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Boogie

Boogie

Baile con Stylus y sin estilo

El baile de Electronic Arts llega a DS tras su silencioso paso por Wii. Boogie sigue proponiéndonos el mismo estilo de juego que vimos ya en septiembre con la novedad de realizar las coreografías mediante trazos y toques de Stylus, resolviendo algunos minijuegos eventuales y siguiendo un ritmo que parece inexistente. ¡Volvemos a la colorida pista de baile!

Cuando Bubba, Lea, Kato y el resto iban a hacer su aparición en Wii las expectativas estaban muy altas. Boogie supuso una de las mayores decepciones del, ya casi acabado, año en Wii. Por fin llegaba un juego musical a la consola, que proponía cante, baile y edición de vídeos. Pero resultó no tener la calidad esperada por todo jugador habituado en el género pasando a la recámara del catálogo de la consola. Ahora nos llega una conversión con los mismos cánones a Nintendo DS, cambiando el Wiimote por el Stylus y la cruceta, únicos elementos necesarios para manejarlo.

Boogie (Nintendo DS)

El principal problema de Boogie era, y sigue siendo en portátil, su superficialidad jugable, su poca profundización en la precisión del manejo. Se echa de menos que haya que seguir el ritmo casi a la perfección para que puntúe o que requiera unas pautas de juego menos ambiguas y más asequibles, como otros juegos musicales como Dance Dance Revolution o Parappa the Rapper. Veamos, Boogie deja una jugabilidad extrañamente fácil, que busca ser asequible a cualquier jugador simplemente no exigiendo apenas nada y "pasando la mano" en cientos de momentos. Esto se traduce en un estilo de juego poco profundo, nada preciso y al que se le pueden hacer trampas para atajar trabajo.


Boogie nos propone bailar con estilo libre o ejecutando secuencias, recogiendo diferentes trazos del Stylus (antes del Wiimote) que la DS llega a confundir por su similitud, creando situaciones en las que el juego parece hacer lo que quiere, casi siempre en nuestro favor. Éste es uno de sus principales puntos en contra, y es que la sensacional implementación que se le ha dado se empaña totalmente por un sistema de recogida de trazos poco trabajado, muy abierto.

Boogie (Nintendo DS)
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Pese a este gran defecto, es un juego idóneo para el público infantil debido a su sencillez media, su estética y sus posibilidades. Podremos personalizar a los personajes, elegir entre 20 canciones diferentes de todos los estilos y que se irán desbloqueando o jugar contra amigos en los modos multijugador. La utilización de minijuegos continuamente y la oferta de tres estilos de baile distintos para el modo Historia le dan la suficiente variedad como para distraer durante algunas horas. Eso sí, no demasiadas.

Boogie (Nintendo DS)

Boogie tiene, por tanto, mucha variedad. Sus diversos modos de juego, el tener que desbloquear todos los objetos y ropas para personalizar a los personajes o la variedad de canciones lo hacen divertido y cambiante. Pero por desgracia, todas sus opciones jugables quedan descubiertas en apenas una hora de juego por lo que, aunque para acabarlo al 100% requiera muchas horas dedicadas a él, ya en la primera sesión descubriremos cómo funcionará todo el resto del juego.

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Esto se podría haber arreglado quizá mostrando cada vez más minijuegos hasta que estuvieran todos desbloqueados, proponiendo los diferentes modos de juego a medida que avance la aventura, etc. y no que todo esto está visible desde el primer momento lo que le hace perder al juego el factor sorpresa y por tanto, una forma de crear adicción o interés por llegar hasta el final.

Boogielandia, el mundo del baile.

La historia, vista desde una de las 5 perspectivas posibles, según qué personaje escojamos, nos traslada hasta Boogielandia, una tierra llena de pistas de baile, escenarios y estadios donde varios personajes luchan por convertirse en los mejores bailarines del lugar. Estos aspirantes vuelven a ser los que ya vimos en Wii (Lea, Bubba, Jet, Julius y Kato). En todo momento podremos personalizarlos con un editor bastante completo, pudiéndoles cambiar el modelo de cada prenda de ropa, el color o hasta dibujar sobre las prendas con distintos elementos como ya hemos visto en Nintendo DS en títulos como Animal Crossing o Mario Kart.

Boogie (Nintendo DS)

Una vez elegido el personaje desde el que queramos ver la aventura en cada momento, pues podemos cambiar de uno a otro siempre y seguir por donde éste vaya, deberemos recorrer libremente un mapa en el que se van abriendo las distintas áreas del torneo a medida que conseguimos puntos de baile en las ya abiertas. Para ir rellenando este indicador por puntos de la clasificación tendremos que escoger siempre entre tres tipos de baile: Repetición, Estilo Libre o Coreografía.

Boogie (Nintendo DS)

Empezando por Estilo Libre, el juego nos dejará hacer los trazos que queramos y nos los puntuará siempre que sigamos el ritmo, que en Boogie se traduce a que casi siempre nos los puntuará, pues no hay demasiada exigencia en este sentido, ni siquiera en modo difícil. Hay seis direcciones distintas para los trazos y tocando simplemente con el Stylus en la pantalla haremos un salto, el otro movimiento de los siete disponibles. Con estos movimientos iremos rellenando el medidor de Boogie que, cuando esté completo, hará que durante un tiempo todos nuestros movimientos valgan el doble de puntos. Esto es similar en los tres tipos de baile, igual que sucede con los minijuegos súbitos y esporádicos.

