Fuego en el cielo

El arcade aéreo Blazing Angels fue lanzado el pasado año para varias plataformas, entre las que figuraba Xbox 360. Si bien su calidad gráfica no estaba a la altura de otros títulos de la plataforma de Microsoft, resultó una interesante alternativa para los amantes de los juegos de combate aéreo. Un año después, Ubisoft ha puesto su maquinaria a trabajar y nos llega esta segunda parte, mucho más completa que el original. Apartándose de resultar una recreación realista del panorama aéreo del conflicto, el equipo creativo se ha tomado la libertad de expandir el repertorio de aeronaves con prototipos totalmente ficticios. Así, el jugador encontrará un nutrido y variopinto grupo de aeroplanos con los que afrontar las casi veinte misiones que componen el apartado individual.

Las posibilidades de juego respecto al original se han ampliado con interesantes novedades. Entre ellas figura la personalización de los aviones tanto en estética como en opciones de armamento y equipamiento.Aunque comentaremos más en profundidad este aspecto, nuestra eficacia en las misiones nos reportará puntos que podremos invertir en dichas mejoras. Para redondear el juego, un divertidísimo multijugador permite hasta a dieciséis pilotos enfrentarse en feroces duelos aéreos, o competir por el control de puntos en los distintos mapas, entre otras opciones. Con estas credenciales, Blazing Angels 2 llega para asentarse en un género que espera a su representante moderno, Ace Combat 6.

Gráficos

Si el apartado visual de su antecesor resultó flojo, principalmente por tratarse de una conversión casi directa de la primera Xbox, BA2 resulta un espectáculo visual en toda regla. Los modelos de los aviones muestran una recreación fiel y bien conseguida, al igual que el paisaje que no es simplemente una textura adosada al suelo. Las zonas boscosas, sin ir más lejos, están compuestas de multitud de árboles modelados individualmente, creando un conjunto paisajístico creíble y que invita al jugador a descender para observarlo de cerca. Las animaciones son fluidas y los aviones se mueven con la agilidad propia de los aparatos de la época. Envolviéndolo todo, una recreación magnífica de la atmósfera, con nubes y demás efectos climáticos perfectamente modelados.

Los efectos visuales también merecen una mención, siendo muy vistosos y resultando especialmente cuidados. Tanto la aceleración de nuestro avión como los distintos tipos de proyectiles presentan un acabado muy característico, que los dota de personalidad propia. Fuera del juego, la dirección artística se ha mantenido al nivel de su antecesor, otorgando al juego una atmósfera propia de la segunda guerra mundial. Entre misiones, una escena previa nos pondrá en situación para que conozcamos nuestro siguiente objetivo. El único defecto apreciado en este apartado son las ocasionales caídas en la tasa de imágenes por segundo, principalmente motivada por la acumulación de explosiones y aeronaves en pantalla. Aun así, el juego es capaz de manejar solventemente varias decenas de aeronaves y estructuras terrestres en pantalla.

El apartado sonoro, si bien no enamora, agradará a aquellos que disfruten de una ambientación de película. La música se mueve totalmente en el rango del género clásico, resultando una elección más que acertada para las características del juego. Durante la acción las piezas acompañan bien, dando un toque de grandiosidad a las escaramuzas más enconadas. La conjunción sonora recuerda al ambiente de films del género como Las águilas azules, del malogrado George Peppard, o infierno en las nubes. Una lista de temas variada y de longitud respetable consigue que sea difícil entrar en el tedio por repetirse una y otra vez las mismas melodías. El apartado de voces muestra las originales en inglés con subtítulos en castellano.

Los efectos sonoros no se quedan atrás y ofrecen un gran repertorio de explosiones, zumbidos y rugir de turbinas. Nuestros compañeros de escuadrón se comunicarán con nosotros vía radio, al igual que el alto mando. Para todas estas comunicaciones contaremos con una notificación impresa en pantalla, con lo que resulta difícil dejar pasar la información. El bueno uso de los recursos sonoros nos permitirá valorar la velocidad a la que va nuestro avión con sólo oír el ruido de la hélice, así como conocer la posición de las posibles aeronaves enemigas que estén abriendo fuego contra nosotros. El juego cuenta con soporte Dolby Digital, por lo que un buen equipo de sonido nos reportará una experiencia más que gratificante.

Sobre el papel, el juego se enmarca dentro de los simuladores aéreos, aunque su carácter cien por cien arcade lo aleja en la realidad del concepto puro de simulador. El control, al igual que en su antecesor, resulta sencillo y fácil de comprender desde un inicio, aunque realizar las maniobras más avanzadas requiere entender bien la mecánica de movimiento del aeroplano. Hablamos de máquinas capaces de girar 180 grados en pocos metros de distancia, lo que dota a los combates de un estilo mucho más personal que en los juegos de combate moderno. Los tiroteos a corta distancia, las ráfagas de ametralladora desde la cola o las caídas en picado para limpiar objetivos terrrestres serán la constante en las refriegas. Con este estilo, Blazing Angels 2 resulta muy agradable de jugar y gratificante de dominar, especialmente en el multijugador, donde nuestra habilidad será a puesta a prueba contra la de otros pilotos del globo.

La campaña principal nos llevará desde el presente a recordar las memorias del protagonista cuando era piloto en el bando aliado. Directamente desde una exhibición contemporánea seremos trasmitidos al pasado mediante un artístico flashback que nos dejará en medio de un infierno de fuego, llamas y aviones alemanes. A partir de aquí contaremos con nuestra habilidad como piloto, además de con nuestros compañeros, para solventar las diversas misiones que se nos encargarán. A pesar de que existen objetivos interesantes, como escoltar a tropas de nuestro bando o infiltrarnos en misión relámpago en territorio enemigo, se peca un poco de reiteratividad en los objetivos finales. Pese a ello, la trama resulta sólida y acompaña correctamente a la acción, poniéndonos en el pellejo de un aviador corriente que necesita el apoyo de los demás camaradas para contribuir a la victoria.

El multijugador amplia las opciones con objetivos de tipo ocupar y mantener y duelos directos contra los demás jugadores. Resulta especialmente adictivo si contamos con grupos bien coordinados donde cada uno se dedica a su labor. La habilidad será puesta a prueba en un modo que alarga bastante la vida útil del juego. En el aspecto negativo, los enemigos no muestran una IA depurada, lo que unido a las mejoras de nuestro avión puede hacer que algunas misiones sean un paseo. El uso de tecnología de seguimiento hace que resulte difícil fallar con los misiles una vez bien situado el avión, lo que le resta parte de su esencia a los combates. Por supuesto, siempre se puede optar por no equipar estas armas tan efectivas. Lo que si se agradece es la inclusión de aviones ficticios, que nos permiten afrontar los objetivos de formas totalmente distintas gracias a sus características de maniobrabilidad y velocidad punta.