The Darkness, Impresiones
Una licencia de un cómic potente, un estudio contrastado y una editora dispuesta a apostar fuerte, han sido el caldo de cultivo de The Darkness, un sorprendente shooter que apunta a ser una de las mejores adaptaciones cómic book-videojuego de los últimos años y una de las revelaciones de la temporada.
Una licencia de un cómic potente, un estudio contrastado y una editora dispuesta a apostar fuerte, han sido el caldo de cultivo de The Darkness, un sorprendente shooter que apunta a ser una de las mejores adaptaciones cómic book-videojuego de los últimos años y una de las revelaciones de la temporada.
En el sector de los videojuegos es habitual que aparezcan títulos 'tapados', lo que se llama un sleeper; juegos que sin gozar de la atención excesiva de la prensa durante su desarrollo y ocultos entre la sobreexpectación que generan los grandes nombres del año, pasan prácticamente desapercibidos. Los suecos de Starbreeze saben muy bien cómo es vivir esta situación, de hecho, Las Crónicas de Riddick: La Fuga de Butcher Bay, su último título en llegar al mercado, arrancó desde esta modesta posición en 2004 para convertirse en uno de los shooters que mejor sabor de boca han dejado en Xbox.
Con The Darkness, su nuevo trabajo antes de verse inmersos de lleno en el remake de Riddick, Assault on Dark Athena, la situación está repitiéndose. Aunque los seguidores del cómic de Top Cow creado por Marc Silvestri en el boom del tebeo de autor que EEUU vivió en los 90 -época en la que el mismo Silvestri junto a Liefeld, McFarlane, Jim Lee o Erik Larsen cofundó Image- no le habrán quitado ojo de encima, lo cierto es que The Darkness ha estado en un segundo plano durante toda su gestación, a pesar de haberse mostrado en E3 y X06, en ambas ocasiones con un código que no le hacía justicia.
Hemos tenido acceso a su última beta en Xbox 360, la que recibirá el relevo de la versión review en unos días, y tras una semana jugando a este sorprendente shooter no nos quedan muchas dudas; The Darkness, como lo fue Riddick, va a ser el gran tapado de esta temporada. Un juego que si todo va como hemos visto, ayudará a que Starbreeze reciba el reconocimiento que se merece tras el varapalo de Enclave y su magnífico trabajo con Riddick, y que una vez más, resalta la visión comercial de Take 2, que repescó el proyecto comprándole los derechos a Majesco.
Seducidos por La Oscuridad
El leiv-motiv de The Darkness es La Oscuridad, un ente primigenio, producto del equilibrio de fuerzas entre el bien y el mal. Esta presencia maligna ha tomado posesión, generación tras generación, de los varones del clan Estacado y precisamente, la historia que narra el cómic versa sobre las desventuras de Jackie, el último miembro de ese linaje, con un pasado, presente y futuro muy turbios; Jackie Estacado, huérfano a los 7 años, fue recogido por los Franchetti, una de las familias mafiosas más poderosas de Nueya York, y entrenado desde pequeño como asesino profesional, llegando a ser el brazo ejecutor de las 'eliminaciones' de la familia.
The Darkness arranca con una secuencia interactiva muy a lo Half-Life; Jackie se despierta en el día de su veintiún cumpleaños en el asiento de atrás de un coche junto a dos matones, compañeros en sus quehaceres diarios en el hampa. Discuten. Parece que han fallado en cobrar una deuda económica para su capo, el impío tío Paulie, y mientras Jackie recupera la consciencia perdida en la refriega anterior, los hombres hablan sobre las posibles represalias que pueden sufrir por parte de su jefe.
Apenas sin darse cuenta, y dentro de uno de los muchos túneles que recorren Nueva York, caen en una emboscada; perseguidos por policías corruptos, se enzarzan en un tiroteo que acaba con el coche accidentado, todo ello conducido en forma de secuencia prefijada, pero con capacidad para controlar la vista del personaje y disparar contra los enemigos con una recortada. Con uno de sus compinches mutilado por un camión y el otro malherido, con las piernas rotas, Jackie emprende una desesperada huída en solitario. El varapalo más duro lo supone el hecho que sus propios enemigos, antaño camaradas, le hacen saber; su tío, Paulie, el capo de los Franchetti, lo quiere muerto. La guerra se ha desatado en el seno de la familia.
Estacado consigue llegar hasta un cementerio mientras susurros como "eres mi marioneta", "a través de ti, yo nazco", "abrázame" o "déjame salir" martillean su cabeza. Acorralado por varios pistoleros y cuando el fin parece inevitable, La Oscuridad, el mal que lleva en su interior y que ha pasado de padres a hijos, acaba manifestándose. En una auténtica carnicería, destroza a los enemigos, amputándoles miembros, arrancándoles la cara a mordiscos o generando un agujero negro que los engulle inexorablemente, al tiempo que protege a Jackie haciéndolo resistente a los disparos a bocajarro.