El tipo de baile Coreografía es quizá el que supone más reto aunque a la vez es el menos innovador. Muy al estilo del ya mencionado Dance Dance Revolution, deberemos hacer el trazo indicado justo cuando la flecha que lo indica pase por un marcador. Éste es el estilo típico de los juegos musicales pero, curiosamente, en Boogie es el más divertido, frenético y que más reto supondrá. El modo Repetición es un híbrido de Coreografía y Estilo Libre. Se nos darán bloques de hasta cuatro movimientos que deberemos hacer sin equivocarnos, como los combos especiales del Boogie de Wii.

Boogie (Nintendo DS)

Todo esto sería tremendamente divertido si no fuera por un defecto que le pesa demasiado a este juego en sus dos versiones: muchas veces hay errores en la recepción de los trazos o basta con no parar de mover nuestra mano en todas direcciones para superar sin problemas cada nuevo reto. Como comentábamos al principio, esta ambigüedad de manejo crea situaciones injustamente fáciles en las que sin quererlo hacemos un gran combo, realizamos varios movimientos o, también sucede a veces, cometemos errores catastróficos para la partida porque la DS ha interpretado lo que ha podido. Inadmisible.

Sin embargo, los minjuegos que se intercalan varias veces en mitad de las coreografías, por su parte, son uno de los grandes aciertos de Boogie DS. Sólo hay diez pero a cada cual más divertido e intuitivo. En algunos deberemos soplar en momentos determinados, en otros tocar rápidamente ciertos puntos de la pantalla, muy al estilo Elite Beat Agents, en otro hacer rápidamente los trazos que se nos indiquen, movernos con la cruceta de un foco a otro… Son bastante variados y siempre se agradecen cuando aparecen, pues son lo más entretenido y, esta vez sí, muy justos y precisos. El problema es que vuelven a ser pocos y demasiado fáciles, incluso en el modo de dificultad alta.

Una buena apariencia con buena música

Gráficamente, Boogie DS es un juego no demasiado vistoso pero que responde bien a su estética y lo exigible. Su mezcla entre 2D y 3D queda perfectamente encuadrada en este mundo de color y animaciones, en lo que todo parece ir al ritmo de la música que suene en cada momento. Los escenarios, siempre bidimensionales, están perfectamente detallados y llenos de vida y variedad. Los personajes, tridimensionales y realizados con cell shading, se muestran bien poligonados y animados, aunque quizá se les echen de menos unas expresiones faciales más marcadas, y no esas caras tan estáticas. Al igual que en Wii, el juego incluye unas gafas tridimensionales que en DS no terminan de funcionar muy bien, pues al ser una pantalla pequeña la idea de resaltar al muñeco por encima de la profundidad conseguida en el escenario no se cumple del todo y casi es preferible jugar sin ellas.

Boogie (Nintendo DS)

En su apartado sonoro, Boogie cumple a la perfección. Veinte canciones, ninguna de ellas en versión original aunque sí muy conseguidas, de distintas épocas y estilos pondrán el sonido a las coreografías que realicemos. Los temas son variados y encontramos muchas canciones que ya aparecían en el Boogie de Wii. La lista la confeccionan temas como Don't Cha, Oops! I did it again, Girls just watn to have fun o Celebration. Muy actuales, por tanto, y otros más antiguos pero siempre conocidísimos. Los efectos de sonido también están a la altura y son lo necesariamente variados y adecuados.

Boogie (Nintendo DS)

Boogie hace un uso muy acertado de las dos pantallas de la DS, el micrófono, la cruceta y el, siempre imperante, Stylus. No hay ningún uso para los botones salvo para el Start. La presentación del juego es adecuada, colorida y de fácil interfaz de menús, por lo que el título podría estar perfectamente destinado tanto a jugadores ocasionales o niños pequeños como a jugadores experimentados que quieran probarlo. Además, un completo tutorial que poder consultar en cualquier momento es una seña evidente de la heterogeneidad de públicos que se ha buscado desde EA.

Por último, y en cuanto a su modo Multijugador, Boogie presta partidas para dos usuarios con un solo cartucho o con uno en cada DS. Por supuesto, y como viene siendo habitual, jugar con un cartucho cada uno permite más opciones de personalización de la partida, personaje, etc. Siempre son modos competitivos en los que la victoria estará decidida en relación a los puntos que consiga con las coreografías cada jugador.

Conclusiones

Boogie reaparece en DS como un juego mejor que su homónimo de Wii pero de calidad sólo suficiente. Independientemente de la ventaja de que sea portátil y pese a no corregir sus principales errores de jugabilidad, es un título más completo, variado y comprensible. Pero, como decimos, siguen pesándole demasiado su facilidad media, su imprecisa recepción de nuestras acciones y algunas incongruencias jugables que no se pueden permitir en un título tan centrado en su jugabilidad como lo es Boogie, por ser del género musical.

Boogie (Nintendo DS)

Con un apartado gráfico y sonoro a la altura, Boogie se presenta como una alternativa mediocre a Elite Beat Agents y demás títulos musicales de DS. No obstante, da pie a soñar con que una posible secuela de este juego arregle de una vez por todas todos los errores y molestias claras para el jugador experimentado. En definitiva, un juego sólo aceptable pero no recomendable en ningún sentido. Es un baile con Stylus, que no con estilo…

  • Los minijuegos intercalados en las canciones.
  • Tiene bastantes opciones de personalización de personajes y partidas.
  • Apartado técnico a la altura.
5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.