Penumbra: Black Plague
La Plaga negra es inminente y llegará en breve a nuestras pantallas, para continuar arrojando un poco más de luz -aunque suene como toda una contradicción- a la historia que comenzó en Penumbra: Overture, hace justamente un año.
La Plaga negra es inminente y llegará en breve a nuestras pantallas, para continuar arrojando un poco más de luz -aunque suene como toda una contradicción- a la historia que comenzó en Penumbra: Overture, hace justamente un año. Friendware será la encargada de distribuir un título que, en su primera entrega, no atravesó nuestras fronteras.
El juego original proviene desde la mayor humildad posible: un pequeño estudio independiente formado por un par de personas en Suecia, los cuales reciben el apoyo de freelances para desarrollar, en su tiempo libre, un videojuego que podía probar libremente todo el mundo. Sus pasos nos remontan a épocas pasadas del videojuego, y nos hacen esbozar una sonrisa al ver que han conseguido el reconocimiento público de jugadores y compañías.
Así, en esta ocasión podremos sumergirnos en una de las representaciones más fieles del temor a la oscuridad que podamos encontrar en nuestros ordenadores. Bebiendo de fuentes bastante fiables como Condemned o Thief, en Penumbra: Black Plague tendremos un título que se jugará en primera persona y en el que el principal protagonista será algo intangible.
Así, la oscuridad será nuestra aliada en la mayoría de las ocasiones para pasar desapercibidos, puesto que una horda de extrañas criaturas mutantes asolan nuestro paso. Manejamos a nuestro héroe, Philip, el cual sigue perdido en una extraña mina situada en Groenlandia, donde descubrirá hechos inexplicables que, se supone, tendrán una explicación en este capítulo.
Aunque Penumbra: Black Plague aparenta ser un FPS, la verdad es que el componente de aventura gráfica es mucho más elevado que el de acción; de hecho, para ir superando habitación tras habitación será necesario utilizar objetos repartidos por el entorno, interactuar con ellos e informarnos de sucesos acaecidos en el pasado a través de notas y grabaciones al más puro estilo Bioshock.
Sin embargo, y ya que hemos mencionado el título de 2K, hay que decir que las grandes bazas con que el juego cuenta no son las mismas que un título triple-A. Su alcance es mucho más limitado y modesto, pero no debe perder ni un ápice de interés por ello. Aunque el motor gráfico no pueda ser considerado de última generación', sí que cumple en líneas generales.
Pero Penumbra: Black Plague no conseguirá su objetivo por lo que muestre, sino más bien, por lo que no enseñe al jugador. Así, un crujido, un gemido soslayado o una borrosa sombra cruzando la puerta logran ponernos en tensión y darnos más de un sobresalto. Además, el componente psicológico también entrará en juego gracias a un misterioso personaje llamado Clarence.
Tal sujeto asaltará, literalmente, la mente de nuestro protagonista, provocándonos visiones y alucinaciones, muy en consonancia con lo que ya hemos visto en títulos como Eternal Darkness o el propio Dark Corners of the Earth. Una muesca más que añadir al revólver con el que el juego avivará nuestros sentidos, ahondando en la perfecta inmersión que se quiere conseguir.
En declaraciones recienter por parte de desarrolladores del juego, ellos mismos se comparaban con otra referencia más: El proyecto de la Bruja de Blair. Sus puntos comunes están claros: bajo presupuesto, inmersión y terror a través de lo que se percibe y se imagina pero no se ve. Quién sabe, igual vemos extraños símbolos vudú a lo largo de la aventura.
- Aventura gráfica