[E3] Boogie

Los juegos de baile han conseguido ser clásicos de los salones recreativos actuales desde hace unos cuantos años. Asimismo, las consolas de sobremesa han recibido un buen número de adaptaciones de dichos títulos, acompañados por el repertorio habitual de periféricos de todas las clases, modelos y tamaños. Desde alfombras mini a alfombras dobles, pasando por pistas metálicas, inalámbricas o profesionales. Hasta ahora, el género del baile en consolas había ido ligado unívocamente al uso de un periférico de este tipo para accionar los controles. Ahora llega Boogie para revolucionar el concepto de juego de baile, aportando un enfoque más centrado en el movimiento completo del personaje y no solo de sus piernas. Haciendo uso del Wiimote, en Boogie deberemos desplazar a nuestro personaje a la vez que bailamos realizando movimientos concretos con mando y nunchaku. Esta tónica rompe las ideas preestablecidas hasta el momento en el género, resultando una oferta original y fresca que además va enfocada a toda la familia.

Mientras que la mayoría de detalles sobre el juego se desvelaron antes del E3, no ha sido hasta ahora cuando hemos conocido los detalles más concretos del juego, como por ejemplo los relativos al control. El manejo de los personajes estará disponible en las fases de baile, utilizándose nunchuck y el control analógico del wiimote para mover partes distintas de los extravagantes caracteres. El movimiento del Wiimote será el encargado de activar las notas en caso de que estemos bailando, siempre que hagamos el movimiento en la dirección adecuada. Y es que en Boogie no encontraremos las clásicas flechas de los juegos de baile, si no que una guía similar a un pentagrama mostrará que tipo de movimiento o que botones debemos pulsar en cada momento. De esta forma, los bailes se compondrán de una serie de movimientos que deberemos realizar con el mando de la consola, y que nuestro personaje jugador interpretará de forma más o menos precisa.

Hasta el momento, parece que la corrección de esta interpretación es casi total, existiendo únicamente ciertos movimientos que el programa es incapaz de detectar. Por este motivo se supone que jugar a Boogie será, además de agotador, una experiencia que requiera ciertas dotes de improvisación. Las coreografías nos pedirán mover el mando en la misma dirección  muchas veces, pero el juego detectará cómo llevamos a cabo este movimiento y nos premiará si efectuamos combinaciones variadas. En el caso del karaoke, Boogie funciona de forma casi idéntica a como lo hace la serie SingStar de PlayStation, mediante la identificación del tono de voz. El avance por el juego alterará recorridos por fases de canto y baile, existiendo también posibilidades multijugador de carácter competitivo o cooperativo.

En el plano técnico, Boogie cuenta con un aspecto desenfadado que mezcla el sombreado Cell-shading con el estilo cartoon. Los diseños de los personajes son de corte juveni y todos pertenecerán a una familia llamada los Boog. Estos personajes serán nuestros avatares durante el juego, y admitirán personalización exhaustiva una vez desbloqueados nuevos complementos para ellos. Por supuesto, para desbloquearlos deberemos obtener grandes puntuaciones en cualquiera de los modos, ya sea canto o baile. Boogie saldrá al mercado durante el mes de Noviembre para convertirse en un buen juego destinado a todas las edades. La lista de canciones, de correcta longitud y buena calidad hace que esta aproximación musical parezca realmente interesante. Os daremos más noticias sobre Boogie en nuestro futuro análisis, artículo hasta el que os emplazamos para obtener los últimos detalles del juego de EA.