EA Montreal está puliendo los últimos detalles de este juego, presentado hace dos años ya, y que ahora mismo se encuentra en la recta final de su desarrollo. Army of Two es la nueva apuesta del gigante canadiense en cuanto a juegos de acción. Pero no estamos ante un 'yo contra el mundo', si no que vamos a depender totalmente de otro soldado para llevar a cabo las misiones con éxito entre los dos. Estamos ante el nuevo 'dúo dinámico'.
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Ríos y Salem , que así es como se llaman nuestros protagonistas, son en sí mismos un ejército. Su acoplamiento y su forma de llevar a cabo las misiones los ha convertido en una perfecta máquina engrasada de matar. Entre ellos hay una relación de amistad y de compañerismo propia de las personas que pasan por momentos tremendamente críticos, y así nunca dejan al otro compañero abandonado a su suerte. O mueren juntos, o se salvan juntos.
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En Army of Two tomaremos el papel de Ríos o Salem (junto con la CPU o con otro jugador humano, ya sea mediante split-screen u on-line) mientras realizan misiones que tienen, en su trasfondo, una historia que va generando dudas entre ellos y los que mandan, dándose un giro argumental de 180º según se van descubriendo nuevos datos. Gracias a EA hemos conseguido ponerle las manos encima a una versión casi final, ya traducida y doblada al castellano, de lo que puede ser uno de los mejores juegos en cooperativo que encontremos hoy día en la next-gen.
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Para empezar, y como buen videojuego, Army of Two entra por los ojos, y de qué manera. Su apartado gráfico es bastante potente, en muchos detalles y aspectos brillante, aunque también posee algunos que en la versión final deben pulirse. Tanto los modelados de los dos protagonistas principales como su texturizado está al más alto nivel que se puede ver hoy día. Sus animaciones tampoco están nada mal, tanto en sus transiciones como en la variedad de ellas. Se han tratado con sumo cuidado en este sentido.
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Los escenarios suelen tener un grado de detalle bastante alto, aunque no poseen casi en ningún caso entornos destruibles, algo que realmente le quedaría muy bien y daría coherencia total al realismo que quiere desprender en cuanto al apartado visual. El engine posee a estas alturas algún bajón en el framerate, pero nada que acuse la jugabilidad a grandes rasgos. Y si de jugabilidad se trata, estamos ante un juego que es cosa de dos.
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El diseño de niveles está perfectamente recreado y plasmado para movimientos y estrategias de pareja, algo que hay que agradecer para que la lógica de la jugabilidad se cumpla en cualquier momento. Tanto en cuestiones de aproximación como de defensa, Army of Two hace que, aún jugando con tu compañero controlado por la CPU, dependas de él para salvarte o cumplir la misión. Todos sabemos de juegos en los que personajes controlados por la CPU y que son importantes para la jugabilidad acaban siendo más un estorbo que otra cosa. En AoT se ha conseguido dejar esta sensación casi a cero.
Y es que quitando pequeños detalles que hemos visto (como que nuestro compañero de la CPU se quede encallado en una esquina corriendo contra la pared en algún momento puntual), Ríos y Salem se compenetran y realizan las acciones de forma fluida. Mientras se ayudan para lograr su objetivo (variados y de gran calidad), tendremos la sensación de que nuestro amigo está siendo controlado de forma lógica mediante scripts y el codigo IA. Como hemos dicho, aún hay detalles que pulir, pero el acabado ahora mismo está bastante logrado.
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La clave en la jugabilidad y la estrategia está en la agresividad, y de ello debemos sacar partida: Army of Two posee lo que se ha llamado un 'agrómetro', que no es otra cosa que un marcador que nos indica el nivel de agresividad que poseemos tanto nuestro personaje como el otro. Si uno de los dos dispara de forma directa y sin cubrirse a los enemigos, estos 'centrarán' su atención en él, quedando el otro personaje con libertad de movimientos. Esto se aprovechará para flanquear a los enemigos y dispararles por detrás, resguardarse si tenemos la vida bajo mínimos, etc...
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Esta mecánica de juego encaja perfectamente con las posibilidades que nos brindan los dos personajes. Tanto en los momentos de máxima acción (cuando se colocan espalda con espalda y se convierten en un tornado de balas que se aprecia de forma espectacular en unas acciones a cámara lenta) como de defensa (si uno de los dos está herido, éste es arrastrado por el otro hacia un lugar donde lo curará, mientras el arrastrado cubre la retirada). Tendremos que actuar en equipo para subir a sitios inaccesibles, controlar un paracaídas mientras el otro jugador dispara a los snipers,... en definitiva, ser un equipo de dos.
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El sistema de control también nos ayuda al poder dar órdenes a nuestro compañero si éste está siendo controlado por la CPU, y pueden ser de dos niveles: defensivo y agresivo. La mecánica de órdenes es bastante fiable y es sencilla de utilizar. Tendremos opción de realizar un ataque de francotirador conjunto e incluso de pedirle a nuestro compañero que nos cambie su arma por la nuestra.
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Aún con todos estos detalles estratégicos, Army of Two desprende un fuerte olor arcade. Los disparos están asegurados y aunque la estrategia es parte clara del juego, la acción lo engloba todo y los más duchos en la puntería pasarán menos apuros. El sistema de cubrirse con el entorno también es importante, sobre todo para acabar con los enemigos más duros.
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Cada misión nueva que realicemos, podremos acceder a la tienda central del mercado negro de armas donde podremos comprarlas (principal, secundaria y especial), blindajes corporales o cascos de protección, a cada cual más salvaje en su texturizado. Estas armas nos ayudarán para acabar antes con los enemigos, y van desde una Desert Eagle hasta una railgun M134 , auténtica bestia de la destrucción.
Después de darle caña durante unas cuantas horas, Army of Two nos ha dejado un buen sabor de boca. Bien es verdad que por el camino se han quedado ideas y mecánicas que habíamos visto en anteriores versiones tempranas del juego, como el minijuego de resucitación del compañero, pero el producto que tenemos entre manos es de una calidad fuera de toda duda.
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Si a eso le añadimos el más que interesante modo on-line en parejas para competir por los objetivos, parece que estamos ante un más que seguro juego divertido y espectacular. Veremos si su longevidad es todo lo larga que debería y si no se resiente en su repetitividad o en la IA de los enemigos -a los que les hemos notado algunos errores-, pero eso lo veremos dentro de poco con la versión final. Mientras, os podemos decir que lo que hemos visto nos ha gustado bastante. ¡Larga vida a la acción!.
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