visto presionado por las fechas ante el estreno de la película, seguramente hubiese podido estar al nivel de dicho título.

Basado en la película ¿o no?
Como suele pasar con muchas adaptaciones del estilo, El Increíble Hulk se basa, en teoría, en su homónimo cinematográfico. Pero lo cierto es que, a medida que avanzamos, vemos cómo las similitudes son más bien escasas, y que se ha optado por seguir un camino propio, mezclando las secuencias de la película con otras historias propias y particulares. Algo que ya ocurrió, por poner un ejemplo no muy lejano, con Spiderman 3.

El problema de esto es que, desde un punto de vista narrativo, el juego resulta algo caótico, ya que no sabemos qué está aconteciendo, qué línea argumental es la principal, o si la versión verde de Bruce Banner es más inteligente de lo que nos quieren hacer creer. La historia comienza con el científico en Rio, donde está huyendo del gobierno, pero ante la presión acaba convirtiéndose en su alter ego.

Una vez superada esta primera misión de huída, en la que básicamente aprenderemos a jugar, llegaremos a la gran ciudad. Nueva York servirá como mapa central a través del cual accederemos a las diversas misiones, minijuegos y misiones secundarias. Las misiones principales, como ya hemos dicho, mezclarán secuencias de la película, en las que Banner busca una cura, con el enfrentamiento de Hulk con el Enclave y los U-Force.

Los minijuegos, por su parte, se basarán en destruir cosas, o completar un recorrido por la ciudad. Cuanto mejor lo hagamos, recibiremos un galardón en forma de medalla de bronce, plata u oro. Y luego están las misiones secundarias y de coleccionismo, tales como encontrar los 100 potenciadores de vida y otros 100 de furia que están ocultos por la ciudad, o destruir todos los edificios emblemáticos de la ciudad.

Si no entramos en ninguna misión, estaremos libres para vagar por la ciudad sembrando el pánico a nuestro paso, destruyendo coches, farolas e incluso edificios. Hulk podrá escalar a ellos o bien tirarlos abajo a base de golpes. Cuanta más destrucción causemos, más puntuación tendremos e iremos desbloqueando nuevos movimientos; pero también activaremos todas las alarmas y pronto deberemos enfrentarnos al ejército, que intentará detenernos.

La variedad de movimientos y ataques especiales irá creciendo de forma natural con tan sólo jugar, al cumplir diversos objetivos de puntuación o número de enemigos derrotados. Además, la mastodóntica masa corporal de Hulk se hace notar, ya que aún cuando no lo intentamos, arrasamos y destrozamos todo lo que tenemos a nuestro alrededor. En ocasiones llega a parece que hay elementos del escenario que se rompen con sólo mirarlos.

Las misiones suelen centrarse en cosas básicas, tales como protección/escolta y destrucción/aniquilación. Pese a la repetición de dinámicas, no llegan a cansar en exceso, aunque se hubiese agradecido una mayor variedad de retos más allá de 'Hulk mata, Hulk rompe'. En este aspecto hay que destacar un molesto bug por el cual el juego no reconoce que has cumplido la misión y se atasca sin avanzar. Es algo muy puntual que tan sólo nos ha pasado dos veces en las 8 horas de partida que hemos disfrutado, pero molesto si ocurre.

Apartado técnico
A nivel visual, El Increíble Hulk nos deja detalles muy agradables, junto a otros que se podrían mejorar. El aspecto de la criatura verde es, con diferencia, de lo mejor del juego: perfectamente modelado, bien animado, movimientos variados y fluidos Sin embargo, el entorno no está al mismo nivel: la ciudad, escenario fundamental del juego, parece de la generación pasada, demasiado cuadrada y sin demasiados detalles dignos de destacar.

A nivel de suelo las cosas lucen algo mejor, con mucha vida: vehículos, gente paseando que reacciona con pánico al caos que se puede provocar, etcétera. De hecho, el caos es digno de mención. Todo combate que iniciemos se verá acompañado pronto de asfalto roto, edificios en ruina, coches que explotan en ese aspecto, el juego consigue ofrecer la espectacularidad inherente a las andanzas de Hulk.

Eso sí, como ya hemos dicho, a veces parece que el escenario se rompe con sólo mirarlo. No es algo tan evidente en la ciudad como en los escenarios cerrados del principio; en la calle, parece hasta algo normal ante el paso de tal masa de carne y músculo. Los diseños de los enemigos son bastante interesantes, y las opciones para acabar con ellos son realmente divertidas; por ejemplo, coger a un enemigo con armadura gigante y lanzarlo contra un helicóptero para destruirlos a ambos.

Todo se mueve con gran fluidez por el escenario (aunque nos podemos topar con un molesto popping), y los combates llegan a ser un auténtico derroche de medios por momentos, consiguiendo un acabado interesante a la hora de representar dichos combates. Además, según avancemos, las opciones aumentan y Hulk podrá, por ejemplo, hacerse unos guantes con el metal de los vehículos que tenga en las manos.

A pesar de que no llega a ofrecer el mismo espectáculo jugable y técnico de Ultimate Destruction, consigue destaparse como un juego divertido, aunque orientado a un público bastante concreto: los seguidores del gigante verde, o en segunda instancia, a los que les entusiasme destrozar todo lo que se encuentre en los escenarios. Hulk responde a la perfección al mando de control, y su riqueza de movimientos nos deja con una gran gama de opciones para causar el caos.

En cuanto al apartado sonoro, los efectos son algo anticuados, pero las melodías están bastante bien. Cabe destacar positivamente el trabajo de doblaje al español, ya que sin ser de lo mejor que hayamos oído, mantiene un buen nivel; sorprendentemente, muy por encima del doblaje original, aún a pesar de que este contaba con las voces de los actores de la película.

Por último, comentar que es un título con una duración bastante interesante. Sólo en llegar al final de las misiones de historia, nos encontramos con unas 8-10 horas de duración, cifra muy variable según el número de muertes y el tiempo que perdamos por la ciudad. A esto hay que sumarle todas las misiones secundarias y los objetos por encontrar a lo largo del mapa de la ciudad. Y en los Extras, nos esperan las clásicas ilustraciones, cómics y la posibilidad de jugar con otros aspectos, como el Hulk gris o la poderosa armadura de Iron Man la Hulk Buster.

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.