Dos copas de locura y sangre

El lanzamiento de la segunda expansión de F.E.A.R, denominada Perseus Mandate y de la que podéis leer nuestro análisis publicado hoy mismo aquí, coincide con la salida al mercado de un título recopilatorio bajo el sobrenombre Files. En él, podemos encontrar la anterior expansión, Extraction Point y la mencionada Perseus Mandate unidas en el mismo producto junto a un modo de misiones rápidas y la posibilidad de entrar en partidas multijugador. En ambos títulos se extiende la historia de F.E.A.R aunque desde distintos puntos de vista. Mientras que en la primera se continuaba la historia principal, con mínimas novedades de contenido y desarrollo, en la segunda tomaremos el papel de otro miembro de un equipo de reconocimiento, en lo que es una trama paralela a la original. Ambas tienen en común la historia de base, pero su concepción es bastante distinta, siendo la primera expansión quizá el título más pobre en cuanto a cantidad de novedades respecto al original.

La línea continuista del primero choca con las novedades, escasas eso sí, del segundo, que nos ofrecen un repertorio de armas mayor y un nuevo tipo de enemigos, los Nightcrawlers, a los que hacer frente. Así, disfrutamos desde los inicios de dos opciones principales, iniciar una campaña o iniciar la otra, además de poder emprender un combate de acción instantánea o entrar en línea para buscar desafíos multijugador. Por supuesto, todo se rodea del ambiente oscuro y siniestro que rodea a F.E.A.R desde el primer momento, donde las situaciones inverosímiles y los sustos serán una constante. A priori, los aficionados a la serie tienen aquí un buen producto, que mantiene en su conjunto la línea del original, aunque con algunas particularidades como se puede leer en los análisis de cada una de las expansiones. No vamos a entrar en detalle de lo que ofrece cada una, centrándonos aquí en la calidad del producto completo para la plataforma de Microsoft.

La conversión de ambos títulos a Xbox 360 muestra un aspecto visual más bien pobre en comparación con los juegos que la consola ha disfrutado en los últimos tiempos. No se pueden esconder las carencias del motor gráfico a día de hoy, encontrándonos en ambos títulos con modelados de personaje donde se aprecia en exceso su origen poligonal, así como con texturas de baja definición en los escenarios. Incluso algunos efectos de partículas, como el agua, parecen toscas recreaciones de sus originales, siendo el acabado impropio de un título que procede de este año, como es el caso de Perseus Mandate. Apenas hay diferencia entre ambos juegos, lo que llama la atención existiendo algo más de un año entre sus distintas fechas de lanzamiento. Pese a esto, el motor visual de F.E.A.R deja detalles impactantes, especialmente en las secuencias donde se utilizan nuestros reflejos mejorados, y que pueden ser auténticas carnicerías de disparos, sangre y trozos de cuerpos mutilados.

Los escenarios por su parte reciben un buen trabajo de cara a mostrar correctamente la destrucción a su alrededor, llenarse con el plasma procedente de los cuerpos de los enemigos y quedar hechos añicos tras un tiroteo. Mas allá de ello, las toscas texturas y modelados nos harán pensar que la calidad gráfica del juego debería haberse revisado en aras de una adaptación más satisfactoria a la potencia que ofrece la consola. Como decíamos anteriormente, que no se aprecien notables diferencias de calidad entre los entornos de Extraction Point y de Perseus Mandate realmente da que pensar sobre las posibilidades no aprovechadas del juego. La dirección artística de ambos juegos se nutre de los elementos de tensión habituales en el original, aunque en el caso de la primera expansión se recurre más a la acción pura que a sorprender al jugador en trampas y situaciones engañosas. Por otro lado, Files llega con textos y un discreto doblaje al castellano, que ayudan a comprender mejor la historia y a entender el por qué nos estamos jugando la piel contra enemigos tanto físicos como incorpóreos.

Este pack ofrece unas doce horas de juego en la conjunción de ambas campañas, con la posibilidad de alargarse si incrementamos el nivel de dificultad. La existencia del modo de acción instantánea da al jugador una mayor variedad de posibilidades para invertir su tiempo, incluyéndose ocho mapas distintos en los que el jugador debe enfrentarse a un gran número de enemigos en un tiempo límite y un entorno cerrado. El multijugador, por su parte, permite crear partidas de varios tipos, incluyéndose los modos de combate normal, por equipos, eliminación o capturar la bandera junto a dos modalidades que hacen uso del modo de cámara lenta que el juego provee. Los combates online son frenéticos y existe un buen número de escenarios para cantidades de jugadores que varían entre los cuatro y los dieciséis. Con este modo, la duración del juego aumenta en un buen número de horas, aunque no llega a ser un competidor serio para los juegos punteros online.

Junto a la IA de los enemigos, el elemento más destacable de ambas campañas es el uso de los recursos del juego para hacernos pasar, no miedo, pero si cierta inquietud. En este aspecto es la segunda expansión la que mejor recoge la batuta del original, tal y como hemos plasmado en su análisis. Con ambas en el mismo producto, el jugador tiene la posibilidad de alargar bastante su experiencia en el universo F.E.A.R, algo que siempre es de agradecer por los aficionados al género y más concretamente a la serie de Monolith. El repertorio de armas, extenso aunque no muy variado, así como la mezcla de situaciones reales e imaginarias hacen de Files un producto interesante para aquellos que gusten de algo más que un FPS clásico y especialmente atrayente para los amantes de las tramas basadas en lo paranormal y misterioso. Por otro lado, la línea continuista de ambos títulos puede llegar a aburrir al jugador tras unas cuantas horas de juego en las que los combates y pequeñas escaramuzas son la tónica dominante en el desarrollo de ambas aventuras.