Volar por segunda vez

Ampliar

Hace casi 12 años, la ya histórica Sega Saturn recibía un título curioso, raro en su estética y concepción jugable, y con unos gráficos nunca antes vistos en un videojuego. Se nos presentaba así a NiGHTS, un arlequín que podía volar a través de los sueños y mágicos mundos llenos de color y detalles tridimensionales. El viaje cautivó a cientos de miles de jugadores convirtiendo rápidamente al título en uno de los estandartes de la consola y al personaje en uno de los más carismáticos creados nunca por Sega y la industria en general.

Ahora, Nintendo Wii se enorgullece de recibir el esperadísimo regreso del personaje. Pero su aterrizaje parece algo forzado, no es como esperábamos y recuerda peligrosamente en exceso al juego de hace más de una década. Su aspecto gráfico es de ensueño oscurecido por alguna que otra pesadilla, lo mismo que sucede con algunos apartados de su jugabilidad, manejo y presentación. Es cierto que guarda todas las concepciones que hicieron genial al primero, pero quizá ese conservadurismo se ha llevado al extremo en un juego que, pese a alcanzar una calidad notable, podría haber sido mucho más.

Por ello, el jugador seguidor del personaje verá un título imprescindible en este nuevo Journey of Dreams, un retorno mejorado al que fue un juego histórico, que, pese a todo, sigue conservando su magia. Pero para quien no conozca al personaje y la jugabilidad y estética que conlleva, quizá esta secuela no alcance lo esperado y no se termine de entender por qué se habla tanto de este juego. No obstante, repetimos, es todo un acierto dentro del catálogo de Wii.

Ampliar

Los mundos volverán a sorprendernos por su acabado gráfico, su apariencia artística y la magia y vida que siempre los rodea. El lavado de cara técnico da como resultado uno de los mejores aspectos visuales de la consola, aunque presenta serias decepciones que rompen la armonía general. Interesantes opciones multijugador, más variedad de situaciones y un sistema de control muy completo y versátil dan lugar a esta joya algo empañada por demasiadas indeseables minucias juntas.

Helen y Will

Como ya sucediera en la primera aventura, NiGHTS: Journey of Dreams se cuenta a través de la historia onírica de dos niños, llamados en esta ocasión Will y Helen. Esta trama bipartita le aporta una estructura jugable más variada y menos frustrante, pues no es un juego precisamente fácil y podremos alternar entre las fases de una y otro para ir desvelando qué sucede con este mágico mundo llamado Nightopia.

Reaparecen personajes como el búho Owl o la enigmática Reala, antítesis de NiGHTS, que ahora tiene más protagonismo y trabajará a las órdenes de un malvado superior. Así, decenas de enemigos y extrañas criaturas conocidas como Nightmares ensuciarán estos fascinantes parajes, creando nuevos retos y misiones para los dos niños y nuestro protagonista.

A través de un universo paralelo conocido como Dream Gate, se nos irán abriendo diferentes puertas a los distintos niveles, en los que tendremos que realizar varias tareas diferentes. Estos mundos, grandes, coloridos y muy detallados, son el telón de fondo para nuestros vuelos, saltos plataformeros, minijuegos y demás misiones diferentes. Por ello, podemos hablar de una jugabilidad variada dentro de la posible repetición que pueden suponer las preponderantes fases de vuelo y ciertos objetivos muy simples.

Con todo, uno de los puntos negativos que más pesa a NiGHTS para Wii es su estructura algo cuadriculada unida a una interfaz demasiado sencilla. Los menús, los tiempos de carga, los anodinos vídeos in game, la linealidad de las misiones o la ausencia absoluta de checkpoints ensucian ya un trabajo que aspiraba a mucho más y que no parece pretender ser un juego tan histórico y sobresaliente como todos esperábamos.

Un sueño visual

El apartado gráfico de NiGHTS: Journey of Dreams vuele a sorprender. Multitud de elementos y personajes en movimiento llenan de vida cada fase, mundos extremadamente detallados y coloridos, efectos lumínicos sobresalientes y una apariencia artística y arquitectónica inigualable. Cada viaje es un cúmulo de experiencias visuales, una recreación de los sueños más fantásticos y los lugares más mágicos que podamos imaginar, ambientados en todo tipo de lugares como luminosos y poblados bosques, palacios de cristal, fortalezas enrevesadas, salas de espejos, cráteres volcánicos bajo las tormentas, cascadas, fuentes, colinas, jardines, ruinas… Una delicia técnica y creativa.

