Vuelve la guerra

Si revisamos el archivo de análisis de Meristation, buscamos dentro de la plataforma GameCube, y seleccionamos el género de estrategia, uno de los títulos que mejor parados nos encontramos es Battalion Wars, un juego de finales de 2005 que sorprendió a todo el mundo por su calidad, originalidad y buen acabado en general. A penas dos años después nos llega su primera continuación, que pese a pecar de continuista tanto en jugabilidad como a nivel técnico, tiene preparados un par de ases en la manga para solucionar dos de las grandes ausencias que se le echaron en cara al juego original.

Pero antes de comenzar con el análisis en profundidad, permitidnos que os pongamos en antecedentes sobre esta exitosa saga, ya que a diferencia de las creencias populares, la franquicia 'Wars', o más conocida como 'Nintendo Wars', tiene más solera e historia de lo que muchos piensan. Todo comenzó en el año 1988, cuando aparecieron en Japón las primeras Famicon Wars, un juego de estrategia bélica por turnos similar a los SRPG Fire Emblem, creados también por Intelligent Systems. Pese a la gran acogida del público, tuvieron que pasar casi 8 años para que la mercadotecnia funcionase a plena potencia, viendo en la portátil Gameboy, y más tarde en Gameboy Advance, un filón para este tipo de juegos, llegando a sacar desde entonces la nada despreciable cifra de 8 secuelas.

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Fue más tarde en 2005 cuando se decidió que era el momento idóneo para dar el salto de las ya clásicas 2D de la serie, a las amplias posibilidades que ofrecían las 3D de las actuales y potentes consolas de sobremesa como GameCube. A finales de ese año el lanzamiento al mercado el primer spin off de la serie que además de la bidimensionalidad, abandonaría su jugabilidad basada en los combates por turnos para convertirse en un juego de acción y estrategia en tiempo real, era ya una realidad. Había nacido Battalion Wars.

Y aquí estamos hoy, casi tres años después, dispuestos a ofreceros un exhaustivo análisis del juego para ver si el gran éxito que fueron las Battalion Wars originales se repite en Wii, con una secuela que promete subsanar sus primeros errores para convertirse en una de las experiencias tácticas bélicas más importantes del año. Que comience la guerra.

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El juego

Nuestra historia empieza hace 200 años en la Antigua Xylvania, donde está situada la fortaleza de la Legión de Acero. El malvado Lord Ferrok está dispuesto a dar el golpe de gracia al Imperio Solar después de haber mermado considerablemente sus tropas, aunque un grupo reducido de soldados del Imperio liderados por la valiente Qa-len no piensa rendirse hasta el final. Sólo les queda una última oportunidad, y es introducir en el cuartel general de la Legión el bastón capaz de invocar el poder del sol y destruir su base. ¿Podrán ganar está guerra?

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Después de una dura misión de infiltración, los soldados del Imperio logran activar el poder del bastón, reduciendo el cuartel general de la Legión de Acero y a su líder, Lord Ferrok, a un montón de cenizas. Tras esta batalla, el bastón es ocultado por Qa-len para que su inmenso poder destructivo no caiga en malas manos, y así por fin, la paz vuelve a reinar durante 200 años.

Tras la Gran guerra, en la actualidad los conflictos entre naciones han desaparecido prácticamente, y los militares viven un periodo de tranquilidad poco habitual. Aunque esta situación va a durar poco. El coronel Windsor y el comandante Pierce han sido alertados de que el imperio Solar vuelve a tener en su poder un arma de destrucción masiva lista para ser usada y subyugar al resto de naciones, así que ordenan a todas las tropas de las Islas Anglo que realicen un ataque preventivo para evitar un nuevo holocausto. Lo que no saben es que esta información es falsa, y que detrás de ella hay una mano negra que quiere que las principales potencias militares del mundo se destruyan entre ellas para que cuando ellos salgan de las sombras, nadie pueda ofrecerles resistencia y se conviertan en los nuevos gobernadores del mundo.

Durante la partida podremos controlar a los típicos escuadrones de a pie -soldados, lanzallamas, bazookas, tanques...-,  aéreos -cazas, transportadores...-, y por primera vez, también podremos controlar a unidades navales con las que desplegar nuestro poder ofensivo desde el mar. Una cantidad exorbitante de unidades con las que planear nuestro ataque de la forma más efectiva posible.

Las misiones están divididas en diversos objetivos, los cuales se nos indican al comenzar la fase y podremos consultar en cualquier momento desde el menú. Aunque realmente estas indicaciones serán casi innecesarias, ya que en todo momento escucharemos las ordenes de nuestro capitán, que nos irá comentando en cada momento los objetivos a realizar y la mejor forma de conseguirlos, además de ver unas estrellas que nos marcarán el camino a seguir o el objetivo a destruir.

Por si fuera poco, además del modo historia y sus más de 10 horas de duración, podremos contar con el modo online, donde podremos competir con nuestros amigos o con cualquier rival del mundo en los tres tipos de juegos disponibles y sus 16 misiones diferentes:

- Cooperación: Juega con un compañero y combina fuerzas para acabar con uno de los 4 objetivos disponibles.

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- Asalto: Intenta invadir el campamento rival mientras él se defiende de tu asedio.

- Escaramuza: La guerra definitiva. Acaba con el mayor numero de rivales en el tiempo establecido.

Para acabar de ofrecer un juego completo y con el que podamos seguir jugando meses después de haberlo finalizado por primera vez, podremos rejugar todas las misiones para conseguir la mejor puntuación dependiendo de nuestra rapidez, técnica y uso de armas, desbloqueando una cantidad enorme de contenido extra y de nuevos niveles para el modo online. Lástima que como ya sucediese en su antecesor, el modo de juego cooperativo en la misma consola y sin online sea inexistente, obligándonos a conectarnos a Internet si queremos compartir una aventura con un amigo.

