Cuestión de raza

Mucho se ha escrito y hablado de Mass Effect. La última obra hasta el momento de Bioware impactó por su combinación entre juego de rol y acción, la madurez de su historia, el carácter y la personalidad de sus personajes, por crear un mundo complejo y enorme y muchas otras virtudes que no volveremos a revisar. Hace poco los desarrolladores lanzaron una expansión disponible via descarga en el bazar de Xbox Live que, por 400 Microsoft Points, se podía gozar de una misión secundaria con una duración alrededor de una hora, un poquito menos dependiendo de la situación en la que se juegue. El Cielo se está cayendo es el título de esta expansión que narra la situación en la que se encuentra una de las colonias de los terrestres: Terra Nova.

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Uno de los grandes triunfos de la raza humana en su aventura por la galaxia es la colonia Terra Nova. Ésta, con 4'4 millones de habitantes, está al borde del colapso debido al crecimiento de población que ha tenido. Por estos motivos, las autoridades deciden acercar hasta la órbita de la colonia el asteroide X-57 para hacerlo habitable y poder hacer la extracción de minerales. Mediante unas antorchas de fusión se inicia el acercamiento del X-57 hasta Terra Nova, pero algo sale mal.

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Un grupo de Batarianos, raza alienígena que cuenta con cuatro ojos como rasgo más característico físicamente hablando, se ha hecho con el control del satélite y fuerza las antorchas para hacer que colisione con la colonia terrícola. Sólo si Shepard viaja hasta el cúmulo Exodus y pone los pies en el asteroide sabrá de la existencia de este problema y la posibilidad de dar con el remedio adecuado, ya que ni el consejo ni nadie hablará de esta situación a lo largo de la aventura normal y corriente.

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Pisando el satélite, una señal de emergencia mediante una voz femenina advertirá al pelotón de que hay una invasión batariana y que en menos de cuatro horas millones de humanos morirán por el impacto del asteroide si no se reduce a los terroristas. Mediante el vehículo Mako, lo primero que encontrará Shepard y compañía es una de las tres antorchas que deberán apagarse para acabar con la amenaza.

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Cada una de ellas funciona con el mismo diseño visto en las demás misiones secundarias que hay a  lo largo del juego. Una infraestructura calcada a las demás en las que se debe eliminar a los terroristas. Entre los enemigos, la raza de perro llamada varren que da más colorido a las batallas en el X-57. Por suerte, el esquema de habitación de combate varia en las otras dos antorchas. Entre las novedades, cajas de granadas y algunas armaduras, armas y una omniherramienta nuevas.

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El Cielo se Está Cayendo es una síntesis de lo que ofrece Mass Effect en toda su totalidad. A parte de la posible exploración que se puede realizar a lo largo del X-57, una sub-misión consiste buscar una serie de cosas a lo largo del mapeado, en una escasa hora de duración el jugador vivirá momentos de acción, intenso y gratificante la batalla que hay en la infraestructura principal, y situaciones en las que, después de varias líneas de diálogo entre disparo y disparo, volverá a relucir el carácter que cada uno quiere impregnar a su propio comandante Shepard. Las decisiones propias vuelven a ser duras, a estar en las antípodas unas de las otras y obligan a dar un final distinto según el camino que escojamos.

Al tratarse de una síntesis de lo que es Mass Effect, está expansión no mejora las carencias y problemas que uno encuentra en el juego completo. Gráficamente el asteroide ralla a un nivel similar al visto en otras misiones secundarias. Al estar Terra Nova de fondo, la instantánea es espectacular y similar a lo que uno podría ver desde la luna mirando hacia la Tierra. Junto a ello, pequeños trozos de asteroides flotan en el aire, dándole un poco más de detalle al X-57.

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Las texturas que tardan en cargar y algunos problemas de framerate en la lucha final también siguen presentes. Esta misión, dependiendo del nivel al que se encuentren los personajes, puede convertirse en un auténtico paseo. Si se visita en el tramo final de la aventura, cuando el nivel es cercano al 40, la dificultad no parece ser un problema en ningún caso para terminar sin muerte alguna toda la misión secundaria y, de paso, el tiempo también varia entonces entre los cincuenta minutos y poco más de una hora.

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