Pero esta grandiosidad de los escenarios se ve rápidamente inconexa con unos personajes no tan poligonados ni vistosos. Las animaciones de todos ellos parecen de hace 5 ó 6 años, pues no tienen casi expresiones faciales y los movimientos de su cuerpo les hacen parecer esquemáticas marionetas. A ello se suma una interacción con el entorno poco trabajada, donde el escenario parece entero de piedra y los personajes de cartón, siendo incongruentes y quedando mal resueltas gráficamente muchas situaciones comunes.

Por todo ello, podemos decir que el apartado gráfico de NiGHTS nos da mucha calidad con algunos resbalones, por lo que a nivel general es una gran obra. Lo mismo sucede con el sonido, sobresaliente pero manchado por unos efectos repetitivos y excesivamente simples. La banda sonora es sencillamente descomunal: revisiones de los temas clásicos, melodías pegadizas y apropiadísimas que se pueden disfrutar por separado, variedad de instrumentos y estilos, coqueteando siempre con los más trasportadores ritmos chill out y jazz electrónico…

Sin embargo, como decíamos, los efectos sonoros no parecen estar del todo a la altura. Aunque suenan como hace 11 años, y esto encantará a los incondicionales del personaje, no hubieran sido de desagrado algunas innovaciones o retoques de muchos de los sonidos producidos por los protagonistas y el entorno. A ello se suma la ausencia de doblaje al castellano de las voces que, con lo poco que hablan los personajes, se podrían haber localizado perfecta y fácilmente a nuestro idioma. No obstante, y a pesar de hablar en inglés, todo está detalladamente subtitulado y explicado.

Nights vuela de varias formas

En lo que a manejo se refiere, el trabajo de Sega y el Sonic Team ha sido sobresaliente. El arlequín, que en pantalla se mueve de manera algo robusta y artificiosa, hará giros, acrobacias y planeos de todo tipo cuando lo manejemos. Los niños, por su parte, también son algo rudos en sus movimientos en pantalla, pero desde los mandos son una delicia para el control.

Hay tres opciones para el manejo del juego: Wiimote, Wiimote + Nunchuk y Mando Clásico de Wii. Empezando por Wiimote + Nunchuk, nos encontramos con el sistema de control típico de la mayoría de los juegos de la consola, los botones realizan acciones y con el joystick del Nunchuk nos movemos. Muy parecido es el manejo con el Mando Clásico de Wii, que nos permitirá un juego más tradicional, girando la cámara con el joystick derecho, usando los gatillos, etc.

Sin embargo, es el control exclusivamente mediante el mando de Wii donde NiGHTS encuentra su mejor baza a nivel general. Volar indicando con el puntero hacia donde queremos ir es una experiencia más profunda, precisa e intuitiva que guiar al personaje con un joystick. El sensor de movimiento, los botones del mando y el puntero servirán más que de sobra para poder realizar todas las acciones disponibles, incluso teniendo que colocar el mando en horizontal en determinados momentos.

No obstante, también es cierto que en algunas ocasiones la mejor opción será el Mando Clásico o el uso conjunto del Nunchuk, por lo que es recomendable utilizar adecuadamente los tres sistemas de control del juego según en qué momento de la aventura nos encontremos. En las fases de plataformas puras protagonizadas por los niños se agradecerá poder mover las cámaras a nuestro antojo mediante un joystick, en algunas misiones se nos pedirá hacer muchos bucles volando, que se consiguen mejor manejando a NiGHTS con el Nunchuk, etc.

Con todo, Journey of Dreams es un juego difícil, exigente en su jugabilidad y planteamiento, y que pondrá a prueba hasta a los más experimentados. La complejidad de algunas misiones, la ya mencionada ausencia de checkpoints durante éstas y la duración prolongada de muchas de ellas podrán llegar a frustrar a cualquiera, más aún a los jugadores poco experimentados o con poca destreza en el género.

Centrado principalmente en las fases de vuelo, la variedad que aportan las plataformas, minijuegos, jefes finales, fases de raíles, y demás retos restan en parte esa frustración que puede llegar a crear aunque tampoco lo hacen especialmente divertido. En las misiones de vuelo, volveremos a movernos en dos dimensiones pese a que el juego entero está en tres, lo que hace que la visibilidad se reduzca considerablemente con los bordes de la pantalla y haya que hacer movimientos rápidos y repentinos en multitud de ocasiones.

La magia de un sueño

Como ya hemos señalado, los sueños de los niños, en su concepción más clásica y tópica, vuelven a ser el tema central de esta nueva entrega de NiGHTS. Las fases llenas de color y formas están pobladas también de posibles pesadillas y miedos, que es a lo que nos tendremos que enfrentar en cada nueva misión propuesta por los niveles. Así, a través de las puertas expuestas en Dream Gate, accederemos a los distintos parajes para seguir viendo el viaje de Helen y Will por su subconsciente onírico.

