El héroe de la película

Stuntman Ignition llega a las estanterías convirtiéndose, para sorpresas de muchos, en un título bastante atractivo en este tramo final del año. A pesar de que su primera entrega, para PlayStation 2, no terminó de cuajar debido a ciertos aspectos que podrían haber sido pulidos, no se puede negar que el juego tenía mucho potencial sobre todo gracias a su original propuesta.

En el papel de un doble de Hollywood especializado en las secuencias de conducción más arriesgadas, el deber del jugador radica en cumplir las exigencias del guión, consiguiendo rodar las escenas más llamativas posibles. La base sigue siendo la misma para esta nueva entrega, donde repetiremos el papel de especialista en una serie de películas a cual más espectacular.

Serán en total seis películas: Aftershock, Whoopin' and a Hollerin' II, Strike Force Omega, Overdrive, Never Kill Me Again y Night Avenger. Además, habrá diversos ensayos, a modo de tutoriales, que se deberán superar obligatoriamente para poder seguir avanzando llegados a determinados puntos del juego, así como una serie de exhibiciones y anuncios bajo el nombre de Rarezas.

Cada una de estas categorías está compuesta por seis subescenas, excepto los ensayos que son cinco. Todas las películas guardan una importante cantidad de guiños y de detalles que hacen referencia a auténticas obras cinematográficas, que los aficionados al cine sabrán reconocer. Por ejemplo, Night Avenger hace más de un evidente homenaje a las películas de Batman, o Never Kill me Again a las de James Bond.

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Lejos de lo que pueda parecer, no nos limitaremos sólo a conducir coches normales, sino que tendremos acceso a toda una atractiva lista de vehículos de motor con los que rodar las distintas escenas de cada película: coches normales, de lujo, de policía, blindados, camionetas, motos, 4x4, camión blindados, camión de mercancías, camión de bomberos, aerodeslizador o una especie de batmóvil, con diversas variantes según la escena y la película.

En cada una de las escenas se puede llegar a alcanzar una puntuación máxima de cinco estrellas. Según lo buena que sea nuestra actuación, es decir, según el número de puntos conseguidos, se nos puntuará al acabar con hasta cuatro estrellas. La quinta se obtiene sólo haciendo un combo desde el principio hasta el final de la escena; aquí se perdona el fallar las indicaciones del director, siempre y cuando se consigan encadenar multiplicadores de puntuación hasta el final.

Estas estrellas van permitiéndonos subir en el ránking de dobles, así como ir desbloqueando las diversas películas o extras como colores del coche e incluso logros. Una vez alcanzamos el número uno del ránking (algo en absoluto necesario para poder acabar las películas de por sí), se nos abre uno nuevo de leyendas, incitándonos a convertirnos en el mejor doble de todos los tiempos.

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En definitiva, llegar a lo más alto, así como desbloquear todo, nos supondrá conseguir las cinco estrellas en todas las escenas, lo cual es un importante soplo de aire en lo que respecta a la rejugabilidad. En ese aspecto, es muy agradable descubrir que el juego no esconde su propia esencia de 'ensayo y error' y permite reiniciar las escenas de forma rápida y sin tiempos de carga.

Así es, en esencia, Stuntman Ignition; un juego que, en un acercamiento a la realidad cinematográfica, nos incita a llevar a cabo infinidad de tomas en un intento de conseguir la mejor posible. Es inevitable tener que realizar varios ensayos antes de poder llegar a conocer los trucos de cada plató, cómo funciona el vehículo, qué tenemos que hacer o por dónde van a venir las sorpresas. Algo que, desgraciadamente, puede caer en la repetición o en la frustración a veces.

Sin embargo, pese a ese constante reintentar, el juego de THQ resulta realmente muy divertido, y el usuario se ve tentado a seguir intentando mejorar sus propias puntuaciones una y otra vez. La variedad de escenarios, vehículos y retos no permiten que caiga en el aburrimiento fácilmente, aún cuando en términos jugables casi 'obliga' a conocerse el escenario para poder hacerlo realmente bien y conseguir las cinco estrellas, aunque como ya hemos dicho antes esto no es en absoluto necesario para poder llegar a completar todas las películas.

