Terror en las aulas

Se acabó el verano. Las vacaciones finalizan y sólo queda de ellas el recuerdo de estos tres meses anteriores. Vuelta al trabajo, vuelta a las escuelas… Y por si esto fuese poco, Virgin Play nos propone también un reencuentro con la 'high school' mediante nuestras PlayStation 2 o un PC.  Ya está aquí la secuela de Obscure, un sorprendente RPG desarrollado por la compañía francesa Playlogic y lanzado en 2004 en nuestras tierras. El gran acierto de esta aventura era, además de su ambientación cercana a películas de terror teen como The Faculty, su apartado jugable, que permitía jugar a dos personas en modo cooperativo para resolver la aventura.

Este añadido lo catapultó al éxito, obteniendo notas realmente destacables en publicaciones especializadas, incluida MeriStation, que le otorgó un 8.5. Ahora la secuela, encargada en este caso al estudio Hydravision, nos plantea tres años más tarde una extensión de aquel concepto. Volvemos al instituto maldito, a controlar a jóvenes atemorizados… y a sufrir.

De fiesta en fiesta
La historia de Obscure II no podría calificarse de original, siendo todo un homenaje a las películas de terror americanas protagonizadas por jóvenes adolescentes en apuros. Manteniendo así una línea continuista con el original, nos situamos ahora dos años después de aquel, con los protagonistas de entonces ya en la universidad. El juego se inicia presentándonos a los nuevos personajes, que han quedado en la habitación del campus de sus colegas para montar una gran fiesta.

Cuando Corey y May, el protagonista y la novia de éste, llegan a la habitación, descubren que sus amigos están probando una nueva droga que resulta ser ‘genial'. Se trata de respirar una serie de flores negras que crecen en el exterior del campus. Desgraciadamente, el absorber el hedor de las mismas los protagonistas caen inconscientes, despertándose en un mundo onírico macabro, demacrado y ‘sucio', lleno de cadáveres y extrañas sombras que parecen vivas.

Corey y May avanzan lo que pueden hasta llegar a una zona cerrada donde aparecen dos enormes monstruos deformes. Tras intentar resistir su ofensiva, nuestros protagonistas mueren… y se despiertan. Corey, separado de May, decide ir a buscarla… La historia arranca de forma bastante simple, intercalando el control entre unos personajes u otros. Si bien empezaremos viendo a Stan, protagonista del primer juego que hace de narrador en los primeros compases de la aventura, posteriormente conoceremos a la pareja ya mencionada, e incluso a Kenny, también del juego original.

La cooperación por bandera
Como el primer Obscure, nos seguimos encontrando con una aventura de terror, un nuevo integrante en el ‘survival horror' que añade bastante acción al desarrollo y lo mezcla con retorcidos y variados puzzles. Controlamos a dos personajes en tercera persona, pudiendo intercambiar su control presionando R1 en cualquier momento del juego para así explotar las habilidades individuales de cada uno.

Por ejemplo, May es una gran ‘hacker', Corey puede saltar abismos y colgarse por los pequeños resquicios de las ventanas. Stan maneja fantásticamente las armas, Shannon puede curar a los heridos, o Kenny, arrastrar enormes cajas para usarlas como plataforma elevada. En muchas ocasiones la cooperación entre ambos personajes se llevará hasta extremos casi abusivos, teniendo que coger a uno durante unos segundos, cambiarlo por otro y así repetidamente hasta superar la fase o el puzzle.

Es justo este elemento una arma de doble filo. Mientras que el primer Obscure dejaba lugar para la 'posibilidad' de cooperar, o no, aquí es totalmente imprescindible hacerlo. La cooperación se convierte en una obligación y no un añadido más, lo que por determinados elementos es bastante absurdo. Por ejemplo, si se muere el compañero que llevas, saldrá la pantalla de Game Over, mientras que en el primer título podías seguir jugando sin problema.

Evidentemente este elemento se ve algo suavizado cuando una segunda persona coge el pad de control y se encarga automáticamente de guiar al personaje. Y lo cierto es que, en compases avanzados de la trama, sería lo más recomendable a tenor de la IA que poseen los personajes controlados por la CPU, totalmente absurda, gastando balas y yendo 'a saco' en ocasiones donde más les valdría estarse quietos.

Como en el primer Obscure, podremos equiparnos con todo tipo de ítems que encontremos por el mapeado. Desde palos de hockey, hasta barras de metal o por supuesto armas de fuego: escopetas, pistolas… la variedad es notoria. El sistema de apuntado también ha cambiado. Pese a que se mantiene en una tercera persona, la cámara se sitúa ligeramente sobre el hombro del personaje y encontramos un apuntado automático.

Por lo demás, estamos ante el clásico título del género que apuesta por un elemento en concreto -modo cooperativo- y descuida, o no mima tanto, el resto. La historia no es nada del otro mundo, tampoco encontramos demasiada variedad y, en realidad, hay ciertos tramos que son bastante aburridos. No se consigue atrapar ni mucho menos como lo hacía el original, y eso evidentemente juega en contra.

Apartados técnicos
Obscure II luce razonablemente bien para lo que puede esperarse de una secuela genérica. Reutiliza básicamente el mismo motor que el primer juego, con ligeras modificaciones en las texturas o los escenarios, sin tampoco revolucionar en ningún momento. De hecho, no sorprende mucho más de lo que lo haría el original a día de hoy.

Los efectos de luz se antojan de todas formas cuidados, bien aplicados a los escenarios lúgubres y demacrados que visitaremos. Así mismo, los personajes son grandes y están bastante detallados, si bien sus animaciones son bastante robóticas por momentos y los vídeos tampoco acaban de estar pulidos.

Llega el punto determinante: la cámara. Mientras que en el primero era bastante buena, situándose en ángulos bastante cinematográficos siempre jugando con ese 'homenaje' al cine, ahora nos encontramos con una cámara fija, que apenas puede moverse y no actúa demasiado bien a la hora de permitirnos explorar el mapeado. Y eso, en un título de estas características, es un punto en contra bastante importante. La BSO está bastante cuidada por otra parte, sin llegar al nivel de excelencia de algunas fases del juego original. Eso sí, no está doblado al castellano, lo que era uno de los grandes aciertos del primer Obscure.