En la piel de un Super-antihéroe
Desde ese mismo momento se comprende perfectamente que The Darkness es un shooter tremendamente atípico. Los poderes de La Oscuridad hacen que el protagonista sea simplemente un semidios en un mundo de mortales, y esa sensación de superioridad aplastante se mantiene a lo largo de todo el juego: devorando los corazones de las víctimas, agarrando y zarandeando un helicóptero de combate, diezmando un escuadrón entero del SWAT en cuestión de segundos o invocando a decenas de esbirros que nos escolten o hagan el trabajo sucio por nosotros.
La Oscuridad, que se manifiesta como varios tentáculos negro azabache y dos cabezas de serpiente que emergen desde la espalda de su portador, puede invocarse en cualquier momento del juego, únicamente pulsando el botón LB. Pero como todo ente maligno, tiene una debilidad: no soporta la luz. La barra de oscuridad es su vitalidad. Se recarga en los espacios en penumbra, se consume al utilizar sus poderes y se agota al invocar al ente en lugares iluminados. Esto modifica el planteamiento del shooter, ya que estaremos forzados a buscar las sombras para poder explotar nuestras habilidades, ya sea mediante disparos para apagar luces o utilizando otros métodos que adquiriremos progresivamente, facilitándonos la tarea.
Quédate en las sombras, Jackie
Pero Estacado sigue conservando sus habilidades como asesino profesional. Maneja excepcionalmente bien las armas de fuego, con predilección a empuñar dos pistolas al mismo tiempo, pero no le hace ascos a rifles de asalto o recortadas. El nivel de violencia del título, por si quedaba alguna duda después de las pantallas, es muy alto. Además de por la crueldad del ente, por la misma del protagonista, que goza de un amplio número de movimientos de ejecución. Para activarlos solo se necesita acercase lo suficiente a un enemigo y presionar uno de los dos gatillos -que controlan cada una de las armas que se empuñan en cada mano-. Jackie disparará en la nuca, en la boca o llenará el pecho de plomo al enemigo en maniobras que nos dejarán estupefactos tanto por su crueldad como por su espectacularidad.
Será nuestra misión también procurar que el escenario se adecúe al hábitat del huésped que portamos. Por ello habrá que neutralizar las fuentes de luz que lo debilitan: farolas, neones, focos, bombillas, letreros luminosos y demás iluminación. Sumidos en la más completa oscuridad, los enemigos estarán indefensos, mientras que nosotros gozaremos de una visión impecable en tonos naranjas que permitirá que realicemos elaboradas emboscadas ante los intentos inútiles de la IA por presentar resistencia.
Desata el caos
El control es muy rico en posibilidades pero, al igual que el mismo Jackie, necesita un periodo de aclimatación para poder dominarlo. A estas alturas hay pocos elementos en un shooter en primera persona que requieran instrucción, pero La Oscuridad es uno de ellos. Mientras no tendremos problemas para disparar, recargar, aplicar zoom, cambiar de armas o realizar ejecuciones, ya que en este aspecto básico The Darkness no difiere nada de lo habitual en el género, controlar a La Oscuridad requiere práctica progresiva.
Inicialmente podemos utilizar un escaso número del amplio catálogo de habilidades que este maligno ser desarrollará subiendo de nivel a lo largo del juego. La primera es lanzar una de sus cabezas como serpiente, reptando por el suelo y recorriendo varios metros por paredes o techos. La cámara cambia a blanco y negro, siguiéndola desde una perspectiva similar a la de RE4. Con ella podemos realizar ejecuciones sigilosas, rodeando a los enemigos y asestándoles bocados mortales. También gozaremos de un blindaje místico al invocar a La Oscuridad. Como si fueran los escudos recargables del Jefe Maestro, resistirá varios impactos de bala antes de que los disparos hieran a Estacado -momento en el que la pantalla se teñirá de rojo-, recuperando su integridad pasados unos segundos de tranquilidad.
Unos secuaces muy especiales
Pero La Oscuridad, acorde a su jerarquía de ancestral entidad demoníaca , no está sola; cuenta con sus acólitos, los Darklings, bautizados en la versión española como Los Oscuros. Son unos hilarantes demonios inferiores que pueden ser invocados a través de portales con el inframundo que aparecen a lo largo del mapeado. Para poder traer a cada uno de ellos a la tierra es necesario sacrificar un corazón humano. Por ello podremos devorar este órgano, todavía palpitante, del pecho de nuestras víctimas, acumulándose en un marcador que indicará la cantidad de Darklings que podemos invocar; normalmente con un par de ellos seremos capaces de apañárnoslas en tiroteos masivos, pero también son importantes ayudándonos a vencer situaciones en las que parezca que estamos atrapados -por ejemplo, invocándolos dentro de un búnker enemigo para que nos abran su puerta blindada-.
