Imperivm Civitas II, Impresiones
Tras el éxito de la primera entrega, FX Interactive ha decidido continuar la saga Civitas dentro de la franquicia Imperivm con esta segunda parte en la que trata de pulir algunos defectos de la primera entrega y añadir modos de juego nuevos. Hemos podido verlo en funcionamiento y os contamos nuestras primeras impresiones poco antes de que el juego salga a la venta.
Tras el éxito de la primera entrega, FX Interactive ha decidido continuar la saga Civitas dentro de la franquicia Imperivm con esta segunda parte en la que trata de pulir algunos defectos de la primera entrega y añadir modos de juego nuevos. Hemos podido verlo en funcionamiento y os contamos nuestras primeras impresiones poco antes de que el juego salga a la venta.
Aprovechando la creación de un nuevo motor gráfico, en FX Interactive se les ocurrió, bajo la ya conocida marca Imperivm, sacar un juego centrado más en la gestión económica en lugar de la militar, al que apellido como Civitas. Planeando quizá en un futuro unir la franquicia tradicional con Civitas ofreciendo ambos tipos de juego, por el momento han decidido continuar desarrollándolas por separado.
En casi un año han podido leer a los centenares de miles de jugadores que adquirieron la primera parte para así conocer mejor cuáles fueron los aciertos y cuáles fueron los fallos de ese primer intento y con Civitas II tratarán de satisfacer a todos esos aficionados con nuevas opciones de juego, mejoras en la jugabilidad o arreglar algunas cuestiones que no funcionaron del todo bien en la anterior entrega.
Por ejemplo, se ha añadido una línea temporal para vivir el desarrollo de las ciudades desde un punto de vista más histórico, pudiendo estar al mando de la mismísima Roma en dos periodos distintos (su nacimiento y su momento de máximo esplendor) o de otras poblaciones también muy relevantes por diversos factores como lo fueron Pompeya, Alejandría, Tánger o incluso Barcelona. De este modo, podemos ir superando objetivos y desbloqueando nuevas localizaciones donde jugar.
En cada una de estas ciudades se nos irán encargando misiones, pudiendo tener pendientes hasta un máximo de cinco, que pueden ir desde construcción de un edificio concreto a la conquista de una aldea bárbara enemiga, pasando por mantener contentos a nuestros habitantes y con todas sus necesidades cubiertas. Según vamos cumpliendo cada uno de estos mandatos podemos ir dando paso a otros nuevos.
La interfaz mantendrá un estilo muy similar, destacando su característico sistema de menús denominado "Rotae" por su distribución circular, donde algunos elementos han sido reubicados en otras secciones para que su localización sea más clara. Tendremos un sistema de avisos en pantalla con los sucesos que vayan ocurriendo y todo tipo de estadísticas sobre el estado de nuestra población.
La naturaleza será un factor muy importante a tener en cuenta, ya que podemos encontrar con el estallido de un volcán pero también con otros acontecimientos menos impactantes pero igualmente peligrosos como una plaga o una inundación. Determinados lugares serán más propicios a algunos de estos desastres, aunque también tendremos que luchar contra la escasez de recursos de algunas regiones potenciando el comercio o midiendo en qué invertimos nuestras explotaciones.
El sistema de comercio se ha potenciado en esta nueva entrega y como principal novedad contarán con la creación de rutas comerciales marítimas. También será posible establecer relaciones con los poblados bárbaros de los alrededores o incluso, en lugar de conquistarlos en un ataque, establecer una especie de colonias para tener acceso a los recursos cercanos a esas aldeas.
En el primer Civitas la gestión militar era mínima, curiosamente todo lo opuesto a los otros títulos de Imperivm y, aunque en esta segunda parte esto no cambiará radicalmente, sí que tendremos un mayor control de nuestras reducidas tropas. A los legionarios se les unirán nuevos tipos de unidades como hastati, arqueros, equites o catapultas, cada uno de ellos generado en un edificio diferente.
