Final Fantasy IV, Impresiones

El juego que supuso un punto de inflexión en la saga, mucho antes del famosísimo séptimo capítulo, vuelve a nuestras pantallas en forma de una versión para Nintendo DS. Nuestro corresponsal en Japón prueba esta nueva apuesta por el pasado de Square Enix y nos da su opinión.

Final Fantasy IV marcó un antes y un después en la serie que iniciara hace ya 20 años la entonces Square (a secas). Aspectos de los juegos que se han convertido en 'marca de la casa' dieron sus tímidos primeros pasos en este juego. Características como el 'Active Time Battle', los elaborados guiones donde los personajes principales alcanzaban cotas de protagonismo inusitadas y nunca vistas hasta el momento, o la utilización al máximo de la tecnología que ofrecía la máquina sobre la cual corría el juego. Todos ellos se han estado utilizando hasta recientes capítulos de la saga, ampliándolos o desarrollándolos de acorde a los tiempos.

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Un aspecto único de Final Fantasy IV es la cantidad ingente y variada de personajes que llegaremos a controlar en la historia. Son decenas de ellos, cada uno con una personalidad y habilidades bien definidas.

Y qué decir de la música de este juego. El tema principal es un clásico absoluto del mundo de los videojuegos, y consagró a Nobuo Uematsu, su compositor, en la élite de su profesión. Es un tema que se reconoce inmediatamente al escuchar sus primeros compases, y tiene el poder de quedarse en nuestra mente por mucho tiempo, incluso después de haber dejado de jugar a Final Fantasy IV. Tal es su fuerza e intemporal vigencia pese al transcurrir implacable de los años.

La encargada de desarrollar esta versión ha sido la misma que programó el 'remake' de Final Fantasy III, Matrix Software, con la supervisión de miembros del equipo original de desarrollo de Square, capitaneado por el ínclito Takashi Tokita (Parasite Eve). Se da el caso que para el juego original se descartó parte del entramado argumental inicialmente previsto por restricciones de tiempo y presupuesto. Sin embargo, el juego que recibe Nintendo DS enmienda este agravio y podemos disfrutar al fin de la obra completa.

Lo primero que salta a la vista una vez comenzada la partida es el remozado aspecto gráfico que luce la obra. Al principio se nos presenta ante nuestros ojos un vídeo donde se nos pone en antecedentes mediante una sucesión de bellas imágenes que supone un primer acercamiento al elenco de personajes. Un detalle muy de agradecer y que le confiere un aspecto muy atractivo es la inclusión de ambas pantallas en la presentación del vídeo, creando la ilusión de que es una sola pantalla panorámica orientada verticalmente. Realmente espectacular.

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El sistema de juego es Final Fantasy por los cuatro costados.. Es el típico de la saga en los primeros capítulos. Como ya hemos dicho, el 'Active Time Battle' juega un papel preponderante. En él, el jugador da órdenes a su equipo en tiempo real. Cada personaje (incluyendo a los enemigos) tiene una barra de tiempo. Cuando ésta llega a cero, puede atacar o llevar a cabo una acción. En la batalla la escena es la ya clásica vista horizontal en la que nosotros estamos a la derecha y nuestros enemigos a la izquierda de la pantalla. Podemos posicionar a nuestros personajes tanto en la línea de ataque como en la segunda línea, dependiendo de sus habilidades. Y hablando de habilidades, otro aspecto 'marca de la casa' es el equilibrio de los personajes en cuanto a éstas. Por ejemplo, un mago tendrá una defensa débil, o un soldado habilidades mágicas muy básicas. Por otro lado, todas las invocaciones del juego original están ahí. Eso sí, lucen espectaculares en su nuevo aspecto 3D y en doble pantalla.

Como siempre, cuando nos encontramos en la vista del mundo, nuestro equipo puede recorrer grandes distancias entre ciudades y también enfrentarse a criaturas que saldrán a su paso a cada momento de manera aleatoria.

En las ciudades podremos adquirir armas, objetos, hablar con la gente, descansar (por cierto, hay que pagar el alojamiento) o grabar la partida. Si queremos avanzar más rápidamente por sus calles, sólo tendremos que mantener pulsado el botón B y para correr. En la pantalla superior se desarrolla la acción, mientras que en la inferior podemos ver el mapa de los alrededores. Las zonas que todavía no hemos explorado no se pintan en diferente color, por lo que tendremos que utilizar nuestras dotes de memoria.

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Un tema a destacar es la linealidad del argumento. Hay poquísima libertad en cuanto a investigar caminos alternativos a la trama principal. A eso hay que añadir la poca variedad de misiones paralelas, lo que confiere al juego un grado de rejugabilidad un tanto limitado.

Cambiando de tercio, el apartado de audio es impecable. Como ya hemos mencionado, la calidad de la banda sonora es impresionante. También es más que destacable la inclusión de diálogos hablados en las escenas importantes. La calidad de las voces de la versión japonesa que hemos probada es impecable y a la altura del producto final.

En resumidas cuentas, nos encontramos ante una muy buena versión de un juego clásico que nos ha causado una excelente impresión. La única 'pega' es la de siempre. Ya son demasiadas versiones de (por otra parte buenísimos) juegos antiguos las que nos trae Square Enix. Por lo demás, tremendo juego, tremendo 'remake'.

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