Se trata de un viaje no demasiado largo, pero sí arduo si se quiere completar al cien por cien. Es relativamente variado, tampoco demasiado pero sí mucho más que el original. En este sentido, debemos remarcar los modos multijugador y extras que presenta el juego que, pese a no ser muchos, darán algo más de vida útil al título. El más importante, es My Dream, un inmenso jardín que acabaremos convirtiendo en bestiario para mostrar online al resto de jugadores del mundo qué criaturas hemos recogido y cómo evolucionan.

Además, y como ya se anunció hace mucho tiempo, podremos sincronizar el juego con el Canal Tiempo de Wii y hacer que, tanto en este jardín como en algunas fases, encontremos, únicamente como curiosidad, una climatología acorde con la de nuestra zona o ciudad real donde nos encontremos. Pero esto queda como dato anecdótico, pues no afectará en nada a la jugabilidad, sólo a la apariencia técnica de los mundos. No obstante, y aunque podría haberse jugado más con sus posibilidades, es un detalle de agradecer y que llena de cierta sensibilidad y diferencia los niveles en los días de lluvia o nublados.

Las misiones de vuelo, sobre un 75% del juego, vuelven a estar pensadas para cruzar anillos, recoger ítems, hacer combos, y resolver muchos otros pequeños retos mientras nos movemos en direcciones laterales. Al cruzar anillos rellenaremos nuestra barra de PowerDash, con el cual podremos aumentar la velocidad, romper barreras y objetos, cazar a enemigos y realizar movimientos únicos entre otras acciones. Pero NiGHTS guarda un secreto más: podrá transformarse siempre que quiera en diversas cosas.

Desde un delfín a una lancha motora el inquieto personaje irá adquiriendo nuevas habilidades que nos permitirán recorrer caminos únicos y enfrentarnos a misiones que antes no podíamos. Por ejemplo, al convertirnos en delfín (la primera transformación) podremos bucear y recoger los ítems y anillos que estén bajo el agua, proponiéndosenos a la vez nuevos caminos y desafíos gracias a las posibilidades de esta original metamorfosis.

Independientemente de las fases de plataformas y demás retos variados que no tienen que ver con el vuelo, los jefes finales son el gran acierto de Journey of Dreams. Como ya ocurriera con el primer NiGHTS, la espectacularidad y diversión que ofrecen estos retos épicos son una de las claves del éxito del juego. Viejos conocidos y algunos personajes nuevos nos llevarán hasta sus siniestras guaridas para retarnos a vencerlos de muy diversas formas, a cuál más sorpresiva, memorable y original.

Nights VS Reala

De manera adicional a la aventura principal, Journey of Dreams nos ofrece la posibilidad de enfrentarnos a amigos y desconocidos a través de Internet o en pantalla partida en una misma consola. Empezando por este segundo modo, cabe decir que la jugabilidad de NiGHTS no termina de adaptarse a la pantalla partida en horizontal y que es incomodísimo disputar partidas multijugador en este modo ya que se resta en exceso la visibilidad.

Los modos de juego, tanto online como en una misma consola, consisten en una lucha de bolas candentes y carreras clásicas a través de los escenarios que ya hemos podido ver en el modo Historia. Además de no ser demasiado, también se le puede echar en cara no proponer modos multijugador para más de dos personas, lo que coarta muchas de las expectativas que había puestas en él.

La conexión CNF de Nintendo y las Listas de Amigos vuelven a ser el método empleado para el juego online de NiGHTS. El jardín My Dream es la otra gran opción de este modo. Podremos visitar otros y que visiten el nuestro, interactuando con las especies que encontremos y realizando acciones concretas, como chatear mediante símbolos predeterminados con otros jugadores que nos crucemos. Demasiado simple.

Conclusiones

El regreso de NiGHTS y su vuelo por este Viaje de los Sueños no ha sabido llegar a ser la maravilla en bruto que esperábamos aunque sí es un buen juego y un imprescindible para los más nostálgicos. Los años no parecen haber pasado por el personaje y su jugabilidad y eso no es del todo positivo teniendo en cuenta que hablamos de un juego relativamente antiguo. Por tanto, la magia y estética deslumbrantes que acompañaron al personaje hace 11 años siguen vigentes, pero a cambio encontramos un título algo tosco y sencillo en su concepción como juego.

No obstante, es un espectáculo visual apoyado en un apartado sonoro de auténtico lujo, convirtiéndose de inmediato en una de las mejores joyas técnicas de Wii. Pero de nuevo encontramos pequeños errores que no le dejan ser más que eso. Los efectos de sonido y las animaciones de los personajes huelen demasiado a antaño. Es un sensacional vuelo por segunda vez, pero no mucho más que eso…