Cada una de las producciones empieza con las introducciones de director y coordinador, que nos presentan lo que es la película y lo que vamos a hacer en ella, sea de héroes o de villanos. Además, una vez completadas todas las escenas, disfrutaremos del tráiler de cine de cada una, que están muy bien realizados y algunos son exquisitos tanto visual como artísticamente.

Batalla es una competición directa por la mejor puntuación, mientras carrera lo es por el primer puesto, convirtiéndose en un juego de carreras habitual; ambos tienen sus propios circuitos. Después de seleccionar los parámetros del enfrentamiento (circuitos, vueltas, clase de vehículo). También se tiene acceso a todos los vehículos (desbloqueados) del juego y darles el color que deseemos. Por su parte, torneo de montajes es como revivir el modo carrera, pero compitiendo por tener la mejor puntuación con hasta ocho jugadores.

El modo constructor permite crear nuestra propia pista de espectáculos con un editor no demasiado potente pero más que suficiente para conseguir nuestros objetivos. El submodo Reto de constructor pone a prueba las habilidades como constructor y conductor; es decir, se piden ciertas características para el circuito y posteriormente se deben conseguir superar los retos de puntos.

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Por último, está el modo Desafío, que permite que el jugador bata récords y supere retos bastante complicados (poco tiempo y errores), sin ningún tipo de limitación de puntuación, compitiendo siempre contra sí mismo. Ya para terminar están el menú de opciones, de extras (donde habilitar trucos para el juego o ver diverso material de vídeo e imagen) y el Bazar de Xbox Live donde bajar nuevas escenas (como Aftershock Director's Cut) o imágenes.

Todos estos modos alargan de forma evidente la vida del juego, sobre todo el multijugador, el más interesante de de todos ellos. A Desafío le falta un algo más para que resulte realmente atractivo, ya que la idea es buena, pero tal vez la libertad no llegue a incitar al jugador a seguir intentándolo. El constructor es muy interesante para los que disfruten haciendo sus propios circuitos, aunque es algo complejo y requiere mucho tiempo.

No se deleita, sin embargo, con excesivos alardes y no llega a niveles exageradamente altos de calidad, pero sí que presenta un nivel muy elevado. Las secuencias de vídeo de los tráilers de las películas son, como ya hemos comentado, exquisitas visualmente, técnicamente idóneas. En algunos aspectos la física deja un poco que desear, sobre todo en los accidentes de moto, pero nada realmente grave.

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En el apartado sonoro, los efectos FX son muy buenos, con explosiones, tiroteos y derrapes bastante realistas. Las melodías, aunque son de calidad (sobre todo en multichoque), pueden acabar resultando algo repetitivas si repetimos muchas veces seguidas un nivel con la misma banda sonora. Lo que destaca es el trabajo de doblaje, realmente bueno, con unas voces que, por lo general, consiguen transmitir que de verdad sienten lo que están diciendo, sea en los tráilers o elogiando o criticando nuestras actuaciones.

De la jugabilidad hay que destacar, en primera instancia, que Stuntman Ignition consigue la que se supone premisa fundamental de todo juego: es realmente divertido y consigue que el usuario no suelte el mando con sencillez una vez se ha puesto frente a su consola. La sencillez del control, junto a la espectacularidad del juego en sí (con películas de alto presupuesto) y su original propuesta son una apuesta por la diversión directa.

Cierto es que hay que tener en cuenta que es un juego que se basa mucho en el 'ensayo y error', y que requiere en muchas ocasiones una precisión ridícula para que se nos den por buenas algunas peticiones del director. Hasta el más mínimo giro que no haya sido perfecto o retraso en llegar a un punto concreto puede hacernos fallar un salto que parecía perfecto.

Esto se vuelve todavía más evidente con las motos, que gozan de una física ridícula en ocasiones, y parece que hasta el más ligero roce suponga un accidente que destroce nuestro combo, cuando en otras parece más resistente. Stuntman Ignition se antoja también como un juego bastante corto si sólo se busca llegar a rodar las películas, aunque su vida se amplía considerablemente si se quiere llegar a ser el doble número uno de todos los tiempos, consiguiendo las cinco estrellas en todas las secuencias.

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