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De todos es sabido que en este tipo de juegos de estrategia, el apartado gráfico es el que suele ser el menos deslumbrante y al que se le dedican menos esfuerzos. Battalion Wars no consigue escapar de esta lacra, y por lo tanto, no sorprende en ninguno de sus aspectos y es bastante modesto comparado con algunos de los juegos que ya han empezado a demostrar de lo que es capaz Wii cuando se le dedica el tiempo y cuidado suficiente a sus desarrollos.

Los escenarios son caminos lineales bastante vacíos, estando los escasos detalles situados a los lados de la pantalla para 'cerrarnos el paso' y que no nos salgamos de la ruta prefijada. Ninguna textura o efecto llamarán especialmente nuestra atención, salvo por la ausencia de los mismos, ya que por poner un ejemplo, cuando disparemos al suelo a escasos centímetros de nuestros pies con un tanque antiaéreo, lo unico que veremos será un pequeño cojín de humo y poco más, nada de destruir el entorno o representar fidedignamente el impacto que causaría un disparo de este calibre en su objetivo. Si queremos derribar cosas y ver cómo nuestros disparos afectan a lo que vemos en pantalla, nos tendremos que conformar con algunos objetos destructibles que nos encontraremos de vez en cuando en nuestro camino, como casetas, esculturas y muros, que tras recibir un par de disparos, desaparecerán completamente sin dejar ningún rastro de su existencia.

Pero independientemente del austero acabado de los escenarios en sí, a lo que si que merece prestarle especial atención es al diseño de personajes y vehículos que aparecerán a lo largo de la partida. Tras una fachada 'cartoon' y desenfadada, se esconden más de una treintena de unidades disponibles, claramente diferenciadas unas de otras y con sus rasgos característicos, que harán que queramos superar cada misión con el máximo de puntos posible para desbloquear el contenido adicional que nos dará paso a deleitarnos tranquilamente con los diseños y modelados  disponibles en la sección de extras.

La única pincelada de verdadera calidad que veremos en este aspecto se nos presentará en forma de escenas CGI, que nos mostrarán unos videos preintroductorios y posteriores a las misiones para desarrollar la historia, luciendo un resultado final bastante impresionante y cuidado. Lástima que este punto positivo no acabe de maquillar el conjunto en total, especialmente cuando en algunos momentos puntuales de la partida, el framerate, que no es uno de los más altos que hayamos visto últimamente, baja peligrosamente, sufriendo ralentizaciones en los momentos álgidos de la batalla cuando el número de enemigos y disparos en pantalla es bastante grande

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Sonido

Como cabría esperar, las melodías de BWII tienen un alto grado militar, recurriendo constantemente al repicar de los tambores, las cornetas y fanfarrias, ofreciendo una ambientación bélica a la altura de lo que veremos en pantalla. La variedad de composiciones no es que sea apabullante, pero sí al menos lo suficientemente amplia como para no hacerse repetitiva. Además, los efectos especiales cumplen a la perfección con su cometido, pudiendo diferenciar claramente el tipo de arma que estamos disparando en cada momento con su sonido, y generando una gran atmósfera en general.

El apartado más destacable en este aspecto son las voces, que nos narrarán la historia y nos servirán de apoyo durante las misiones para indicarnos los objetivos a realizar. La única pega es que no son en castellano, y aunque viene todo subtitulado, podrían haber venido en nuestra lengua para que en el fragor de la batalla no tuviésemos que perder ni un segundo en leer sus indicaciones, pudiéndonos guiar únicamente por su voz y dedicando toda nuestra atención al juego.

Jugabilidad

Un juego con la cantidad de opciones y acciones disponibles debe tener una jugabilidad a la altura, y en este apartado BWII no nos defraudará, ya que en base de un control completamente accesible y simplificado, podremos gestionar a la perfección a nuestro batallón. Para empezar, usaremos el Nunchaku para las acciones básicas, como mover a nuestro personaje, saltar y desplazarnos lateralmente, y fijar un objetivo. Para ello utilizaremos el stick analógico y el botón Z, mientras que para realizar los movimientos de escapatoria nos bastará con inclinar el Wiimote hacia el lado deseado a la vez que movemos en la misma dirección la palanca de control.

Con el Wiimote apuntando a pantalla, además de controlar el campo de visión de nuestro personaje, determinaremos nuestro blanco para acabar con él pulsando el gatillo del Wiimote, mientras que con el botón A daremos órdenes a nuestro batallón, decidiendo si nos deben de seguir, quedarse en un punto determinado, o atacar al objetivo que les indiquemos. También podremos cambiar de unidad a la que dirigir moviendo la cruceta direccional, para asignar diversos objetivos dependiendo del tipo de enemigo al que nos enfrentemos, ya que determinados tipos de ataques son más efectivos frente a unos enemigos que a otros.

Por último, sólo nos queda saber cómo cambiar de personaje, ya que aunque nuestra misión en el juego será principalmente la de dirigir a nuestros hombres, también tendremos que mancharnos las manos. Para ello sólo tendremos que apuntar al personaje que queramos controlar y tener pulsado el botón A, y así podremos pasar en cualquier momento de la rapidez y manejabilidad de un soldado de a pie, al poder destructivo y ofensivo de un tanque o un avión. Todo para que la estrategia que decidamos sea lo más personificable y adaptada a nuestra voluntad dentro de lo posible.

A favor:

En contra:

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