Los soldados se controlan por grupos y será posible indicar algunas formaciones de combate, como en cuña o en bloque. Sin embargo, nuestras órdenes se limitarán a desplegar nuestro ejército en un punto concreto del mapa para atacar o retirarlo, no pudiendo manejar directamente durante los enfrentamientos con los bárbaros, así que todo se reduce prácticamente a una cuestión de número: quien tenga más unidades gana.
Aunque habrá que tener un factor en cuenta: la moral. Según vayan acumulando victorias la moral de nuestro ejército aumentará, siendo más letales en la batalla, pero si reciben demasiadas bajas pueden llegar incluso a retirarse en mitad de una escaramuza. Nuestros soldados no serán los únicos afectados por este elemento, sino que también le ocurrirá a los del enemigo, y algunas formaciones, en cuña por ejemplo, serán más devastadoras contra unidades con la moral baja.
El mayor peso de la gestión militar da paso a la creación de empalizadas y murallas para proteger mejor nuestro recinto. Su construcción es bastante sencilla ya que ni siquiera tenemos que preocuparnos por colocar las puertas, éstas se crean automáticamente. Eso sí, la construcción de muros requerirá una buena planificiación porque no es algo que se pueda cambiar con facilidad y hemos de tener cuidado de no limitar nuestro crecimiento.
La clave de Imperivm Civitas fue el conseguir que todo estuviera conectado entre sí. Cada ciudadano tenía su nombre y apellidos, una familia, una casa, un trabajo (o no, estaba en el paro) y un barrio. Cada edificio tenía su área de influencia y debíamos procurar que todo el mundo tuviese acceso a todos los recursos, que los diferentes talleres, granjas y explotaciones estuviesen cerca para compartir materias primas o productos elaborados, etc.
Este sistema de juego se mantiene, obviamente, en esta continuación, aunque con una introducción que alterará todo: el dinero. Ahora cada familia manejará una determinada cantidad de dinero según su trabajo y si se encuentran en paro la riqueza de su hogar irá descendiendo, dando paso incluso a un nuevo fenómeno a combatir: la delincuencia. Nuestra labor será por tanto velar porque cada habitante tenga los medios económicos mínimos para subsistir.
Para ejercer nuestra función de gobernador tendremos tres fuentes de ingresos: los edificios públicos como altares y templos, donde se realizarán donaciones, o termas, mediante impuestos o realizando expropiaciones. Sí, como habéis leído, podremos recrear el escándalo de Rumasa en pleno siglo I antes de Cristo, quitándole a los más ricos de la ciudad su patrimonio si lo necesitamos.
Habrá nuevos edificios, algunos de ellos históricos, como el Circo Máximo, palacios donde se alojan los potentados de la ciudad o los ya comentados puertos y construcciones militares. Al igual que en la primera entrega, su recreación es fiel a aquella época, haciendo uso de un nuevo motor gráfico que alcanza un mayor nivel de detalle, aunque tampoco supondrá un salto importante ya que toma elementos del anterior.
De hecho, esperan que este motor les sirva para futuras entregas, ya sea de Civitas o de Imperivm a secas, y de momento parece que sí que puede dar más de sí. Los requisitos, como estamos acostumbrados en los títulos de FX, no serán muy exigentes para jugar con normalidad, aunque si queremos todos los efectos activados se resentirá con algunas ciudades grandes en los movimientos de cámara aunque nuestro equipo sea potente, pero sin afectar en demasía a la jugabilidad.
En cuanto a las opciones multijugador, la competición seguirá siendo únicamente mediante puntuaciones. Los jugadores podrán comparar sus logros con el de otros usuarios en Internet en un listado global o desglosado por ciudades, de modo que haya gente que pueda convertirse en auténticos expertos en una determinada localización, sacándole el máximo rendimiento.
Imperivm Civitas II saldrá al a venta en pocos días, y aunque está anunciado para finales de noviembre, posiblemente se retrase un poco, llegando a las tiendas a principios de diciembre. Para esas fechas os contaremos en mayor detalle qué tal funcionan las novedades introducidas en esta segunda entrega.
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