En todos los diferentes tipos que aparecen en el juego son unos seres muy dicharacheros, tanto por su diseño, que incluye un Darkling Kamikaze, experto en explosivos, uno Berserker, interrogador, sargento artillero, asesino de luz o incluso el Darkling Lincoln. Llevan a cabo actos incalificables como torturar a los enemigos, inmolarse junto a ellos, amputarles miembros con serruchos, estrangularlos o utilizar una taladradora mecánica para clavarlos contra el suelo. Pero todo ello de la forma más irreverente; sin parar ni un segundo de soltar frases cómicas -"sígueme a la libertad" al ayudarnos a avanzar, o "siento una perturbación en la fuerza" al intuir la presencia del enemigo-. A pesar de esto, su debilidad es la luz; su contacto directo con ella los convierte en polvo, y tampoco son muy resistentes a las balas. Aún así, nos ayudarán, desviando la atención y haciendo de pantalla cubriendo a Estacado.
El modo multijugador que incluye The Darkness se nutre de los Darklings para ofrecer un deathmatch basado en diferentes clases, con diferentes habilidades -también con presencia de los diferentes matones de la familia Franchetti-, aunque de momento, no lo hemos probado, pero 2K ha descrito los modos y variantes incluidas como "muy innovadores".
Adaptando la bestia del cómic al videojuego
Otros poderes que La Oscuridad desarrolla en niveles futuros -de momento sólo hemos jugado con los tres primeros, ambientados en Little Italy y China Town- son los tentáculos, con los que puede agarrar, mover y desplazar objetos pesados, o abrir agujeros negros, que absorberán a los enemigos atrapándolos en el infierno. Aunque este ente maligno atemporal tiene muchos ases en la manga que según Paul Jenkins son "realmente alucinantes, que ni imaginamos".
Lo cierto, y por lo que hemos visto, es que desde Starbreeze se ha hecho una labor inmejorable trasladando los poderes de La Oscuridad al videojuego; sus aplicaciones son imaginativas, bien implementadas al curso del juego y muy espectaculares. El mismo Jenkins, que ha adaptado el comic al guión del título, comentaba: "la gente de Starbreeze se ha superado a sí misma en su manera de encajar el sistema de juego en la historia. Los poderes de Oscuridad de Jackie son muy interesantes, de modo que el efecto acumulativo es que sientes lo mismo que el tío mientras estás arrancándole la cabeza a la gente".
En la parte técnica The Darkness se asienta sobre un motor propio desarrollo en Suecia y que rivaliza con el Unreal Engine 3. El detalle de todos los escenarios, texturas, modelados, y efectos de luces están por encima de la media del género, muy cerca de los grandes, por no decir al mismo nivel. Puede sonar a tópico, pero para corroborar nuestras palabras, nada mejor que los screenshots que acompañan a este texto, capturados directamente desde nuestra Xbox 360 a 1080i. En los próximos días ofreceremos nuevas pantallas.
El juego también hace gala de una tecnología de sincronización labial avanzada marca de la casa que se aprecia en los primeros planos de los personajes con los que interactuamos y con los que podemos dialogar escogiendo varias opciones, como en la vieja escuela. También se aprecia en los interludios entre fase y fase en los que el propio Estacado comenta las evoluciones de la historia. Para las voces, que se han mantenido en inglés con subtítulos en castellano, se ha escogido una plantilla muy llamativa, pero que realiza un trabajo interesantísimo; actores de Los Soprano, Kirk Acevedo como Jackie o Mike Patton, cantante de Faith no More como La Oscuridad, con toques de ultratumba.
Como bien sabrán los buenos afinionados al cómic, la historia de Jackie Estacado tiene muchos capítulos interesantes que narrar -el Angelus o la Hermandad de la Oscuridad, por ejemplo- pero el videojuego se nutre de sus inicios, mostrando la explosión de La Oscuridad dentro de Estacado y la guerra interna en la familia Franchetti. También podemos confirmar que el reino de la Oscuridad, un inframundo habitado por demonios, también estará presente en el juego y ocupará aproximadamente un tercio del mismo. Lo dejamos pendiente para un próximo acercamiento.
En definitiva, The Darkness nos ha cautivado. En un tiempo en el que los shooters son un género sobreexplotado, con títulos de muy alto nivel, Starbreeze viene dispuesta a insuflarle aire fresco con una de las mejores adaptaciones cómic-videojuego que se recuerdan. Y todo ello con una factura técnica a la altura de sus más grandes homólogos. Nuestro candidato número uno a juego revelación del año está muy cerca de poder demostrarlo, será el 29 de junio. Hasta entonces, dejad siempre una luz encendida.
- Acción
