Un concurso de dinosaurios

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Buzz! Junior Dinos es la cuarta entrega de esta saga enfocada a los más pequeños de la casa, tras los anteriores Buzz! Locura en la jungla, Buzz! Robotmania y Buzz! Monsters. Buzz! Junior se caracteriza por desarrollar entre los jugadores habilidades de atención, rapidez, agilidad, instinto, lógica…perfectamente desarrolladas mediante un envoltorio más que apetecible. Jugar, aprender y desarrollar los reflejos son algunas de las aclamadas características de estos juegos basados en el uso de los llamados Buzzers, mandos con cuatro botones de colores y un gran botón rojo.

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En este caso nos ocupa una aventura prehistórica pensada para poder jugar mayores y pequeños en grandes, y divertidos, duelos. Podremos elegir entre cuatro divertidos personajes que destacan por su frescura. Se trata de pequeños dinosaurios recién nacidos y de vivos colores, que hacen piña para competir entre ellos en multitud de pruebas. Amarillo, Verde, Naranja y Azul serán nuestras opciones para participar.

El sistema de juego permite competir con hasta un máximo de cuatro jugadores reales. Si somos menos de éste número el propio juego asume la competencia, de modo que no existe un número mínimo de participantes y una persona en solitario puede retar a la máquina. Una vez con nuestros dinosaurios podremos también hacer equipo con otro jugador, de modo que participaremos en duelos de dos contra dos. El objetivo final, ya sea en equipo o en solitario, es obtener el máximo número de huevos para convertirnos en los reyes del jurásico.

Tendremos opción a participar en una gran variedad de juegos que permitirán alargar la jugabilidad de este título. Del total, diez se juegan de modo cooperativo y el resto pueden jugarse a nivel individual. Si bien algunos de ellos recuerdan mucho a lo ya visto, pero en un contexto más cavernícola, sí que existen jugosas novedades que hacen de éste un paquete ideal para pasar las vacaciones o un fin de semana.

Los treinta y cinco mini juegos no son excesivamente largos pero cumplen con el cometido de entretener con una gran variedad de acciones. Es de recibo indicar que algunas pruebas llegan a ser monótonas, pero en conjunto todas son entretenidas. Carreras de karts, pescar en el hielo, burlarnos del Tiranosaurio, nadar en el lago, saltar de rama en rama, derribar trogloditas, cruzar ríos de lava, aguantar en una noria, inflar globos, lanzar huevos podridos,…

Las partidas se distribuyen en corta, media y larga, en función del número de mini juegos que contengan. Y por si eso fuera poco podemos optar por personalizar la partida y elegir aquellos que más nos hayan gustado.

Gráficamente no destaca en nada, cayendo incluso en la dejadez y mostrando texturas muy simples. En cualquier caso no desmerecen el conjunto, aunque se podrían haber explotado mucho más.

El apartado sonoro también cumple su función, con melodías algo repetitivas pero que suenan perfectamente como acompañamiento para los juegos. Los efectos de sonido y las voces, en perfecto castellano, recuerdan a otros Buzz y están destinados a la risa de los más pequeños. La jugabilidad se adapta perfectamente y en ningún caso se torna complicada. El sistema es muy sencillo pulsando los botones de colores de los buzzers.

El juego está pensado para un público mixto, con poca distinción entre sexos a diferencia de otros juegos de consola. Niños y niñas se pondrán en la piel de cualquiera de los cuatro dinosaurios con el único debate de elegir el color.

Como conclusión añadir que el juego destila diversión entre grandes y pequeños a raudales. Si los anteriores Buzz! Junior gustaron en casa, éste no puede faltar por el siempre atractivo contexto de los dinosaurios. Se convierte en un juego completo e ideal para las fiestas o para periodos de vacaciones.

Es fresco, simpático y sin mayor pretensión que ser entretenido, con la ventaja de que gracias al modo de partidas podemos elegir la duración y pasarnos una tarde entera o tan sólo unos minutos de deleite, apagando después la consola con la satisfacción de haber pasado un rato divertido y variado, y con los más pequeños encantados.